•Little Lies. |PJM

By gypsymin

245K 22.9K 11.2K

Dos familias muy diferentes ante la sociedad. Puertas adentro tenían algo en común. Envueltos en pequeñas me... More

Uno.
Dos.
Tres.
Cuatro.
Cinco.
Seis.
Siete.
Ocho.
Nueve. I
Nueve. II
Diez.
Once.
Doce.
Trece.
Catorce.
Quince.
Dieciséis.
Diecisiete.
Dieciocho.
Diecinueve.
Veinte.
Veintiuno.
Veintidós.
Veintitrés.
Veinticuatro.
Veinticinco.
Veintiséis.
Veintisiete.
Veintiocho.
Veintinueve.
Treinta.
Treinta y uno.
Treinta y dos.
Treinta y tres.
Treinta y cuatro.
Treinta y cinco.
Treinta y seis.
Treinta y siete.
Treinta y ocho.
Treinta y nueve.
Cuarenta.
Cuarenta y uno.
Cuarenta y dos. I
Cuarenta y dos. II
Cuarenta y tres.
Cuarenta y cuatro.
Cuarenta y cinco.
Cuarenta y seis.
Cuarenta y siete.
Cuarenta y ocho.
Cuarenta y nueve.
Final.
Agradecimientos✨
Extra #1
Extra #2
Extra #3
Extra #5
Extra #6
Extra #7
Extra #8
Extra #9
Extra #10
Extra #11

Extra #4

3.2K 286 41
By gypsymin

JiMin



Llegué al bar, había dejado a Ji en casa  después de llevarlo al odontólogo, ahora me ocuparía de otros asuntos.

La verdad es que me sentía mejor y todo gracias a las personas a mi alrededor, sobretodo a Bae. Me sentí muy mal y presionado, pero pude superarlo.

Las cosas ya eran diferentes ahora y tuve que terminar de asimilarlo.

Por suerte algunas de las personas que estaban metidas en el negocio con SungJun ya estaban pagando por sus actos. Hasta HyunJin, ella decidió callar y ahora estaba en la cárcel.

La verdad es que me daba lástima y podía entender el miedo que sintió. Hace poco ella me envió una carta disculpándose, realmente no esperaba que algo así sucediera.

"Ji, Bae y yo estábamos cenando. Ella preparó lasaña porque Ji así lo había querido, además que las chicas estaban libres.

Ji terminó de comer y se levantó para lavar su plato, claro, eso lo hacía cuando Bae estaba presente. Minutos después abandonó la cocina.

–Antes de que llegaras, uno de los de seguridad me dio un sobre que había llegado –dijo, en cuanto estuvimos solos– es para ti, enviado desde la cárcel de mujeres.

Entonces supe de quien se trataba.

Bae lo sacó del bolsillo de su sudadera y lo deslizó hasta mi, se levantó con el plato vacío y lo dejó en el lavaplatos, se acercó a mi de nuevo. El sobre estaba cerrado, tenía el sello de la cárcel estatal y se leía mi nombre.

–Te dejaré para que la leas. –La miré.

–Puedes quedarte si quieres –dije y ella negó– está bien. –Me dio un beso antes de salir de la cocina.
Ella quería darme privacidad, aunque no me importaba si se quedaba.

Exhalé y abrí la carta de HyunJin.

"No sé como comenzar esto, probablemente no quieras saber de mi pero en este tiempo he reflexionado mucho acerca de mi vida y lo que haré al salir de aquí, supongo que no te interesa saberlo así que iré al punto del por qué te escribí esta carta... Creo que nuestra relación estuvo llena de errores, tanto de mi parte como de la tuya, pero algo que puedo decir con certeza es que si te quise JiMin, de verdad, y por eso quiero pedirte perdón. Sé lo importante que es Acassia para ti.

