Y así, Shisui llevó a la muchacha a su hogar, siendo recibidos por Mikoto y Fugaku, quienes partían a la aldea vecina, por un par de negocios. Itachi tambien los habia recibido; aunque este, simplemente se digno a saludar, y luego ir a su habitación.
En cuanto Shisui se fue, ella recordó la conversación que tenían en el camino.
—¿Pero cómo voy a ver a Itachi a la cara?—
La joven aún no sabía cómo lidiar con verlo nuevamente, aun mas, porque no entendia la razon de hacerle vivir tal genjutsu. ¿Lo peor? Probablemente él había visto su emoción y fascinación por aquel "vivido" beso.
—¿Por qué no te vengas?—
Hizo una mueca traviesa, aunque no sabía lo que la chica había visto, siempre podía tener una pequeña venganza.
—¿Vengarme...?—
—Claro, una travesura de vez en cuando no viene mal. Después de todo, él, sobre todas las cosas, es tu hermano, ¿verdad?—
La joven asintió, aunque se extrañó al escuchar como Shisui enfatiza en aquella palabra.
La joven había estado pensando en cómo se "vengaría" de Itachi. Ella claramente no podría meterlo en un genjutsu, el era un experto en eso, saldría tan fácilmente como había entrado.
Tenía que pensar en algo rápido, esta era un oportunidad. Los únicos en casa eran ella e Itachi, el cual al parecer se encontraba en su habitación.
Soltó un suspiro, llenándose de agallas. Pagaría a Itachi con la misma moneda, solo que habría un pequeño cambio. Ella no usaría ningún tipo ninjutsu. Ella lo haría de verdad.
Camino hasta la puerta de Itachi, donde se detuvo para agarrar coraje.
Respiro y abrió la puerta, dejando ver a su hermano mayor dormido boca arriba en su cama, sin camiseta.
Estaba extremadamente nerviosa. Ni siquiera había pensado en que hacer, pero ya había entrado, no había vuelta atrás.
Camino con cuidado, acercándose a la cama en puntitas.
Se había dado un baño, solo para bajar sus nervios, y sin saber que vestir, simplemente se puso una camisa grande, con manga larga blanca, junto a unos shorts de pijama cortos. Ni siquiera se había colocado vendas o su sujetador.
Se acercó más, quedando justo al lado del chico que dormía plácidamente.
Trago duro, deleitándose con la vista que el pelinegro ofrecía. Su marcado torso estaba al descubierto, atrayendo a su vista.
Inconscientemente, extendió sus delicadas manos al abdomen de Itachi, intentando palpar su entrenado cuerpo. En ese instante, despertó de su fascinación.
"Qué locura." Pensó.
Inmediatamente alejo su mano, y dio media vuelta, dispuesta a salir de allí, y fingir que nada había pasado.
En ese instante, sintió como una mano agarraba con firmeza su muñeca, tirandola hacia atrás.
Antes de poder darse cuenta, ya se encontraba bajo el gran cuerpo del chico, totalmente indefensa y atrapada. Uno de los brazos de Itachi estaba al costado de su cabeza, mientras que la otra tenía capturas sus dos manos, arriba de su cabeza.
—¿Sabes? No es bueno acosar a la gente mientras duerme...—
Esto era malo. Muy malo para su corazón.
Tenía el rostro de Itachi, a centímetros del suyo. El tenía una sonrisa traviesa, y ella una mueca anonadada, y completamente sonrojado.
Desvió su mirada, avergonzada, forcejeando levemente la mano que retenía las suyas.
—¿Podrías... soltarme?—
El chicoa aflojo su agarre, permitiéndole sacar sus manos.
Estaba dispuesta a simplemente irse, pero justo en ese momento, su precipitadamente pensó: Ahora, o nunca.
Llevó sus ahora libres manos a la nuca del chico, que estaba algo confuso. Se agarró de esta, haciendo que el rostro del chico bajará, y el suyo subiera levemente. Sus labios se juntaron, e inmediatamente comenzó a moverlos, siendo en ese instante la única que movía sus labios.
