Había llegado a Los Ángeles hacía un rato. Había viajado horas y horas hasta llegar allí. Adrian y Matt se habían marchado de Toronto cuando nosotras lo hicimos, pero se fueron a casa. Adrián había prometido llamarme cuando llegara a casa al igual que Matt.
Eso me incomodó un poco, pero por suerte me despedí rápidamente de ellos y me marché hacia el aeropuerto con mi mejor amiga.
Estaba algo cansada. Mientras el coche grande me llevaba de vuelta a mi casa con Bruce y Lily, miré mi iPhone con curiosidad.
“I missed LA. #imback” - “Extrañaba LA. #hevuelto”
Twitteé y luego empecé a ver los tweets de la gente a la que seguía. Twitter estaba revolucionado y no sabía la razón. Suspiré y lamí mis labios mientras veía algunos tweets. Hablaban la mayoría sobre Selena y Justin.
“Han vuelto. Están montando en segway en Calabasas.” Leí uno de los tweets y vi las dos fotos algo borrosas que habían adjuntado. Tensé mi mandíbula y noté como mi corazón palpitaba con fuerza. Tragué saliva con dificultad.
Mier*da.
Habían estado juntos esa mañana, al parecer.
Suspiré con resignación y seguí mirando tweets para saber lo que había pasado.
Mucha gente decía que no crearan drama porque solo se habían visto, y habían salido para montar en segway con más gente. Estaban tratando de ser amigos.
Eso es lo que esperaba. Al fin y al cabo, no podía hacer nada. Pero recordé de nuevo la entrevista de Justin y todo se vino abajo a mi alrededor. La seguía queriendo, no sabía como, pero la seguía queriendo. Él mismo lo había dicho.
Recordé las veces que le había visto en Toronto, sin querer, sin planearlo... ni siquiera sabía como actuar. Él estaba algo serio, pero intentaba hacer muecas para calmar las situaciones y no hacernos sentir tan incómodos.
Sacudí mi cabeza cuando noté la voz de Bruce. “Hemos llegado ya.” Asentí con mi cabeza y bajé rápidamente del coche.
“¿Que le pasa ahora?” Bruce le preguntó frunciendo el ceño a Lily. Lo escuché, pero lo ignoré. Era una de esas veces en las que me sentía mal de ánimo -en realidad, me acababan de bajar el ánimo, dejándolo por los suelos- y no tenía ganas de hablar.
Necesitaba en esos momentos a Tuts. Ella me hacía sentir bien. Necesitaba también a Justin. Lo necesitaba más de lo que había pensado. Verlo me había hecho sentir como un flan, y había reavivado los recuerdos.
“¿Todo bien?” Lily preguntó a mis espaldas mientras yo entraba a casa rápidamente, sin ni siquiera mirar atrás.
Yo me encogí de hombros y ni siquiera le miré. Abrí la puerta y noté como ella entraba. Bruce ayudó con las maletas. Dejé mi bolso sobre mi mano y subí rápidamente las escaleras para dejar mis cosas sobre mi casa.
Suspiré con resignación y pasé mi mano por mi rostro con frustración, mientras me dirigía hacia la ventana. No hacia un mal día en absoluto. Pero yo sentía como si lloviera. “¿_____?” La voz de Bruce me llamó y me volteé para mirarle a los ojos.
“Hey.” Tragué saliva.
“¿Quieres que deje las maletas aquí?”
Asentí con mi cabeza haciendo una mueca a la vez que él las dejaba a un lado de la cama. “Gracias.” Dije en voz algo baja.
“Se que te pasa algo.” Se acercó a mi poco a poco y se detuvo a unos metros de distancia. La puerta estaba abierta y la miré mientras suspiraba.
“Déjalo, Bruce. Se me pasará.” Sonreí tranquilizándole.
Negó con su cabeza. “¿Es por las fotos?”
Fruncí mi ceño. “¿Co-como lo sa--” Me interrumpió rápidamente.
Él se encogió de hombros haciendo una mueca. “Digamos que estuve mirando twitter durante todo el camino aquí.”
Suspiré con resignación y dejé caer mis hombros con derrota. “No se que hacer más, Bruce. No puedo pretender que todo está bien, cuando no lo está. Lo he encontrado en Toronto más de una vez y no he sabido ni como reaccionar. Trato de que esto no me afecte e intento...” Suspiré. “No se ni que demonios estoy diciendo.”
“Entonces... piensa en lo que quieres.”
“Ese es el problema.” Le miré con ojos cristalizados. “No se que demonios quiero, Bruce.”
Hizo una mueca. “¿Quieres a Justin?”
Asentí con mi cabeza. “Sabes perfectamente la respuesta.”
“Entonces.. intenta recuperarle.”
Lamí mis labios con nerviosismo. “Creo que no entiendes lo que pasó, Bruce. Yo fui la que le dije que necesitábamos tiempo. Y claramente él necesita saber lo que quiere. Yo necesito y quiero estar con él, pero no quiero estar con una persona que no siente lo mismo por mi que yo por él, y claramente... si él no está dispuesto a olvidar a .... a ella, no se que demonios hacemos perdiendo el tiempo juntos.”
Negó con su cabeza con resignación. “Habéis tenido más de dos semanas para estar solos, pensar y aclarar vuestra cabeza... ¿Te dijo algo antes?”
Tragué saliva. “Simplemente... yo me disculpé diciéndole que lo sentía y él me dijo que quizás deberíamos de hablar. Pero eso fue todo.”
“Quizás necesita algo más de tiempo.”
“Quizás... pero yo no quiero perder más el tiempo.” Tragué saliva con dificultad y noté como las lágrimas empezaban a caer por mis mejillas.
“No quiero verte así, _____.” Dijo acercándose mientras sostenía mi rostro sobre mis manos y me abrazaba con fuerza. “Necesitas tranquilizarte, y dormir. Eso te hará dejar de pensar. Piensas demasiado.”