Yo debí hablar antes, por el miedo no supe que hacer, no podía creer que alguien tan importante para mi hubiese sido capaz de hacer algo tan terrible. Me alejé pero aún así la culpa terminó por consumirme, decidí terminar con esto y hacer lo correcto. Acassia, EunBi ni ninguna mujer merece pasar por algo tan horrible.

De verdad espero que puedan vivir tranquilos y que todas las personas involucradas paguen.

También espero que puedas perdonarme algún día y si lo haces, me gustaría saberlo.

Gae HyunJin. "


Le respondí luego de unos días, yo simplemente quería seguir con mi vida. Ella estaba pagando su error, y no valía la pena odiarla o algo así.

Aunque me costaba era perdonar a SungJun aún sentía mucho enojo, el nivel de decepción era muy alto. Bae decía que algo como eso tenía que hacerse de corazón y si no lo sentía no tenía por qué sentirme mal, tenía razón. Yo pensaba igual.

De verdad que sin ella y los chicos hubiese terminado por volverme loco con tantas cosas. JeongYun se alejó en cuanto vio que Bae y yo volvimos a estar juntos, me sentí mal porque de verdad le tenía aprecio, aunque la entendía. Supe que comenzó a salir con un chico y me alegraba por ella, merecía estar con alguien que la quisiera bien.

Bae me ayudaba mucho con Ji, como hacía antes, ambos éramos como sus padres ahora. Cuando yo no podía hacer algo por él siempre estaba Bae ahí, a pesar de que tuviese cosas que hacer también, lo ayudaba con las tareas, lo llevaba al colegio a veces o a las prácticas, salían juntos, también con EunBi. Además de eso, me ayudaba con el trabajo, solía organizar las cosas que tenía que hacer y estaba pendiente para que no olvidara nada ya que podía ser muy olvidadizo y más haciéndome cargo de varios locales a la vez –a pesar de que tuviera Ravi– y sin contar que a veces me ayudaba con la universidad también. Hacía lo posible por aligerarme la carga.

Definitivamente era la mejor, nos apoyábamos mutuamente, éramos un equipo y siempre estaba dispuesta a escucharme y aconsejarme.

Recientemente fui a Busan, a visitar la tumba de mis padres, ella me acompañó, en un principio pensé en ir solo, pero supe que no iba a poder después de todo lo que había pasado, necesitaba que Bae estuviese ahí.


"El viaje no fue tan largo, en avión hacia Busan era casi una hora, para nosotros fue súper rápido porque pasamos el rato hablando, escuchando música y comiendo. Llegamos temprano, nos devolveríamos por la tarde.

Ji no quiso venir y no queríamos dejarlo tanto tiempo solo, aunque estaban las chicas en casa.

No me gustaba visitar tanto el cementerio, a pesar de eso yo siempre los tenía presente y cuando hablaba con ellos sentía que de verdad estaban conmigo escuchándome.

–No me gusta verte así. –Dijo, Bae mientras caminábamos tomados de la mano saliendo del lugar.

–Se me va a pasar.

La verdad mi ánimo había decaído un poco, pero se me pasaría. Era la nostalgia de recordar mi niñez junto a mis padres. También había pasado por la tumba de mi abuela, ella murió unos cuantos años después del accidente.

–Hagamos algo después de comer –pronunció pensativa y luego sonrió– tengo una idea.

–¿Qué?

Nunca podría saber que resultaría de sus ideas pero casi siempre terminaba por hacer lo que ella quería.

–Un tatuaje.

–¿Por qué? –Esperaba que dijera otra cosa.

–Es una distracción, te sentirás mejor ya verás.

–Pero, ¿que nos vamos a tatuar?

–Yo no lo haré, tu si. Así que ve pensando en algo que no sea mi nombre o mi cara, por supuesto. –Reí al mismo tiempo que ella.

–Así me gusta verte. –Quedó delante de mi, y yo la rodeé por la cintura para dejar pequeños besos en sus labios.

