☆☆☆☆☆☆☆☆
El bar tenía un buen ambiente, a pesar de ser un sitio tan concurrido había privacidad.
-Creo que empezamos con el pie izquierdo.
-Si, me porte como un patán sabiendo que peleabamos por la misma causa, no debí subestimarte sólo porque fue tu primer día, si no hubieras llegado... la verdad no sé, tal vez no estaría aquí... te debo una - bebió su cerveza.
-Me moleste, mucho, Elliot...
-Lo sé, es por eso que te pido que recibas mis disculpas, enserio no debí tratarte como lo hice... lo lamento.
-¿Sabes? Empecemos de nuevo.
-Buena idea.
-Mucho gusto, soy Olivia Benson - extendió su mano sonriendo.
-Un placer, soy Elliot Stabler... su compañero - estrechó su mano con un fuerte apretón - prometo que seré un compañero leal.
-Entonces... ¿por qué estás en delitos sexuales?
-Alguien tiene que hacerlo... la mayoría de mis compañeros de la Academia están en homicidios, muchos no pueden tratar con víctimas vivas, prefieren lidiar con cadáveres... ¿y tú?
-Es una larga historia - soltó el aire retenido - pero concuerdo contigo. Alguien debe proteger a los niños de los pedófilos, al público en general de estos crímenes tan atroces y depravados.
-Tienes razón... - sacó su billetera para pagar la cuenta y sin intención, Olivia se fijó de la fotos que tenía ahí.
-¿Son tus hijos?
-¿Como?
-Las fotos de tu billetera, sé que no es de mi incumbencia pero ya que trabajaremos juntos creo que sería bueno conocernos mejor.
-Descuida. Estoy de acuerdo - abrió de nuevo la billetera - si, son mis hijos.
-¿Puedo?
-Claro.
-Tres niñas y un niño, que lindo - sonrió mirando la pequeña foto - ¿cómo se llaman?
-Pues... Ella es Maureen, es la mayor, tiene 15 años, ella es Kathleen, tiene 11 y los gemelos, Elizabeth y Richard de 7.
-¡Aw! Son muy lindos... ¿ella es tu esposa? - tomó una foto.
-Si, es Kathy, mi esposa.
-Es bonita, ¿cuánto tiempo de matrimonio?
-15 años...
-Lo mismo que la mayor.
-Si, cuanto estaba en la Academia, Kathy quedó embarazada así que nos casamos.
-Entiendo... Tienes una hermosa familia - le dio la billetera, tomó un sorbo largo de cerveza.
-Ahora tú, ya es suficiente de hablar de mi, quiero saber de ti.
-¿De mi?
-Así es.
-No hay mucho que decir, en realidad.
-Siempre hay algo por decir, Olivia.
-Ok - rió.
-¿Tienes novio?
-No.
-¿Hijos?
-No... digamos que no tengo un círculo familiar muy grande, solo somos mi madre y yo.
-¿Solo tú y ella?
-Correcto.
-¿Y cómo se llama?
-Mi madre... Serena Benson, creo que no le dio mucho gusto que fuera Policía y menos de delitos sexuales.
-¿Ah, no?
-Si, ella tal vez quería que fuera abogada o maestra de literatura.
-¿Tienes alguna fotografía?
-Odia las fotos, no sabes lo que luche para que sonriera en la foto que puse en mi escritorio - rió.
-No la vi... quizá pueda conocerla en algún momento en persona.
-Veremos.
-¿Es igual de caracter como tu?
La morena soltó una carcajada.
-¿Por qué ríes? Es una pregunta sería.
-Digamos que... lo que sé lo aprendí de ella.
-¿Enserio?
-Es muy perfeccionista y exigente. De carácter como dices.
-Eres una mini Serena Benson entonces.
-¡Hey! - volvió a reír a carcajadas - pero, ahora, cuéntame más sobre ti y tu familia.
-No lo sé.... eh... no soy muy bueno hablando sobre mi si te soy sincero.
-¿Sabes? Quería asesinarte, pensé que serías un tipo arrogante.
-Lo sé - rió - ¿y ahora?
-Creo que me gusta este Elliot Stabler... será mas fácil acostumbrarme.
Sonrieron juntos, tal vez este sería el inicio de gran y hermosa amistad, o quizás, todo empezó desde esa chispa explosiva al estrechar la mano del otro, a penas se conocían pero, el estar juntos, los llenaba de una buena paz, una armonía increíble.
