1958 Louis Tomlinson, el único chico omega sin marca en el pueblo de Manchester. Ser fuerte no era una opción. Con acosadores buscando carne fresca y un pasado atormentador, vivir y estudiar ahí sería lo mismo que estar en el infierno. Con el mismo circo de cada año, mismo lugar, mismo show, mismas atracciones, ¿mismos actores? -¡Señoras y señores, con ustedes, el nuevo arlequín... Sty! Oh. Algo macabro para ser sinceros. (...) -¿Un globo?- hizo una reverencia. -¡¿A caso me estás cortejando con estúpidos globos?!- farfulló el omega de brazos cruzados y un puchero en su rostro. El alfa en un rápido movimiento lo acorraló contra la pared, con una mano posada por encima de la cabeza del ojiazul y con su dedo índice delineando la comisura de sus labios -Te estoy enamorando, eso es todo.