Padre (Terminado)

By chincol22

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Naruto Uzumaki es un nombre muy conocido por varios líderes de la aldea, un jounin al nivel de Minato que des... More

Un nuevo sensei, Hola soy Naruto
El es mi amigo Naruto.
Equipo Remolino
Una llama que arde en la oscuridad
Primera misión
Equipo Remolino entra en acción
El rival de Mía
Orochimaru aparece ¡si tocas a mi hija te mato!
comienza la preliminar, Mía Uzumaki.
La aparición de Jiraiya
Una decisión importante
el final más esperado.
Epilogo
Comienza Cuenta Regresiva

Mi nuevo sensei, equipo remolino.

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By chincol22

 Amanecía nuevamente en Konoha, hoy era una fecha que para algunos significaba recordar lo sucedido hacer 13 años, el ataque del zorro de nueve colas, suceso que se terminó llevando la vida de cientos de personas incluidas las vidas del cuarto Hokage y su esposa, y hoy se conmemoraba eso con un festival, ahora también habían dos personas que se supone este debía ser el día más feliz de sus vidas pero no era así solo representaba miedo y dolor o así era. Mía comenzó a abrir sus ojos, no quería despertar pero debía hacerlo su sensei la vendría a buscar para salir a entrenar y debía estar lista, se levantó y se dirigió al baño para asearse, muchas cosas pasaron durante este tiempo que cambiaron su vida para mejor, su sensei todos los días la visitaba para compartir un desayuno o el almuerzo con ella además de salir a entrenar y en las tardes se quedaba hasta que se dormía, nunca esperó encontrarse con alguien como el, quizás así se sentía tener un padre, pero había algo extraño en su sensei, de repente lo encontraba viéndola con ojos que demostraban pesar y arrepentimiento, como si le hubiera hecho algo muy malo pero eso era imposible el era el hombre más bueno del mundo. Mientras estaba en el baño escuchó como la puerta de su casa era abierta, pero no había problema sabía que era Naruto, lo malo es que no llevaba la ropa para vestirse cosa que la puso roja como tomate se secó y se cubrió con la toalla abrió un poco la puerta y dijo en voz alta -"sensei cierre sus ojos, debo ir por mi ropa"- Naruto sonrió pero hizo lo que le ordenó su hija -"lista, puedes salir"- dijo dándole la espalda a la puerta del baño y cerrando los ojos, Mía lo miró para encontrarlo de espaldas, rápidamente corrió al mueble y sacó la ropa necesaria, para nuevamente encontrarse en el baño vistiéndose, ya lista salió para encontrar a su sensei sentado en la mesa para tomar desayuno pero algo la sorprendió y emocionó, en frente de su sensei había una torta no muy grande pero su suficiente para los dos con dos velas un uno y un tres indicando su edad -"feliz cumpleaños pequeña"- Mía corrió a los brazos de su sensei, ya no le daba miedo decir que el hombre frente a ella era el hombre más bueno del mundo y la figura paterna que le hacía falta -"gracias papá"- susurró cosa que fue escuchada por Naruto -"de nada mi niña, por cierto hoy no entrenaremos, tengo pensado que vayamos a un festival en un pueblo cercano así que"- sacó un pergamino y de el hizo aparecer una caja de regalo, se lo acercó a la chica, Mía tomó el regalo con cuidado y lo pegó a su pecho como si de un tesoro se tratara -"no se como pagarle todo esto que hace por mi, no somos familia y aún así se toma tiempo para estar conmigo"- de a poco las emociones fueron dominando a la niña que comenzó a llorar, Naruto miró a su hija y simplemente dejó salir lo que tanto quería decir -"Mía, tengo otro regalo para ti este día, espero sepas entender lo que te diré"- Mía asintió -"hace 13 años yo estuve enamorado de una mujer con la cual quería hacer mi vida, pero por cosas del destino no pudo ser, esto me hizo retirarme como ninja y decidí vivir un tanto lejos de la aldea, sin saber que aquella mujer estaba embarazada, nueve meses más tarde tuvo una niña hermosa pero por motivos que desconozco la abandonó"- no pudo seguir ya que Mía se acercó a el con sus ojos húmedos, esperaba encontrar odio en sus ojos pero fue todo lo contrario -"tu eres mi papá cierto?"- preguntó con voz suave que trataba de controlar los sentimientos que tenía ahora, naruto suspiró bajó la mirada y para sorpresa de la niña se tiró de rodillas al suelo mientras pegaba su frente al suelo -"perdóname por no estar contigo todos estos años hija mía, perdóname por todas esas veces que quisiste que alguien te consolara y yo no estaba"- Naruto dejó ir todos sus sentimientos y lloró con amargura, Mía miró a su padre con cariño, la verdad siempre quiso tener un padre como Naruto y finalmente el día de su cumpleaños número trece su sueño se cumple, dejó la caja sobre la mesa y tomándolo de los hombros le hizo levantarse, Naruto sentía dolor en su corazón, no quería mirar a los ojos a su hija, sentía vergüenza -"te perdono papá"- dijo Mía abrazando con fuerza a su padre, Naruto respondió el abrazo y acarició la espalda de su hija -"prométeme que no me abandonaras por favor"- pidió Mía -"jamás hija mía, ni dejaré que nadie te aleje de mi"- Mía sonrió, después de un minuto se separaron y ambos limpiaron sus lágrimas -"bueno creo que mucho llanto por este día además quiero que mi princesa sea la envidia de todas las mujeres del festival"- habló Naruto con una sonrisa en su cara, Mía asintió, tomó la caja para abrirla y encontrarse con el kimono más hermoso que haya visto, levantó la mirada y le sonrió a su padre.

