Con sabor a azúcar.

Від catsdevil

136K 18.6K 16.8K

(Saiki Kusuo Fanfic) [Español/Spanish] Nishimura Hikaru ha cumplido dieciocho años y tiene una vida medianame... Більше

Prólogo.
Capítulo 1 (El principio de las consecuencias)
Capítulo 2 (Guía para pedir una cita)
Capítulo 3 (Los mellizos Nishimura)
Capítulo 4 (Cyborg Cider-man 2: El regreso)
Capítulo 5 (El suplicio del pasado)
Capítulo 6 (El sospechoso Saiki Kusuo)
Capítulo 7 (Dos pequeñas galaxias)
Capítulo 8 (Salida male sal)
Capítulo 9 (El extraño universo otaku)
Capítulo 10 (Todo empieza con la verdad)
Capítulo 11 (La sorpresa que no fue sorpresa)
Capítulo 12 (Inefable)
Capítulo 13 (Una dolorosa realidad)
Capítulo 14 (Son solo problemas intestinales)
Capítulo 15 (La calidez de tus lágrimas)
Capítulo 16 (El peor enemigo de un psíquico)
Capítulo 17 (Sufriendo la ignorasion y asiendo la morision)
Capítulo 18 (Todo es culpa de Toritsuka)
Capítulo 19 (La casamentera Teruhashi Kokomi)
Capítulo 20 (El sentimiento de estar enamorado)
Capítulo 21 (Las mentiras tienen patas cortas)
Capítulo 22 (Etérea felicidad)
Capítulo 23 (Solo seremos tú y yo)
Capítulo 24 (Al ritmo de tu corazón)
Capítulo 25 ("Amigos")
Capítulo 26 (Los demonios internos jamás se irán)
Capítulo 27 (Personas inoportunas)
Capítulo 28 (Adiós a lo viejo, hola a lo nuevo)
Capítulo 29 (Lo que callan los psíquicos)
Capítulo 30 (Efectos de medianoche)*
Capítulo 31 (La graduación)
Capítulo 32 (Típico de hermanos)
Capítulo 33 (Un miembro más de la familia)
Capítulo 34 (El retorno del pasado)
Capítulo 36 (Bajo la boca del diablo)*
Capítulo 37 (La perfecta cena familiar)
Capítulo 38 (El querer del destino)
Capítulo 39 (Después de la tormenta)
Capítulo 40 (No más secretos)
Capítulo 41 (El final de este cuento de hadas)
Capítulo 42 (Por y para siempre) [EPÍLOGO]

Capítulo 35 (Un peso menos de encima)

2.1K 325 107
Від catsdevil




El parque nunca había sido un lugar tan frío y tan triste como antes.

Un agrio sentimiento recorrió cruelmente su cuerpo. Sentada en el borde de una fuente que ya no desbordaba agua gracias a la temporada del invierno, la joven de cabellos azabaches dejó escapar un pesado suspiro intentando mantener un rostro sereno. Sin embargo, sabía que, en algún momento, su cuerpo la traicionaría y dejaría que ese manojo de nerviosismo se proyectara en las expresiones de su rostro y en el tono de su voz.

Tenía que ser sincera consigo misma: tenía miedo. Miedo porque no sabía lo que podía llegar a ocurrir luego de ese encuentro.

¿Cómo es que aceptó ir en primer lugar? Seguramente era esa muerta esperanza que todavía se encontraba marchita en su corazón. Una esperanza que le decía que sí hubo algo bueno en su pasado, y que gracias a ello pudo aprender de sus errores. Una esperanza que quería demostrar que ella había cambiado, y que no era la misma chiquilla infantil que hace unos años atrás.

No quería seguir atada al pasado. Estaba harta de seguir así y sufrir cada vez que lo recordaba.

Ya no quería seguir sintiéndose culpable por lo que había sido. Quería demostrarse a sí misma que todo el sufrimiento que trepó por su piel alguna vez no había sido en vano y que ya había madurado lo suficiente como para tomar las riendas de su futuro.

Los errores antiguos no te definían como persona.

Y eso Hikaru lo sabía, pero por más que se lo repitiese, ella sentía que todavía caminaba ciega en una ruta sin salida. Preparándose para tirarse al abismo y caer en sus demonios que, hambrientos, la esperaban cada segundo para poder devorarla sin piedad.

