STILES SE ENCONTRABA en su habitación, sentado en la cama. Sin ganas de hablar con nadie. Solo había hablado con Morell por obligación . Todo esto empezaba a superarle
Un mensaje llegó al móvil de Evie:
Scotty
¿Estás ocupada?
No. Pero estoy preocupada por Stiles.
Entiéndelo. Necesita estar solo. Como no
haces nada...¿quieres acompañarme a la veterinaria?
¿Al trabajo?
¿Tienes algo mejor que hacer?
Buen punto. Recógeme en la esquina de mi casa :)
Evie se puso las deportivas, guardó el teléfono en el bolsillo y salió de su habitación. Paró de caminar y tocó la puerta de su hermano
—No quiero molestarte —dijo ella sin abrir la Puerta-Solo quería avisarte de que voy a salir. Te quiero
Salió de casa después de despedirse de Noah y fue a la esquina donde Scott le esperaba en el coche. Se subió en el asiento del copiloto y fueron a la veterinaria
—Traigo visita —avisó Scott.
—Evie —saludó al verla—¿Que tal?
—Voy a decir que bien. En mi casa no había mucho que hacer ¿puedo ayudar o algo?
—Si quieres, ningún problema. Scott te ayuda con los clientes que vengan. ¿Cuanto quieres que te pague? ¿Lo mismo que a Scott?
—¿Pagar? Oh, no. No quiero que me pagues —rió— Solo es por ayudar
—No seas honesta. Cuanto
—Lo digo en serio. No quiero dinero
—Bueno, tú misma —sonrió.
Varios clientes empezaron a llegar. Algunos los atendía Deaton y otros Evie y Scott. La chica amaba a los animales. ¿Que mejor sitio sue la veterinaria? Disfrutaba cuidándolos. Se fue al baño a hacer sus necesidades por un momento y al volver, había un perro de pelaje claro y peludo tumbado en la camilla
—¡Ow! —se acercó y le acarició la cabeza—¿Que le pasa a este pequeñín?
Sonó el timbre de la puerta indicando que había un nuevo cliente
—¿Te importa ir a abrir? —le preguntó Deaton a Scott
De pronto, se escucharon los ladridos de los perros que había en la veterinaria.
—Evie. ¿Puedes ponerle la inyección? Sabes como ¿no?
—Si. Tranquilo —cogió la inyección.
Deaton y Scott salieron a ver que pasaba
—Bueno, perrito cuyo nombre no se. —suspiró acariciandolo—Yo también odio las agujas. Aunque no me duelan —murmuró— Pero debo hacer esto ¿Me perdonas? —colocó la aguja y la inyectó en el animal, el cual se quejó—Ya está —lo siguió acariciando y tiró la aguja a la papelera —Lo siento
—Bien hecho —dijo Scott detrás suya.
—¡Oh! Scott no seas tan sigi...¿Isaac?
—Evie —saludó acercándose a la mesa. No tenía una expresión muy alegre.
—Eran dos veces. Pero lo has hecho bien —dijo Deaton inyectándole al perro otra.
—Me duele verlo así—suspiró mirando al animal
—¿Porque huele así? —preguntó Isaac de repente.
Deaton se miró con Scott y rieron dejando al rubio castaño confundido
—¿Qué?
—Scott dijo exactamente lo mismo hace unos meses. Un día pudo diferenciar entre que animales estaban mejorando y cuáles...no lo harían
Evie siguió acariciandole la cabeza al animal. Si antes se sentía mal por él, ahora más
—Este no mejorará ¿verdad? —dijo el de rulos.Deaton negó —¿Tiene Cáncer?
—Osteosarcoma. Tiene un olor muy distinto ¿no es así?
—Yo no huelo nada —dijo Evie confundida.
—Porque no eres una mujerlobo —le sonrió Scott divertido
Se podía ver en la mirada de Isaac que sentía pena por el animal
—Ven aquí —le indicó Deaton a Isaac.El rubio se puso a su lado—Se que eres muy consciente de las habilidades que tienes. Fuerza desmesurada, súpervelocidad y curación. ¿Crees que podrían ayudar a los demás?
