Podía sentir el tiempo pasar de forma lenta esa mismo noche; sentía que las horas se volvían eternas, estaba tan deprimido y ansioso por todo lo que había vivido en tan solo días, en un instante vivió el más dulce sueño y disfrutaba la ambrosía del primer amor y en segundos el infierno se abría paso en su vida, debió haberlo esperado, había tocado el mismo cielo y obtenido el más precioso tesoro era de esperarse que el infierno viniera atado a él. Mientras más pensaba más se sentía frustrado, sus emociones eran un huracán, se encontraba dando vueltas por toda la cama tratando de buscar una posición cómoda para poder descansar, lograba encontrar una y en minutos volvía a buscar otra posición hasta dejar sus sábanas esparcidas por todo el piso.
Harto de esto a la mitad de la noche se levanta, sale con todas sus fuerzas de su cuarto, se pone sus botas y ropas para dirigirse a buscar un poco de agua, tal vez con esto lograra conciliar el sueño, el frío de la noche lo mantenía despierto, lo hacía sentir con vida de nuevo, era algo tan refrescante que por primera vez en toda esa semana de dolor su corazón se sintió tranquilo y en paz como si todo el peso de sus hombros hubiera desaparecido aunque podría afectar su salud sabiendo que estaba enfermo pero quedarse acostado solo lo hacía sentir peor, como una basura, en palabras que diría Madam Yu. Tomó una jarra, la llenó de agua y se la llevó a su cuarto junto con unos bollos que se encontraban aún calientes sobre la mesa— Bollitos para Xian-Xian, claro que sí, el mundo al fin se pone a mi favor— se dijo así mismo para salir a hurtadillas hasta su habitación, sentarse en su cama, abrir la ventana y recargarse en la orilla pensando en todo lo que ha pasado, nadie pensaría que un hombre como Lan Wangji podría dominarlo, bueno, no como todos pensarían sino con amor; con solo escuchar su dulce voz regañandolo, todas las mañanas se dedicaría a tenerlo bien peinado, arreglaría sus ropas una y otra vez, con solo tocar su mano lo podría detener de una pelea desastrosa, un sutil beso lograría que se cohibiera cambiando una actitud tímida, y con una ligera caricia en su cuerpo lo tendría a sus pies.
Con un suspiro de melancolía y añoranza brotando de sus labios se decidió a realizar aquello que le había prometido a su amado, quizás no era el mejor momento pero esperaba que escribir la carta para su pareja lograra apaciguar su corazón o por lo menos distraer su mente...y estaba funcionando llevaba minutos tratando de pensar una forma de comenzar su carta ¿debería empezar con un saludo formar? con esa idea en mente comenzó a escribir su carta <Joven amo Lan ...> al terminar de escribir esa línea no pudo evitar empezar a reír de diversión seguramente si enviará una carta con un tipo de saludo así solo lograría que el Joven Lan se preocupara por él al pensar que posiblemente deliraba de dolor o peor aún que alguien le quería jugar una broma porque no había universo alguno donde el gran Wei Wuxian escribiera de forma tan elegante, lo mejor era pensar otra opción, con una sonrisa traviesa escribió <Conejito de mi corazón...> apenas soltó el pincel se llevó las manos a los labios para evitar que el sonido de su risa traspasara las paredes de su cuarto <<Pfft>> y en ese segundo solo un pensamiento rondaba por su mente pensaba que seguramente si Lan Wangji leyera eso diría "Ridículo" los lóbulos de sus orejas tomarían un sutil sonrojo y destruiría la carta en un solo instante, con solo imaginarlo podía sentir la alegría azotando su corazón, su amado se vería tan avergonzado y adorable que las mariposas en su estómago no dejaban de revolotear hasta incluso pareciera que en lugar de mariposas tenía conejos saltando de un lado a otro, de verdad quería enviar este saludo, estaba tan emocionado por ello, deseaba con toda su alma ver la reaccion que tendria, ese era el saludo perfecto, estaba decidido hasta que recordó que no podía arriesgarse a que el muchacho rompiera su carta sin siquiera leerla y toda su emoción se desinfló en segundos; dejando salir un suspiro de desilusión arrugó la hoja en una bola y la lanzó al piso con todas las demás y se dejó caer en su cama, lo mejor era comenzar con un saludo normal pero con su toque personal y con esa elección tomada se reincorporo, tomó de nuevo el pincel, una nueva hoja, y comenzó a escribir.
