Un Amor Declarado y Personal

By YIZHAN_2MIN

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Si quería seguir adelante con esa farsa relación, tendría que comportarse como un esposo leal... tanto en la... More

Sinopsis
Falsa Noticia
Acepto
Tirano
Plan
Baijiu (licor de arroz)
Tatuaje
Anillo de compromiso
Reinvención
Nuevo hogar
Equivocación
Química
Chocolate
Deseos
¿Arrepentido?
Hielo
Princesa
Matrimonio
Noche de bodas
Miedos
Ya no te amo
TE AMO (Final)

Carácter

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By YIZHAN_2MIN

Xiao Zhan agarró el café con leche del mostrador y se despidió de su camarero favorito de camino a la puerta. Se detuvo un momento para ponerse las gafas de sol y tomar un sorbo mientras admiraba la luz de la tarde que caía sobre los árboles.
Entonces detectó un destello a su izquierda y se giró para mirar. Un fotógrafo sostenía la cámara en alto, sin molestarse en disimular.

—Disculpe... ¿podría no hacer eso? —le preguntó ZhanZhan.

—¿Señor Xiao?

—¿Qué?

—¿Cuándo van a casarse usted y el empresario Wang Yibo?

Zhan se apretó la mochila al costado y echó a andar por la acera con el corazón acelerado.
Al mirar hacia atrás vio que el hombre seguía allí, haciéndole fotos. Como si estuviera fotografiando a un especímen en el zoológico.

El bolsillo de la mochila empezó a vibrar y sacó el móvil.

—¿Diga?

—Señor Xiao Zhan, soy  Zhang JingTong, de los servicios sociales. Me gustaría hablar con usted sobre su caso.

El mayor aceleró el paso para volver cuanto antes a la oficina. Con MeiLing e incluso con Yibo. Ni siquiera sentía vergüenza por querer ocultarse detrás de él en esos momentos.

—Muy bien. Me alegra tener noticias suyas. ¿Qué hay del caso? —preguntó mientras entraba por las puertas giratorias al edificio Wang&Tuan.

—Vamos a tener que entrevistar a su prometido. Estará conprometido en el proceso, naturalmente.

—Claro, por supuesto.

—Y MeiLing también sería hija suya...

"Maldición", ZhanZhan había pasado por alto aquel detalle.

—Desde luego —murmuró con la garganta seca. Tomó un sorbo de café, pero solo le sirvió para quemarse la boca. Pulsó repetidamente el botón del ascensor y se metió en cuanto se abrieron las puertas.

—Nos gustaría tener una entrevista con ustedes dos.

—Naturalmente. Yibo estará encantado de colaborar —como si el menor estuviera alguna vez encantado con algo.

—¿Qué le parece si nos vemos este viernes?

—¡Perfecto! —exclamó en un tono exageradamente animado.

El ascensor llegó a su piso, pero en vez de salir permaneció en el interior, pensando a toda prisa, y pulsó el botón para subir al piso de Wang Yibo.

Acabó la conversación con JingTong y cuando las puertas se abrieron echó a correr hacia el despacho de Yibo. Entró sin molestarse en llamar.

—Me han sacado cientos de fotos en la calle. Y luego me ha llamado  Zhang JingTong, y ha dicho que tienen que entrevistarnos a los dos juntos. Ah, y también deben hacer un estudio del hogar. Será en tu domicilio, pues en teoría es allí donde viviremos. Y vas a adoptar legalmente a MeiLing. Es lógico, pero no había pensado en ello hasta ahora y... y tengo miedo.

—No lo tengas —dijo el menor, levantándose del sillón y poniendo sus manos grandes y fuertes en la mesa. Ni siquiera parecía sorprendido por la irrupción de su Zhan-Ge en el despacho. Todo lo contrario. Estaba tan tranquilo y sereno como siempre. Lo cual era injusto, porque al mayor se le iba a salir el corazón por la boca.

—¿Que no tenga miedo, dices?

—No. No hay motivos para ello. Cuando nos divorciemos te cederé completamente la custodia de MeiLing, tienes mi palabra.

—Ah... —dejó escapar el aire que había estado conteniendo sin darse cuenta—. Eso hace que me sienta mejor.

—Me alegro.

—¿Y el estudio del hogar?

—MeiLing y tú deberían mudarse a mi casa lo antes posible —lo dijo en un tono que sugería lo que realmente pensaba de ello.

—No parece que te entusiasme mucho la idea.

—Valoro mi propio espacio.