El rubio los miró. Pero no dijo nada
—Dame tu mano —ordenó Deaton. Colocó la mano de Isaac en el perro —Adelante
Las venas de su mano se volvieron de color negro. Y el perro dejó de quejarse.
—¿Que he hecho? —retiró la mano lentamente y miró sus venas, que ya no eran negras.
—Le has quitado sufrimiento —respondió Scott
—Solo un poco —puntualizó Deaton.
—Pero un poco puede marcar la diferencia —dijo Evie esperanzada de que el perro se pusiera mejor
Una lágrima se deslizó por la mejilla de Isaac, que se limpió rápidamente
—Es normal —dijo Scott— Cuando me lo enseñó yo también lloré
Isaac sonrió. Sonrisa que contagió a Evie
—Se van a ir esta noche, durante el partido
—¿Porque me cuentas eso? —le preguntó Scott a Isaac.
—No te lo cuento. Te lo pregunto. Necesito que me aconsejes
Evie estaba guardando el material en las estanterías de una sala continua. Pero escuchaba la conversación
—¿Que te aconseje? ¿Porque?
—Porque confío en ti
—¿Porque?
—Porque siempre quieres hacer lo correcto
—Por lo general no tengo idea de lo que hago. En realidad nunca tengo idea de lo que hago
—¿Quieres decirme que haces ahora?
—No escaparme, si a eso te refieres. Aquí tengo mucha gente que me necesita.
La rubia dejó de ordenar las cosas y entró en la sala donde los hombres Lobo charlaban
—Supongo que me siento afortunado —dijo Isaac—Porque...yo no tengo a nadie que me necesite —se levantó de la camilla—Así que...
—¿Te vas a ir con ellos? —preguntó Evie.
—Sí. Creo que si —la miró—Buena suerte en el partido —miró a Scott.
—Gracias pero yo no voy a ir. Ni siquiera puedo pensar en jugar un partido ahora
—¿No entrenaste la semana pasada verdad?
—No, no fui. ¿Porque?
—¿No has oído nada?
—¿Oír que? —preguntó Scott confundido
—Jackson estaba allí. Como si no pasara nada
—Eso significa...¿que irá al partido?
—Si. Va a jugar —confirmó Isaac.
Evie y Scott se quedaron unos segundos en silencio pensando en las palabras de Isaac. Alguien saldría herido esa noche
—¿Puedo preguntarte algo? —le dijo Isaac a Evie.
—Eh, si, claro.
—¿Porque no te...dolieron los arañazos? Cosa que siento haberte hecho. —se apresuró a decir.—¿No sientes dolor?
Evie miró a Scott esperando que le dijera si lo contaba o no, pero el pelinegro se limitó a encogerse de hombros indicando que era su elección.
—Eh...No, no siento dolor. —suspiró— Tengo una enfermedad llamada insensibilidad congénita al dolor con anhidrosis, para abreviar, CIPA. Y no es tan guay como parece —aclaró.
—¿Porque iba a ser guay? —preguntó confundido—Es decir, a ver, no sientes dolor pero el dolor es bueno.
—Te hace humano —completó Scott mirándoles comprensivo.
—Cuando los amigos de mi padre se enteraron de mi enfermedad dijeron:"Que bien" "Así no sufre" "Ojala mis hijos lo tuvieran"
—Que incultos —respondió el de rulos. Miró a la rubia que había bajado la mirada. —Gracias por confiar en mi. A pesar de todo lo que te he hecho
—Pasado pisado —sonrió— ¿Puedo...abrazarte? —preguntó tímida— Por si no te vuelvo a ver...
Isaac rió y la envolvió en un fuerte abrazo. Se quedaron así unos segundos hasta que se separaron
—Adiós Evie —le sonrió.
La rubia le devolvió la sonrisa y Isaac salió de la veterinaria. Evie se giró a Scott sonriendo y empezó a hacer un baile raro
—¿Porque bailas? —preguntó riendo
—Es mi baile de la Victoria —paró— Tenía razón. En el fondo era buena persona
CAPÍTULO DEDICADO A EVISAAC.
CIPA por el inglés: Congenital Insensitivity to Pain with Anhidrosis*
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