El Ascenso De Un Alfa ©

By AMH120

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Noah es un chico que a penas conoce su mundo, pero antes de tomar el cargo como el nuevo alfa; él cree que de... More

Prólogo
Capítulo Uno: El Novato
Capítulo Dos: Lejos De Casa
Capítulo Tres: Una Mano Amiga
Capítulo Cuatro: Perdiéndose
Bonus Familia Hale
Capítulo Cinco: Asesina
Capítulo Seis: Si Puedes Escuchar
Capítulo Siete: Camino A Casa
Capítulo Ocho: Blake Shadow
Capítulo Nueve: Cuando Te Deje
Bonus Familia Hale
Capítulo Diez: Misericordia
Capítulo Once: Resignación
Capítulo Doce: Conóceme
Capítulo Trece: Menguante
Capítulo Catorce: Pronto En Casa
Bonus Familia Hale
Capítulo Quince: Cazador Cazado
Capítulo Dieciséis: Nueva Luna
Capítulo Diecisiete: La Elegí
Capítulo Dieciocho: Cicatrices
Capítulo Diecinueve: Confusión
Bonus Familia Hale
Capítulo Veinte: Tu Decisión
Capítulo Veintiuno: Renuncio A Ti
Capítulo Veintidós: De Nuevo En Casa
Capítulo Veintitrés: Adiós
Capítulo Veinticuatro: Soltarte También
Capítulo Veinticinco: Enemigo Natural
Capítulo Veintiséis: Nuestra Historia
Capítulo Veintisiete: Cambios
Capítulo Veintiocho: Mi Sacrificio
Capítulo Veintinueve: Nuevos Mundos
Capítulo Treinta: Min Månen
Capítulo Treinta y Uno: Mío
Capítulo Treinta y Dos: Nubes e Ilusiones
Capítulo Treinta Y Tres: Cuidaré De Ti
Capítulo Treinta y Cuatro: El Hombre De Tu Vida
Capítulo Treinta Y Cinco: Verdad
Capítulo Treinta Y Seis: Tyler Hale
Capítulo Treinta Y Siete: Heredero
Capítulo Treinta Y Ocho: Los Hale
Capítulo Treinta Y Nueve: Nuestro Pasado y Futuro
Capítulo Cuarenta: Volví Por Ti
Capítulo Cuarenta Y Uno: Vuelve
Capítulo Cuarenta Y Dos: Príncipe Demente
Capítulo Cuarenta Y Tres: Por Su Amor
Capítulo Cuarenta Y Cuatro: Todo Cambia
Capítulo Cuarenta Y Cinco: ¿Qué Más Quieren De Mí?
Capítulo Cuarenta Y Seis: Arconte De Luna
Epílogo
Agradecimientos
La Creación de un Alfa

Capítulo Cuarenta Y Siete: Familia y Justicia

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By AMH120

Noah

Cuando crucé el anillo con Emily no me sorprendió ver a todos sentados en el porche de la casa. Todos estaban esperándome mientras que yo solo pude sonreír cuando notaron que no venía sólo y que Emily estaba a mi lado.

—¡Noah! —. Lo primero que escuché fue el grito de Megan y sentí como nos abrazó a ambos en un repentino movimiento—. Estaba asustada.

—Te dije que estaría contigo siempre —. Sonrió Emily y dio muchos besos a la cara de Megan—. Mi pequeña, traviesa.

Yo sonreí al ver la escena y a penas le entregué a Jake el cuerpo de Roy, sentí a Mara abrazarme y al suelo fuimos a dar.

—Te extrañé... —. Susurró sólo para mí y negué besándola.

Nunca jamás iba a olvidar aquel dulce beso que ella me daba y pude al fin sentirme en paz cuando la tuve en mis brazos de nuevo.
Tan cálida, alegre y mía.

—Te dije que volvería —sonreí acariciando su mejilla y dejando un mechón de su cabello travieso detrás de su oreja—, no puedo dejarte jamás.

—Que ni siquiera se te ocurra —. Sonrió besándome de nuevo.

Jake estiró una de sus manos y ayudó a que ambos nos  levantáramos del suelo y a penas Mara me soltó un poco, la familia entera me abrazó.

—No sabía que me amaran tanto por aquí —. Bromeé y sentí un golpe de tío Bastian en la cabeza.

—Noah... —. Sonrió mamá besando mi mejilla.

—Sabía que podías —sonrió papá y le correspondí su sonrisa—, eres todo un Hale.

—Lawrence —determinó Jake—, no olvides que la mitad de él es igual de genial que la otra.

Todos reímos y al separarnos pude ver qué Emily se había abrazado a Blake también; que los Songer estaban juntos y que ahí nadie faltaba. Toda mi familia estaba junta, como debía de ser.

—Gracias a todos —dije sincero mirando a todos a mi alrededor—, de no ser por ustedes no sé lo que hubiera sido de mí en ése lugar. Gracias a lo que hicieron pude volver a salvo a casa con mi familia.

—Como tú dijiste, somos familia, y la familia siempre se apoyará —dijo Bastian—, no importa cómo ni cuándo, ahí siempre vamos a estar cuando nos necesites.