-Te veré mañana ¿ok?
-¡Que descanses!
-¡Gracias! Igual tú, Elliot.
Unas horas después de la tarde de copas y charla, los detectives se despidieron en el estacionamiento, la morena pasó primero por el restaurante que frecuentaba con su madre para comprar la cena, estaba ansiosa por contarle sobre su primer día en el trabajo.
Como lo había dicho, su madre era muy estricta, además de que era muy dura y fría, eran contadas las veces en que le había dicho alguna palabra de cariño a su hija, hacer que expresara sus sentimientos casi era una misión imposible.
-Mamá... traje la cena... - Olivia quiso compartir un rato en casa de su madre antes de ir a descansar a su departamento - ¿estás aquí? - ingreso a la casa. Al ver todo tan silencioso y oscuro, sacó su arma - ¿mamá? - tropezó con lo que parecía una botella de Vodka vacía - no puede ser.
-¡Abre la otra botella!
-¿Mamá? - una de las habitaciones tenía la luz encendida, entró con cuidado.
-¡Olivia, cariño! - gritó Serena - ¡Jason! Ven, ella es mi hija.
-Mamá no puede ser que estés bebiendo de nuevo... ¿y usted quien es?
-Es Jason, ya lo dije.
-¡Largo de aquí!
-Pero si la fiesta a penas empieza - protestó el ebrio hombre de cabello castaño.
-No lo diré dos veces - Olivia, con la cólera ardiendo, tomó al hombre del brazo fuerte y a empujones lo sacó de la casa - ¡largo maldita sea!
-¿Cómo te atreves a sacar así a mis amigos?
-Deja esa botella, mamá.
-¡NO!
-Ya es suficiente alcohol.
-Yo decido cuando parar.
-Quise pasar a tu casa, cenar juntas y contarte como me fue en mi primer día en la Unidad y mira como te encuentro.
-¿Y cómo estoy? Me siento feliz, Olivia - bebió un sorbo largo directamente de la botella - ¿no te gusta ver a tu madre feliz?
-Pero no ebria.
-Sólo fueron unas copitas - rió descaradamente.
-Vamos, te llevaré a tu habitación - tomó su mano.
-¡No no no no! - se soltó de su agarre con brusquedad - ve tu si quieres.
-Mamá, por favor.
-¡Esta es mi casa!
-¡Deja eso ya! - le quitó la botella con un rápido movimiento, lo que alboroto aún mas más la cólera de la rubia.
-¡DÉJAME! - sin pensarlo dos veces, levantó su mano y golpeó a la morena en su mejilla, le arrebató la botella.
-¡Ma-mamá! - sin poderlo creer, su autocontrol se perdió, las lágrimas se desbordaron de sus bonitos ojos café. La golpeó, sin detenerse a pensar, lo hizo, y su dolor era más de espíritu que el mismo golpe. ¿cómo pudo? - solo quería ayudarte - entre sollozos llevó su mano a su mejilla.
-Me ayudarías más si me dejas en paz - se retiró sin importarle que su hija estaba desplomada en el suelo llorando. Se sentó en el sofá de la sala y en cuestión de minutos, la rubia se quedó dormida.
-¿Cómo es? ¿cómo se llama?
-¿Crees que venga a jugar?
-¿Le gustarán mis muñecas?
-¿Es bonita?
-¿Ya te ayudo a atrapar a los malos?
A penas Elliot pasó el marco de la puerta de su casa, sus hijos descontroladamente preguntaron sobre su nuevo compañero, sabían por medio de su madre que era una mujer, algo preocupante para ella pero muy emocionante para ellos. Pero las preguntas tuvieron un paréntesis en lo que cenaban debido a una orden de a una orden directa de su General: Kathy.
Su antiguo compañero, Thomas Kent, o mas bien "el viejo Tom" (así le llamaban los chicos) era muy allegado a la familia Stabler, lastimosamente un disparo en la rotula de la rodilla derecha lo imposibilitó para seguir ejerciendo su labor como detective, tuvo que retirarse y por lo que se sabe, está muy a gusto en su cabaña en las fertiles montañas de Catskill cerca a un tranquilo río junto a su esposa y dos sus hijas.
-¿Es tan buena onda como el viejo Tom?
