En manos de la Bestia

By Eva-Mora

47.8K 2.8K 143

Me encontraba en la misma posición, atada de mis manos, sujeta a una cama, con mis ojos vendados. Horas, días... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Epílogo
Parte 2

Capítulo 19

1.3K 96 4
By Eva-Mora

Alexander...

Comencé a hojear los documentos delante de mí, todo estaba esparcido en mi escritorio, me era difícil creer que Maddison hubiese sido capas de mentirme, arrugue la foto que tenia en mis manos, en ella aparecía Maddison con el que ahora se es su esposo, ¡maldita sea! La hice pedazos, todo este tiempo supo perfectamente como jugar conmigo, todo estaba muy claro para mí, ahora lo único que quería era encontrarla y hacerla pagar, jamás perdonaría una traición no me importa herirme a mi mismo, era un hecho que pagaría las consecuencias de sus actos.

Ojalá el maldito alcohol me hiciera olvidarla, pero no, todo era peor, lance otra botella vacía al suelo, ya no tenia la fuerza para levantarme del sillón por otra botella, perdí la cuenta de cuanto tiempo llevaba bebiendo, lo único que quería era seguir encerrado en mi despacho y que nadie me molestara, sin embargo la vida es una maldita mierda, así que me tocaba aguantar a mi amigo Joe, que en cuanto entro y vio mi estado, comenzó a negar.

—Planeas suicidarte con alcohol.

—Largo de aquí— pero el decidió ignorar mi orden, sentándose en uno de los sillones, se quedó observándome con una leve sonrisa en sus labios.

—Jamás creí verte de esa manera, en lugar de Bestia, pareces un manso borreguito, ja, ja, ja, te tomaría una foto en este momento, estoy seguro de que me servirá para más adelante.

—¡Vetea la mierda!

—Gracias, viéndote creo que no me interesa irme a ni un lado.

—¿Qué quieres, Joe?

—Que dejes de actuar como un idiota enamorado, la chica te traiciono, aun así, no es el fin del mundo, levanta tu trasero de ahí necesitas darte un baño.

—Deja de molestarme o te partiré la cara— al parecer sus planes no eran irse.

—No voy a dejar que lloriquees por ella.

—Y tu si pudiste llorar cuando la perdiste a ella— sabia que esta vez había tocado un tema sensible para él, por lo cual sentí un poco de arrepentimiento de haber respondido de esa manera.

—Si lo que buscas es que te parta la cara, créeme lo hare, pero será cuando no estés ebrio— Joe era la única persona que podría patearme el trasero si quisiera y el muy maldito lo sabía.

—Ya deja de molestarme, no estoy de humor.

—Ya veo, aun así, sabes que no dejare de insistir— se levanto del sillón para acercarse a mí —Andando, necesitas darte un baño y dormir un poco.

—¿En donde esta Sam, ya sabe algo de ella?

—Aun no, hable con el hace unas horas, esta en la bodega trabajando con el cargamento de Colombia, en cuanto termine viene para acá.

—Pásame la botella que está ahí.

—No— me tomo de un brazo, para levantarme del mueble, deje de insistir en seguir con mi miseria, me levante y salimos del despacho para ir a mi habitación.

En cuanto sentí como el agua mojaba mi cuerpo, me di cuenta de lo estúpido que fue al beber tanto, no tuve que haberlo hecho.

¿En donde estaba Maddy? ¿Dónde demonios estaban?

Según uno de mis informantes, no estaba con Rod, entonces no entendía donde podría estar, ¡Diablos! De todas las personas que pensé que me traicionarían, por mi mente jamás hubiese pasado ella, quizás lo que más había lastimado mi ego, era que lo había hecho por alguien a quien amaba y ese alguien no era yo...

Sentía como si la cabeza me fuese a estallar y el maldito celular no dejaba de sonar, me levante de la cama para buscarlo y maldecir al hijo de puta que estuviese molestando.

—¿Qué quieres? — ni siquiera me tome la molestia de ver quien llamaba.

—Vaya, así respondes a los amigos— sentí como si me hubiese dando un fuerte golpe en la cara, al escuchar la voz del idiota de Rod.

—No estoy de humor para escucharte— estaba por colgar, pero lo que dijo me detuvo.

—Ni siquiera por ella.

—Di la mierda que tengas que decir.

—Podrías ser un poco amable.

—Lo amable de mi parte seria atravesar una bala por tu frente, ¿te parece ese grado de amabilidad?

—Es lo único que podría esperar de ti. En fin, te llamo por que tengo un regalito para ti, que estoy muy seguro que te conviene.

—Podrías decir de una jodida vez que es lo que quieres.