Tenía razón. “Es como si... lo necesitara y me doliera saber que está con otra persona que no soy yo y--” Sollocé derrumbándome. Las rupturas dolían más de lo que creía.
“Shhh.” Acarició mi cabello suavemente, como hacía Justin en esas ocasiones y luego suspiré. “¿Quieres algo de beber?” Se apartó poco después de mi.
Me encogí de hombros. “Agua, por favor.” Soné con voz débil.
Él asintió con su cabeza intentando hacerme sonreír con su mueca. “Siéntate, ahora la traigo.”
Me dirigí hacia la cama después de dejar la habitación a oscuras. Cuando lloraba, no me gustaba hacerlo con las luces encendidas o con mucha luz... porque no quería que nadie me viera. A oscuras era más difícil, lógicamente.
Noté la silueta de Lily sobre el marco de la puerta de la habitación y suspiré con resignación. “No importa, se lo que pasa... no te voy a hacer que me lo expliques.” Dijo sonriente tranquilizándome.
Bruce vino con mi vaso de agua y yo me quedé tumbada en la cama. “Ten.” Bebí unos sorbos del vaso y luego suspiré profundamente. Él parecía mi padre. Sonreí por eso.
“Gracias.” Murmuré.
“No pasa nada.” Lily estaba sentada en los pies de la gran cama.
“Todo... todo estaba mejor cuando estábamos en Canadá.” Lamí mis labios mirando con mirada perdida al edredón oscuro de la cama.
“Eso es porque estabas con tu familia.”
Sonreí haciendo una mueca. Y porque él estaba con su familia y no salían rumores de nada, ni hacían drama.
“Tengo... tengo miedo de lo que pueda venir después.” Miré a los ojos a Bruce.
“¿Por que?” Lily nos miraba con atención, sin pronunciar una sola palabra.
“¿Que si... si me dice que es lo mejor que estemos como amigos?” Mordí mi labio tembloroso. “Yo no soportaría eso, Bruce.” Seguía temblando sin control. “Porque lo quiero y--” Me interrumpió mirándome con compresión en sus ojos oscuros.
“No pienses en eso, ¿vale?” Acarició con su mano mi hombro. “Tranquila.” Sonrió levemente.
“______, son solo amigos.” Lily comentó finalmente. Le miré a través de mis largas pestañas. “Sabes como es la gente en twitter y en todas redes sociales... no paran de sacar las cosas de contexto y acaban creyendo cosas que no son. Tranquila. No pienses más en ello.” Sonrió levemente mientras me acariciaba mi mano con la suya.
Era cierto, que cuando una relación no funcionaba, había que acabarla. Pero la de Justin y mía, parecía funcionar... Me arrepentía de lo que había hecho porque quería haber estado con el todas las Navidades, y pasar con él todo el tiempo del mundo posible.
Pero creo que era lo mejor para los dos. Apartarnos el uno del otro por unos días, o semanas... o incluso meses. Pensar en todo y al final decidir algo. Estaba dispuesta a hacerle sentir bien y hacerle olvidar todo lo malo si él me daba la oportunidad.
Solo necesitaba unas palabras.
Unas palabras e iría a donde él estuviera, no importaba si tenía que recorrer cielo, mar y tierra para encontrarle. Él me tenía absolutamente en sus manos porque estaba perdida sin él. Lo quería demasiado como para echarme atrás y daría lo que fuera por que él sintiera lo mismo que yo.
Necesitaba esas palabras como la mañana.
“Vamos, vístete.” Lily dijo unas palabras que me dejaron algo sorprendida. No sabía muy bien que hacer en ese momento.
“¿A... A donde?” Pregunté algo confundida en cuando a lo que ella decía.
“Te vienes conmigo.” Sonrió contenta intentando alegrarme.
“¿Por que?”
Se encogió de hombros. “Porque ni tu puedes seguir deprimiéndote, ni yo estoy dispuesta a dejar que lo hagas. Así que vístete, ponte guapa y nos vamos a cenar juntas, luego al cine y si quieres de fiesta. Eso sí, no me dejes beber ni vodka ni tequila, otra vez.” Dijo antes de darse la vuelta y marcharse hacia su habitación.
Bruce me miró y yo me encogí de hombros, sin saber muy bien que responder. “Vaya, que carácter tiene.”
Asentí con mi cabeza. “Pobre del novio que la aguante.”
Él rió divertido y negué con mi cabeza al pensar en mi comentario. Suspiré profundamente y dió una palmada en mi rodilla. “Venga, vístete y haz lo que te ha dicho... a mi no me gustaría verle enfadada.” Hizo una mueca con su rostro.
Sonreí levemente. “Vale, ahora bajo.” Me levanté de la cama poco después y me quedé mirando la puerta de la habitación fijamente, como si me hubieran hipnotizado.
¿Y ahora que?
Suspiré con resignación mientras me daba la vuelta y caminaba hacia mi closet, encontrando ropa limpia. Me deslicé poco después en unos jeans negros muy ajustados -los primero que encontré- y me puse una blusa de color crema que se ajustaba a mis pechos y cogía vuelo. Me subí a mis tacones negros altos y empecé a maquillarme, como normalmente hacía. Dando un tono rojo a mis labios.
Me perfumé después de acomodar mi cabello sobre mis hombros y salí de mi habitación con mi bolso en mi hombro y una chaqueta de cuero que cubría mi cuerpo. Adoraba las chaquetas de cuero.
“¿Estás lista?” La voz de Lily me distrajo haciendo que me diera la vuelta y yo asintiera con mi cabeza.
“Si.” Lamí mis labios.
“Entonces vamos.” Bruce dijo detrás de mi, haciendo que camináramos hacia él.
“Yo conduzco.” Dije justo al llegar al garaje de la gran casa. Había dos coches, un Range Rover y un Audi blanco. Me monté en el segundo.
Lily frunció su ceño. “¿Estás segura?”
Le miré con incredulidad. “Por el amor de Dios, Lily, no estoy enferma.”