–Creo que ya sé. –Le guiñé un ojo.

Después de comer en un restaurante, buscamos una tienda de tatuajes en internet que tuviera buenas opiniones, llegamos al local y tuvimos que esperar un poco para que fuera mi turno, estaba muy concurrido. Le expliqué a uno de los chicos lo que quería, serían dos tatuajes. Uno en la muñeca derecha y otro en el mismo brazo pero más arriba del codo, la idea había venido muy rápido a mi cabeza cuando Bae lo mencionó.

–El "13" ya sé por qué es –comentó, cuando subimos al auto– pero ¿el "Promise"?

Me había tatuado el número 13 en la muñeca porque es la fecha de mi cumpleaños y el de mamá, y ese número era el favorito de mi padre por eso mismo. Recuerdo que siempre decía que era su número de la suerte.

–Cuando estuve descansando luego de los días difíciles hice una promesa conmigo mismo, de que haría las cosas bien, con Ji, con mis amigos, contigo... Y también que siempre mantendría mi objetivo y me esforzaría por las cosas que quiero lograr –la miré– Bonita, no vayas a llorar. –Sonreí porque ella parecía retener las lágrimas.

–No voy a llorar –me abrazó, siempre hacía eso para calmarse, la conocía lo suficiente como para predecir sus reacciones– estás cumpliendo tu promesa, ya haces las cosas bien. Tus padres están orgullosos de ti, si estuvieran aquí no se cansarían de decírtelo –la apreté más contra mi, cerrando los ojos– Lo estás haciendo bien, cielo. –Repitió.

Al final había sido una buena idea la suya, el día terminó siendo muy significativo para mi y ya no sentía la tristeza de antes. "



Entré al área donde estaba el billar, encontrándome con Bae y Ravi jugando, no podía ser de otra manera. Ella estaba inclinada sobre la mesa muy concentrada en la bola que iba a golpear, y de sólo ver esa imagen me dio calor.

Tenía un vestido que yo le había regalado hace unos días, de color púrpura, su cabello negro caía suelto por su espalda, lo había teñido de nuevo. Tenía sus nike, me gustaba cuando usaba vestidos y zapatos deportivos.

–Estás liquidado, amigo. –Su voz me sacó de mis pensamientos y me acerqué a ellos. Bae sonrió al verme. –Hola, Park. –Dejó un beso corto en mis labios, cuando me situé a su lado.

–Otra vez ganándole a Ravi, ¿no sabes que puede llorar? –Me burlé viendo a mi amigo quien movía la cabeza en negación y frustración.

–Es una tramposa. –Se quejó.

–Acepta tu derrota, Rav –dijo, ella con altanería– creo que ese tinte no te deja pensar.

–Claro, lo dice la que tiene crisis de identidad –contraatacó él– no puedes decidir si eres rubia o morena ¿quién se divierte más?

Suspiré, mirándolos. Su amistad era a base de ataques así que yo no me metía.

–Yo me divierto de las dos formas, pregúntale a JiMin. –Ambos me miraron, yo carraspeé tardando entender a lo que se refería Bae.

–Vamos. –Corté el tema, dando la vuelta, sentí sus pasos detrás de mi y como se murmuraban cosas, de nuevo atacándose.

En pocos días sería la inauguración del club y estaba algo estresado aún, quería que todo estuviese listo a tiempo ya que la fecha estaba anunciada. Esta vez no quería abrir un local en un lugar tan "high class" por lo que decidí que el sitio perfecto sería Itaewon, lo quise hacer menos elegante por decirlo de alguna manera, donde cualquiera pudiera entrar.

Entramos a mi oficina, me senté detrás del escritorio, Bae se tiró sobre el sillón que estaba a un lado y Ravi se sentó frente a mi.

–Park, se me ocurrió esta idea ¿que tal si le decimos a las personas que vayan a la inauguración con disfraces? –arqueé una ceja, a Ravi se le ocurrían ideas muy extrañas– ¿No sería genial?