—Por supuesto que sí —. Afirmó Clark abrazando a Bastian.

—Pero Noah —expresó Megan al ver el cuerpo de Roy en el suelo del porche—, ¿Por qué lo haz traído?

Yo asentí en silencio y antes de que pudiera responder, Gail lo hizo por mí.

—Para que reciba su castigo claro está.

—No —. Negué y me acerqué a ellos una vez que Roy comenzó a retorcerse.

Estaba despertando.

—¿Noah, te volviste loco? —dijo Mara de mala gana—, es Roy. Él fue quien te llevó y casi te hace humano.

—Sé que es difícil de creer pero no fue así —negué sin dejar de mirar a Roy cuando comenzó a abrir los ojos—, lo usaron.

Roy abrió los ojos y antes de que pudiera decir algo, sus ojos de inmediato fueron hacia Emily. Parecía que lo único que veía era a ella y a penas pudo levantar su cabeza trató de levantarse, pero se lo negué dejando mi mano en su pecho.

—Alto ahí vaquero —dije tomándolo de los hombros para ayudarlo a levantarse—, estás débil. No hables o te matarán.

—¿Qué? —negó con la cabeza—, ¿A dónde me trajiste? Creí que estábamos con tu reina.

—Por favor —gruñó Gail acercándose amenazante—, tú sabes perfectamente porque lo hizo. Para que ardas en el infierno, sabandija inútil.

Roy lo miró confuso y yo detuve el paso de Gail interponiendo en su camino una de mis alas.

—¿Qué demonios haces?

—Hago lo correcto —negué y vi a Mara—, y sé que no me van a creer pero tienen que saber que lo que dice Roy es verdad. Hicimos un pequeño viaje antes de venir aquí

—¿Qué? —. Cuestionó Jake.

Emily dejó a Megan con Blake y vino a ayudarme a sostener a Roy quien no dejó de mirarla ni un solo momento puesto que ya la reconocía a ella.

—No te estoy ayudando por mero placer —susurró solo para nosotros dos—, pero Noah necesita mi ayuda y por eso estoy aquí.

—¿Tú lo sabes?

—Sé más que tú —. Afirmó al confuso Roy.

Yo negué y miré a Roy.

—Vamos, debes recostarte.

—Noah —. Sentenció mi padre—. No te atrevas a meterlo a la casa. Es un enemigo.

—Padre, está cansado y debe reposar porque sus heridas aún no sanan —negué con la cabeza—, y sé que tienen miles de dudas en su cabeza pero ahora mismo también necesito que Marco esté aquí.

—¿Que qué? —refutó—, no puedes venir aquí después de casi morir, traer a Emily y a nuestro enemigo para decir que esperemos. Necesito saber que es lo que estás haciendo.

—¿Y ahora qué se te metió? —. Preguntó Marcus y negué.

—Bien, si lo quieren saber está bien.

Suspiré.

—Roy fue usado por un hombre, un demonio que lo poseyó durante todo éste tiempo para no ser descubierto pero yo lo liberé a Roy a tiempo antes que él, el hijo de Jonás, lo matara.

Todos me miraron sorprendidos y quedaron en blanco cuando lo solté por fin.

—¿Lo ven? Les dije que debían esperar.

—Jonás no tuvo familia... —. Murmuró papá pensando.

—No lo conocíamos, ¿Recuerdas? —dijo Bastian—, llevaba una vida oculta de nosotros. Por eso se transformó en un Íncubo.

—Tenemos un nuevo enemigo entre nosotros —afirmé—, y lamento decir que se aprovechó de mi confusión para librarse de mí pero estoy seguro de que lo voy a encontrar pronto.

—Noah dice la verdad —dijo Emily—, una vez que a mí me... Atacara.

Calló antes de revelar su muerte ante Megan y Blake.

—Yo fui salvada por una mujer que me ayudó a volver aquí y que me explicó todo como a Noah. Sé que es ilógico en muchos aspectos pero es real.

—¿Una mujer? —. Preguntó mamá.

—Una mujer joven, de piel clara y un tatuaje de media luna en la frente —. Asentí.

Mis padres se miraron y sonreí.

—Y sí, es quien ustedes se imaginan. Ella es la que me dio mi armadura a cambio de mi lealtad hacia los míos. Como dijo papá, hice algo bueno que me ayudó a tener su ayuda cuando lo necesité.

Todos me miraron sorprendidos y hasta escuché a Clark murmurar algo a Bastian.

—¿Deberías hacerle un té mágico?

—Clark —. Espetó Bastian.

—¿Qué? —se defendió—, se está volviendo loco.

Yo sonreí y negué.

—Vamos, hay que entrar y tú —miré a Roy—, tienes mucho que explicar.

Ésta vez no hubo objeción y a penas entramos dejé a Roy en el sofá de la sala para que se quedara ahí mientras trataba de hacer que mi familia entrara en razón.

—Quédate quieto porque todos aquí tienen una buena razón para asesinarte.

—Pero no hice nada malo.

—Pero ellos no lo saben.

Mara se acercó a mí y me abrazó dejando su rostro oculto en mi pecho.

—De verdad espero que sepas lo que haces.