—Tengo algo o mas bien a alguien que te va a hacer llegar a ella, si quieres saber de que se trata te espero en la dirección que te acabo de enviar— observe la pantalla del celular para confirmar que había llegado un mensaje.

—¿Qué ganas con ayudarme? — algo no me convencía de él, sin embargo, no me quería quedar con la duda.

—Digamos que solo es un regalito para un viejo amigo y para que te convenzas de venir, solo diré que la persona que te espera aquí, es tu socio de amores, tienes una hora— antes de terminar la llamada comenzó a reír.

Me quede observando el celular por unos minutos. Sali de mi habitación, no me interesaba lo más mínimo lo mal que me sentía, lo único que me interesaba era tener confirmar si Rod decía la verdad.

—¿A dónde crees que vas? — la voz de Joe detuvo mis pasos antes de poder subir a mi auto.

—No es asunto tuyo.

—Marcus no estas en condiciones de salir, no has dormido ni tres horas.

—¿Desde cuando eres mi niñera? — el semblante serio de Joe no me intimidaba en lo más mínimo, aun así, el era mi amigo y quisiera o no, lo necesitaba —Ok tú, ganas, te lo diré. Rod tiene me llamo, tiene algo que me ayudara a llegar a ella.

—No entiendo, ¿Cómo porque Rod quiere ayudarte?

—No me interesa en lo más mínimo averiguarlo, lo importante aquí es que quizás con la ayuda de él, podre tenerla a ella.

—¿Vale la pena?

—Quiero que pague por lo que hizo.

—Solo espero que, por querer hacerle daño, no termines por ser tu el que salga herido.

—No me importa— no estaba seguro de eso, sin embargo, hice lo posible por decirlo con la mayor seguridad —¿Vienes o seguirás ahí sin hacer nada?

Lo menos que quería en ese momento, era perder el tiempo, así que entre Joe y yo, nos apresuramos a reunir a algunos de mis hombres, teníamos que estar preparados para cualquier acontecimiento, ya que con el maldito de Rod nunca se sabía. La ubicación que me había mandado el bastardo de Rod, estaba algo retirada, lo que me llamaba la atención fue que el lugar era un estacionamiento, a pesar de ello, no le di mucha importancia. En cuanto llegamos mi vista enfoco la camioneta de Rod, lo que llamó mi atención fue que al parecer no había nadie alrededor. Quizás era una trampa o la otra opción seria que el muy maldito solo estaba jugando conmigo y si era la segunda opción no dudaría en darle un disparo entre las cejas.

—Hay algo raro, todo esta muy tranquilo— menciono Joe, que estaba observando todo, al mismo tiempo que observaba su celular dándole ordenes a los hombres que nos acompañaban.

—Eso lo averiguaremos.

—Si esto es una trampa, estaremos preparados, créeme el hijo de puta no saldrá vivo de aquí— dijo, antes de que bajara del auto.

Si duda todo era algo extraño, la camioneta estaba estacionada, sacamos nuestras armas, preparándonos para cualquier situación. El muy hijo de puta se estaría burlando de mí, ya que no había rastro de él.

—Eres bastardo, solo mentiste— dije en cuanto respondió el celular.

—Con las ganas que tienes de matarme no me creerás idiota para ponerme en bandeja, en fin, solo para aclarar, la chica necesitaba dinero y se le hizo fácil meterse contigo, yo no la obligue a nada, solo para aclarar. Ahora que ya te eh aclarado la situación, espero que te sirva mi regalo para dar con ella.

—Si eso es todo, puedes irte a la mierda.

—En mi camioneta esta lo que te dije, disfrútalo— termino la llamada.

Sin importar que todo se tratara de una trampa, abrí la camioneta, haciéndolo una seña a Joe para que el revisara la parte trasera.

—Santa mierda— de inmediato me acerque a él.

—¡Mierda! — estábamos realmente sorprendidos, no creí que Rod dijera la verdad en la parte trasera de la camioneta, se encontraba un tipo amarrado, vendado de sus ojos, su ropa con manchas de sangre, con varias señas de que había sido torturado.

—Creo que está muerto— dijo Joe —¿Quién se supone que es?

—Su esposo— Joe abrió muchos sus ojos al percatarse de quien era el moribundo delante de nosotros, no espero a que dijera nada, se acerco para tomarle el pulso.

—Está respirando, ¿Qué quieres hacer con él?

—Vengarme.

Sin mucho esfuerzo, lo subimos en la parte trasera de mi auto, aun no estaba cien por ciento seguro lo que haría con él, lo único seguro era que Maddison regresaría cuando se enterara de que tenia a su amado esposo.

—Al parecer el idiota de Rod se ha divertido un poco con el pobre tipo.