Levantó sus manos con algo de miedo en su mirada. “Está bien, solo decía.”
Bruce se montó a mi lado y Lily detrás de mi. Salimos del estacionamiento del coche y me dirigí hacia la carretera que daba al centro de la ciudad.
“¿Crees que debería de... llamarle mañana para quedar y hablar, como acordamos?” Miré a Lily justo cuando nos sentamos en la mesa que habíamos reservado, Bruce estaba con nosotras en todo momento.
Ella me miró con curiosidad. “En realidad...” Suspiró con resignación. “No lo se.” Negó con su cabeza, por primera vez estaba confundida.
“Y entonces... ¿que?” Le miré intentando que me dijera algo que me sacara de dudas.
Se encogió de hombros después de beber de su copa llena de agua fresca. “No lo se, _____. Yo si fuera tu... supongo que dejaría pasar un par de días, para asegurarme de que todo está bien y Justin está solo y no con su ex yendo en segway.”
Fruncí mi ceño ante la mención de ella. Asentí con mi cabeza. “¿Y que si se pasa todo el día con ella?”
Me miró a los ojos fijamente. “Entonces... hablaría con él cuanto antes, y le dejaría las cosas claras. Pero primero espera, a mañana o a pasado.”
Asentí con mi cabeza. Bruce me miró intentando animarme con su mueca. “Olvídate de eso. Ahora tómate un par de días para relajarte y salir con tus amigos. Ya tendrás tiempo para preocuparte de eso.”
Le agradecí su gesto y sus palabras con una sonrisa. “No se que haría sin ti.” Le dije sonriente.
Él ladeó su cabeza. “Ni yo tampoco.”
Lily soltó una carcajada. “No, la pregunta es, ¿Que haríais los dos si mi?” Mi amiga soltó quedándose tan a gusto, como si fuera un secreto a voces.
Nos miramos los dos y ella bebió otro sorbo de agua de su copa tan tranquilamente. Reímos divertidos por eso. “Estás loca.”
“Pero me quieres.” Señaló con su dedo.
Negué con mi cabeza dando a entender que no tenía remedio y vi al camarero traer mi risotto junto con el resto de comida. Estaba tan hambrienta que mi estómago rugió cuando vi la comida ante mi.
Después nos marchamos al cine para ver una película. Era tarde, así que no había mucha gente. Eso me distrajo un poco y me hizo sentir mejor. Lily no paraba de hacer comentarios sobre la película que nos hacían reír a Bruce y a mi.
Me levanté por la mañana algo temprano y estuve todo el día de compras con Lily. Estaba algo mejor, había conseguido olvidar lo que había pasado el día anterior, aunque a veces venía a mi cabeza sin que yo o quisiera. Por desgracia.
Pero todo se desmoronó a mi alrededor cuando entré a instagram. Eran sobre las once de la noche, en realidad no sabía la hora exacta, solo sabía que era de noche. Me encontré con la foto que desearía borrar de mi memoria para no recordarla nunca. Porque dolía.
“Me encanta la forma en la que me miras.”
A veces dolían más las palabras que las imágenes. Y este, era ese caso. Bueno, en realidad dolía todo.
Tensé mi mandíbula mientras me sentaba sobre el sofá. Lily estaba en la cocina preparando algo de helado para ver una película. “¿Que... que te pasa?” Lily me miró algo preocupada cuando levanté la mirada de mi iPhone.
Negué con mi cabeza sin decir nada.
En ese momento no sabía muy bien que sentir. Rabia, tristeza, dolor, decepción, engaño. Creo que era una mezcla de todo un poco. Pero en ese momento empezaba a sobresalir el dolor.
“¿Es-estás bien?” Preguntó más preocupada todavía mientras dejaba el helado y las Pringles a un lado de la mesa y se sentaba a mi lado.
Tragué saliva con dificultad. Mi garganta se había secado. Lamí mis labios levemente y aspiré por mi nariz, llevándome la mano a mi frente agachando mi cabeza, mientras frotaba mi sien con fervor. La vista se me estaba nublando cada vez más.
Lily cogió el móvil de mis manos y no dijo en ese momento nada, pero el silencio habló por ella más que las palabras. “Hijo de Oops!.” Fue lo único que escuché antes de que ella me abrazara como pudo y me acercara a su pecho. “Tranquila.” Besó mi cabeza. “Ese cabr*on no te merece.”
Sollocé sin poder evitarlo. Hacía mucho que no lloraba y eso me extrañaba. “Te juro que no puedo más. Te lo juro...” Decía entre balbuceos sin saber muy bien que estaba diciendo.
“No digas eso. Tranquila.” Susurró para tranquilizarme.
Pasamos así al menos media hora, ella me consolaba y me abrazaba mientras yo me aferraba a ella intentando encontrar algo de consuelo. Me decía palabras tranquilizadoras, pero cuando cerraba los ojos solo venía a mi mente la imagen de Justin siendo abrazado por Selena mientras le besaba el cuello... bueno, en realidad ya no sabía ni que estaba haciendo.
“¿Amigos?” Me levanté. La tristeza había pasado, abriéndole paso a la decepción y la rabia. “¿En serio? ¿Amigos? Amigos mis pelotas.” Grité con fuerza limpiando mis lágrimas de mi rostro con fervor.
Negué con mi cabeza soltando una risa con sarcasmo. “Oops!. Y me decía que teníamos que hablar.” Hice una pausa mirando a mi alrededor. Lily no salía de su asombro por mi reacción. “¿Hablar de que? ¿De como se disculpa y me dice lo agradecido que está y luego vuelve con Selena?” Negué de nuevo con mi cabeza sin poder creerlo. “Por mi se la puede fo*llar!.” Grité con todas mis fuerzas, sacando la rabia que tenía en mi interior.
“_____, cálmate.” Se acercó hacia mi pero yo me retiré de su agarre rápidamente.
