Maratón (1/?)
—¡Qué es mi cama!—me tiré sobre Bryce haciendo que ambos caigamos al suelo.
—¡Yo llegué primero!—nos giró haciendo que él quede sobre mí.
—¡Me empujaste contra la planta de la entrada, idiota! ¡Está es mi cama!—comencé a golpearlo con un almohadón. Tayler nos miraba desde el sillón de la entrada con su cabeza apoyada en su mano.
—¡Eso no se vale!—se tiró sobre mí y comenzó a golpearme también.
—¡Violencia de género! ¡Ayuda!
—Vendrán en serio, Pey. No grites.—me regañó Tayler.
—Mierda.—me golpeó más fuerte.—¡Sal de encima Hall!—se distrajo y lo golpeé con la almohada.
—¡Suficiente! ¡Hace quince minutos están peleando por esa maldita cama! ¡Hagan piedra, papel o tijera!—nos gritó Tayler exaltado.
—Bien.—miré a Bryce enojada.—Piedra, papel o tijera ¡Ya!—yo había ganado pero Bryce cambió rápido de papel a piedra.—¡Hizo trampa!—miré a Tayler con la esperanza de que haga algo.
—¡No es cierto!—me tiró con la almohada dándome en mi cabeza. Se la iba a devolver pero Tayler actuó antes.
—¡Basta de almohadas!—nos las quitó y las dejó sobre la otra cama.—¡Acepta la derrota, Bryce! ¡Pey tiene la cama grande para ella sola! ¡Debemos compartirla!
—¡Es injusto!—se quejó.
—¿Injusto?—su cara cambió una mirada de indignación.—Injusto es que les pedí por favor a ambos nada de peleas, ¡Y es lo primero que hicieron apenas llegamos al hotel!—nos gritó y yo lo miré sorprendida evitando reír.
—Todo culpa de Bryce.—solté encogiéndome de hombros.
—¿Culpa mía? ¡Tú eres la que entró corriendo en la habitación desesperada por una cama!—me golpeó con la manga de su buzo. Lo miré indignada.
—¡Habla el que me empujó contra esa planta salvajemente!—se la devolví con mi buzo.
—¡Basta!—Tayler se interpuso.—Bryce, al baño.
—No lo estás diciendo en serio...
—¡Ve a pensar tus actos al baño, Bryce Hall!—lo obligó.
—¡Ja! En tu cara, idiota...
—¿Quieres ir a pensar tus actos también a otra parte, Peyton?—negué mirando mal a Tayler.—Así me gusta, a tu cama a pensar.—rodé los ojos y me senté enojada cruzándome de brazos.
—¡Esto no quedará así!—gritó Bryce cerrando con fuerza la puerta del baño.
—La pelea es mañana.—me dijo Tay ya más calmado revisando su teléfono.—Tenemos toda la tarde para pensar que hacer hasta la noche.
—Quiero un tatuaje.—dije segura. Tayler me miró divertido.
—¿Estás hablando en serio?
—Tengo solo uno, quiero otro más. ¿Sabes? Podemos hacernos los tres uno. Yo me haré dos.—asintió divertido.
—¡Si hacemos los puntos, yo soy el del medio!—gritó Bryce asomándose desde la puerta del baño.
—¡Yo quería ser la del medio!
—Aquí vamos de nuevo.—Tayler cubrió su cabeza con la almohada tirándose sobre la cama.
—¿Segura que quieres este?—me preguntó Bryce. Asentí mirando la pequeña media luna hecha de flores.
—Bien, luego los tres nos haremos este.—señaló Tayler. Eran tres rayos, uno al lado del otro y cada uno pintado representando cuál era. Al final terminé siendo el último rayo por ser la menor. Los odiaba.
—Perfecto.—dijo el tatuador terminando de calcar mi diseño.-¿Quién empieza?
—Pues, yo.—dije mientras me acomodaba en el sillón de la sala en donde se suponía que me iba a tatuar. Iba a ser en el tobillo, rodeándolo, estaba bastante conforme.