—Lindo día, ¿huh? —una voz masculina la sacó de sus pensamientos, obligándola a poner los pies sobre la Tierra.

La azabache elevó la mirada hasta que se encontró con esa débil sonrisa y esos ojos apagados observándola con ligera melancolía.

—¿Qué es lo que quieres? —fue al grano. No quería quedarse, pero tampoco quería irse. Quería arreglar todo de una vez por todas.

El castaño permaneció en silencio por unos segundos, pensativo, intentando encontrar las palabras para comenzar.

—Meh, no lo sé realmente. Solo quería... verte... —ante eso último, Hikaru lo miró casi espantada y abrió la boca para contestar bruscamente. No obstante, el otro se le adelantó—. ¡No de esa manera, idiota! Lo decía porque quería disculparme contigo.

Eso sí que la tomó por sorpresa.

—¿Tú? ¿Disculpándote? Por favor, no me hagas reír. —respondió la joven molesta, frunciendo el ceño y desviando la mirada—. ¿De verdad te estás disculpando? ¿Un día después de que tanto como tus amigos y tú me hayan humillando e insultado en público? No lo creo. ¿No fue suficiente con haberme manipulado, destruido toda mi estabilidad emocional y autoestima cuando estábamos saliendo?

Tadashi chasqueó la lengua antes de sentarse en el borde de la frente, esperando que la azabache no lo tomase como un mal signo.

—Teníamos entre 14 y 15 años cuando empezamos a salir. Era un niñato que no tenía idea de lo que estaba haciendo. La verdad, es que me di cuenta de toda la mierda que tenía en la cabeza luego de que mis padres se divorciaran y me mandaran a una escuela militar. —acotó él, largando un suspiro y posando la vista en los árboles del parque para evitar observar a la contraria—. Nuestra relación era un chiste.

—La verdad que sí lo fue. Y no sé quién fue más estúpido: si tú por manipularme de una manera infantil y absurda, o yo por creer las idioteces que decías. —un deje de ira salió disparado en su tono de voz. Tadashi casi suelta una risa sarcástica.

—Meh, en ese momento éramos dos niños que creían ser adultos. Yo aplicaba contigo la violencia y la manipulación que vivía en mi casa, porque crecí con ello. —comentó el mayor, sacando del bolsillo de su abrigo una caja de cigarrillos—. Lo hacía de manera inconsciente, claro está.

—Eso no es excus-...

—No estoy diciendo que sea una excusa. Sé que tú no tenías nada que ver y que no te merecías nada. Solo te estoy explicando el por qué me comportaba así contigo.

Otro extraño silencio.

—¿Y cómo explicas el trato que recibí ayer? —Hikaru se cruzó de brazos, frunciendo el ceño y dándole una mirada de desconfianza a su ex novio.

Tadashi dejó escapar lentamente el humo del cigarro por su nariz.

—No hay un plan de por medio. —él la miró con seriedad—. Vine a disculparme por cómo te traté tanto ayer cómo esa vez que te vi y me golpeaste. Hago cosas estúpidas cuando bebo. Aunque sí me dolió el golpe.

—Te lo merecías.

—Sep. Bastante. —el muchacho dio una larga calada a su cigarro, antes de continuar—. También lamento como te trató mi... amigo. Me arrepentí de-...

—Sí, veo. Te arrepentiste tanto que nunca los detuviste.

—Sí lo intenté, pero eran cinco contra mí, no había mucho que hacer. Lo cierto es que pensé que solamente te dirían unos comentarios y ya. Nunca esperé que terminaríamos en la estación policía. —Tadashi hizo una mueca—. Lo único bueno de eso, es que por fin me deshice de ese idiota, además de que le debía dinero me parecía una persona desagradable y absurdamente bruta.

—Deberías dejar de juntarte con personas que no te caen simplemente para no sentirte solo... o aparentar que no te sientes solo. —Hikaru lo observó con molestia.

—Tú siempre tan sincera. —habló él, dedicándole una sonrisa llena de burla e ironía—. Antes me preocupaba, pero con el tiempo terminé acostumbrándome. Aunque estamos hablando mucho de mí, así que lo voy a decir una vez por todas así ya está: perdón por todo lo que te hice.

La azabache no emitió ningún sonido, aparentemente estaba intentando averiguar si el castaño decía la verdad o si era todo un cuento y en realidad estaban haciendo esas típicas bromas con cámaras ocultas para internet.