“No. Déjame.” Me dirigí hacia la cocina para salir al jardín de la casa. Hacía fresco, pero no me importó nada. Sentí el aire chocar contra mis mejillas empapadas, secando las lágrimas en mi piel, haciendo que se pusiera todavía más tersa.
Amaba esa sensación, pero de todo lo que lloraba ya era una costumbre para mi.
Sentí la presencia de Lily detrás de mi, pero se quedó allí, no dijo nada, simplemente esperó que yo diera el paso y hablara.
Miré al horizonte, los árboles estaba quietos y se escuchaba algún perro aullar a esas horas de la noche. “Ahora entiendo que lo que dijo en aquella entrevista era verdad... la sigue queriendo.”
Lily suspiró a mis espaldas. “No sabes lo que hay entre ellos, no saques conclusiones _____. Te estás haciendo daño a ti misma---” Le interrumpí volviéndome.
“¿Daño? Creo que ya estoy inmunizada.” Tensé mi mandíbula mirándole de cerca. “He pasado por tanta mier*da que todo lo que pueda pasar me da igual... simplemente, no me importa. Todo a mi alrededor sale mal... todas las ilusiones las destrozan... la gente se va de mi vida sin importarle como me pueda sentir. Y él, claramente, me ha echado de la suya... pero nunca pensé salir por la puerta de atrás.” Pasé de largo de Lily y entré en la cocina para dirigirme hacia uno de los armarios que había en la parte de arriba. Busqué por los armarios, abriendo las puertas con fuerza, pagando mi furia con los muebles.
“_____, por favor para. ¿Que haces? ¿Que estás buscando?” Lily estaba asustada. Cogí un botellín de agua y bebí intentando tranquilizarme.
Me senté sobre una silla de la cocina con las manos en mi cabeza. No sabía que hacer en ese momento, tenía ganas de matar a alguien y de correr para no parar nunca. Suspiraba con fuerza, tanto que mi cabeza daba vueltas, pero intenté tranquilizarme por mi bien.
Sollocé con fuerza y sentí los brazos de Lily envolviéndome con delicadeza para no hacerme daño.
Minutos después me tranquilicé y suspiré con profundidad. “Lo siento por eso... yo no, no quería pagarlo contigo, pero--” Me interrumpió.
“No pasa nada, estás perdonada, pero por favor, prométeme que no me vas a dar esos sustos. Pensé que te ibas a--- oh joder, pensé que--” Le interrumpí inmediatamente.
“¿Crees que alguien en este mundo merece que alguien haga una locura por ellos tan jodida como matarse o algo así?” Negué con mi cabeza. “Nadie es tan importante como para hacer eso.”
“¿Estás... estás mejor?”
Suspiré con resignación con mirada cansada y me encogí de hombros. “Que quieres que te diga... se me ha pasado la rabia y ahora me siento... defraudada.” Dije con resignación. “Pero me da igual, me importa una mier*da a partir de ahora lo que él haga. Me ha quedado muy claro ahora mismo que estoy fuera de ella.”
Me miró a los ojos fijamente. “Se que... se que no estás bien ____, lo puedo ver en tus ojos. Pero... si Justin ha echo eso, claramente no se merece a una persona como tu.”
Arqueé mi ceja. “No quiero hablar de eso, solo quiero comer helado.” Suspiré y ella hizo una mueca con sus labios esbozando una pequeña sonrisa.
“Entonces, vamos.” Cogió mi brazo.
“Mañana... llamaré a Quincy, necesito salir de aquí para despejarme.” Suspiré con resignación.
Ella asintió con su cabeza y sonrió levemente haciendo una mueca con sus labios.
Yo sonreí y la sonrisa desapareció de mi rostro tan pronto como apareció. No estaba de humor para sonreír, solo quería llorar en esos momentos, pero no iba a dejar que nadie me viera hacerlo. Estaba cansada de ello.
Y por supuesto, iba a llamar a Quincy. Hacía mucho que no le veía y me apetecía quedar con él para verle. En realidad, le echaba de menos. Aunque siempre había alguien a quien echaba más de menos... y esa persona tenía nombre y apellidos. Empezaba por Justin y acababa por Bieber. Y era un auténtico Oops!.
Ni siquiera había contado el número de llamadas que me había hecho Jason. Las ignoré todas, simplemente no hice caso a nadie que me llamara o me mandara mensajes.
Me había levantado hacía un rato y me había quedado sobre la cama tumbada mientras la luz entraba por la ventana, iluminando parte de la habitación. De pronto la puerta de la habitación se abrió. Arqueé mi ceja sorprendida al ver a Lily entrando con una bandeja con un envoltorio de Starbucks y un café grande.
Sonreí sin poder evitarlo, pasando mi mano por mi pelo apartándolo levemente de mi rostro. “¿Que haces aquí?” Pregunté suavemente. Estaba agotada. No había dormido mucho.
Se encogió de hombros aproximándose hacia mi en la cama. “Bruce se levantó temprano y le dije que comprara algo de desayunar.” Sonrió levemente. “Pensé que te apetecería un café y un bollo, de esos de chocolate que te gustan.”
Reí levemente y le miré a los ojos anonadada. “Que bien me cuidas.”
Se quitó el polvo de sus hombros. “¿Que puedo decir? Eso es lo que las buenas amigas hacen.” Ladeó su cabeza sentándose a mi lado en la cama. “¿Como estás?” Dijo mientras yo cogía el gran bote de café. Era un capuchino con bastante azúcar, como me gustaba. Estaba templado.
Me encogí de hombros mientras sentía el calor de café chocar contra mis dedos. Me encantaba esa canción. Olía tan bien. “No lo se ni yo.” Sonreí levemente intentando deshacer la tensión.
“Tranquila, es normal.” Pasó su mano por mi espalda suavemente para acariciarme. “Jason ha llamado cuando estaba sola en casa.”
“¿Que ha dicho?” Le pregunté curiosa.
