Opening
Jeremy
Al llegar bajamos del auto y abrí la cajuela con las cosas ya listas.
-¿Y esto?-.
-¿Qué? ¿La canasta y el mantel?-.
-Si eso-.
-Oh, bueno- Tome la canasta y le di el mantel- Solo es nuestro almuerzo-.
Bajamos por una pequeña colina hasta llegar a un lago.
-Wow- Fue lo único que dijo al ver el panorama.
Escogimos un buen lugar bajo dos pequeños árboles, colocamos el mantel y la canasta.
-Bien- Examine la canasta y empecé a sacar su contenido -Tenemos, tortas, refrescos, y de postre...te tengo a ti- Me le quede mirando pícaro- Jeje tenemos fresas con crema-.
-Oh...genial-.
-ok ok, yo sé que no es un fantástico almuerzo, pero al menos no moriremos de hambre-.
La tarde era fresca, el viento soplaba débilmente provocando pequeñas ondas en el agua y las ramas de los árboles se sacudían haciendo que cayeran pequeñas hojas. Pero a pesar de eso hacía un calor sofocante.
-Uf, hace demasiado calor- Mencione mientras comía una de las tortas.
-Sí, un poco-.
-Bueno- Me levante de mi lugar y me empecé a quitar la camisa.
-¿Qu...que haces?- Dijo Dylan poniendo cara de espanto.
-Solo me quito la ropa de más...- Decía mientras me quitaba el cinturón y me bajaba los pantalones- Te sugiero que hagas lo mismo si no quieres morir asado- Bromee.
-Amm...-.
Me quede solo en ropa interior, un bóxer para ser preciso.
-Anda, aunquesea la camisa- Insistía.
-No, en ese caso, me quito los pantalones- Empezó a desabrochar su cinturón para después quitarse su pantalón rápidamente, pero se sentó inmediatamente ruborizado.
-¿Qué pasa?- Me le acerque.
-No nada...es solo que...no tengo un muy buen cuerpo- Me observo - No como el tuyo-.
-Como el mío- Reí acariciando su rostro- ¿Te preocupa algo tan superficial como el físico? no tenemos muchas diferencias sabes, tenemos casi la misma altura, buenos brazos y piernas...y apuesto que tienes un buen abdomen- En lo último le agarre su estómago haciéndolo reír.
-Basta...basta jaja- Pedía piedad.
Me detuve, se había quedado acostado y yo encima de él.
Los dos exhalábamos por reír mucho, nos miramos y le sonreí.
-Tengo algo para ti- Recordé.
Me acerque a mi pantalón y saque un papel doblado varias veces.
Nos sentamos mirando al lago frente a nosotros.
-Eh estado escribiendo esto desde hace mucho...y, bueno, no eh tenido tiempo de aprendérmelo, espero y no te importe-.
-No, claro que no-.
-Bien-.
Suspire, y empecé a desdoblarla.
-Me siento muy feliz por haberte encontrado,
Me siento muy feliz por el gran amor que me has dado,
Me siento muy feliz por tenerte a mi lado,
Por el calor que me has brindado,
Por toda esta pasión que en mi has desatado.
Me siento muy feliz porque en ti me he descubierto,
Porque solo contigo siento esto,
Porque solo tú eres capaz de desnudarme en cuerpo y alma
Porque solo tú entiendes a mi corazón
Porque solo tú me has llenado este gran vacío que llevo dentro,
Sólo tú me has hecho sentir el hombre que nunca fui
Porque solo tú me haces gritar de amor,
Sólo tú haces que mi mundo no se detenga
Sólo tú eres capaz de llevarme a la luna con solo uno de tus besos,
Con cada caricia, con cada noche donde nuestros cuerpos se unen en uno
Sólo donde el dolor de las espinas de mi primera vez lo convertiste en rosas
Dentro de mí en miel llenándome por dentro.
Tú conoces a este niño que sabe amar como todo un hombre,
Sólo tú me haces sentir deseado,
Y desatas esta pasión desenfrenada que llevo dentro-.
Al terminar hubo un gran silencio, se oía el sonido de la naturaleza, las aves cantando, el ruido del agua en movimiento, y del viento soplando.
-Tu silencio me da miedo- Le mencione.
-Es solo que. Nunca pensé que alguien me llegara a querer mucho...-.
-Como no querer a alguien como tú-.
Giro para verme directamente, y me beso.
-¿Quieres nadar un rato?- Me pregunto sonriente.
-Claro- Me levante con su mano entrelazada a la mía y corrimos al agua.
Con solo ver el lago uno pensaría que el agua tendría que tener una baja temperatura, pero la verdad, era la más cálida agua en la que había estado.
