Septiembre, 2012
8:07 PM
A penas volvía a casa. Nunca había deseado tanto que por un instante todo sea sólo una pesadilla. Abrí la puerta y todo estaba oscuro, las luces estaban apagadas; ni Christy ni Hannah estaban y así fue, era una pesadilla, pero yo no estaba dormido. Las palabras de los médicos daban vueltas con picos y palas en mi cabeza, escarbaban dentro de mí y encontraban mi sueño de una familia y lo volvían añicos. Observe las fotos en una de las mesas y tome una de ellas, fue tomada en una cabaña que compre hace unos años. Me deje caer en el suelo recostando mi espalda en la pared, pase mi mano a través de la fotografía.
–Hicimos lo que pudimos. –Se repitió una y otra vez en mi mente, pensaba que con las dos veces que la escuche en el hospital era suficiente, pero hacía eco en mi cabeza. La primera vez sentí que me quitaron todo lo que amaba, la segunda vez me quitaron todo lo que pude haber amado. Los sollozos se escuchaban venir del alma y las lágrimas salían directamente del corazón, un par de ellas cayeron sobre la fotografía. La deje en el suelo, sentí como un agujero negro se tragó todo el universo que era Christy en mi vida. Rompí en llanto como si mi alma se hubiera partido en mil pedazos.