Negó con su cabeza. “Solo quería saber como estabas, porque no respondías a sus llamadas. Y le he dicho lo que pasó ayer...”
Suspiré con resignación y asentí con mi cabeza. “Vale.” Lamí mis labios.
“También ha dicho que te esperaría en un rato en el estudio.”
Asentí de nuevo con mi cabeza. “Está bien. Me voy a vestir para irme.”
“¿Quieres que te acompañe?”
Negué con mi cabeza mirándole a sus ojos azulados y sonriéndole. “Tranquila, no pasa nada. Te puedes quedar en casa si quieres.”
Asintió. “Está bien... tengo ganas de quedarme en casa todo el día.” Se desperezó en mi cama y abrió su boca.
Reí levemente. “Te llamaré cuando venga a casa.”
Ella asintió. “Te dejo desayunar tranquila.”
“Gracias por la comida.” Levanté mi capuchino en un bote con mi mano. Y ella agitó su mano quitándole importancia.
“No importa, nos vemos.” Dijo despidiéndose de mi antes de cerrar la puerta de la habitación quedándome sola allí.
Bebí café y comí el bollo lleno de chocolate que me había comprado Bruce. Hacía mucho que no desayunaba algo así. Suspiré con resignación y sentí como mi iPhone vibraba a mi lado.
De: Alfredo
¿Estás bien? Hace siglos que no hablo contigo.
Sabía a que venía ese “estas bien”
Decidí contestarle después. Suspiré profundamente y la rabia volvió a mi sin poder evitarlo. Bebí un sorbo de café después de pulsar la tecla de enviar.
Para: Alfredo
Creo que ya es hora de que dejes de preocuparte por mi por cosas que hace tu amigo y me hacen daño. Y si, estoy bien.
De: Alfredo
No te hablaba por eso... podrías dejar de ser borde. -_-
Tensé mi mandíbula y sonreí sin poder evitarlo al ver la carita que había puesto al final del mensaje. Negué con mi cabeza sonriendo de nuevo. Era imposible que me enfadara con una persona como Alfredo.
Para: Alfredo
Lo siento... no tengo un buen día.
De: Alfredo
Si es por lo de Justin, créeme, yo también le daría en su entrepierna.
Me sorprendió su respuesta.
Para: Alfredo
Vaya, es la primera vez que te oigo estar en desacuerdo con tu amigo.
De: Alfredo
Lo que ha hecho no está bien... y créeme, él lo sabe.
Me encogí de hombros sin importarme.
Para: Alfredo
No sirve de nada que él lo sepa... antes de hacer algo se piensa y si sabes que vas a hacer daño a alguien, no se hace. Pero eso muestra lo gilipo*llas que he sido por creerle.
De: Alfredo
No eres gilipoll*llas, ¿Has hablado con él?
Suspiré con resignación y profundidad. Mi paciencia estaba llegando a su límite.
Para: Alfredo
Íbamos a hablar... pero está muy ocupado con su Selena y subiendo fotos como para hacerlo. Y no, no pienso hablar con él. Mi paciencia y mis sentimientos han llegado a su límite. Ya no hay vuelta atrás.
De: Alfredo
Creo que es tu decisión... si haces eso, es porque se lo ha buscado.
¿Seguro que estás bien?
Alfredo sabía de que hablaba.
Para: Alfredo
¿Como quieres que esté?
De: Alfredo
Lo siento... mucho. Pero se perfectamente que ellos solo son amigos.
Para: Alfredo
No te preocupes... supongo que estaré bien en un tiempo. Un amigo no sube esa foto con esa frase...
De: Alfredo
Si necesitas algo... ya sabes donde estoy. No pienses más en ello, si quieres puedo hablar con él.
Para: Alfredo
Gracias por eso.
No, no quiero que hables con él. No quiero volver a hablar con ese gilipo*llas.
De: Alfredo
A veces odio lo cabezota que eres...
Para: Alfredo
Vaya, gracias por eso.
Te tengo que dejar, me voy al estudio.
Gracias por todo.
Para: Alfredo
No pasa nada... suerte!
“Maldito ca*brón.” Gruñí entre dientes mientras me levantaba de la cama y abría las ventanas de la habitación. “Ojalá nunca te hubiera creído.” La rabia volvía a correr por mis venas al divisar en mi mente la foto de ellos dos juntos.
Dejé mi iPhone sobre mi mesilla y me cambié de ropa para arreglarme y salir en dirección al estudio. Sabía que estaba inspirada y necesitaba componer.
La gente con el corazón roto escribe las mejores canciones.
Justin’s Point of View:
No sabía lo que pasaba, solo sabía una cosa... la había jodido mucho. Hasta mi padre me lo había dicho. Había pasado tan solo dos días con Selena, porque le dije que estaba en Los Ángeles. Tan solo habíamos salido para ir en segway alrededor de la manzana de mi casa y habíamos ido luego al cine con Milk para pasar un rato agradable.
Tan solo estábamos tratando de ser amigos... pero sabía perfectamente que la gente interpretaba mal las cosas. Había subido una foto con ella y todo se había revolucionado, lo sabía perfectamente, pero sabía que lo había hecho mal.
______.
Maldije en voz baja justo cuando me desperté y me quedé un rato tumbado sobre la cama. No tenía casi nada que hacer. Simplemente iría al estudio o compondría algo para pasar el rato.
Mi móvil sonó haciéndome rodar hasta el lado de mi mesilla. Tragué saliva y lamí mis labios. Miré la pantalla. Era Fredo.
De: Alfredo
La has jodido mucho esta vez, bro.
Pasé mi mano por mi frente frotándola con fervor, luego despeiné mi pelo revuelto de haber dormido. Suspiré con frustración.
Para: Alfredo
Solo somos amigos, ella ya lo sabe de sobras.
Fruncí mi ceño y esperé a que contestara, pero en vez de eso, mi móvil vibró indicándome que me estaban llamado. Era él.
Lo cogí y no dije nada, solo suspiré profundamente.