—¿Te preocupa? — dije molesto.

—En realidad creo que el no tiene la culpa de los errores de ella— mire lo mas serio posible a Joe, tanto como para hacerle ver que me valía una reverenda mierda.

Llegamos a una de las casas de seguridad, en la que normalmente nos desasíamos de lo no deseado, este lugar era mi favorito para desestresarme, solo sabían de él, mis hombres más fieles, este fue el lugar en donde mate por primera vez.

Deje que Joe instalara a nuestro huésped, en lo que yo buscaba una botella de tequila, tenía que relajarme, quería estar preparado para lo que estaba a punto de descubrir, sabría la verdad, todo por lo que ella me traiciono.

—Ya despertó.

—Perfecto, no quiero que nadie me interrumpa.

El cuarto no estaba en completa oscuridad, se veía lo necesario, las paredes de color negro, en algunas de ellas se perdían las manchas de sangre. En cuanto mi vista se enfocó en él, mis ganas de asesinarlo me invadieron, delante de mi tenia al miserable que era dueño de ella. Sentado en una silla, amarrado de pies y manos, sin derecho a poder hacer algún movimiento.

Me acerque hasta donde él estaba, quedando parado frente a él, aun llevaba conmigo la botella de alcohol, la cual comencé a vaciar por su cabello, haciendo que el bastardo despertara.

—Así que tú eres el queridísimo esposo de mi amiga Maddison— en cuanto escucho mis palabras, levanto su cabeza, sus ojos algo desorientados terminaron por enfocarse en mí, definitivamente Rod se había divertido con él y para ser sincero me importaba una mierda —¡Responde!

—Si— contesto con duda —¿En dónde estoy? ¿Dónde está Maddi?

—Te explicare algo, quien hace las preguntas soy yo, así que, si quieres seguir respirando, procura responder— No dije nada solo agacho su cabeza —Bien, ahora dime ¿Qué tiene que ver Rod con Maddison? — no dijo nada. Sin duda me tocaría sacar las respuestas de una manera divertida para mi y dolorosa para él.

Me acerque a la mesa, deje la botella ahí, tome el primer objeto filoso que encontré, era algo así como un bisturí, pero con una punta más picuda.

—Sera mejor que respondas, créeme mi paciencia es muy escasa— al parecer no le importaba morir.

—Aaaah, aaaah— comenzó a quejarse en cuanto calve en su pierna la filosa arma.

—¿Vas a responder o quieres un poco mas de dolor?

—No sé nada.

—Respuesta incorrecta.

—Aaaah, aaaah— hundí mas profundo el arma, a pesar de eso, solo se quejaba.

—¿Vale la pena? — mis palabras llamaron su atención, por primera vez se quedó mirándome a los ojos.

—Todo la vale la pena, si es por la persona que amas— comencé a reírme como loco, saqué el arma de su pierna y la lance a la mesa.

—¿De verada crees que ella te ama? Ja, ja, ja... no quiero hacerte sentir mal, pero al parecer el sentimiento no es mutuo— sus ojos no se despegaron de los míos, sentía como me desafiaba con la mirada —Ella no decía lo mismo cuando la tenia en mi cama gimiendo de placer— el comenzó a negar y fue en ese momento que sentí satisfacción de ver que yo no era el único al que ella había traccionado.

—No lo entiendes, ella haría cualquier cosa por amor— la adrenalina comenzó a apoderarse de mí, las ganas que tenia de molerlo a golpes se incrementaron, el muy maldito no sabia con quien se metía.

—Pues eso está por verse— di el primer golpe.

—¿Te duele saber que te traiciono por amor? — escupió sangre, aun así, no dejaba de pronunciar que ella me había traccionado por él —Es una pena que no conozcas el verdadero amor, Alexander. Detuve mis golpes.

Es sabia quien era yo, la muy hija de puta le había hablado de mí, ellos se burlaban de mí, mientras yo le abría las puertas de mi casa, mientras yo le entregaba mi corazón...

Puse mi mano en su cuello, no medí mi fuerza, era lo menos que me importaba, lo único que quería era hacerlo pagar —Te juro que ella pagara— su tono de piel comenzaba a cambiar de color, faltaba poco para que terminara con su vida, faltaba poco para que ambos pagaran por su traición.

—Marcus, detente— Joe entro a la habitación, aun así, no me detendría —Vamos Marcus, para— lo ignore.

—¡Bestia, basta! — regresé a la realidad, solté mi agarre.

—Te dije que no molestaras— esta vez era yo quien gritaba, ignorando por completo como el infeliz que hace unos segundos iba a morir, tosía por la falta de aire.