Nos salpicamos tanto que empezamos una guerra de salpicones. Me sentía feliz con solo verlo a él feliz.
Su sonrisa era esplendida, y esa risa...oh dios esa risa.
Nos metimos más al agua hasta llegar a un buen nivel para poder nadar.
Desde hace mucho no eh nadado, para ser preciso, desde que falleció mi padre. Un triste recuerdo de el enseñándome a nadar en este mismo lago llegaba a mi mente, no eh hecho muchas cosas desde entonces.
Sentir nuevamente esa sensación del agua en tu cuerpo cuando vas nadando es increíble, me sentía como un pez en el agua, libre y feliz.
Estuvimos un buen rato nadando, hasta que decidimos salir para secarnos.
Nos tendimos en el mantel con una toallas debajo de nosotros, escurríamos agua, pero más el por no quererse quitar esa camisa.
Gire mi cuerpo y mi cabeza apoyada con una mano en dirección a él. Tenía los ojos cerrados, atrapando el calor del sol.
Mi mirada empezó a recorrer su cuerpo, primero sus pies, luego sus piernas, después su torso y al final su rostro.
Mi mano libre se dirigió a su pierna, acariciándola con un dedo, hacia círculos en su piel, después empecé a subir mi mano hasta su abdomen provocándole una risa.
-...jaja espera, otra vez no-.
-Oh, y que me darás a cambio-. Sugerí.
-Amm...- No podía esperar su respuesta.
Me lance a él y lo bese, el correspondió el beso así que no me preocuparía.
Pase mi pierna al otro extremo quedando encima de él.
Quería sentirlo, besarlo, acariciarlo, lo quería todo de él.
Empecé a besar sus cachetes hasta llegar a su cuello, donde es sin duda mi lugar preferido en donde atacar.
Dylan me acariciaba mis piernas y yo seguía atacando ese cuellito suyo. Creí escuchar un gemido por parte suya, pero debió de ser muy bajo.
Volví a sus labios, empecé a meter mis manos dentro de su camisa y acaricie su abdomen y su pecho. Cuando empecé a subirle su camisa me detuvo.
-...No...-. Puso ambas manos en mi pecho manteniendo nuestras distancias.
-¿Qué ocurre?- Pregunte dudoso.
-Es solo que...-.
-¿Eres virgen?-.
-...Si-. Dijo apenado.
-Oh tranquilo no te preocupes, de todas maneras no pensaba hacerlo aquí y ahora sabes jeje, no te preocupes, esperare hasta que tu quier...-.
-Pero si quiero- Dijo sin pensar haciéndolo ponerse rojo de la pena.
-Sí, ya vi que si quieres jeje- Bromie al sentir su bulto.
-Oh dios...-. Se levantó enseguida tapándose con una toalla.
-Jeje ¿que ocurre? Es normal en nosotros no crees?-.
-Si ppepero-.
-Además- Continúe acercándome- Eso significa que hacia un buen trabajo-Me acerque a su oído- Y eso me vuelve loco-.
Obviamente no quería esforzar a Dylan, pero un apetito feroz gritaba dentro de mí.
Recogimos todo, nos pusimos la ropa y nos dirigimos nuevamente a la ciudad teniendo al sol en su punto del atardecer.
-Dylan, antes de ir a dejarte a tu casa quisiera pasar a la mía-.
-Oh, claro, pensé que habría mas de tus "fases"- Rio.
-Pero claro que las hay, solo que no quiero hacerlo todo en un día sabes, no sería divertido-.
Al llegar a mi casa estaciones el auto, nos bajamos y entramos a mi hogar.
-Este es mi humilde hogar- Dije ya dentro.
-Oh, vaya, conque aquí vives-.
-Sip...- Empecé a leer una nota que estaba en la mesa del comedor.
-Hijo, probablemente llegue de trabajar mañana a medio día, me necesitan en la oficina, así que no me esperes, nos veremos mañana.
Te quiero-.
-Uh-.
-¿Qué pasa?-.
-Eh, no nada, solo que mi mamá que llega mañana en la tarde-.
-Oh ya-.
No sabía qué hacer.
-Dylan...-.
-Hey...-.
-¿Piensas lo mismo que yo?-.
-Probablemente...¿puedo usar tu teléfono?-.
-Si claro-.
No sabía si sería ideal que los dos pasáramos una noche de "pijamada", pero en realidad me alegraba.
Dylan les pido permiso a sus padres para quedarse por hoy en mi casa y que claro, aceptaron.
-Bien, subiré a darme un baño, luego si quieres puedes darte una-.
Subí hasta mi recamara, me empecé a quitar mi ropa y entre al baño.
Esa sensación de entrar en contacto con el agua caliente por todo mi cuerpo era un gran alivio para mí, mucha adrenalina para mí sí que me canso demasiado.