Ya estaba pronto para que sean las 4 de la tarde, se demorarían cerca de 15 minutos en llegar según Naruto, Mito se encontraba vistiéndose para esperar a su padre, a lo que estuvo lista se miró en su espejo y sonrió feliz, se dio una vuelta y ya convencida esperó a su padre que la viniera a buscar.

Minutos más tarde la puerta fue abierta por Naruto, cuando vió a su hija de pie al lado de la mesa quedó congelado, Mía miró preocupada la reacción de su padre, quizás no se veía tan bien, un tanto triste se dirigió al baño para cambiarse, pero fue detenida por su padre -"espera hija que sucede?"-  Mía miró a su padre -"creo que no me veo bien quizás no debamos ir"- Naruto negó con la cabeza -"no digas tonterías pequeña, te ves hermosa tanto que quizás no debamos ir al festival"- Naruto le dio la espalda a su hija mientras murmuraba cosas que Mía no entendía -"pobre que algún mocoso pervertido se le acerque a mi princesa, de una patada lo envío a suna"- Mía tenía una gota en la cabeza por la actitud de su padre -"está bien papá vamos, por cierto tu también te ves muy apuesto, acaso ya andas buscándome una mamá?"- naruto se giró rápidamente en dirección de su hija -"no digas eso ni de broma, llevo tanto sin hablar con una mujer que de solo pensarlo no sé que le podría decir"- Mía miró a padre con ternura -"tranquilo papá que llegado el momento yo te ayudaré"- Naruto sonrió avergonzado se supone que el debía decir eso y no al revés, ya más recuperado observó nuevamente a su hija.

-"la niña más bella de todas"- ahora le daba vergüenza como vestía, quizás debió comprarse algo mejor, Mía observó la apariencia de su padre y asintió, si no conseguía al menos una admiradora es que simplemente las mujeres estaban ciegas.

Ya estando todo listo, salieron del departamento, dejaron cerrado, Naruto abrazó a su hija y finalmente le sonrió recibiendo la misma respuesta de su pequeña, así ambos desaparecieron en una briza de viento.

Mientras que cerca del pueblo se puede ver a dos mujeres que caminaban en su dirección, una era una morena que llevaba un cerdito en sus brazos.

y junto a ella iba una mujer rubia.