Su primer paso ya estaba listo, ahora seguía el segundo: contarle lo que había vivido durante el tiempo que llevaban separados; y con la decisión recorriendo sus dedos comenzó a redactar <<Shijie está decepcionada de mi >> <<Tío Fengmian no aprueba nuestros actos y creo que es obvio porqué>> <<Madam Yu me ha insultado apenas llegue y dolió >> <<Lo siento pero creo que no puedo soportarlo más>> <<Me duele mucho Lan Zhan>> <<¿Podemos escapar? Sé que si te lo pidiera lo harías>> <<Estoy cansado, ya no quiero estar aquí>> ¡No! ¡No! ¡No! Ninguna de esas cartas debían ser enviadas al Segundo Jade, era cierto que todo lo que había escrito era verdad y eran sus más sinceros sentimientos todo lo que sentía en ese instante... ese momento donde sentía que se encontraba en el centro de un abismo donde sus pies no rozaban el suelo y el fondo no era visible, donde se sentía naufragar y sentía sus pulmones siendo presionados y golpeados por las olas; desesperación, angustia, dolor, sufrimiento cada emoción lo empujaba más y más aquellos ojos dorados cual rayos de Sol, los que ya no estaban ahí para mostrarle el camino de regreso a casa, el sutil aroma a sándalo ya no estaba para brindarle protección y esa mano fría, blanca y fina cual jade ya no lo podría salvar de hundirse, podía sentir una lágrima rodar por su mejilla lo que lo molesto con fuerza, pasó su mano para limpiar esa lágrima traicionera dejando un rastro de color rojo por la fuerza aplicada, tomó todas las cartas escritas y y las rompió en tantos pedazos pudo para que su cuerpo dejara sacar toda la furia de su corazón, no podía ser más egoísta al escribir todo aquello, no era el único que tenía problemas, seguramente él estaba pasando por los propios y aún más podrían ser peores que los suyos y lo único que hacía era darle más problemas y angustias— ¡Estúpido!— se supone que debía ayudarlo a mantenerse fuerte, darle esperanza, demostrarle su amor, darle seguridad para que supiera que no estaba dispuesto a darse por vencido, lucharía por ellos dos así estuviera agonizando de dolor y se tuviera que arrastrar lo lograría, serían felices juntos y aunque por el momento no tuviera fuerzas estaba seguro que mañana estaría con más fuerza para seguir en pie...esa noche, solo por esa noche se daría el permiso de llorar y dejar salir lo que siente, se daría el permiso de borrar esa sonrisa de su rostro para ser más valiente al amanecer, y es por ello que apesar que sus lágrimas de deslizaban por sus mejillas un brillo de dolor brotaba de sus ojos cual cielo nublado escribió, y escribió tanto como pudo, las palabras más alegres y más amorosas posibles, quizás ahora era infeliz pero quería darle fuerzas y alegría a su amado, quizás estaba muriendo de dolor pero quería que su Lan Zhan sintiera esperanza.
Miró a la luna apreciando su brillo sobre el muelle, mordió un bollo y solo suspiró triste, con una voz tan contraria a él mismo dijo en un susurro— Mi hermoso Wangji... creo que nunca te he llamado de ese modo, me gusta como suena... Lástima que no estás para escucharlo... <<Ugh>> ¿Qué me sucede? Se supone que cuando te envie la carta deba sonar feliz para no hacerte sentir mal, ahora no siento nada más que energía negativa... Ahorita estaría escabulléndome hasta tu cuarto y entraría con mucho cuidado, me acostaría en tu cama y te despertaría con un beso... nos acurrucaríamos bajo la cobija y hablariamos sin parar hasta que volvieras a caer dormido, posiblemente me darias besos en la frente y pasarías tus manos por mi cintura, sé que te gusta mucho todo eso de las caricias, es algo extraño porque normalmente la gente creería que yo soy el de la mente sucia pero mi Wangji está lleno de sorpresas... por eso me encantas... <<Oh>> Lan Zhan... ¿qué hicimos mal?— soltó un bufido cansado y volteó sus ojos al hermoso panorama que tenía a su alrededor; las banderas moradas ondeando con elegancia, el lago alrededor reflejando el cielo y las estructuras tan perfectas y rústicas que caracterizaban a Yunmeng solo le recordaba que Lan Wangji no estaba aquí, pero él sí... y eso solo lo decaía aún más, llevándolo a un infierno invernal en su corazón.