Los primeros segundos, él no la correspondió. Aún parecía estar analizando la situación. Pero, en unos momentos, llevo audaz mente una de sus manos a la nuca de la chica, intensificando el beso, mientras que la otra la llevaba a la cintura de esta, siendo sostenido únicamente por sus codos.
La salvaje lengua de la joven se había acobardado al sentir como la del pelinegro comenzaba a luchar contra la suya. Su lengua se escabullia y escondía, tratando de huir. Y el, por su parte, disfrutaba de aquella feroz batalla.
El chico enredó su lengua en la de la chica, explorando toda su cavidad bucal, sin pudor ni vergüenza.
Se separaron, agitados y jadeantes, con su respiración errática, y sus pechos subiendo y bajando rápidamente.
Ella sentía como su alma se le salía por la boca.
Nunca antes había sentido algo tan apasionado.
Los besos de Shisui cargaban dulzura y éxtasis; pero, los de Itachi, rebosaban de sensualidad y lujuria.
Sus mejillas estaban tan rojas como un tomate, con sus delicados y rosados labios levemente hinchados, y entreabiertos, tratando de respirar.
—Respira por tu nariz...—
Sonrió, sumergiendola nuevamente en aquel infinito mar de placer que el chico podía brindarle.
Itachi había planeado molestarla un poco más, y luego dejarla ir. Su linda prometida, y hermana, aun no estaba lista para enseñarle todo aquel mundo del placer sexual.
Llevó su boca a su oreja derecha, mordiendo y lamiendo con suavidad.
Ella simplemente disfrutaba, apretando y acariciando la nuca del chico, sintiendo su vientre cosquillear.
Comenzó a bajar su caminito de mordidas y besos lentamente, llegando hasta el cuello.
Se detuvo abruptamente al notar una pequeña marca rosada.
Solo pudo pensar en una cosa: Shisui.
¿Había descuidado su compromiso a tal punto? ¿Acaso Shisui no sabia que ella seria suya en poco tiempo? ¿Por que ella se había dejado marcar por otra persona?
Lo que el chico no sabía, era que Shisui planeaba otra cosa.
Se enfado. Y empezó a demostrarlo en su trato.
Eliminar cualquier plan de dejar ir a esa pequeña intacta.
Se enfado. Y comenzó a demostrarlo en su trato.
Aumento su agarre en la cintura de la castaña, juntando fuertemente sus pelvis. Apoyó su frente sobre la de la chica, haciendo que sus intensas miradas quedaran a centímetros de si.
—¿Qué es esto?—
Acarició sutilmente sobre aquella pequeña marca.
La chica vibro; se acordó de que era y quien lo había hecho, a la vez que la intensa mirada de Itachi la hacía jadear.
—¿Quien lo hizo?—
Itachi estaba dominando completamente la situación, y, por alguna razón, su posición sumisa solo la excitaba aún más.
—Fue Shisui, ¿No?—
Se tensó, pero no respondió. Simplemente desvió la vista, tratando de evitar aquella apasionada mirada.
—¿No vas, a hablar?—
Itachi llevo su boca nuevamente a la oreja de la castaña, comenzando a chuparla, a la vez que exhalaba en esta, recibiendo jadeos y sutiles gemidos por parte de la muchacha bajo su cuerpo.
Itachi llevo su boca al cuello de Kaede, donde comenzó a morder y chupar por toda esa pálida superficie.
—¡¿Q-Que haces?!—
Múltiples dolorcitos en el cuello la alarmaron.
—¿Que hago...?—
Lamió todo su cuello, para luego mirarla a los ojos.
—Te marco. Faltan un par de meses para que seas completamente mía, hasta entonces, ¿tendré que marcarte así...?—
Una sonrisa socarrona le saco todo el aire a la castaña, que había sido hipnotizada por esta.
·Notita·
Aaaaa gracias por los votitos y comentariossss <3333
Neta cada que veo me quedo asi:
Espero que les siga gustando este librito y que le den lob :D