“Eso no es lo que ella piensa ahora.” Dijo Fredo sin decirme ni buenos días ni nada.
Tragué saliva y miré al techo inundado por la oscuridad. “Joder, simplemente no pensé cuando subí esa foto... la quise subir, somos amigos y hablamos tranquilamente. Fuimos al cine y salimos con mi padre, pero eso es todo. No nos besamos, ni hicimos nada. No hay nada entre nosotros.”
“A mi no me tienes que dar explicaciones, se las tienes que dar a ella. Y realmente, no te va a dejar esta vez.”
Tensé mi mandíbula. “¿Has... has hablado con ella?” Pregunté con algo de nerviosismo en mi tono. La estaba jodiendo demasiado. Y no sabía si me iba a perdonar esta vez.
“¿Tu que crees?”
Asentí con mi cabeza. “¿Y... como está?”
“Se siente defraudada y está mal, aunque no lo haya reconocido. No debiste de hacer esto sabiendo que tenías una conversación pendiente con ella, bro. Sabes que no me meto en estos asuntos nunca y no te recrimino nada, pero ella también es mi amiga, y está dolida por lo que has hecho... y en realidad, tiene toda la razón de estarlo.”
Me quedé en silencio sin saber que decir exactamente. “Joder...” Gruñí en voz baja, y con furia en mi voz. “Está muy enfadada, ¿Verdad?”
Pude notar como asentía con su cabeza y lo imaginé en mi cabeza. “Mucho.” Comentó. Solo había dicho una simple palabra, pero me había dejado claro todo.
“Y...” Suspiré. “Mier*da, siempre lo tengo que joder todo cuando estábamos a punto de aclararlo. Quería volver con ella.” Tensé mi mandíbula enfadado conmigo mismo. “No quería hacerle daño, no era mi intención. Solo estaba--” Me interrumpió.
“Si, solo estabas pasando tiempo con tu ex, pero acuérdate de que ella rompió contigo por lo que dijiste en la radio, deberías de aprender de ello.”
Miré a un lado de la cama y puse mi mirada en los muebles de la habitación. “¿Y ahora que? Si la llamo me mandará a la mier*da... y si no la llamo--” Suspiré con resignación. “Joder.” Gruñí entre dientes.
Cuando empezaba a arreglar todo, había otra cosa que venía y lo jodía todo de nuevo.
“Si quieres recuperarla de verdad, haz todo lo posible para conseguirlo. Lucha por lo que quieres.” Esas palabras resonaron en mi cabeza una y otra vez.
“Eso es lo que haré.”
“Suerte con ello bro.”
Suspiré con resignación y colgué la llamada mientras marcaba el número de Smith, pero no lo cogía. Maldije en voz baja a la vez que dejaba mi iPhone tirado en mi cama entre las sábanas.
Necesitaba hacer algo para que me hablara, porque de momento, las llamadas no me las cogía.
______’s Point of View:
El móvil no paraba de sonar, una y otra vez. Jason me comprendía porque le había contado todo lo que pasaba, y entendía el hecho de que estuviera tratando de pasar de él. Pero según él, me hacía feliz estar a su lado.
Y si, me hacía feliz, pero me hacía daño con sus acciones. No pensaba en mi y en las consecuencias que tendría al hacer las cosas. Y eso me jodía, porque parecía que no le importaba el hecho de que yo sufriera por su culpa y que me hiciera daño.
Dejé el móvil a un lado de la cama mientras me quitaba toda la ropa y me metía en la ducha. Había quedado con Quincy en ir a cenar, solos. Me apetecía verle y hablar con él porque hacía mucho tiempo que no lo hacíamos.
Lily se había quedado en casa porque estaba cansada. En realidad, pensaba que todavía le duraba la resaca de la borrachera que se había cogido en Toronto por Nochevieja.
Reí al pensar en ello y me metí en la ducha poco después.
Recorrí con mis manos mi cuerpo desnudo mientras el agua caía por mis hombros, rebotando en mi cintura y cayendo finalmente al suelo de la ducha. Me encantaba ese momento del día. Me relajaba y estaba sola para poder pensar en todo lo que había pasado.
Tenía claro que no iba a llorar más por Justin, por mi se podía ir al mismo infierno, me daba absolutamente igual. Aunque si, dolía saber lo que había hecho y pensar en ello. Le echaba de menos y me encantaría que me abrazara.
Y también me encantaría una disculpa, por lo que había hecho.
Pero esta vez no iba a ser tan fácil como el pudiera pensar. No le iba a perdonar, porque lo que había hecho... me había dolido mucho.
Si, me iba a olvidar de él e iba a salir para divertirme con Quincy. Creo que él era el que me podría ayudar a ello.
Aclaré mi cuerpo y luego enjaboné con champú mi cabello largo oscuro. Di un masaje en mis sienes y en mi cuello cabelludo mientras cerraba mis ojos disfrutando de ello. Sentí un aliento en mi nuca de pronto y unas manos en mi cintura. Me estremecí ante ello.
“Shhhh.” El aroma tan conocido para mi me estaba invadiendo por completo haciéndome jadear. Aspiró mi nuca y luego pasó sus manos por mis hombros mientras los masajeaba suavemente, dejándome completamente relajada.
Solté un gemido sin poder evitarlo cuando sentí como sus manos bajaban por mis brazos y se aproximaban a mis pechos ahuecándolos en sus manos. Tragué saliva con dificultad, me costaba respirar. “Justin.” Susurré suavemente antes de sentir su rostro apoyado en mi hombro dejando besos en mi cuello.
“Me encanta como hueles.” Sonrió levemente en mi oído antes de coger mi lóbulo entre sus dientes y apretar suavemente haciendo que mi respiración se acelerara.
“Oh... Justin.” Susurré jadeante antes de que unos golpes en la puerta me sobresaltaran. Me agarré a la pared de la ducha sosteniendo mi cuerpo contra ella.