—Bueno, como tú mismo has dicho, es una casa grande. Seguro que no estaremos uno encima del otro.

Él arqueó una ceja y Xiao Zhan se dio cuenta, horrorizado, del doble sentido que tenían sus palabras.

Uno encima del otro...

Las mejillas le ardieron, un escalofrío le recorrió la piel, el corazón le golpeó con fuerza las costillas y una inconfundible excitación sexual prendió en su interior.

Era un idiota. Un chistoso que solo servía para hacer de bufón de turno. Era incapaz de conseguir que lo tomaran en serio, y por eso los chicos y chicas no intentaban tontear con el. Recordar los tiempos de universidad le servía, al menos, para no darle importancia a cualquier otra situación incómoda. Porque nada, absolutamente nada, podía ser peor que encontrarse con un chico bajo las gradas tras la ceremonia de graduación, que este le bajara el pantalón y lo empujara al campo para que el resto de compañeros le arrojaran huevos y le sacaran fotos. Suficiente para desistir de los chicos y las citas durante una buena temporada.

Como consecuencia, no sabía cómo tratar a los hombres a menos que fueran colegas. Y Wang Yibo no era precisamente un colega.

—Sabes a lo que me refiero. No me mires así.

—¿Así cómo?

—Ya sabes —murmuró ZhanZhan, entornando la mirada.

—En cuanto a la entrevista con los servicios sociales —dijo él, cambiando de tema.

—¿Qué pasa con eso?

—No veo dónde está el problema.

—Espero que mejores tu carácter para entonces.

—Y yo espero que temples el tuyo.

—¿Por qué? ¿Es que una persona alegre y risueña no puede ser un buen padre? ¿Tengo que ser más desagradable?

—¿Insinúas que soy desagradable?

—Tu cara lo dice todo.

—Vas a tener que guardarte tus burlas delante de la trabajadora social. Es más, deberías recordar que sigo siendo tu jefe y abstenerte de reprocharme nada.

El mayor se mordió el labio.

—Sí, eso sería...

—Y no te muerdas el labio así —se inclinó y le puso una mano bajo la barbilla.

ZhanZhan despegó lentamente los dientes del labio. El corazón le latía frenéticamente y las mariposas revoloteaban en su estómago. Se sentía como si estuviera hipnotizado, incapaz de apartar la vista de aquel hombre increíblemente atractivo.

—Lo intentaré —accedió, sin saber muy bien por qué le daba su brazo a torcer.

Debería rebelarse contra aquel hombre tan prepotente y autoritario, pero le resultaba imposible. Tal vez porque lo estaba tocando, algo que los hombres no tenían costumbre de hacer con el.

—Bien. Y también tendrás que evitar ponerte rojo cada vez que me acerco a ti.

—Yo no me he sonrojado —protestó Zhan-Ge.

—No he conocido a ningún hombre que se ponga más sonrojado que tú.

—Tengo la piel muy blanca. Así se nota más.

—Ya. Aún así, si estamos comprometidos no puedes ponerte como un tomate cada vez que te rozo. A no ser que... —rodeó la mesa y se acercó al mayor—. Estés imaginando otra cosa.

Su voz cambió, más áspera y profunda, y también lo hizo su expresión. A ZhanZhan ningún hombre lo había mirado así jamás.
Quiso decir algo para aliviar la tensión. Cualquier tontería graciosa que rompiera el hechizo. Pero no podía. Y una parte de el tampoco quería. Quería seguir allí y que Wang Yibo siguiera mirándolo como si fuera el hombre más fascinante que hubiera visto.

—Su... supongo —admitió. Bajó la mirada e intentó recuperar el aliento, pero al verle las manos se puso aún más nervioso—. No basta con actuar. También hay que pensar de otra manera, ¿no?

—Algo así —tomó el teléfono y marcó un número—. Yixuan, necesito que contrates un servicio de mudanza para llevar las cosas de Zhan-Ge a mi casa. Solo las cosas de la bebé y los objetos personales, nada de muebles. Y que todo esté listo para hoy.

—¿Acabas de desalojarme? —le preguntó Xiao cuando colgó.

—Conservarás tu departamento, porque supongo que volverás a ocuparlo una vez que nos divorciemos.

—Sí, eso está claro. Pero ¿qué pasará con el departamento mientras tanto?

—Nada. Yo pagaré el arriendo mientras estés en mi casa.

—¡El arriendo es cosa mía! Nunca he tenido problemas para pagarlo.

