Héroe en apuros (IzukuxHarem)

By DragneelNote

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Midoriya Izuku, heredero del One For All, se ve involucrado en cierto incidente , al ser algo de lo que pudo... More

Capítulo 1: Izuku en problemas.
Capítulo 2: Momo en problemas.
Capítulo 3: Amiga en problemas.
Capítulo 4: Ochako en problemas.
Capítulo 5: Clase en problemas.
Capítulo 6: Colmillo en problemas.
Capítulo 7: Jiro en problemas.
Capítulo 8: Corrección.
Capítulo 9: Entrenamiento en problemas.
Capítulo 10: Mei en problemas.
Capítulo 12: Castigo.
Capítulo 13: Toga en problemas.
Capítulo 14: Reunión en problemas.
Capítulo 15: Fiesta en problemas.
Capítulo 16: Ryuko en problemas.
Capítulo 17: Suspensión.
Capítulo 18: Viajeros en problemas.
Capítulo 19: Experimento en problemas.
Capitulo 20: Equipo en problemas.
Capítulo 21: Mundo en problemas.
Capítulo 22: Espadachín en problemas.

Capítulo 11: Cita en problemas.

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By DragneelNote

Aquí otro capítulo.

Tarde en subir por dos razones, la primera es por falta de tiempo, y la segunda lo explicare al final de esto, ya que fue una estupidez que tengo que explicar con paciencia... Para el que le interese, sino pues no tiene caso que lo lean.

Los personajes e imágenes de esta historia no me pertenecen, sólo los empleo con fines de diversión.

Advertencia: Uso de lenguaje algo "fuerte" y una que otra imagen que encuentre por ahí, si no eres mayor de edad... Ñaaa, igual nadie va a hacerme caso, ¿para qué me esfuerzo?

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Durmiendo plácidamente, mientras flotaba en la oscuridad infinita, un vacío que su propio subconsciente, o algo más, había creado para reunirse con cierta presencia, esa pequeña esfera flotando alrededor de su cuerpo.

-Hey, Izuku, Hey. ¡Despierta! – Por su tono chillón y elevado, llevaba un tiempo llamándolo, esperando a que abriera sus ojos, durante ese lapso algo fastidioso, se le ocurrían varias cosas, varias maldades que hasta el más temerario se podría tragar, ¿los requisitos?... Un victima recién levantada.

-Hmm... C-Cinco... Cinco minutos más... - Murmuró el peliverde, colocándose en posición fetal como si estuviera en su cama. Una marca de vena apareció en la esfera.

-Hoo... Muy bien... Sí así lo quieres jeje – Rió con maldad, flotó cerca de la cabellera verde- Hey, Izuku ... - Consiguió que abriera un poco sus ojos – No quiero asustarte, pero tal vez el Hee-hee, el Hee-hee está en la casa – Susurró.

-¡AAAAH! ¡El coco! – Se levantó de golpe – ¡Hay que tapíar las ventanas! ¡Traeré la escopeta! - Gritó agitado, había caído redondito.

-Jajaja - Voló de manera alborotada, mientras Izuku aclaraba su vista – Eres un tonto, muchacho ejeje.

-¿Eh? ¿Qué? – Reaccionó tarde. Miró a su alrededor, paso su mano sobre su rostro en señal de frustración – ¿Por qué...? ¿Por qué siempre que estoy aquí tienes que burlarte de mí? – Preguntó con pesades.

-Tranquilo, Izuku. Sólo fue una  broma – Dijo entre risas – Aunque nada superara a la vez que te desperté diciéndote que perdiste las piernas jajajja – Volvió a carcajear. Izuku lucía más que molesto, estaba a punto de "reventar" a esa esfera.

- ¡Mira, me cago en tu puta madre! ¡En tu puta madre!... ¡Te voy a arrancar las alas! ¡¿Me oyes?! ¡Te voy a arrancar las alas! ¡Y me voy a ca...! ¡¿hmp?! -Tapó su boca, no podía creerse lo que había soltado, algo que hizo muy feliz a esa hada, por la forma en la que volaba hacia el muchacho.

-Oye, tranquilo, viejo – Soltó alegre - No te alteres tanto, o harás que este lugar colapse – Hizo retroceder al muchacho, destapar su boca lentamente.

-L-Lo... Lo siento... No sé qué me paso – Tomó asiento en la nada, abrazó sus piernas – Todo fue tan rápido... De verdad sentí ganas de mandar todo al caraj... ¡¿Hm?! – De nuevo se calló a sí mismo.