-"Tsunade sama cree que sea buena idea estar tan cerca de Konoha, sabe bien que llevan tiempo buscándole"- habló la morocha -"tranquilízate Shizune, que nada sucederá jamás sospecharán que me encuentro en frente de sus narices, apostaría que me deben andar buscado cerca de kumo"- terminó para reír con fuerza, mientras tanto en Kumo, podemos ver a Jiraiya, sannin de Konoha y líder de la mejor red de espías de las naciones elementales -"donde carajos te encuentras Tsunade, sensei está como loco enviando gente a buscarte"- .

En la entrada sur aparecieron Naruto y Mía llamando la atención de los presentes, definitivamente no pasaban desapercibidos, todos iban con ropa simple comparados con ellos, Naruto sonrió a eso y le acercó el brazo a su hija, esta lo tomó  -"pues vamos a divertirnos"- Mía asintió y así ingresaron al pueblo, durante toda la tarde recorrieron todos los puestos y juegos existentes, Mía tenía tantos peluches que Naruto tuvo que sellarlos, la verdad nunca esperó que su hija adorara tanto esas cosas, pero si se los podía dar no había problema, así llegaron las 11 de la noche, ya faltaba poco para que comenzaran los fuegos artificiales, finalmente buscaron un puesto donde vendieran ramen y como si fuera obra del destino Teuchi tenía un puesto cosa que alegró a ambos Uzumakis, Teuchi al verlos les saludó y los llamó -"buenas noches ustedes a dos, veo que decidieron venir al festival"- Mía asintió mientras naruto sonreía de la actitud de su hija -"pero mira nada más que bella te ves pequeña, hoy no te serviré un ramen cualquiera sino que será el rey de todos los ramen para que sea digno de ti"- Mía sonrió a las ocurrencias de Teuchi en cuanto a Naruto vió como varios jóvenes miraban a su hija, sin que esta se diera cuenta uno a uno los mandaba a volar, cosa que le generó una gota en la cabeza al cocinero - "por cierto viejo quiero presentarte a alguien muy especial"-  Teuchi prestó atención como la chica recargaba su cabeza en el brazo de Naruto -"el es mi padre"- habló con mucho cariño y orgullo, Teuchi en primera instancia se sorprendió pero después sonrió, no por burla sino por que al fin la niña no sufriría más, Naruto era un buen hombre y no podría confiarle a la niña a nadie más que a el -"me alegro por ustedes, me parece que esto hay que celebrarlo, por cierto feliz cumpleaños Mía"- esta sonrió y agradeció, ambos Uzumaki tomaron asiento en la barra y continuaron conversando con el cocinero, de repente una mujer se sentó al lado de Mía y la pasó a empujar -"oiga tenga más"- pero no pudo seguir hablando ya que se encontró con su segunda figura de héroe, ya que su padre era el primero, Tsunade se giró al origen de la voz encontrándose con una niña que la miraba como si fuera los más increíble del mundo, cosa que la puso nerviosa -"qué sucede niña? te encuentras bien?"- preguntó Tsunade con una ceja levantada, Naruto miró a su hija para después mirar a la mujer a su lado, el la conocía, bueno quién no la conocía, era Tsunade Senju, la mujer más fuerte de las naciones elementales -"Hola Tsunade san"- Saludó Naruto a la mujer que levantó la mirada encontrándose con un hombre de cabellera rubia y ojos azules similares a la niña, sin darse cuenta sus mejillas se pusieron rojas -"está bien"- preguntó Naruto al ver como la mujer se sonrojaba, Mía vió lo mismo y sonrió -"papá, conoces a Tsunade sama?"- preguntó Mía mirando a su padre -"quién no la conoce, es la mujer más fuerte de las naciones elementales, una excelente ninja médico y según algunos una de las mujeres más bellas de las naciones elementales"- Tsunade solo sentía como sus mejillas se calentaban aún más por la palabras del hombre frente de ella -" y tú que crees papá?"- Naruto se puso en pose pensativa y finalmente asintió -"creo que es la mujer que cualquier hombre quisiera tener a su lado, aun con sus vicios"- esto último hizo despertar a Tsunade -"Tsunade sama me daría su autógrafo?"