–¿Y de que nos disfrazaríamos? –Intervino Bae antes de que yo pudiera decir algo.

–Ustedes podrían usar un disfraz de pareja –pensó por unos segundos– JiMin de ángel y tú de diablita. –Soltó entre risas.

Todos a nuestro alrededor nos comparaban de esa manera a Bae y a mi, como que éramos diferentes pero que de alguna manera funcionábamos bien juntos.

–No me disfrazaré de ángel.

–No lo necesitas, cielo. –Dijo, ella y yo sonreí.

–Te amo, bebé. –Le devolví la sonrisa. 

–Eh... chicos, estoy aquí –Ravi hizo que volviera mi atención a él– puede ser de algún personaje de Disney.

¿Por qué estábamos hablando de disfraces?

–JiMin de Hércules y yo de Meg. –Bromeó, ella.

–Bueno... eres hermosa y sensual como Meg. –Comenté, mirándola y ella sonrió.

–Chicos... ¡vuelvo a recordarles que estoy aquí, joder! –Se quejó el platinado de nuevo. –Dejen de coquetearse cada cinco segundos.

–Vete, estorbas. –Dijo, Bae, en tono cansado.

–A JiMin le importo tanto como tú.

–A JiMin le hago cosas que tu no puedes hacerle. –Se encogió de hombros. Mierda, esa sinceridad. Sentí mis orejas calientes. –Búscate una novia, Rav. Oh, cierto que eres un idiota que las desechas como si cambiaras de bóxers. –Solté una carcajada porque era verdad.

–Para empezar no es así –la señaló luciendo ofendido– en los últimos dos meses sólo he tenido dos novias.

–Pobre, siento compasión por ti. –Comentó, sarcástica.

Se indujeron en una discusión y yo sólo me dediqué a mirarlos hasta que me aburrí.

–Ya, cállense –los interrumpí y miré a Bae– Lo siento, bebé –luego dirigí mi atención a Ravi de nuevo– No creo que esa idea sea lo mejor.

Después de terminar de organizar lo que faltaba, Rav se fue hacia el otro local.

Bae se levantó de su sitio y se acercó a mi para sentarse en mis piernas, yo llevé mi mano a su muslo pasando el dedo por la línea de su cicatriz, ya era algo automático para mi.

–¿Estás nervioso?

–Un poco. –Admití.

–Todo saldrá bien, el lugar quedó increíble. Hiciste un buen trabajo.

–También gracias a ti y a la opinión de los chicos.

–Será un éxito. –Dejó un beso en mi mejilla.

–Creo que todo valió la pena.

–Claro que si, estoy orgullosa de ti. –Esta vez me besó en los labios.

–Gracias –dije, en cuanto nos separamos– ¿tienes hambre?

–Si te refieres a comida de verdad, si –se levantó– pero si es a lo otro... tal vez. –Se llevó el cabello hacia atrás con una mano.

Me estaba provocando.

Me aclaré la garganta y me puse de pie, tomando mi celular guardándolo en mi bolsillo.

–Hablo de comida de verdad. –Sonreí, y ella asintió.

Se dio la vuelta para salir de la oficina, pero cuando a penas tocó el pomo de la puerta, la alcancé y la giré, pegándola de la pared y antes de que pudiera decir o hacer algo, sin más la besé. Sus manos fueron a mi cintura, yo tenía el brazo apoyado en la pared, mientras la sostenía del cuello con la otra mano, nuestras lenguas se rozaban en una danza tortuosa y lenta. Fui bajando la mano por su pecho, hasta dejarla sobre uno de sus senos, lo apreté un poco, sonreímos en medio del beso. Bajé más, contorneando su figura, hasta llegar al borde de su vestido que estaba a la altura del muslo, lo subí un poco y llevé mi mano a la parte interna de éste, hasta llegar a su zona cubierta por las bragas. A ella se le escapó un jadeo cuando me sintió allí y mordió mi labio, pegándome más a su cuerpo.