—Puedo permitírmelo —repuso Yibo con indiferencia—. No veo dónde está el problema.

—¡Lo pagaré yo!

—No seas obstinado.

–¿Yo? ¿Obstinado yo? Esta sí que está buena.

—Viendo cómo discutimos van a creerse que llevamos varios años de casados.

—¿Y qué esperas, si me sacas de mis casillas?

—Pues tendrás que acostumbrarte, cariño. Recuerda que te lo has buscado tú solito. A mí jamás se me hubiera ocurrido buscarte —sus palabras lo hicieron estremecerse—. Me habría aprovechado de la situación, sí, pero no hubiera recurrido a ti. Eres del todo inapropiado.

A ZhanZhan le ardieron los ojos al intentar contener las lágrimas.

—¿Inapropiado? ¿Por... por qué?

No debería haberlo preguntado. No cuando no quería saberlo.

—¿Soy yo apropiado para ti? —le preguntó él con incredulidad.

—No, claro que no. Eres un hombre odioso que no sabe ni reírse.

Yibo dio un paso hacia el mayor.

—Y tú eres un irresponsable imprudente que no sabe hacer nada bien.

—No debo ser tan malo si aún no me has despedido. Sé hacer muy bien trabajo.

—Igual que todos mis empleados, pero eso no los convierte en buenas esposas, esposos o buenos compañeros de vida.

Xiao Zhan también avanzó hacia el menor, tirando de su pelo en un arrebato de frustración.

—Estoy seguro de que opinan lo mismo de ti.

Wang Yibo le agarró del cuello tocando su tatuaje con los dedos.

—Jamás me habría acercado a un hombre con un tatuaje tan llamativo.

Xiao aprovechandose de sus centímetros que le llevaba de diferencia, agarró de la camisa a Yibo y lo obligó a ponerse de puntillas para colocarlo a su altura.

—Y yo jamás me habría acercado a un hombre más altivo que el sueldo de un camarero.

Sin previo aviso, Yibo lo rodeó por la cintura y lo estrechó contra su cuerpo. El mayor gritó al verse con su torso aplastado contra la recia pared de músculo.

—Así que te parezco demasiado serio, ¿eh?

ZhanZhan asintió, incapaz de hablar.

—Y que no sé cómo divertirme... —le acarició la espalda con la punta de los dedos, provocándole una corriente eléctrica por todo el cuerpo.

—Sí —apenas pudo decir Xiao Zhan.

El menor agachó la cabeza hasta casi tocarle la mejilla con los labios.

—Creo que te llevarías una sorpresa.

Zhan estaba temblando y a punto de derrumbarse. Ningún hombre lo había abrazado antes de aquella manera, con tanta fuerza y determinación. Ningún hombre lo había hecho sentirse tan deseado.

Y ninguno le había despertado un deseo tan fuerte de besarlo, a pesar de esa actitud despóta y engreída que lo sacaba de quicio.

Yibo lo soltó con tanta brusquedad que Xiao se tambaleó hacia atrás. Intentó recuperar el aliento y lo miró fijamente, tratando de adivinar lo que pensaba o sentía. Pero Wang conservaba la misma compostura que siempre, como si no lo hubiera tenido en sus brazos y no lo hubiera apretado contra su pecho.

—Será mejor que busques la manera de perdonarme —le dijo. Y fue entonces cuando Zhan-Ge supo que también él estaba aturdido, porque su voz delataba la falta de control—. Porque al final del día vas a mudarte a mi casa, lo quieras o no.

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Bueno aquí les traigo otro capítulo 😊💕
Cómo ven la tensión sexual se respira entre estos dos 🤭🙌
Ahora ya vivirán juntos como una familia para aparentar frente a la asistente social y la sociedad😏🔥

Regalito visual con mucho love 💕

Créditos a quien corresponda.

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HE ပါ SE ထင္ရင္ လိုက္ရိုက္မာ😘 HE ပါ SE ထင်ရင် လိုက်ရိုက်မာ😘
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..အေမွာင္ရိပ္ေလးထဲ တစ္ကိုယ္လံုးပစ္လို႔ တိုးဝင္လိုက္ေတာ့မယ္... ..ေကာင္းတဲ့လမ္းက ငါခ်စ္တဲ့သူေတြအတြက္ လံုျခံဳမႈ မေပးႏိုင္လို႔... ...... Xiao Zhan ...
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ဒုတိယေျမာက္ system ficေလးပါ အားေပးၾကပါအံုး😅😅