—Puede que duela un poco, es una zona muy sensible.—asentí y comenzó a pasar la aguja por mi piel. Al principio no sentí mucho, hasta que llegó a una zona donde comenzó a arder.
—Mierda.—Tayler tomaba mi mano mientras me grababan y se reían.
—¿Dónde quedó la Pey corajuda?—me grabó Bryce riendo.
—Los odio.—apreté más la mano de Tayler.—¡Diablos! Odio mis impulsos.—en serio, esto estaba doliendo.
—Tu madre nos matará.—reí por el comentario de Tay. No sabía de mi primer tatuaje, y ahora vería que me hice dos.
—Tengo 19, chicos. No es tan malo.—suspiré. Luego de unos 20 minutos, terminó.—¡Al fin!
—Ahora los rayos. ¿O quieres que siga otro?—negué. Los rayos iban en el dorso de nuestras manos. En menos de cinco minutos los terminó. Luego siguió Tayler y Bryce. Cuando terminamos, el tatuador nos sacó una foto a los tres con nuestros tatuajes. Pagamos y salimos del local. Estaba feliz por mis tatuajes.
—¡Tenemos tatuajes nuevos!—gritó Bryce grabando un video.—A las nueve los mostraremos.—nos grabó y luego lo público. Volvimos al hotel y me tiré en la cama. En serio estaba agotada. Me estaba durmiendo hasta que mi teléfono suena.
—¿Hola?—hablé media dormida, miré a los chicos quienes también estaban dormidos. Creo que la foto será mañana.
—Soy Griff, Pey.—dijo divertido. Salí de la habitación y me senté en el suelo del pasillo.
—Lo siento, nos dormimos, fue un día productivo... aún que no lo creas.—reí.
—¿Cómo estás?
—Bien, pelear con Bryce es agotador.—lo escuché reír—Pero... ¡Tengo dos tatuajes nuevos!—le hablé feliz.
—¿Tenías tatuajes?—me preguntó sorprendido.
—Una rosa en mis costillas. No era la gran cosa.—le contesté.—Ahora compartimos un tatuaje con los chicos y tengo las flores que quería.
—Eso es genial, Pey. Luego me los muestras.—en su voz notaba algo extraño.
—¿Estás bien? ¿Sucede algo?
—Claro que no, pero la casa está aburrida sin ti y Bryce. Jaden se fue con Mads y Dino te extraña.—sonreí.
—Oh, si es una cosita adorable, también lo extraño, a ambos.—suspiré.—Será la semana más eterna de mi vida.
—Verás que en menos de lo que pienses, volverás a Los Ángeles.—sonreí de lado.
—Eso espero.
—Debo colgar, Josh me necesita. Nos vemos, Pey.
—Te quiero...—colgó.—¿Griff?—miré mi teléfono sorprendida. Suspiré y entré de nuevo en la habitación. Cerré todo, me puse mi pijama y me acosté a dormir confundida.
—¡Es hoy! ¡Es hoy!—Bryce saltaba en mi cama con una mala imitación de la voz de la película "Stuart Little"
—No me molestes, Hall.—dije empujándolo haciendo que caiga al suelo.
—¡No seas grosera! Debemos ir a ver la pelea, tenemos dos horas para prepararnos.—dos horas... Bryce recién se despierta, lo que quiere decir que lo despertó Tayler que ya debe estar bañado...
—¡Yo me ducho primera!—salí corriendo de mi cama hasta llegar al baño.
—¡Sal de ahí rata asquerosa!—me sacó Bryce. Intentó cerrar la puerta pero no se lo permití.
—¡Tú tardas la vida, Bryce! ¡Merezco bañarme primera!
—¡Deja que me dé mi baño reparador!
—¡No es momento!—le grité furiosa.
—¡Tayler!—llamamos ambos.
—Estaré en la cafetería.—nos dejó solos peleando por una ducha... Definitivamente, esto será una guerra. No hay forma de solucionar las cosas solos, solo que uno ceda y no voy a ser yo.
—Dime las razones por las que tienes que bañarte primero.—le dije a Bryce.
—Porque te acabarás el shampoo, y el agua caliente, y...
