Esta no es la típica historia de chico malo y chica buena. Más bien, yo no soy la mejor niña del mundo. Soy bastante charlatana, digo lo que pienso (sin cortarme un pelo) y soy muy divertida. Tampoco soy la típica chica que no quiere tener novio porque necesita centrarse en sus estudios (que no son muy buenos, que digamos) ni nada de eso. Normalmente en las historias románticas, las mejores amigas de las protagonistas son las que son más atrevidas y lanzadas, ¿verdad? Pues en este caso yo también lo soy. No me dan miedo los chicos, ni me da miedo que alguno un par de años mayor se acerque a hablarme. Lo que me da miedo es enamorarme de un mujeriego rompecorazones como el chico (sumamente guapo) que acabo de conocer. Derechos de autor. No copiar esta obra.