Eros, Dios del amor sexual que busca más y más placer, el Dios que no le importa tener una pareja con romance. Las parejas que ha tenido solo es por lujuria, un divino pecado que los mortales tienen incluyendo Eros, sus amantes solo duran una noche y cuando termina de satisfacer su deseo va en busca de otro, cazando a cualquiera, no le importa el sexo, sea hombre o mujer, su lujuria es su prioridad. Eros su nombre lo dice, erotismo, un danzante de noche en armonía de personas, el no tiene sentimientos no le interesa nada de responsabilidad, solo quiere pasarla bien con los demás.
Agape, Dios del amor incondicional, es el amor puro, es dulce y su belleza es inigualable, algo hermoso y a la vez doloroso, su amor es grande y verdadero. Sus parejas terminan lastimandolo al ver que no ofrece nada más que sinceridad. No es ningún pecador, pero su existencia se expande por mortales inexpertos en esto, pero es del bueno. El amor incondicional entre los mortales se extingue, cada vez hay pocos creyentes. Es el primer amor que aparece y es al que lo olvidan porque es doloroso. Agape es un danzante sin fin, su humildad no se compara, entre las rosas lo verán sonriendo pero sufriendo, se representa entre rosas ya que suelen ser las más hermosas pero al arrancarlas sangraras por sus espinas.