- preguntó Mía con una sonrisa Inocente, ella normalmente se negaba a estas cosas ya que ella era una ninja no una estrella de cine, pero esta niña le agradó así que asintió -"por cierto, cuál es tu nombre?"- preguntó la Senju a la niña -"Mi nombre es Mía Uzumaki y el es mi padre , Naruto Uzumaki"- Tsunade al escuchar el nombre del hombre agrandó los ojos y se paró de su asiento, estaba conversando con uno de los ninjas más poderosos actualmente en la aldea, como no se dio cuenta incluso la foto de el más joven estaba en los libros de historia, pero recordaba haber escuchado que se había retirado así que se relajó y regresó a su asiento -"Tranquila Tsunade que no tengo nada contra ti, si bien ordenaron llevarte de regreso, ahora estoy disfrutando con mi hija y no quiero arruinar este día"-  La Senju asintió, Mía miraba su autógrafo con gran emoción, ya que no siempre puedes compartir una comida con una ninja legendaria -"por cierto Mía, tu estás yendo a la academia?"- preguntó Tsunade recibiendo una negativa como respuesta -"no me iba muy bien en la academia así que mi padre decidió educarme en casa"- si bien esa repuesta le hubiera molestado, definitivamente estaba mejor siendo educada con su padre, una leyenda dentro del mundo ninja -"ya veo, y tienes algún sueño que quieras cumplir?"- Mía asintió -"si bien mi primer sueño ya se cumplió"- dijo tomando el brazo de su papá -"quiero convertirme en la primera mujer Hokage"- dijo con determinación -"vaya perdida de tiempo"- comentó Tsunade con cara de aburrimiento, Mía miró molesta a la mujer -"no es ninguna perdida de tiempo, se que cumpliré mi sueño"- Tsunade la miró con desprecio -"pues espero que no sea así, solo los estúpidos anhelan llegar a ese puesto, donde lo único que vale es el sacrificio en vano"- Mía bajó la mirada triste, su heroína estaba destruyendo su sueño como si nada pero sintió la mano de su padre en su hombro, sintió como sus fuerzas aumentaban nuevamente -"no porque tu seas una mujer despechada y perdedora vendrás a destruir el sueño de mi hija, se que podrá lograrlo y para eso estaré yo ahí, para que personas como tu no quieran destruir sus sueños, ella será Hokage y es una promesa de por vida"- Mía miró a su padre con admiración, en cuanto a Tsunade se sintió regañada como una niña y lo peor es que no sabía como responder, pero fue salvada por su alumna -"menos mal la encuentro Tsunade sama, el cuarto ya está pedido así que vamos para descansar"- Tsunade asintió, se estaba por retirar pero sintió como tiraban la manga de su ahori, era la misma niña que la miraba con una sonrisa, pero ahora tomó su mano y dejó la servilleta con su autógrafo -"muchas gracias por su autógrafo pero solo tengo a un héroe en mi vida"- Tsunade vió el papel y sintió un sabor amargo en su boca, tomó el papel y se marchó con su alumna, Mía quedó viendo como la mujer se marchaba, pero ya no la necesitaba, tenía a su padre y con eso estaba feliz. Así llegó la hora de los fuegos artificiales, Naruto y Mía se encontraban sobre el techo de un templo donde tenían una mejor vista de los fuegos, Mía se encontraba sentada entre las piernas de su padre mientras se cubría con su ahori blanco ya que hacía un poco de frío -"feliz cumpleaños hija mía"- dijo naruto abrazando a su hija, esta solo recargó su espalda  en su padre y de a poco fue quedándose dormida. En una posada  en el pueblo mirando los fuegos artificiales se encontraba Tsunade recordando las palabras de la niña mientras sostenía la servilleta con su autógrafo -"maldita mocosa, tampoco debías ser tan tierna para demostrarme que no soy como antes"- susurró con un sentimiento que no sentía desde hace mucho tiempo, vergüenza de si misma, ni siquiera quiso tomar más sake.