-Je

-¿Q-Qué... ¿Qué me está pasando? –Preguntó afligido, mientras miraba su mano.

-Oh, no mucho – Contestó el hada- Sólo lo que te había dicho, has subido de nivel, por lo tanto, experimentaras cambios muy grandes en tu persona, o bien ya los has experimentado sin darte cuenta jeje

- ¿C-Cómo dices?

- ¿Qué no lo recuerdas?

Izuku quedo en silencio, mientras una inmensa sensación de confusión invadió su ser. Hizo memoria, las actividades que realizó junto con sus compañeras, unos días después de agregar a una pelirrosa como una de ellas...

.

.

.

Era plena tarde de sábado, la luz del sol y el ambiente invitaban a cualquiera a pasearse en las calles de Kamino, o en el caso de cierto peliverde, sentarse en la banca de un parque.

-Mmm... ¿Habré llegado muy temprano? – Recogió la manga de su sudadera – "Aún faltan quince minutos" – Pensó tranquilo, recostó su cabeza, las nubes se movían lentamente, tan tranquilas que lo hacían sentir relajado. Hurgó en su bolsillo, una nota que desdobló, en ella algunas palabras rayadas o mal borradas: "lugares para ir en pareja", el último lugar en la lista lo hizo sonrojarse, aunque sólo se alcanzaban a distinguir dos letras: L??? H???? – "Ustedes no tienen remedio" – Recordó a un pelimorado y a cierto rubio - ¿Hm?

Justo cuando estaba doblando la nota, la voz de una chica lo hizo voltear, dirigir su mirada hacia la entrada del parque.

- ¡Deku-kun! – Se acercó, mientras lo saludaba con la mano. Vistiendo ropa casual, su cabello amarrado en una cola, sonriendo con un tenue rosa en sus mejillas.

-Ah, Uraraka-san – Se puso de pie, mientras ella se acercaba, no pudo evitar sonrojarse, sostener su pecho, Ochako se veía muy hermosa.

-Perdón, ¿esperaste mucho? – Dijo apenas llegó a él.

-N-No... Acabo de llegar jeje – Fue amable, no le molestó tener que esperar, al contrario, estaba agradecido. Tuvo tiempo para repasar su "plan" y relajarse un poco, aunque eso se fue al garete al tenerla tan cerca.

Con la idea de pasar tiempo con cada una de sus "compañeras", Izuku decidió cumplir con el horario impuesto por las chicas, de esta forma cada una podría pasar un día entero con él, sin que las demás intervengan, evitando así, lo que Izuku llamó, un" derramamiento de sangre" o en términos simples "ataque de celos". Pero no era miedo lo que lo influenció a seguir con esta relación, era algo más, algo dentro de su cabeza, o más bien en su pecho, una sensación de calidez, plenitud total... Pues claro, quién no se sentiría jodidamente pleno o contento al estar en una relación con una Ojou-sama libidinosa, una tsundere algo antisocial, una inventora medio masoquista y amiga que lo adoraba bastante.... Y que además, ellas estuvieran de acuerdo.

-Y ¿a dónde iremos, Deku-kun? – Preguntó curiosa la castaña, una sonrisa demostraba su emoción, lo mucho que esperaba este día.

-Bueno... - Miró a todas partes, había tantas opciones que era difícil decidir, un café, un restaurante familiar, un karaoke, aunque él no era muy bueno en eso, y un centro de arcade.

Era la primera vez que la invitaba a una cita, las otras veces fueron idea de ella, nunca tuvieron oportunidad de actuar como una pareja normal, ya que las veces que salieron, siempre empezaban y terminaban igual, con él entre las piernas de la castaña. No pudo evitar sentirse nervioso, y no ayudó en nada preguntarle a sus "expertos" compañeros de clase sobre lo que harían de "salir" con alguien, los muy desgraciados se llevarían a las chicas a un hotel de tener oportunidad – Qué tal si... – Se acercó a la castaña, la tomó de la mano.

-¿D-Deku-kun? – Ella se exaltó al sentir como sus dedos se entrelazaban con los de Izuku. Aun cuando ya habían pasado tantas cosas, el hecho de que él se comportara tan asertivo la hacía sentir abrumada y encantada.

-Qué tal si hacemos algo "divertido" primero – Le dio una sonrisa sincera. La sola palabra la hizo sonrojarse, pensar lo que su antes amigo tenía planeado para ella, sobre todo al darse cuenta por donde estaban caminando; algunos edificios llamativos, algunas parejas saliendo de estos, "lugares de descanso".