—Creéme que hasta yo dudé de todo esto pero necesito que Marco esté aquí, lo que les voy a decir no va a ser sencillo de explicar.

Ella me miró de nuevo y yo negué.

—¿Y mis hijos? —. Dije emocionado—. Quiero verlos, los he extrañado tanto.

—Están con Marco —respondió algo avergonzada—, perdóname, no supe qué hacer y sabía que solo él podía cuidarlos bien. Pero no te preocupes, Tyler y los chicos se quedaron allá con ellos.

—Ya me preguntaba por qué Liam y Jeremiah no habían venido a golpearme —. Sonreí besando su frente—. Hiciste lo correcto, min himmel. Yo también hubiera optado por mantenerlos seguros fuera quien fuera su salvación.

Mi respuesta la tranquilizó y yo solo besé su mejilla para hacerla sentir mejor.

—Vamos, hay que ir por nuestra familia.

Miré a mi alrededor y a penas pude ver a mi madre ella vino a mí.

—Por favor, no dejes que maten a Roy, no aún al menos —dije preocupado—, debo ir por Marco y mi familia ahora mismo porque todos deben estar aquí para escuchar lo que estoy por revelar.

—¿Tú la viste no es así?

—Y me dio un recado —. Asentí tomando su mano—. Me lo dijo, mamá. Sé que tú y papá lo saben desde hace tiempo y créeme que saberlo me hizo muy feliz.

Ella sonrió y negó besando la mejilla de papá una vez que se acercó a cuestionarme aunque eso lo calló.

—Te dije que lo iba a saber un día.

—¿Saber qué?

Yo sonreí negando y miré a Mara.

—Vamos por nuestros hijos.

Ella asintió y ambos volvimos a salir de casa. Ella tomó mi mano con firmeza y a penas pude ver en mis recuerdos a mis hijos, el portal de plata se abrió frente a los dos.
Yo acerqué a Mara a mí para abrazarla de la cintura y ella sonrió dejando sus manos en mi pecho.

—¿Sabes? Si yo siguiera siendo un vampiro no podría tocarte —. Sonrió.

—Pero ahora puedes —reí besando sus labios—, y no sabes lo que agradezco eso.

Ella me miró alegre y ambos cruzamos el portal una vez que estuvimos listos.
De pronto, ante mí, se preparó todo un ejército que nos rodeó a ambos al cruzar. Yo cerré el anillo detrás de mí y sostuve fuertemente a Mara para mirarlos a todos esperando su ataque.

—¡Alto! —. Escuché la voz de Marco y de inmediato su guardia bajó sus armas para dejarlo llegar a nosotros—. Ustedes deben dejar de presentarse así o van a matarlos.

Yo reí al escucharlo y él sonrió al ver mi armadura.

—Veo que lo lograste —asintió y miró a sus guardias—, pueden retirarse, son aliados.

—¡Sí, alfa!

—Y no perdí nada en el camino —asentí y lo abracé—, gracias por cuidar de mi familia.

—Para eso estamos los amigos.

—Y me alegra que me lo digas —dije mirándolo de nuevo—, porque yo también te tengo un regalo.

Él me miró confuso y antes de que dijera algo, Tyler corrió hacia mí seguido del resto de mi guardia. Todos abrazándome.

—Debes dejar de meterte en problemas —rió mirándome y sosteniendo mi cabeza en sus manos para después jalarme debajo de su brazo y así desordenar mi cabello—, eres demasiado para éste viejo lobo.

—Ay pero que salvaje —gruñí tratando de zafarme de su agarre tan radical—, Tyler suéltame ya.

Él rió y dejó que me levantara sintiendo dos golpes en mi pecho.

—Debí suponer que por algo éramos los únicos locos que se metían a la guardia —sonrió Liam—, haces de éste trabajo algo realmente pesado.

—Familia —negué mirando a Jeremiah—, ahora somos familia, par de tontos.

Los tres sonrieron y de nuevo volví a ver a Marco cuando su aguarda se retiró y frente a mí dejaron ver a mis hijos quienes eran cargados por Evan y Zoe.
Que curioso, jamás creí ver algo igual.

—¡Baruk! ¡Nalu! ¡Nora! —. Escuché a mi mujer gritar alegre y la vi correr para tomar a Nora en sus brazos.

Yo sonreí también y sostuve a mis hijos en mis brazos cuando Zoe me los entregó.

—Había olvidado que ser padre resultaba divertido —sonrió al verme—, quizá piense en tener un hijo más.

Yo reí y asentí.

—Gracias por cuidarlos.

—Es un placer.

Yo besé las mejillas de ambos y sonreí al ver que mis cachorros se veían realmente más grandes.

—Veo que no dejaron de crecer ahora que papá no estuvo cerca.

—La manera en la que crecen es impresionante —respondió Evan—, ni siquiera los cuatrillizos crecieron así de rápido.

—Y créeme, yo viví con todos —. Sonrió otro chico de ojos azules y cabello rubio.

—Oh, él es mi hermano mayor, Lionel —respondió Marco—, no fue parte de mi camada pero siempre se comportó como el número cinco.