-¡Siiii! Él siempre venía a cenar los sábados, me ayudaba a peinar mis muñecas, aunque casi deja calva a una de ellas - ríe la pequeña Elizabeth a carcajadas.
-¡Ya papá, habla!
-Bueno, bueno... uno a la vez - pidió Elliot poco después de acabar la cena, ahora estaban en la sala compartiendo, charlando sobre el día de cada uno, en aportunidad, su compañera era el centro de atención.
-¡Anda, papi!
-Ok, ok.
-¿Es bonita? - preguntó de nuevo Richard.
-¿Cómo sabes que...?
-¿Si? Ó ¿no?
-Bien... eh... - miró a Kathy que lo veía muy seria - si, lo es.
-¿Cómo se llama?
-Olivia Benson.
-¡Qué bonito nombre! ¿crees que juegue conmigo al té? - añadió Elizabeth.
-¿Y cómo es? - Kathleen también se sintió curiosa.
-Es una buena detective...
-Ósea, describirla.
-Ok... es morena, poco menos alta que yo, su cabello es negro, brillante... sus ojos son expresivos de un color café... es muy buena desempeñando su labor como detective...
-Hablas con mucho decoro e ilusión de esa mujer, cariño - Kathy le lanzó una mirada asesina.
-Ok, vamos a dormir - añadió Maureen al ver la interacción de sus padres.
-Noooo...
-Mañana hay escuela, vamos.
-Buenas noches, mami, buenas noches papi - los niños besaron a sus padres y subieron las escaleras por orden de la mayor.
-Así que... ¿Olivia, la morena de cabello brillante y ojos expresivos color café?
-¿A qué viene todo esto?
-No lo sé, dime tú, cariño. Tu bonita compañera te tiene muy emocionado.
-¿Acaso estas... celosa?
-¿Celos, Elliot? No seas ridículo.
-Bueno, cariño - se levantó y besó su frente - voy a dormir... buenas noches.
Al día siguiente, la familia Stabler no habló más del tema: "la morena de ojos café". Más bien trataron de otros asuntos.
Después de dejar a los niños en la escuela, como todas las mañanas, Elliot pasó primero por la cafetería por un buen café. Le sorprendió ver el puesto de su compañera vacío.
-Una noche larga, ¿no detective? - dijo Brian al ver entrar a Olivia con unos lentes oscuros.
-Si, algo, larga - se sentó en su escritorio sin hacer otro comentario. Su cabello negro cubría su rostro.
Elliot desde su escritorio observaba a su compañera, no era nada parecida a la Olivia Benson que conoció el día antes, esta tenía un aura diferente, una tristeza profunda invadía su alma, no dejaba ver su rostro, no reía.
-Olivia... ¿Estás bien?
-Ah... si, estoy bien Elliot.
Era claro que no lo estaba, su timbre de voz era bajo, como si un nudo le apretara la garganta.
-Oye - sin ánimo de rendirse, Elliot se levantó e hizo que ella dejará los papeles que leía - soy tu compañero... puedes confiar en mi.
-No pasa nada.
-Vamos a la cafetería de la esquina.
-¿Enserio quieres hablar?
-Soy tu compañero ¿no? Puedes confiar y créeme que no voy a rendirme, vas a hablar.
-Esta bien - medio sonrió. Acomodó su camisa de botones y sus lentes.
Caminaron, en todo el trayecto de cruzar la calle y dar unos cuantos pasos más para llegar a la cafetería, ella no dijo una palabra, emitía sollozos, sólo eso.
-Ahora si... dime - volvió a preguntar Elliot despues de un rato.
-¿Recuerdas ayer cuando te dije que... uno de los motivos por los que estoy en esto es una larga historia? - habló por fin luego de una larga inhalación de aire, como si sus pulmones estuvieran vacíos.
-Por supuesto.
-Pues... en realidad... no es tan larga.
☆▪☆▪☆▪☆▪☆▪☆▪☆▪☆
Estoy super emocionada con esta historia si les soy sincera, no puedo dejar de escribir, amo que sea tan fructífera.
Quería crear algo diferente y por qué no, un fanfic de la temporada 1, es una de mis favoritas, quiero darle mucha participación a Serena Benson ya que en L&O sólo salió en una escena.
Si tienes ideas sobre este último personaje agradecería su opinión en los comentarios.
¡Un besote!
Ya nos leeremos
Chris♡