 No podía creerse que Izuku la estaba llevando a semejante lugar, lo atrevido que era, pero no le molesto, al contrario, lo estaba esperando.

-D-De acuerdo – Confirmó sonrojada – Vayamos entonces – Se aferró a su brazo, de tal forma que siguieron caminando muy juntos.

Más tarde...

-Entonces... - Habló Izuku, con una voz seductora, muy cerca del rostro de compañera- ¿Lista para ver qué tan lejos llegan mis bolas?

-S-Si – Confirmó casi exhausta Ochako, un leve vapor cada vez que exhalaba – Muéstrame, Deku-kun.

-Aquí voy – Se preparó, lo sujetó firmemente con las dos manos, y luego vino la primera- ¡RAW!

- ¡HOME RUN! – Anunció el altavoz en aquel pequeño campo de bateo.

-Wow, eso estuvo increíble – Dijo emocionada Ochako, mientras miraba la bola alejarse a gran velocidad, atravesar la malla de protección – No puedo ganar contra ti jeje.

- ¿De verdad?... – Expresó algo nervioso el peliverde- No fue nada... Fue pura suerte jeje - Tan humilde como siempre.

Había pasado una hora desde que ingresaron al centro de juegos, jugando en cualquier cosa que requiriera esfuerzo físico, desde usar un martillo para golpear al topo hasta una máquina de pump, los dos se estaban divirtiendo, riendo y platicando de cualquier cosa mientras jugaban, Ochako se la estaba pasando de maravilla, aunque no pudo evitar pensar que esto no era lo que esperaba.

-Creo que me sentare un rato – Dijo, mientras apuntaba hacia una mesa, cerca de ella un pequeño puesto de comida y bebidas.

- ¿Estas bien? Uraraka-san- Preguntó Izuku algo preocupado.

-Estoy bien... Bueno, me siento un poco cansada. Eres muy fuerte Deku-kun, por lo que tuve que esforzarme para no quedar atrás jeje – Dijo sonriente, sus piernas temblaban, Izuku se dio cuenta de eso.

- ¿Qué tal si vamos juntos? – Se acercó a ella, mientras le ofrecía una mano.

-Sí, creo que será la me... ¿Eh? – Ella se sorprendió. Apenas acercó su mano, Izuku la tomó rápidamente, fue atraída, levantada de su espalda y piernas –D-Deku-kun...- Ochako no podía creerlo, lo tranquilo y seguro que lucía Izuku, mientras la cargaba.

- Perdón, ¿te lastime? – Preguntó como si nada.

-No... No es eso... Es sólo que... - Instintivamente, llevó sus manos a su rostro – Esto es un poco vergonzoso- miró entre dedos, no había mucha gente, y la poca que había estaba ocupada en el resto de juegos.

- Tranquila. Estoy contigo – Dijo Izuku, mientras se dirigía hacia una mesa. Fue un corto camino que Ochako disfruto, aun así, no puedo evitar sentirse entre avergonzada y contenta.

Apenas la hizo sentarse, tomó la silla de enfrente, roscó su mejilla para disimular su nerviosismo.

-Perdón, estaba tan inquieto que no me di cuenta que estabas cansada- Dijo apenado.

-No te preocupes por eso- Respondió Ochako- Me he divertido bastante. De verdad, estoy feliz que me hayas invitado a salir  jeje – Agregó sonrojada, mientras jugaba con sus dedos. Era tierna la forma en la que se comportaba.

-Sí ejeje – Habló Izuku – Es bueno hacer algo más aparte de tener sex... -Cubrió su boca. No podía creerse lo que estaba a punto de soltar como si nada.

-¿Aparte de...? – Interrogó Ochako, un tanto extrañada. Izuku tendría que pensar muy bien sus palabras antes de volver a abrir la boca.

-Eto... -Pensó con cuidado- Aparte de entrenar y estudiar ejeje.... Ya sabes, últimamente Aizawa-sensei se ha puesto un poco más estricto.

-Sí, creo que tienes razón – dijo la castaña. Izuku logró salvarse por los pelos.

- "¿Q-Qué estaba a punto de decir?"

Mientras seguían platicando y olvidándose de lo anterior, a unas cuantas mesas de distancia, dos personas los observaban, que por la ropa que llevaba una de ellas, creía que no llamaría la atención, más sin embargo lucía muy sospechosa; una gabardina y lentes oscuros.