Yo sonreí al verlo y de inmediato me vi rodeado de los demás hermanos que me hicieron ver el parecido de los cuatrillizos de verdad.
¿Cuando crezcan mis hijos se parecerán también?

—Ven, te presento al resto de la familia —. Dijo alegre y comenzó a mirar a sus hermanos haciendo que todos se acercaran curiosos a verme puesto que llevaba mi armadura aún—. Él es Marvel, mi beta y su gemelo, mi hermano Matías —dijo y ellos asintieron amables—, mi tío Daniel y su esposa Diana, mi tío Klaus y su esposa Sonia.

Yo saludé a todos y Marco negó mirando al chico que se separaba de los demás.

—Y mi distraído primo Richard, hijo de tío Klaus —dijo y miró a la chica que se hallaba haciéndole mimos a Nora en brazos de su madre—, y mi prima, Gina, hija de tío Daniel.

—Son muchos —. Sonreí al verlo—. Me alegra ver que también tienes una gran familia.

—Y eso que falta mi hermana Maddie y su familia, pero ellos pertenecen de Silver Moon, la manada de su esposo James —sonrió recordando hasta el mínimo detalle—, ah, y mis hermanos Oliver y Anne, pero ellos reinan el clan rojo junto a mi hermano Tomás y su esposa Mary. Todos con familia, claro.

—Mucha familia —sonrió Mara—, es un gusto saber que todos están bien.

—Ya sabes —Marco se encogió de hombros—, la familia crece con cada miembro, aunque aún no cubro mi cuota.

Sonrió pensando en su propia familia y me fue inevitable no pensar en Megan. En lo bien que estaría con alguien como Marco y en lo furioso que iba a estar Blake cuando se enterara.

—Basta, Marco. Los confundes —negó Zoe con una sonrisa—, al menos deja que vengan a cenar.

—No, perdón —negué de inmediato—, me encantaría pero me temo que debo volver a casa a arreglar algo pronto y Marco debe ir.

—¿Yo?

—Necesito mostrarte algo en casa —. Asentí.

Él me miró confuso pero asintió.

—De acuerdo, llevaré a mi guardia con nosotros.

—Por supuesto —. Asentí de nuevo—. Lo que te haga sentir mejor está bien para mí, además, necesitarás apoyo porque lo que te voy a mostrar te va a dejar con el ojo cuadrado.

—Ahora me asustas, Noah.

—Nada de qué preocuparse —. Sonrió Mara.

Yo volví a mirar a todos y sonreí.

—Muchas gracias a todos, de verdad, sé que esto no era parte de sus planes pero el que hayan cuidado de mi familia me hace sentir contento. En especial sabiendo que mi guardia es un poco irritante.

—Hey —. Se quejó Liam y reí.

—Cuando necesites ayuda siempre podrás contar con nosotros —. Asintió Evan.

—Y ustedes con nosotros —. Asentí también.

Yo miré a Mara cuando Tyler me ayudó a cargar a mis hijos y abrí un anillo del tiempo nuevo que cruzaron todos excepto los cuatro Romanoli que me veían confundidos y nerviosos.

—¿Eso me va a doler? —. Preguntó Marco.

—No, claro que no —. Reí y le guiñé un ojo—. Solo te jalara el alma del cuerpo.

—Vaya, que alivio —. Suspiró nervioso.

—Vamos —. Dije y lo vi cruzar antes que sus hermanos.

Yo miré de nuevo a su familia antes de cruzar también.

—Hasta pronto.

—Cuídate, alfa —. Asintió Evan.

Yo sonreí al escucharlo y crucé el anillo dejando que se cerrara una vez que crucé del otro lado y pisé mi tierra de nuevo.

Marco me miró cuando sus hermanos lo siguieron y yo negué con la cabeza.

—No te preocupes, nadie te matará —reí—, todos tienen un objetivo nuevo por ahora.

Yo miré a Liam y Jeremiah.

—Lleven a los chicos arriba. Megan subirá en un momento con ustedes, no le digan nada solo dejen que se quede con ellos y bajen pronto.

—Sí, alfa.

Mara entregó en sus brazos a Nora y vi como ellos entraban a casa.

—Vamos, vengan.

Tomé a Mara de la mano y ambos entramos a casa seguidos por Tyler y los Romanoli.

Mi familia no tardó en notar que no solo había traído a Marco sino también a su guardia, pero no fueron demasiado obvios y agradecí por todos los dioses que tío Bastian siempre fuera el primero en hablar.

—Vaya, hay más —sonrió sirviendo más vasos de agua—, eso siempre es bueno.

Marco le sonrió amable cuando tío Bastian le entregó un vaso de agua y lo hizo con el resto de los Romanoli también.

—Si quieren más me avisan.

—Gracias —. Asintieron al unísono.

Yo sonreí y miré a Megan.

—Meg, mis hijos están arriba —sonreí—, ¿Quieres verlos?

—Por supuesto —sonrió alegre y se levantó del sofá—, he esperado verlos desde hace mucho.

Yo reí y le señalé con la cabeza las escaleras.

—Sube, es la puerta blanca.

—Sí —miró a Marco un momento—, permiso.

—Adelante —. Él le sonrió gentil.