Al terminar me coloque una camisa blanca y solo el pantalón de mi pijama.
Baje hasta la sala y encontré a Dylan viendo las fotos de las paredes.
-¿Quiénes son?- Pregunto al verme
Vi la foto que se refería y suspire.
-Es mi papá, mi mamá, yo...y mi hermano-.
-¿Tienes un hermano?-
-Tenia...- Aclare.
-...Y tu papá?-.
-...Dylan...porque no subes y te bañas... es la segunda puerta a la derecha, te deje ropa mía que puedes ponerte-.
No dijo nada más, subió las escaleras y me quede solo, mirando la foto de marco dorado.
Dylan
Al terminar de ducharme me puse la camisa y el pantalón que me había prestado Jeremy.
Baje las escaleras lentamente y lo vi, estaba sentado en un sillón con una foto en la mano.
-Hola ¿Qué tal la ducha?- Dijo al escucharme llegar
-Mojada- Bromie, pero no pareció tener gracia- ¿Qué ves?-.
-Una foto- Me senté junto a él y me la mostro- Esta foto nos la sacamos un mes antes-.
-¿Un mes antes? ¿De qué?-.No me culpen, tenía curiosidad.
-...Del accidente...-. Lo dijo mientras se le quebraba la voz.
No dijo nada más, mire la foto, estaban él y un chico mucho más mayor sobre una motocicleta.
-¿Es tu hermano?-.
-Fue más que eso, fue mi mejor amigo...sabes, no he hablado de esto desde hace mucho-.
-No tienes que...-.
-No, no, te lo quiero contar...ya ha pasado mucho tiempo...-.
No sabía que esperar, lo único que veía era a Jeremy con sus manos juntas y moviendo sus rodillas rápidamente.
-Cuando yo tenía 8 años- Comenzó- era un chico como todos los demás, me gustaba jugar con mis amigos, ver la televisión, bueno todo lo que hace un niño a esa edad. En ese entonces...entonces, yo tenía una hermano, se llamaba Oswaldo, él era 12 años mayor que yo, digamos que mis padres se casaron muy jóvenes- Rio- Oswaldo era mi mejor amigo, siempre me llevaba con él, nos la pasábamos genial, de hecho un día, oh ese día- Se rio al recordar- pero bueno, la cosa es que él era todo para mí, y bueno...a pesar de sus 20 años era un excelente motociclista, mi mamá no estaba de acuerdo que lo condujera, pero fue regalo de mi padre por su cumpleaños...y bueno, un dia...u,un...-. Empezaba a quebrarse.
-Un día- prosiguió – se apuntó a un espectáculo sobre motocicletas...era muy bueno, hacia maniobras increíbles, era el mejor- Sonrió por un momento- Pero el día del concurso...algo salió mal...-Suspiro muy hondo- Concursaba en la categoría "motocross freestyle" era muy bueno en eso, iba a ser una maniobra que le salía sin dificultades...pero-. Se detuvo.
-No le salió como esperaban ¿cierto?-.
-Se quedó a medias... cayendo de cabeza y siendo aplastado por su mo...-. No podía más, empezó a llorar. Era la primera vez que lo veía llorar, pero no se me hacía tierno, se me hacia otros.
Lloraba tanto que en algunas ocasiones parecía que se privaba.
-Jeremy hey, Jeremy...- Trataba de controlarlo, pero me era imposible.
-Jeremy, estoy seguro que a tu hermano no le gustaría que estuvieras así...-.
-Pero no fue el único Dylan, no fue el único- Grito.
-¿Qué?-.
-Mi papá, mi papá también me dejo Dylan, me dejo...mi hermano y mi papá me dejaron, nos dejaron a mi madre y a mí...-. Volvió a llorar, esta vez en mis brazos- Mejor dicho...me los arrebataron Dylan, Dios me los arrebato...-.
-No, no digas eso-.
-Me los arrebataron...mi hermano por un accidente y a mi padre por un idiota que le disparo por no darle el auto...-.
No paraba de llorar, para algunos les parecería una mariconada si lo vieran así si no sabrían por lo que llora, pero ahora yo estoy con él, y se por lo que ha pasado.
Después de un rato su llanto se detuvo.
-Todo parecía un hoyo oscuro donde creía no poder Salir...pero entonces te encontré, y me iluminaste mi vida-. Me miro con sus ojos irritados.
Me beso con sus labios tiernamente.
Y fue cuando lo comprendí
Quería sentirlo
Quería tocar su piel
Quería besarlo siempre
Quería alegrarlo
Quería escucharlo gemir
Quería todo de el
Me levante del sillón, tome su mano y aun besándonos fuimos subiendo las escaleras...