—¿Basta qué?? ¿Dime como reaccionarias si a la mujer que le entregaste tu corazón, te hubiese traicionado? Anda dime.

—Quizás igual que tú, pero no creo que matándolo se solucione todo.

—Para mí, sí.

—Cruz me llamo, al parecer el idiota de mi hermano pidió algunos favores, todo esta relacionado con Addy, no estoy seguro si quiere ayudarla a huir o quiere dar con ella para decírtelo, le eh llamado, pero no responde. Todo esto es...

—¿Tratas de decir que Sam me está traicionando? — lo interrumpí.

—Ambos sabemos que eso sería imposible— respondió de inmediato.

—Entonces ¿Por qué la está ayudando? No respondas, se muy bien la respuesta, Sam está enamorado de ella.

—Quizás sea por eso o talvez el sabe algo que nosotros no.

—¿Él ya dijo algo o solo te has dedicado a torturarlo? — sin esperar una respuesta, se acercó al hombre que aun respiraba con dificultan.

—Hey tu. ¿Qué sabes de Maddison? — le pregunto con tranquilidad.

—Nada— apenas y había escuchado su respuesta.

—Yo en tu lugar, comenzaría a cantar toda la verdad, de lo contrario no tardaras en irte al infierno.

—Mátame, jamás diré nada.

—Si eso quieres— saque mi arma y dispare en la pierna que ya tenía la herida del bisturí, el grito de dolor inundo todo el cuarto.

—Basta— Joe se acercó a mí, pero antes de hacer cualquier movimiento, su celular comenzó a sonar.

—¿En dónde mierdas estas? Eres un idiota, él está conmigo. Ok, sí. No te muevas de ahí. Si, sí. No hagas una estupidez, vamos para allá.

—¿Que te dijo? ¿En dónde está? — comencé a preguntar en cuanto termino la llamada.

—Sera mejor que nos demos prisa o nos arrepentiremos.

No me importo dejar que el esposo de ella se desangrara, al parecer había algo más importante que hacer, Joe comenzó a darle ordenes a todos, cada quien se subió a su auto, por supuesto yo iba en compañía de él, aun no entendía muy bien lo que había hablado con Sam, lo que si era que se veía bastante preocupado.

Todavía no estacionábamos los autos, cuando el sonido de disparos comenzó a invadir el lugar, pero los disparos no eran en nuestra dirección, se estaba enfrentando, voltee a ver a Joe que estaba de copiloto.

—!Mierda! Sam— de inmediato bajo del auto, las puertas de los demás autos comenzaron a abrirse, dependiendo mis hombres, todos preparados para dispar. Los disparos venían de la bodega, conforme avanzábamos podíamos ver varios hombres muertos, alguno de ellos me era conocidos ya que trabajaban para mí, mientras otros jamás los había visto.

—Ustedes dos por allá, ustedes hacia allá, tu vienes conmigo— Joe comenzó a dar órdenes.

—¿Crees que Sam este con ella?

—Estoy casi seguro que vino por ella.

Abrimos varias puertas, aun no dábamos con ellos, conforme avanzábamos, los disparos iban cediendo, hasta que llego el momento en que se dejaron de oír. No pasaron ni cinco minutos cuando un solo disparo hizo eco en todo el lugar, de ahí lo siguieron dos mas los cuales iban acompañados por un desgarrador grito.

Joe se quedo mirando hacia donde yo estaba, sin esperar alguna señal, muy rápido comenzó a caminar en busca del aquel grito, se detuvo de golpe en cuanto vio a Sam y a Maddi, ambos tirados en el suelo, delante de ellos estaba un hombre apuntándolos con su arma, no le dio tiempo de disparar ya que Joe fue más rápido y atravesó una bala en su nuca.

Joe corrió hasta donde ellos estaban, yo me quede en el mismo lugar, era como si en ese momento mis pies dejaran de funcionar, mis ojos solo enfocaban el enorme charco de sangre alrededor de ella...

Continue Reading

You'll Also Like

4.4M 368K 59
Un malentendido lleva a Brenda a enemistarse con el chico más popular del curso. Pero Lucas no es tan malo como parece, ni ella está tan loca como él...
6M 723K 22
Vampiros. Esa palabra tan conocida... con un significado tan misterioso. Vee odia a los vampiros. Los odia. Tiene pesadillas con ellos, sueña que la...
696K 45.6K 36
Megan decide escapar de su entorno cuando su prometido la engaña. Buscando sanar, llega a Cloverwood, un lugar en donde debe lidiar con otro tipo de...
14.3M 1.3M 26
"Sempiterno: una vez empezado, no tiene fin." Este libro es la segunda parte de Etéreo, que está disponible en mi perfil :)