Yo la vi pasar entre los Romanoli que se hicieron a un lado incluyendo a Marco. Permitiendo que pasara pero no sin verla con curiosidad notando de inmediato que era humana.
Emily miró a Marco con detenimiento y sospeché que ella lo reconocía, sin embargo, sabía que le estaba prohibido hablarme de eso y respetaba la decisión de la Luna.

Miré a mis espaldas y vi a los chicos bajar las escaleras para llegar con nosotros en un momento.

Todos estaban expectantes y notaban que yo estaba algo nervioso por lo que iba a revelar pero no podía esperar más. Tenía que decirles toda la verdad antes de que asesinaran a Roy sin aviso alguno o antes de que algo peor pasara y que fuera más allá de lo que yo podía controlar.

—Sé que todos estan confundidos y que algunos ni siquiera saben por qué los he traído pero deben saber que no fui yo quien los ha unido hoy, sino la Luna.

Mara me miró y yo negué.

—Lo que voy a decir no les va a parecer para nada real pero deben de saber que es así como pasaron las cosas y como pasarán.

Sostuve por un momento el aire en mis pulmones y terminé por hablar finalmente.

—Cuando peleaba con Roy, o al menos eso creí, pude ver que no se trataba de él sino que había alguien más ahí. Era extraño, parecía que lo usaba de máscara pero la verdad es que él lo tenía poseído. Todo éste tiempo peleé con enemigo invisible que tuvo todo el tiempo que necesitó para analizarme, para quebrarme y así poder matarme —. Dije mirando a mamá—. Al principio no lo entendí porque Roy debía de ser un vampiro, debía de ser quemado por la plata porque así me lo demostró una vez en una de mis torturas, pero cuando peleamos pareció importarle poco que yo notara que eso era mentira. Que la plata no le hacía daño alguno y que nunca lo hizo porque no era un vampiro, sino un demonio y uno con el que los Hale han peleado antes.

Papá me miró con atención pero fue mi madre quien se detuvo un momento a pensar en lo que salía de mi boca. Parecía que ella no lo entendía.
Aunque creo que fue peor para Tyler, él estaba confundido pero creo que más que nada sorprendido. Sabía lo que Jonás había sido para él y lo mucho que se culpó por la muerte de él mismo.

—Bård es idéntico a Jonás, de eso no me cabe duda alguna pero lo que me sorprende más es la sed de venganza que tiene. No desea poseer nada, solo quiere acabar conmigo, como si yo fuera una riña personal de él cuando la verdad es que jamás lo había visto —. Pensé en voz alta—. Supongo que tenía miedo a darme la cara y que de inmediato ustedes lo acabaran, por lo que usó un disfraz y qué mejor que usar el rostro de un hombre al que a todos se les haría fácil culpar como a Roy.

—¿Yo? —se cuestionó—, ¿Y por qué yo?

—Porque tú tenías motivos para odiarlo —. Contestó Mara con evidente molestia.

—Claro, pero te dije que solo ibas a amarlo muerto —se sinceró tan bien que yo hasta me sentí extraño—, pero no lo dije porque lo quisiera muerto sino porque de alguna manera sabía que él iba a ceder ante ti y lo ibas a convertir en alguien como nosotros. Es el príncipe consorte después de todo.

Yo miré a Mara y ella pareció sorprendida ahora que Roy le había explicado sus verdaderas intenciones.

—Lo dije como una broma, de mal gusto, pero una broma al final de cuentas porque no quería que te llevaras un mal recuerdo de mí —negó con la cabeza—, siempre fuimos amigos, ¿No es verdad? Eso no va a cambiar ni siquiera por un amor. La amistad verdadera va más allá del romance.

—Pero enviaste una nota.

—Yo no hice tal cosa —se defendió—, yo pedí que nadie de mi clan se acercara a ti por respeto a tu decisión.

—¿Entonces eso también lo hizo Bård?

—Escuchen —dijo poniéndose de pie—, no sé qué mierda es lo que está pasando aquí. Yo solo sé que estuve en una especie de pesadilla durante días y que antes de despertar pude ver a mi mitad morir.

Yo miré a Emily y ella ni siquiera se inmutó cuando Roy la miró. Solo hizo como si ni siquiera supiera a lo que se refería y giró la cabeza de manera altanera.

—Tú lo sabes, ¿Verdad, Emily? —. Inquirí.

—Lo único que sé es que no puedo hablar de eso —dijo molesta—, a esa mujer se le ocurrió la dichosa idea de hacerme algo que no me dejara decir las cosas aunque quisiera. Solo puede escucharlo Roderick.

—¿Quién? —. Preguntó Bastian.

—Yo —explicó Roy—, ése es mi nombre completo.

—Bueno, ahora sé por qué lo ocultas —. Sonrió Gail.

—Es un nombre digno —negó molesto—, Gailcus.

—No te atrevas a insultarme, tanto mi nombre como el de mi hermana son mezcla del nombre de nuestros padres —. Espetó molesto.

Yo negué con la cabeza y Jake protestó.

—Ya basta, par de niños —gruñó y me miró después—, lo que importa aquí es que aún te falta explicar por qué haz decidido traer a Marco a casa.

—Es un Romanoli —. Dijo padre.