Así pasó el tiempo, la verdad naruto quedó sorprendido por las capacidades de su hija, al mirar las notas que llevaba en la academia con lo que ella le demostraba era como ver a dos personas distintas, incluso llamó a Iruka para que evaluara a su hija obteniendo mejores resultados sorprendiendo al maestro, Naruto era un gran sensei o en la academia estaban manipulando las notas, pero se alegraba de su alumna, se veía más feliz incluso más centrada y se alegró de saber que Naruto era el padre biológico de Mía, así Naruto pudo lograr que su hija mejorara en todos los conocimiento que la academia podía abordar, tampoco le iba a enseñar jutsu destructivos de buenas a primeras, pero quería asegurarse que llegara lo mejor posible a las evaluaciones y podía decir 100% seguro que su hija aprobaría entre los 5 mejores.

Ahora nos encontramos en la academia, hoy era el examen genin y todos los niños estaban emocionados, más aún sabiendo que sus padres le esperaban afuera, en uno de los pasillos de la academia podemos ver a Naruto con una rodilla en el suelo viendo a su hija.

 -"estás lista?"- preguntó Naruto, Mía asintió con determinación -"se que te irá bien, ya después podemos ir a celebrar a Ichiraku"- Mía asintió con una sonrisa -"no te decepcionaré papá"- Naruto asintió y acarició la mejilla de su hija -"se que no será así ya que eres mi mayor logro y orgullo"- Mía sonrió, besó en la mejilla a su padre y corrió al salón, Naruto se puso de pie y se giró para retirarse y se encontró frente a frente con Hiruzen que le sonreía -"me alegro que todo saliera bien Hijo"-  Naruto asintió y ambos salieron al patio para esperar los resultados.

El primer examen era escrito, Mía sin esperar mucho comenzó a responder, los exámenes que le hacía su padre eran mínimo 10 veces más difíciles que este, cosa que la molestó un poco pero terminó rápidamente y le entregó su examen a Iruka para que sin esperar autorización saliera del salón pegando pequeños saltos, sacándole una sonrisa al sensei y sonrojando a varios muchachos en el salón ya que mal que mal, la Uzumaki se había desarrollado bastante rápido en comparación a sus compañeras y cierta parte de su anatomía se movía bastante mientras brincaba, cosa que deprimió a casi todas las chicas del salón excepto a Ino y Hinata, Iruka solo negó por la actitud de sus alumnos.

Mía a lo que salió del salón, buscó a su padre encontrándolo hablando con el mismo Hokage, rápidamente corrió en su dirección para abrazarlo por la espalda, cosa que le sacó una sonrisa al anciano -"y cómo te fue?"- Preguntó naruto abrazando a su hija -"la prueba fue bastante fácil papá incluso las que tu hacías eran más difíciles"- Naruto solo acarició su cabello y sonrió, mientras esto sucedía con ellos a la distancia una mujer miraba la interacción entre padre e hija, Tsume sentía un nudo en la garganta, ella también debería estar con ellos celebrando como su hija salía de las primeras pero ahora solo podía sufrir a la distancia, la niña era hermosa y al parecer era muy feliz con su padre, lo mejor era solo apreciarla a la distancia, su presencia solo causaría daño y no quería eso. Varios minutos más tarde estaban todos los alumnos en el patio en fila de frente a sus padre, Naruto no le quitaba los ojos de encima a su hija, no quería perder ningún detalle de este evento tan importante, el primer paso a un mundo lleno de emociones donde sobrevive el más fuerte, temía por la vida de su hija pero por eso mismo cuando la recibiera como su alumna la entrenaría de la mejor manera posible, no escatimaría en esfuerzos.

Mía miraba al frente pero sentía la mirada de su padre sobre ella, y no necesitaba nada más para sentirse apoyada, lo extraño es que justo frente a ella se encontraba la mamá de uno de sus compañeros que no le quitaba la vista de encima, mirándola con tristeza y arrepentimiento así como su padre para el día de su cumpleaños, situación que la estaba poniendo nerviosa -"espero que tengas con que respaldar tus palabras Mía"- ese gritó la descolocó encontrándose con Tsunade ubicándose al lado de su padre, así que con mayor determinación ignoró a la madre de su compañero y asintió al desafío de la Senju, Hiruzen no cabía en la sorpresa de tener a su alumna de regreso a la aldea y apoyando a la hija de Naruto, después miró al Uzumaki que solo sonrió en dirección de Tsunade  que estaba sonrojada -"qué pasó aquí?"- se preguntó Hiruzen viendo a la pareja y a la niña, Tsume apretó sus puños al ver a su maestra tan cerca de Naruto y apoyando a su hija siendo ella la que debía hacer eso.