“_______!” La voz de Lily me sacó de mi trance de repente, mi respiración era tan jodidamente agitada. Justin me afectaba de una manera que no podía controlar y me empezaba a preocupar.
“¿Si?” Grité para que me escuchara desde detrás de la puerta del baño de mi habitación. Contenía mi respiración agitada. Tragué saliva y sentí como el agua de la ducha aclaraba mi cabello.
“Ha venido Matt, voy a salir con él!” Me sorprendió eso. Fruncí mi ceño de repente, olvidándome de mi repentina “fantasía”.
“¿Ha venido Matt?” Pregunté sorprendida.
“Si,” Hizo una pausa para coger aire. “Quería verte, y como no tiene nada que hacer, ha venido. Luego nos iremos a cenar juntos.”
Asentí con mi cabeza. “Está bien. Bajo cuando esté lista para irme y lo saludo.”
“Vale.” Noté como sus pasos se alejaban de la puerta y poco después cerraba mi habitación. Suspiré mirando las baldosas del baño y me recompuse en la ducha para aclararme por completo la cabeza y el cuerpo con mis manos.
Poco después salí, para darme crema por todo mi cuerpo. Me sequé mientras me sentaba en la cama y me puse ropa interior nueva que me había comprado. Me dirigí hacia mi armario lleno y miré toda la ropa que tenía dentro para escoger algo adecuado para la cena.
Me decanté por una falda alta con vuelo y corta, y un top del mismo color sin mangas y ajustado. Cogí unas medias negras y unos zapatos de tacón de color dorado, altos. Me vestí sin prisas, ya que llegaba a tiempo de sobras, y luego pasé a mi cabello. Ondulándolo para darle más volumen.
Me maquillé con base en mi rostro y di profundidad a mi mirada con máscara negra y eyeliner del mismo color, con sombra marrón. En mis labios puse pintalabios rojo fuerte y me perfumé para luego coger mi abrigo negro y mi bolso con mis cosas dentro.
Salí de la habitación bajando las escaleras poco después y encontrándome con Matt esperándome en el hall de la casa. “Wooow,” Silbó mientras me miraba de arriba abajo. “Creo que las vacaciones te sentaron muy bien.” Dijo haciéndome sonreír levemente.
“¿Que haces tu aquí?” Le dije sorprendida mientras terminaba de bajar las escaleras y él se lanzaba a mis brazos, yo le abracé fuertemente buscando consuelo en él. Él me apretó con fuerza para consolarme.
“Quería verte.” Susurró en mi oído. Yo sonreí por ello y suspiré profundamente calmándome. “Lo siento mucho, nena.”
Sus palabras me hicieron recordar todo de nuevo. Negué con mi cabeza. “No pasa nada.”
“¿Quieres que hable con él?”
Negué de nuevo con mi cabeza. “No quiero hablar nada con él, no tengo nada que decirle en estos momentos.”
Asintió con su cabeza acariciando mi espalda con su gran mano. “No te preocupes, todo se pasará y podrás aclarar las cosas con él dentro de poco... solo necesitas tiempo.”
Arqueé mi ceja con confusión. “¿Tiempo? ¿Más tiempo?” Negué con mi cabeza mirándole a los ojos mientras me apartaba. “Por el amor de Dios, le di tiempo, dos jodidas semanas... todo iba bien, iba a ir a su casa hoy, y me encuentro con eso...” Negué de nuevo con mi cabeza con disgusto en mi mirada. “He acabado con esta mier*da
. Creo que es hora de seguir adelante, sin él.” Tragué saliva con dureza. “Por mucho que me duela.”
Me miró escrutándome con su mirada con atención. “Sabes que no quieres eso, y no lo niegues.” Había cierta diversión en sus labios. Eso me sorprendió.
Me encogí de hombros. “Me da igual.” Hice un gesto de disgusto.
Pasó su mano por mi hombro acariciándome levemente. Él ladeó su cabeza y antes de que pudiera seguir hablando de Justin, le interrumpí, preguntándole por lo primero que se pasó por mi mente.
“¿Donde te quedas?” Le pregunté con curiosidad. Eso le pilló por sorpresa.
“Oh, me quedo donde siempre.” Sonrió levemente. Matt tenía un piso en Los Ángeles.
Asentí con mi cabeza. “Puedes quedarte aquí, tu habitación está al lado de la mía.” Tragué saliva mirándole a los ojos con algo de seriedad.
Frunció su ceño. “¿Me estás invitando a quedarme?” Se acercó a mi divertido.
Me encogí de hombros de nuevo. “Solo haz lo que quieras, Matt.” Agité mi mano con desdén mientras él me abrazaba de nuevo acariciando mi espalda con suavidad.
“Tranquila, como insistes tanto me quedaré.” Hizo que sonriera al menos. Lo que le agradecí.
“Me alegro por eso.” Susurré en su hombro.
“Luego traeré mis cosas para quedarme esta noche.” Asentí.
“Vaya, ya os habéis saludado.” Lily entró en el hall de la casa sorprendida mirándome de arriba abajo. “Wooow. Cualquiera diría que vas a una cita, Smith.”
Ladeé mi cabeza. “Tan solo voy a cenar con un amigo, eso es todo. Nada de citas, ni de amores por ahora.”
Matt sonrió. “Y... ¿Se puede saber con quien has quedado?” Se apartó mirándome con curiosidad.
Asentí. “Quincy. Hace mucho que no le veo.”
Él arqueó su ceja. “Vaya.” Se quedó sorprendido por ello. Él sabía que había habido algo entre nosotros. “El tipo que organiza las fiestas grandes.”
Sonreí por eso. “Lo se. Él organizó la mía de cumpleaños.”
Él asintió con su cabeza. “Si, lo conocí en la cena de tu cumpleaños. Él me contactó por Jus--” Se interrumpió. “Umm... lo siento.”
¿Justin le había dicho de llamar a Matt?
Eso me sorprendió. Cuando fue mi cumpleaños, no éramos nada todavía.