—Es un enemigo —. Asintió Bastian.

—A mí me golpeó Evan una vez —. Dijo Clark a manera de broma para amenizar las cosas—. No estoy contento pero creo que ya lo superé.

—Como si nosotros estuviéramos contentos con todo esto —dijo Lionel—, venimos por Noah, no por los Hale.

—En eso tiene razón mi hermano —dijo Marvel—, los Hale y los Romanoli no pueden llevarse bien ni en mil años porque no es así de fácil perdonar al enemigo más grande de nuestra raza.

—No hay enemigo, ¿No lo ven? —dijo Marco con algo de recelo mirando a sus hermanos—, Noah es amigo mío y sé que nuestras familias no se llevan bien y que no lo hicieron jamás, pero queremos cambiar eso en el futuro. No quiero cometer los errores de mis padres y sé que Noah tampoco.

—En eso tiene razón —asentí—, además. Yo necesito su ayuda.

—¿A si? —. Dijo Marco.

—Sí —. Reafirmé.

Miré a Emily y ella asintió sabiendo que era el momento.

—La Luna me envió con un mensaje, es especial y es por eso que Marco debía estar aquí también.

Yo estiré mi mano y traté de usar mi magia al oscurecer la habitación y en medio de ello mostrar una serie de humo que mostraba a los nueve chicos que vi de pie en la predicación de la Luna.

—En el pasado, la Luna cayó del cielo convertida en humana tras perder una guerra en el Olimpo, haciendo que todo lo que ella conocía se borrara de su mente y que así sus hijos perdieran poder —traté de aclarar—, pero para volver a ser lo que ella fue necesitó ayuda. Ocho chicos que con valor se emprendieron en una aventura pasada que los hizo recuperar el poder de la Luna y a su vez salvar el presente.

—¿Quieres decir que esto ya pasó?

—Pasó —afirmé a la duda de mi padre—, pero los soldados de aquel primer consejo no eran de su tiempo. Ellos venían del futuro y ahora sé quiénes son.

Todos me miraron expectantes y yo me sentí algo angustiado por lo que me iban a decir después. De seguro me iban a tachar de loco y me enviarían al manicomio.

—Son mis hijos —suspiré y miré a Emily—, los de Emily y Roderick y también los de Marco y... Megan.

—¿Pero a ti qué mierda se te ha metido en la cabeza? —espetó Blake poniéndose de pie en un instante—, ¿Cómo puedes decir semejante barbaridad? Megan es una niña.

—Lo sé y lo sé bien pero al igual que tú, la Luna me dijo algo que no me gustó y el argumento es que no será así siempre.

—Ni loco dejaría que mi hija se quedara atrapada en tu mundo —dijo molesto—, ¿Es que acaso no recuerdas lo que acaba de pasar? Él te tenía a ti y a Megan atados con cadenas como perros en el sótano de un lugar de mala muerte.

Roy quiso objetar ante ello pero negué con la cabeza dejando que Blake se desahogara.

—No pudiste protegerla, Noah —negó con la cabeza—, entonces no me pidas que se quede y mucho menos con un hombre al que evidentemente tu familia odia y deben tener una muy buena razón para hacerlo porque no se odia a alguien que no ha hecho nada.

Yo miré a mis padres y noté que tanto ellos como el resto de mi familia se miraron entre sí. Creo que, a pesar de que la pedrada no era para ellos, algo les había dolido. Blake tenía razón. No puedes odiar a alguien que no ha hecho daño alguno en tu familia y sé que Marco no me ha hecho nada a mí.

—No vuelvas a soltar una tontería como esa porque no, Emily tampoco se va a quedar en un lugar de locos como éste. Te ayudamos porque eres nuestro amigo, pero más allá de eso, no voy a poner en riesgo la seguridad de mi propia familia a cambio de salvar a la tuya.

Yo entendí cada punto de lo que dijo y creo que hasta cierto punto debía ponerme de su lado, pero esto era más grande que todo o de lo contrario no me habrían llamado para escucharlo. Sabía a lo que ella se refería, si ellos no salvaban el pasado, quizá ni en el presente existirían los lobos como yo. Quizá mi padre jamás se hubiera convertido en el alfa que es ahora, ni siquiera yo habría nacido porque si él no hubiese defendido a mi madre de aquella bestia, quizá ni siquiera se habrían conocido.

Todo esto era muy grande.

—Me temo que él tiene razón, Noah —dijo Marco sacándome de mis pensamientos—, yo sé que tratas de unir a las dos manadas pero no puedes afirmar algo que no sé si es así.

Yo lo miré.

—No puedes ir a mi casa, traerme y decirme que mi futura mujer es una niña —negó con la cabeza—, sabes bien que eso no lo sabré hasta que ella cumpla una edad determinada. No puedo creerte.

—Pero en lo demás me creíste —negué con la cabeza—, ¿Por qué en esto no?

Él pareció sorprendido consigo mismo y con lo que le dije así que no mencionó nada al respecto.

—Yo sé que lo que te digo es difícil de entender pero no lo hago por un bien propio y ni siquiera por el de mi familia —miré a Blake—, esto podría acabar con toda mi raza, ¿Lo entiendes? Si esto no pasa, ni siquiera me habrás conocido y yo quizá jamás habría salvado a Emily de John, ¿Tienes idea de lo que ése loco le habría hecho a ella y a Megan?