Tadashi, al ver la mirada recelosa de su ex novia, solo rodó los ojos.

—No me importa si no me crees. Yo hice lo que debía hacer, que era disculparme. Allá irás tú a ver si me perdonas o no. —cuando finalmente se consumió el cigarrillo, el castaño lo tiró al suelo y lo apagó con la suela del zapato.

Hikaru suspiró y negó con la cabeza.

—Solo espero que a tus próximas novias las trates un poco mejor que a mí.

Tadashi le sonrió.

—De hecho, fue mi novia la que me dijo que debía disculparme contigo. —confesó, sacándole una expresión de sorpresa a la contraria—. Me está ayudando con mi alcoholismo, pero cuando peleamos vuelvo a tomar, por eso me viste así el otro día y ayer. Se está haciendo lo que se puede.

—Siento pena por ella.

—Igual yo. —el castaño se levantó y empezó a sacar otro cigarrillo—. Bien, solo quería decirte eso. Tal vez en otra oportunid-...

—Necesito preguntarte algo... estás... ¿estás tratando de volverte mi amigo?

Un silencio sepulcral se interpuso entre ambos, donde los dos se miraban atentamente. Hikaru mantenía el ceño fruncido mientras que el castaño poseía una expresión de ligera sorpresa. Luego, este sonrió nuevamente.

—Sí, me gustaría. Tal vez sienta un peso menos si lo somos. Ya sabes, después de todo... jamás fuimos amigos realmente en el pasado... —y ahí estaba. Hikaru sabía que él estaba ocultando algo; suele fumar cuando está atravesando momentos de estrés. Suponía que los malos hábitos nunca cambian—. Pero no te obligaré. Además, sé que si tu madre me vuelve a ver cerca de ti me arrancará la cabeza de una patada.

"Entonces... sí se siente culpable por su pasado..." Pensó, notando cómo el otro reía por su propio comentario. Ella no pudo evitar sonreír ligeramente. "Al menos sé que no soy la única..."

—Solo quería quedar en buenos términos contigo y no hacer que cada momento en los que estamos se vuelva incómodo. —confesó, ya caminando lejos de ella y haciendo un gesto con la mano como una manera de despedirse sin mirar atrás—. Nos vemos en otra oportunidad... Hikaru.

Y sin decir nada más, el castaño se largó, dejándola sola en su mundo con pensamientos desbordándose de sus ojos.

***

Caminando por el desolado y helado pavimento, Hikaru seguía sumida en su cabeza, alimentándose de recuerdos y pensamientos que se esfumaban tan rápido cómo llegaban. ¿Qué era lo que estaba haciendo? Constantemente oía a las personas decir que lo peor que alguien podía hacer era convertirse en el amigo de una ex pareja. Ya que podría desencadenar consecuencias irrevertibles, como, por ejemplo: volver a sentir atracción hacia él.

No era extraño que la gente diga ese tipo de cosas porque era real: el volver a tener contacto con la persona que amaste alguna vez, puede llevarte a mantener viva la esperanza de regresar al punto anterior en algún momento. Pero eso ocurría si todavía no habías pasado de página.

Y Hikaru ya lo hizo. Ella ya pasó de página, ¿verdad?

"Supongo que sí. Después de todo, no me causó nada el hecho de saber que él tiene novia." Pensó, al borde de la vereda, esperando a que los autos terminasen de pasar así ella podía cruzar. "No me duele."

Pero... ¿entonces por qué seguía sintiendo un poco de cariño hacia él? Y lo que más le preocupaba... ¿era un cariño romántico?

"No." El semáforo se puso en rojo, a lo que ella empezó a caminar. "Es distinto al cariño que le tengo a Kusuo."

Porque por más que lo tratase de imaginar, no podía verse con alguien más. En su futuro, Kusuo estaba en él, acompañándola. Y era un futuro que hacía que su corazón se derritiese y se llenase de amor y felicidad.

Definitivamente estaba a los pies de ese idiota con lentes raros y pelo rosa. Sonrió inconscientemente ante el pensamiento.

Yare yare... ni siendo mi novia dejas de pensar que mis gafas son raras.

—Hikaru.

—¡Kusuo! —la azabache saltó en su lugar al oír la voz de su novio a sus espaldas. Rápidamente, se dio media vuelta con la mano en el corazón—. Qué susto me diste.

—Pasaste a mi lado y ni te diste cuenta...