Nunca supo en qué momento cayó dormido en el marco de la ventana pero al sentir una mano pequeña, frágil y delgada en su rostro solo pudo abrir los ojos de golpe, mirar a su alrededor y encontrar a su hermosa Shijie sentada a los pies de la cama con esa típica sonrisa que siempre le dedicaba, pero esta vez sabía que era falsa— A-Xian, me alegra verte despierto, te traje un poco de comida, supuse que tendrías hambre, siéntate para traer la bandeja— hizo lo que le ordenó con lentitud y pesar al sentir el dolor de su espalda; caminó con calma hasta la mesa trayendo la bandeja hasta sus pies— ¿Cómo amaneciste? Ví que te comiste los bollos de carne que guardé para tí— no le apetecía hablar, mucho menos con ella, sabía los verdaderos sentimientos de su hermana hacia él, no lo iba a ver con los mismos ojos, no lo iba a perdonar por algo tan atroz que le hizo al amor de su vida y ya no le importaba, el vacío emocional que estaba sintiendo lo llevó al punto de importarle muy poco lo que pasara, podría morir y no sentir ningún remordimiento de dejar algo inconcluso, estaba vacío— A-Xian, yo sé que las cosas no han salido bien desde que... lo que pasó con el Joven Maestro Lan, pero entiende que tuvieron que pasar así, ahora ya estás aquí y puedes dejar de preocuparte— Pero no quiero estar aquí...— dijo con frialdad, alejó la bandeja y se volvió a la ventana mirando como todos los discípulos salían alegres para entrenar, como las balsas iban navegando por el lago y se juntaban las semillas en estas, quería salir a jugar como siempre pero realmente no se sentía con las ganas de hacerlo— A-Xian... no te preocupes, si dejas de pensar en ello el tiempo pasará más rápido de lo que crees y entonces ambos se podrán volver a ver, ten paciencia— lo envolvió en un fuerte abrazo rodeándolo por la espalda provocando una cálida sonrisa en el chico, no podía sentirla, pero podía hacerla, sabía que era buen momento para ello, no quería hacerla sentir mal. A sido la única que le ha dedicado en todo este tiempo y no la podía ver— Come, te dejaré tranquilo, si necesitas algo solo hablame— Está bien, gracias Shijie— la chica sonrió alegre al haber hecho un progreso con él, al fin estaba sintiendo que todo volvía a la normalidad, su hermano menor volvería a ser el mismo en cuestión de un par de días; caminó hasta la puerta y salió dejando al chico embriagado en sus pensamientos, delirando en voz alta— Entonces solo esperaré un poco más... y nos escaparemos los dos... <<¡Jajajaja!>> ¡Por los cielos, eso sonó demasiado vergonzoso, parezco una joven enamorada! ¡Que bueno que nadie me escuchó, hubiera sido terrible!— agarró el plato y sin despegar su mirada comió hasta dejar todo completamente vacío, casi reluciente— Lan Zhan, estoy bien, no te preocupes demasiado... voy a volver...
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¡Holaaa! ¿Cómo se encuentran? ¿Ocupad@s? ¿Cansad@s? ¡Lo sé, ha sido difícil!
Bueno, ya que noté que una personita me ha estado preguntando el porque de la duración de los capítulos queremos aclarar unas cositas:
1.- Publicación de los capítulos: Tanto como Danie y yo no disponemos de mucho tiempo, entonces nos tardamos un poquitín en publicar y también tratamos de subir seguido para no dejarl@s con la espera, entendemos lo feo que se siente de que un fic que te guste no actualice seguido y como veo que a ustedes les está gustando no me gustaría decepcionarlas ;)
2.- Planeación: A veces nos tomamos un buen tiempo para escribir este fic porque estamos modificando detalles, porque se nos vienen ideas y las agregamos, porque acoplamos todo lo que sucede con la linea de tiempo y más
3.- Y siento que esta es la más importante, el de la duración de los capítulos: Esto se debe a que, aunque tengamos ya varios escritos dividimos los párrafos porque, a parte de que la lectura puede ser pesada, encontramos que en ciertos renglones (con la cantidad de letras aceptable para considerarlo un capítulo) como un punto para concluirlo, como que continuarlo no se sentiría igual o no causaría el sentimiento o la emoción que queremos proyectar, se sentiría como un final forzado; entonces esa es una razón
4.- Y última, bloqueo: nuestra imaginación deja de funcionar por un cierto tiempo, entonces nos esforzamos por tratar de concluir con lo que consideramos un buen cierre (basándonos en la razón anterior) pero como ya había mencionado, no me gusta dejar por tanto tiempo en suspenso, a menos que lo considere enteramente necesario
Bueno, ese fue mi pequeño recado (Mi Biblia pequeña), recuerden votar si les ha gustado, comentar sus opiniones y por supuesto recomendarlo si les ha parecido muy bien. ¡Muchísimas gracias!
Colaboración: DanieLare14