—Bryce, tardo solo cinco minutos, no me acabaré ni el shampoo ni el agua caliente, podrás tener tu baño de belleza tranquilo y yo podré escoger mi ropa tranquila.
—No.—intentó cerrar la puerta pero no lo dejé.
—Te compraré lo mismo que yo compro en casa solo dos veces, cuando renovemos los estantes.
—Hecho.—salió del baño y entré. Me bañé rápidamente, curé los tatuajes, me puse algo de crema y salí. Bryce entró prácticamente corriendo al baño.—Idiota.—abrí mi valija y tomé un jean mom celeste desteñido super roto y debajo unas medias red, un top negro y encima un buzo gigante amarillo. Tomé mis Vans y me miré al espejo, no estaba tan mal. Me maquillé un poco y saqué mi cabello, tomé mi teléfono, algo de dinero y bajé junto a Tayler.
—¿A qué hora nos buscan?—pregunté mientras me sentaba a su lado con mí café.
—Dentro de media hora. ¿Bryce no está listo?—me encogí de hombros y comencé a desayunar. A los minutos baja el idiota. Continuamos comiendo mientras revisábamos nuestros teléfonos hasta que le avisan a Tayler que debemos ir a la entrada del hotel para ir al lugar de la pelea.
¿Por qué tan temprano? Haremos una sesión de fotos y entrevistas. Aburrido.
—¿Entonces el tal Brandon golpeó a Tayler?—me preguntó Nick aún sin entender la situación. Estábamos en el hospital de Miami, terminando de hacerles controles a Bryce y Tayler.—Luego de haberte empujado.—negué con el hielo en mi mejilla.—¿Entonces?
—Desde el principio.—me dijo Thomas serio. Suspiré. Esto pasó.
>>> La pelea había terminado, en serio moría por volver al hotel a tirarme en mi cama y dormir por horas. Era agotador sacarse fotos y realizar miles de entrevistas por todos lados.
—¿Vamos de fiesta?—nos preguntó Bryce.
—De fiesta a la cama, Bryce. Mucho ruido por hoy.—dijo Tayler mientras tratábamos de salir de la multitud de gente que se había formado.
—¡Será divertido!—nos insistió pero yo seguía negada a salir y Tayler igual.
—Ve si quieres, pero que no nos llamen porque vas borracho.—le dije seria. Llegamos a la entrada y creo que había el triple de gente.—¡Quiero ir a dormir!—grité frustrada.
—No me iré solo. Me quedaré con ustedes y haremos nuestra fiesta... ¿No?—asentimos mientras intentábamos pasar por la multitud. Luego le diríamos que no.
—No vamos a llegar nunca al hotel.—suspiré tapando mi cara, en serio necesitaba dormir.
—Miren quién está aquí.—un chico de la edad de Bryce se acercó y lo saludó, Bryce lo miró extrañado.—El gran Bryce Hall y sus amigos tiktokers. ¿Qué baile nos harás ahora, eh Hall?
—Debo irme.—lo ignoró tomando mi mano mientras le hacía señas a Tayler para salir de allí. Pero el tipo se puso frente a él.
—Oh, vamos, Hall. Como los viejos tiempos...—le habló divertido.—Oh disculpa, tienes nuevos amigos por una estúpida aplicación.—se burló. Bryce lo miró mal.—¿Qué sucede? ¿Tengo algo en la cara?
—Déjame, Brandon. Por favor.
—¿Cómo te va con tu novia?—ahora fui yo quién lo miró mal. No tenía necesidad de meter a Addi en esto.—Lo siento, cierto que cortaron. ¿Con quién te fuiste esta vez, Hall?
—Debemos irnos, con permiso...—intenté pasar del tipo, pero me empujó haciendo que me tropiece y caiga, provocando que golpee mi mejilla con un banco que había allí.—Eres una estúpida que no tiene estabilidad, Peyton.—hablé sola.
—¡Pey!—Bryce y Tayler me ayudaron a levantarme.