El siguiente examen fue el lanzamiento de Shuriken y Kunai, 5 en total donde debían acertar a las máximas dianas posibles, siendo nuevamente Mía que acertó cuatro de las 5 dianas, ya que al final Tsunade se puso a celebrar y la desconcentró, después hacer los tres jutsus básicos de la academia, Mía al ser una Uzumaki su control no era muy bueno así que optó por hacer más copias, mientras Todos hacían 3 bushin, Mía hizo diez, el jutsu de sustitución y transformación fue pan comido y para alegría de Tsunade y tristeza para Tsume, Mía se transformó en Tsunade cosa que hizo sentir orgullosa a la Senju, Mía finalmente se acercó a su padre para pedirle disculpas por no transformarse en el, pero Naruto le quitó importancia, ella había aprobado como la mejor Kunoichi y con eso estaba feliz, incluso Tsunade recibió un abrazo de la niña cosa que le sacó una sonrisa.  Finalmente todos los aprobados se encontraban formados frente a Hiruzen, miró a cada uno sobre todo a la hija de Naruto, sabía que su futuro era prometedor y nada podría arruinarlo, después miró a su hijo en todo menos en la sangre acompañado de su alumna -"quien lo diría hacen linda pareja"- sonrió por sus ocurrencias -"me alegra presentar a los nuevos shinobis y kunoichis de la aldea, que la voluntad de fuego arda con fuerza en sus corazones"- tanto padres como alumnos aplaudieron a las palabras de Hiruzen, así uno por uno fueron pasando los alumnos a recoger sus bandas, pero finalmente quedó Mía, lentamente se acercó al Hokage para recoger su banda pero fue detenida por su padre, naruto se arrodilló frente a su hija y desató su propia banda -"porque se que eres digna de portarla, hija mía te entrego mi banda como señal de que eres una verdadera kunoichi de la aldea escondida entre las hojas"- Mía miraba ese objeto que para otros era un trozo de metal y tela, para ella era una señal de reconocimiento de la persona más importante de su vida, así que con el mayor de los esfuerzos soportó las lágrimas, tomó la banda y la ató a su cuello -"te queda perfecta"- comentó Naruto acariciando el cabello de su hija -"prometo que no te fallaré papá, tu estarás orgulloso de mi"- comentó con la voz quebrada la niña mientras las lágrimas descendían por sus mejillas, y una sonrisa aparecía en su rostro, Tsunade se acercó y se ubicó detrás de Naruto, Mía la observó y el gesto de Tsunade se suavizó -"al parecer si podrás cumplir tu sueño pequeña"- Mía sonrió a la mujer y se acercó para abrazarla, Tsunade al principio no sabía que hacer, esa niña era una cosa de otro mundo, derribaba sus defensas como si no fueran nada, así que cedió a sus impulsos y correspondió el abrazo, Tsume no lo soportó más y se retiró rápidamente con su hijo Kiba, ver a otra mujer abrazando a su hija dañaba su orgullo, Naruto sonrió al ver a su hija y Tsunade Juntas -"bueno lo prometido es deuda así que vamos con Teuchi para celebrar"- Mía asintió emocionada haciendo sonreír a Tsunade pero debía retirarse y que ellos disfrutaran en familia o esa era su idea -"Tsunade sama usted vendrá con nosotros?"- preguntó Mía viéndola a los ojos -"eh buen la verdad es que no lo encuentro correcto"- Mía miró a su papá -"bueno la verdad es que creo que tu compañía haría de esto más especial Tsunade"- la senju vio al Uzumaki y se sonrojó, al final solo asintió y salió junto a la niña y a su padre, Mía tomó el brazo de su papá y la mano de Tsunade -"ella será mi madre, lo sé"- pensó con una sonrisa.

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