Negué con mi cabeza sonriéndole para tranquilizarle. “No te preocupes, no importa.”
“¿Cuando has quedado con Quincy?” Lily me preguntó algo curiosa.
“Oh.. creo que...” Miré mi reloj. “Estará al caer. Me ha dicho al final que me pasaría a buscar.”
Ella me sonrió con picardía y yo agité mi mano con desdén ante su gesto. “¿Y vosotros?” Les miré mientras entrábamos al living para sentarnos en el sofá. Odiaba esperar de pie.
Matt se encogió de hombros y miró a Lily. “Cuando ella quiera, a mi me da igual.” Se recostó en el sofá y yo sonreí agradecida por que él estuviera conmigo en ese momento. Era lo que más necesitaba. “Las mujeres mandan.” Hizo que las dos riéramos y en ese momento el timbre de la puerta de casa sonó.
Suspiré y me levanté, justo cuando Lily saltó del sofá y corrió en dirección a la puerta. Escuché voces desde el sofá y justo cuando me asomé, me encontré con la figura fuerte y alta de Quincy. Estaba de espaldas mientras hablaba con Lily animadamente.
“Pasa, _____ está en el living.” El asintió con su cabeza y justo al volverse para caminar hacia donde Lily le decía, nuestros ojos coincidieron. No supe porque pero me puse algo nerviosa por ello.
Era igual de atractivo que meses antes cuando le vi por última vez. Hacía bastante que no le veía. Sonreí cuando el sonrió al verme. “Quincy.” Me levanté para ir hacia la entrada y darle un abrazo, mientras el me estrechaba contra su cuerpo con confianza.
“¿Como estás?” Me enseñó sus dientes al sonreír. Yo sonreí por eso.
Me encogí de hombros. “Bien, ¿tu?” Me aparté de él poco después para mirarle a sus ojos.
“Genial.” Sonrió y poco después miró en dirección a Matt. “Hey, ¿Que pasa man?” Le dio la mano mientras la chocaban y se daban un abrazo. Había visto tanto ese saludo que era habitual para mi. Eso me recordó a Justin.
Él siempre saludaba así a las personas.
Empezaron a hablar animadamente y yo me acerqué a Lily mientras me ponía el abrigo y acomodaba mi cabello antes de colgar mi bolso sobre mi hombro. “Diviértete.” Me dijo en un susurro. “Ese chico si que vale la pena.” Miró a mis espaldas.
Y yo fruncí mi ceño. “Lily, solo vamos a cenar. No nos vamos a casar, por Dios.” Suspiré con resignación y frustración, mientras decía esto en voz baja para que no se enteraran. Ellos estaban sumidos en una conversación.
Matt y Quincy se pusieron a nuestro lado. “¿Nos vamos?” La voz de Quincy me hizo darme la vuelta, y le miré a sus ojos oscuros.
“Oh, claro.” Sonreí levemente, acomodándome el abrigo.
El asintió. “Nos vemos pronto, man.” Le dio una palmada al hombro de Matt y él le correspondió.
“Claro, divertíos.” Dijo mirándonos a los dos mientras yo abría la puerta de la casa, antes de marcharnos. Me despedí de ellos al igual que Quincy y salimos de allí, antes de que Lily -disimuladamente, cuando Quincy no miraba- me diera un gesto con sus dos pulgares levantados. Susurró algo que no pude descifrar.
Puse mis ojos en blanco y empezamos a caminar por el sendero que conducía hacia el exterior de la casa. “¿Has traído tu coche?” Le pregunté animadamente.
El asintió. “¿Por que? ¿Querías conducir?”
Reí divertida. “Claro que no, me gusta que me lleven a los sitios.” Dije bromeando antes de que él soltara una carcajada. Me encantaba como se reía.
Lamí mis labios y suspiré profundamente. “¿Tienes frío?” Dijo al ver que me daba calor con mi mano. Hacía algo de fresco a las nueve de la noche en Los Ángeles. Ladeé mi cabeza e hice una mueca con mis labios.
“Un poco, pero sobreviviré, tranquilo.” Él rió y me acercó con su mano rodeando mis hombros.
“Me alegro de verte.” Dijo mientras nos aproximábamos hacia la verja que aislaba la casa de la calle.
“Yo también.” Me encantaba su aroma. Olía tan bien. Sentí su mano moverse en mi hombro y miré al suelo mientras caminábamos y yo le preguntaba por sus hermanas pequeñas.
Sabía que Quincy era una buena persona y él podía ser el único que me podía hacer sentir bien después de todo lo que había pasado.
Hasta que no nos metimos en el coche y empezó a bromear, no me di cuenta de lo mucho que le había echado de menos.
Quincy era increíble.
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QUINCY IS BACK! SMITH IS BACK! IMPOSSIBLE IS BACK!
Creo que no hay nada más que decir.
Llega el turno de Smith... Justin ya la ha jodido bastante, ahora es la hora de Smith.
Smith va a sacar su lado más “salvaje” y van a notar cierto cambio en ella, que creo que ya se está notando en este capítulo. Al fin y al cabo, el dolor nos cambia a todos.
Me encanto la parte de su imaginación cuando se está duchando y piensa que Justin está detrás. ¿Cual fue vuestra parte favorita? Tengo curiosidad.
Creo que lo siguiente las puede sorprender algo. Los próximos capítulos van a ser emocionantes.
Parece que Smith está dispuesta a seguir adelante con y sin Justin. Me gusta que tenga esa fuerza para hacerlo, y al fin y al cabo, no se ha deprimido tanto por lo que ha pasado, solo lo normal.
Pero creo que hay otras formas de canalizar esa rabia que siente por Justin y por lo que él ha hecho. Y lo verán en los próximos capítulos. Muchos rumores, paparazzi, fiestas y dolor. GET READY!
Gracias por leerla y espero que les guste! LOVEU! El siguiente capítulo va a ser intenso sin duda. Quincy is back!