Roy no dijo nada pero fue evidente que por su mente cruzaron miles de ideas que lo hicieron mirar a Emily con suma atención. Ella no dijo nada y ésta vez permitió que Roy tomara su mano sin decir nada.

—No trates de causarme lástima con algo que no pasó —. Negó con la cabeza—. Eso no va a hacer que yo cambie de opinión.

—Eso no pasó porque yo estuve ahí —afirmé—, ¿O acaso olvidas que yo salvé a Megan de él? Tú no podías hacerlo porque estabas tan metido en ésa mierda que te fue imposible meter las manos al fuego por tu familia y te resultó más fácil mandar a un idiota con fuerza en tu lugar.

—Yo no fui cobarde —. Gruñó molesto.

—Pero sí lo suficientemente estúpido como para dejar a tu hija sola cuando lo que más necesitaba en ése momento era a ti y a su madre —. Negué de nuevo—. Le mentiste a Emily, a ella y a ti mismo. Ahora no me vengas con el cuento de que deseas protegerla cuando solo la alejas de todo lo bueno que puede venir en todo esto.

Blake me miró molesto desde su lugar y pude sentir que quería golpearme.

—Noah tiene razón, Blake —dijo Emily y él la miró—, si jamás lo hubiese conocido no podría afirmar que seguiría con vida y sé que no tendríamos a Megan con nosotros.

—¿Tú estás de acuerdo con todo esto?

—Por supuesto que no, yo soy la que se va a quedar aquí con un demonio —negó repentinamente soltando la mano de Roy—, pero para regresar a la vida me convertí en alguien como Noah y así no puedo volver a Chicago. No puedo ir a casa y Megan tampoco.

Él la miró negando y hasta ella trató de convencerlo suavizando su mirada. Sé que Blake estaba por perder a su familia pero no tenía que ser así, él podría ser parte de esto, lo sé.

Lo que llamó mi atención fue la manera en la que Roy miraba a Emily. Parecía que aquella forma en la que ella se había expresado de él en verdad le había lastimado en el fondo de sí mismo porque era como escuchar a Mara decir que yo era un insignificante cero como para convertirme en su mitad.

Dolería saberlo.

—Sé que estás molesto y yo también lo estaría porque sé que no entiendes mi mundo, pero te ofrezco mi casa —dije sincero—, Megan aún es una niña y necesitará de sus dos padres. Emily se quedará aquí el tiempo suficiente para que aprenda a controlar su nuevo ser, Megan puede crecer aquí lejos de la mierda que te persigue y hasta tú puedes hacer algo de bien aquí.

—Yo ya hago algo de bien.

—Pero aún así el mundo al que tú pertenecías te seguirá buscando y no olvides que ambos tenemos cuentas que arreglar con los hombres de John —negué con la cabeza—, él podrá haber cedido pero no sabemos si sus hombres también y no puedes arriesgar a Megan a algo como John. Tú bien sabes lo que te persigue allá afuera y yo te ofrezco una salida fácil.

—Puedes quedarte aquí y ayudar en la manada con lo que mejor sabes hacer, negocios —dijo Mara en apoyo—, Megan podrá ir a la escuela como una niña normal y también de la manera más segura que se puede. Crecerá con los chicos y verás que esto habrá sido la mejor opción que pudiste tomar para mejorar su vida.

—Y si alguien sabe de eso es mi hermana —afirmó Gail—, ella también decidió quedarse aquí para su seguridad y vela, Noah no rompió su promesa y siempre estuvo a salvo incluso sobre la vida de él mismo.

Blake me miró después de hacerlo con Gail y negó.

—Por favor —murmuré—, sea como sean las cosas, Megan terminará volviendo porque sabrá que aquí es su lugar y de él no te vas a deshacer.

Señalé a Roy.

—¿Puedo decir algo ya? —. Trató de defenderse.

—No —. Dijimos todos a la vez.

Él volvió a sentarse en su lugar cómodamente y Emily lo miró algo reticente.

—Pero ni creas que vas a acercarte a mi hija hasta que ella tenga treinta años —dijo mirando a Marco—, te prohíbo determinadamente a que te atrevas a enamorarla a sus dieciséis o sabe el cielo a que edad se te ocurra. Megan es una niña y si lo que dice Noah es cierto al menos quiero que termine sus estudios en paz, no quiero que le metas ideas antes de que lo haga porque si algo llega a pasarme al menos quiero estar seguro de que sabrá ganarse la vida honradamente y no como su padre lo hizo alguna vez.

Yo sonreí con lo que dijo y Emily negó avergonzada de los celos de padre que Blake estaba representando.

—Y eso también va para ti, príncipe o lo que sea que seas —negó molesto—, si Emily no quiere ni siquiera mirarte te prometo que yo mismo acabaré con tu miserable vida. Aún no me convences de tu arrepentimiento y menos de tu bondad, sigues siendo un demonio al final de cuentas y para mí matarte resultará igual de sencillo que a una rata.

—Auch —. Rió Gail y Mara le arrojó un cojín del sillón.