En todo el lugar había cámaras, menos dentro de mi oficina, aunque había una afuera de ésta, y es que sería un fastidio borrar las grabaciones de las cosas que a veces pasaban entre Bae y yo aquí.

Hice a un lado la tela, que ya se había comenzado a mojar y su cuerpo se estremeció por el contacto a pesar de que la estaba tocando superficialmente, abrió un poco más sus piernas. Dejé su boca para besar su mejilla y llegar a su cuello, metí un dedo y ella dejó salir un pequeño gemido, acaricié su punto sensible notando sus piernas temblar. Volví a atacar su boca, al mismo tiempo que metía un segundo dedo, moviéndolos lentamente, sus manos tomaron en puños mi camisa. Sus fluidos cubrían mis dedos por completo, metí un tercero estirándola un poco más y ella gimió más alto, abandonando el beso debido al placer.

–JiMin... –Siseó por lo bajo, cerrando los ojos y apretando los labios. Tomé su rostro para volver a besarla, mientras movía mis dedos en un ritmo constante.

Probablemente no iba a durar mucho, porque sentía que me estaba apretando. Saqué los dedos, poco a poco y dejé de besarla, ya había sido suficiente para ella y yo estaba controlándome demasiado. Le acomodé las bragas y el vestido en un movimiento rápido, viendo su expresión confundida e indignada porque había parado, sus mejillas estaban levemente enrojecidas. Me llevé los dedos que habían estado anteriormente dentro de ella, a la boca probándola y me alejé completamente. Me acerqué a mi escritorio, tomando una toallita húmeda de la caja que tenía allí, miré a Bae que aún parecía en shock, respirando agitada. Reprimí una risa.

–¿Vamos? –Hablé como si nada.

–No es justo. –Exclamó, molesta.

–Tampoco fue justo para mi ayer. –Dije, apuntándola. Ella bufó, pasándose los dedos por el cabello.

El día anterior ella me había dejado con las ganas, así como yo había hecho hace minutos, con el pretexto de que tenía que alistarse rápido porque saldría con EunBi, era una tonta excusa sólo para fastidiarme. Seguro pensaba que se me había olvidado pero obviamente me iba a desquitar, ya que habíamos pasado la noche separados.

Abrí la puerta mientras le tendía la mano, se negó y salió sin dirigirme la mirada. Sonreí, cerrando la puerta.

–Me siento... incómoda. –Se quejó. Se veía tan linda con el ceño fruncido.

–Te lo buscaste tu solita. –Comencé a caminar dejándola atrás, pero a los segundos quedó junto a mi.

–Las personas tienen que dejar de pensar que eres un jodido ángel. –Reí, por su rabieta y pasé mi brazo por sus hombros. –No lo eres siempre. –Besé su sien.

Ambos vivíamos en ese constante juego de ver quién caía primero con las provocaciones, era natural entre nosotros y debía decir que muy divertido.

Me gustaba la complicidad que teníamos.
















~~~~~~~~~~~~

Más de esta parejita^^

¿Les gustó? Gracias por leer💜

Continue Reading

You'll Also Like

156K 8.9K 46
¿Qué tan difícil es cuidar de tres niños pequeños? Segunda temporada. ¡No leas si no es de tu agrado! JungKook - JiMin - TaeHyung en little space. Na...
536K 12.6K 44
﹝🐍﹞ ── Traducciones de historias sobre los Slytherin Boys
113K 12.1K 32
En el pueblo donde usualmente llovía y había mucho aburrimiento, llega Isabela y Addaly a ponerle más acción a todo lo aburrido ;)
7.8M 468K 96
Esta es la historia de Katsuki Bakugou y _____. Dos adolecentes con una misma meta, ser héroes profesionales, pero también un mismo sentimiento. ¿Qué...