La mayor parpadeó perpleja unos segundos antes de mirar a su al rededor, sorprendida porque ni siquiera sabía dónde estaba. Al parecer estaba tan metida en sus pensamientos que ni siquiera se fijaba por donde caminaba; iba sin rumbo.

—Demonios, lo lamento. —rió con nerviosismo, rascándose la nuca.

—¿Te sientes bien?

Hikaru abrió la boca ligeramente para darle una respuesta afirmativa, porque no estaba segura si contarle lo que acababa de pasar. Hace unas horas atrás, ella le dijo que no podrían verse porque tenía cosas que hacer, y cuando Kusuo le preguntó qué era lo que iba a hacer, simplemente evitó la pregunta y cambió de tema.

Por supuesto, ocultar la verdad también era mentir.

La azabache dejó escapar un suspiro antes de darle una sonrisa triste.

Ya había vivido ese numerito de ocultarle cosas a tu pareja con la simple excusa de 'no quieres preocuparle', y mentirle en su lugar. Pero, ¿por qué hacerlo otra vez? Ya había vivido suficiente y podía decir que eso solo traía problemas y provocaban inseguridades y desconfianza en la otra persona.

"Yo... quiero que Kusuo confíe en mí. Porque sé que lo hace, y nunca me perdonaría si llego a traicionar su confianza." Controló exitosamente las lágrimas. "No puedo hacerle lo mismo que me hicieron a mí. Eso es lo que tengo que cambiar."

Es bueno saber que has madurado.

—Kusuo... yo-...

El psíquico posó una mano en los labios de la contraria, impidiéndola seguir. Ella le dio una mirada confusa y él solo le respondió una muy pequeña sonrisa.

—Primero entremos a una cafetería, quiero una gelatina de café.

—Oh, ¿así que prefieres a la gelatina de café antes que a mí? —Hikaru no sonaba ofendida ni molesta, todo lo contrario.

Saiki se dio media vuelta y comenzó a caminar hacia la cafetería más cercana.

—Sí.

—¡Kusuo! —regañó la azabache entre risas, dándole un pequeño empujón a su novio, a la vez que ambos entraban al local—. Eres muy malo conmigo...

Mientras hacían su pedido, Hikaru no pudo dejar de mirar a su novio. Cada vez que lo miraba, recordaba lo afortunada que era de tener a alguien cómo él a su lado. Porque sí, su corazón se contraía por todo el amor que florecía dentro de su pecho, y las dichas mariposas en el estómago revoloteaban con fuerza en su interior.

"Sí, esto no se compara con nada de lo que he vivido antes." Se dijo la azabache, aferrándose al brazo del psíquico una vez que los dos se sentaron con pedido en mano. "Oh, Kusuo... ¿dónde has estado toda mi vida?"

Esperándote.

El de cabello rosa sonrió, deslizando un brazo por la cintura ajena y dándole un beso en la frente.

—Bien, ¿qué era lo que me ibas a decir?

—Uh... —Hikaru se separó un poco para poder ver el rostro de su novio, sin perder la calidez y la cercanía. Tragó saliva, nerviosa—. Mi ex vino a disculparse... por todo lo que pasó y eso...

—Ya. Supongo que lo rechazaste, ¿verdad?

—Sobre eso quería hablarte...

A Kusuo le tembló una ceja.

—¡Hikaru!

—Aw, ¿esta es nuestra primera pelea como pareja? —rió la azabache, observando el ceño fruncido de Saiki.

Продовжити читання

Вам також сподобається

7.2K 701 12
Con la llegada del Coronavirus al país, el gobierno había decidido establecer el estado de alarma y, con él, el inicio de la cuarentena. A Sugawara K...
39.7K 2.3K 14
Eres una maestr@ que solo traes consigo siete pilares, tu controlas solo la mitad de la tierra, pues el mundo es grande para aquellos pilares, eh sal...
172K 10.7K 30
RE - SUBIDA Noah Cullen, humana, decide visitar la Reserva Quileute, no espera que encontrarse con Embry Call hiciera que si vida cambiase por comple...
113K 9.1K 37
Inicio: 30 de Julio del 2021 Final: 30 de Junio del 2023 ╭──────────────────♡.°୭̥ │ ✐#1 saiki [11/01/23] │ ✐#1 aiura [29/11/22] │ ✐#1 psiquico [09/0...