Creo que aquella manera de bromear la había heredado de su madre.

—Entonces, ¿Tenemos un trato?

Blake me miró y asintió.

—Trato hecho.

—Un momento —dijo Clark—, entonces, ya queda arreglado lo de los chicos y lo de los Romanoli, pero, ¿Qué pasa con Bård? ¿Qué no debemos cazarlo?

—Tiene razón, Noah —asintió Jake—, ¿Qué piensas hacer al respecto?

—Bård es mi presa —asentí—, pero también la de ellos dos.

Dije señalando a Marco y a Roderick.

—Pero eso es algo que arreglaremos con el tiempo. Primero hay que limpiar el nombre de Roy y después ir por él —. Pensé en voz alta imaginando lo que pasaría—. Debemos hacerlo antes de que él llegué a nosotros porque de lo contrario todos...

Me callé pensando en que eso no debían saberlo.

—Correrían un gran peligro —. Aclaré mi garganta.

—Por mí ni te preocupes, yo no tengo problema alguno en empezar ahora mismo la cacería —dijo Roy efusivo—, ése idiota y yo tenemos cosas pendientes.

—Y si es verdad lo que dices, mi deber es vengar el honor de mi familia y de mi mujer —. Asintió Marco—. Bård también será mi presa.

Yo sonreí con la respuesta de ambos y negué.

—Aún así, te cortaré la cabeza si le haces daño a Megan.

Él negó sonriendo y todos reímos.

—Bueno, entonces yo propongo un brindis —. Dijo Mara y yo asentí—. Creo que merecemos algo de paz ahora que todos estamos juntos de nuevo.

—Yo voy por las copas —. Dijo Bastian.

—Y yo por el champagne —dijo Clark con una sonrisa—, hace años que no le robo a Byron una buena botella de su colección.

—Oye —. Dijo papá con molestia.

Yo sonreí por verlos pelear entre ellos y negué ante la evidencia de que seguían siendo unos niños.

—Oh por cierto —miré a mamá—, ¿Alguien sabe cómo me quito esto?

Dije señalando mi armadura y ella sonrió.

—Por supuesto —. Asintió dejando sus ojos cerrados para que la de ella desapareciera—. Solo debes imaginar que no está.

—Y no olvides imaginar la ropa que llevas —aclaró Jake—, eso siempre debes hacerlo o vas a terminar desnudo.

Yo reí nervioso.

—Bueno, mejor iré arriba —. Negué.

—Yo tengo que ver a Megan —. Asintió Emily.

—Y yo a los niños —asintió Mara con una sonrisa—, ven, te llevo.

Ella sonrió y las vi caminar delante de mí con los brazos entrelazados como buenas amigas. Algo difícil de creer.

—Pero...

—Disfruta los buenos momentos, alfa —rió Tyler abrazándome con un solo brazo al llegar a mi lado—, disfruta lo buenos momentos.

Yo negué con una sonrisa y subí detrás de ellas entrando a mi habitación para probar lo de la armadura. Fue fácil aunque olvidé que no llevaba zapatos, por lo que tuve que salir del baño para tomar unos de mi armario.
Al salir, las vi a ellas tomando a los niños en brazos y sonreír. Megan estaba encantada cargando a Nalu en sus brazos y creo que nunca antes vi a alguien hacer que él sonriera tanto.

—Son preciosos —. Sonrió Emily mirando a Nora en sus brazos—. Creo que nunca había visto a un bebé tan pequeño.

Y era verdad. Nora no había crecido nada desde que la dejé con su madre, parecía que lo de ella y el tiempo iba muy en serio, algo que me estaba preocupando.

—Es muy bonito —. Sonrió Megan.

—Es idéntico a mí —. Dijo Mara con orgullo.

—Por supuesto que no —. Negué—. Es idéntico a mí.

Yo me acerqué tomando a Baruk de sus brazos besando sus mejillas.

—Vamos, cariño. Quiero presentarte a los demás.

Mara tomó a Nalu de los brazos de Megan y los tres decidimos bajar junto a ella y los bebés.
Tío Bastian ya había entregado una copa a cada uno y veía reír a Clark mientras servía la champagne ante la atenta mirada de mi padre.

—Toma, hijo —. Dijo Bastian entregándome una copa.

—Gracias, tío Bas.

Él entregó una más a Mara y otra para Emily. Aunque a Megan le dio un jugo.

—Bueno, brindemos por la familia —. Dijo mamá alegre.

—Por el futuro —. Sonrió padre.

—Y por el pasado —. Asentí.

—¡Salud! —. Dijeron todos a la vez.

Yo bebí un sorbo de mi copa y sonreí al ver a mi esposa mirarme.

—Creo que ya es momento de que vistamos de blanco.

—Por mí encantado.

Sonreí al besarla y por fin me sentí completo. Por fin estaba completo de nuevo.

Con mi familia.










Nuevo Capítulo.

Muchísimas gracias por leerme a todos mis Wattis. El siguiente capítulo que dejaré será nuestro epílogo y también contendrá un adelanto de la futura historia de los trillizos Hale y su herencia.

¡Excelente semana a todos! 🤠❤️

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