—¿Qué te sucede idiota?—le grité ya estando de pie. En serio me había sacado de mis casillas. Tenía sueño y mi cara dolía horrores.
—Lo siento, no te vi.—me contestó burlón. Bryce suspiró pesadamente, en serio se estaba enojando. Pasó a su lado pero este idiota le escupió en la cara.
—Estamos en problemas.—dijo Tayler y Bryce se abalanzó sobre él.—¡Diablos!—intentamos separarlos pero era imposible.
—¡Llamen a los guardias!—grité y rápidamente llegaron algunos. Cuando logramos separarlos, miré a Bryce que tenía su ojo morado y Tayler sostenía su costado derecho.—¡Esto debe ser una jodida broma!—los guardias nos tomaron y nos llevaron lejos del lugar donde se había multiplicado la multitud. Nos subimos al auto que nos trajo al principio y volvimos al hotel. <<<
—¿En qué diablos pensabas, Pey?—me regañó Nick.
—No sabía que iba a reaccionar de esa manera. Normalmente la gente común deja pasar a las personas y no las empuja.—hablé enojada.—Y los guardias se aprovecharon de la situación y golpearon a Tayler.—suspiré.—Bryce explotó cuando nombró a Addi y le escupió... juro que estaba conteniéndose para no golpearlo. Lo superó la situación.
—Deben volver a Los Ángeles.—ordenó Thomas.—Por lo menos hasta solucionar esto.
—Pero estamos bien. Fue solo una estúpida pelea, no fue nuestra culpa.—les hablé enojada.
—Pey, lo entiendo. Pero primero dejemos que Tayler y Bryce se recuperen y luego podrán volver a viajar a donde quieran.—rodé mis ojos.
—Cuando terminen, les diré a los chicos.—asentí. Thomas fue a hacer unos llamados, quedando sola con Nick.—Iba a ser nuestra mejor semana... un idiota la arruinó.
—Lo siento, Pey... creo que debí darte algo más de ayuda, a ambos, mayor seguridad. Era un evento grande, ninguno midió las consecuencias.—miré a Nick y lo abracé.
—Haces lo mejor que puedes, Nick. No fue tu culpa. No estaba en nuestros planes que esto pase.
—Deberías llamar a Griffin, estaba preocupado. Salieron en todos lados.—lo miré sorprendida y le marqué.
—¡Diablos!—a los segundos contestó.
—¿Pey?
—Lo siento, siento no llamarte. Llegué hotel y me dormí y esta mañana me desperté por Tay que tenía mucho dolor y Nick y Thomas vinieron...
—¡Hey, hey! Tranquila. Todo está bien. ¿Te encuentras bien? ¿Te sucedió algo?—intentó calmarme, pero se notaba preocupado.
—Sí, estoy bien. Solo un raspón en mi mejilla, no es nada... no se irá dentro de unos días pero no es tan grave.—escuché su risa del otro lado.
—¿Cómo fue la pelea?
—Bastante buena, no esperaba toda esa preparación...—suspiré.—¿En serio estás bien? ¿No estás enojado porque no te llamé? En serio lo siento...
—Pey, me tenías preocupado, cuando Nick llegó y los vio bien, nos avisó.
—Lo siento, en serio.—soy una idiota.
—Deja de disculparte. Debes descansar. No te preocupes. Me alegra saber que estás bien.
—¡Ya deja en paz a tu novia, Griffin!-escuché gritos de fondo. Sonreí, extrañaba a los chicos.
—¡Si se metió en problemas, ya está grande para solucionarlos sola!—los odio. Griffin puso el alta voz.
—No seas idiota, Josh.—le contesté.—Todo esto fue culpa de Kio.
—¡Qué diablos hice ahora!—dijo Kio frustrado y reímos.
—Los extraño chicos. Creo que los veré antes.—rodé mis ojos.
—¿Y sus vacaciones?—me preguntó Jaden.
—Se ve que no era el momento.—suspiré.—Otra semana será... espero.—en eso sale el doctor de la habitación en donde estaban los chicos.—Los llamo luego, debo ver como esta Tayler y Bryce.—me despedí y guardé mi teléfono.