—Así que deberías decirle algo a tu hijo.— termina de decir HeeChul a sus padres después de haberles contado, desde que KyuHyun termino con JongHoon, hasta el beso de reconciliación que se dieron hace menos treinta minutos.
Habían mandado a JongHoon a su habitación y a KyuHyun a su casa después de haberle prestado ropa, porque la suya estaba mojada.
— Son jóvenes, HeeChul. Su relación pronto terminará y JongHoon conocerá a alguien más. Con suerte no saldrás denuevo como un hermano sobreprotector.
HeeChul no responde y hace una mueca de disgusto, por alguna razón no le había gustado la respuesta de su progenitora.
[...]
KyuHyun había llegado a su casa, sintiéndose en paz después de haberse disculpado con su amado Hoonie.
Sin evitarlo, da unos saltitos de emoción con una gran sonrisa.
— ¿Qué estás haciendo?.— la voz de su hermana lo sobresalta.
— ¿Qué haces aquí?, deberías estar en tu casa, abandonadora.
— Aish, KyuHyun. Supéralo.
— No, eso te pasa por no cuidarte.— dice viendo su estómago de embarazada de siete meses.— Pero quiero ser tío.— termina de decir y encogiéndose de hombros, sube a su habitación.
— ¡Yah, mocoso! ¡No dejaré que te les acerques!
— ¡Entonces lárgate de aquí!.— le devuelve el grito.
— ¡Mocoso estúpido!
— ¡Embarazada estúpida!
Y la familia Cho volvía a los viejos tiempos.