-Fufufu, sigue hablando, Midoriya-san. Cada palabra aumentara el castigo que te daré el lunes- Dijo una pelinegra, mientras reía de forma siniestra.

-Yaomomo – La llamó su amiga, una pelivioleta vistiendo unos jeans y una playera negra, en ella el nombre de una banda de rock - ¿No crees que esto es demasiado? Habíamos prometido no interferir en el día de las demás- Dijo un tanto apagada, aunque preocupada por el comportamiento de su amiga.

- ¿De que estas hablando, Kyoka-chan? No estamos interfiriendo. Además, es una coincidencia que nos los hayamos encontrado en este lugar – Dijo Momo, mientras intentaba mirar hacia atrás, hacia sus compañeros quienes seguían conversando, disfrutando de su cita.

- "Aja, coincidencia" – Fue el pensamiento sarcástico de Jirou, sorbió su bebida a través de la pajilla, mientras  observaba el extraño dispositivo colocado en la mesa, ese que había usado la pelinegra durante toda la tarde, hasta llegar en donde estaban.

-¡Pero ¿qué está haciendo?! – Expresó alterada Momo, Jirou se exaltó un poco, miró lo mismo que su amiga; Izuku tomando el rostro de Ochako, sus rostro estaban demasiado cerca.

-¿C-Có... ¿Cómo se atreven a besarse en público? – Momo se puso de pie, con toda la intención de ir hacia ellos- Imperdonable.

-Yaomomo, no... No debes intervenir – La pelivioleta rápidamente se levantó a sujetarla – Sí lo haces nos descubrirán. Además... - Momo estaba consiguiendo arrastrarla, era imposible hacerla desistir– ¿Qué no hemos hecho cosas más atrevidas con Midoriya? ¿Por qué te molestas tanto? –Preguntó, aunque ya sabía por qué, ese sentimiento de lejanía hacia Izuku, de estar conectada a él por algo más que lo físico, más que una simple marca en su cuello.

- Es que ellos... Guh... - Siguió arrastrando a su amiga - ¿Cómo pueden comportarse de manera tan melosa?... Me hace sentir realmente... Ugh...

-L-Lo entiendo... Sé perfectamente cómo te sientes– Jirou intentó hacerla entrar en razón – Yo también me siento así – Increíblemente, logró hacer que pare- Yo también me siento celosa, verlos comportarse tan amistosos, como novios... Pero no se puede hacer nada, ellos eran muy amigos desde antes, casi iniciando la academia.

Poco a poco recobró la cordura, Jirou la soltó cuando ella se dio vuelta. Momo recobró el sentido, regresó a su asiento, ya había sido suficiente, esta demostración de celos.

-Lo siento - Jirou la volvió a acompañar en la mesa.

-No te preocupes, para eso son las amigas – Dijo, mientras le brindaba una sonrisa.

-Es sólo que... A veces olvido que no soy la única – Dijo a modo de disculpa.

-A ti y a otras tres se nos olvida jeje. Así que no te mortifiques.

-Tienes razón – Sonrió despreocupada. Vio de reojo a aquel par, ya era suficiente de espiarlos.

-Entonces ¿Nos vamos?

-Sí, creo que será lo mejor.

Ambas se retiraron en silencio, sin que nadie notara su presencia, fue una rara escena.

Y mientras lo anterior ocurría...

-Mmmm... -Se acercó a la castaña, sujetó su rostro para mirarla fijamente a los ojos.

- ¿Deku-kun? ¿Qué estas... haciendo? – Dijo Ochako, intentando permanecer quieta y tranquila.

-Ah, ¿esto? - Siguió observando detenidamente sus ojos – Estoy buscando indicios de estrés o fatiga?

- ¿Eh? ¿De verdad? – Expresó sorprendida, al mismo tiempo que se sonrojaba. Era increíble que Izuku luciera tran tranquilo, sin siquiera pestañear, mientras su aliento chocaba en el rostro de su compañera – E-Eso es increíble, ¿dónde aprendiste a hacer eso?

- ¿Eh? – se alejó de ella – Ah, bueno, es que... he pasado mucho tiempo en la enfermería, así que Recovery girl me ha dado algunos consejos para mantenerme saludable jeje – Dijo nervioso –"¿Qué es lo que estaba haciendo?"

- Te lastimas demasiado, Deku-kun – Ochako sonrió, viendo que Izuku actuaba de manera tímida y nerviosa, esa parte de él era la que más le gustaba.

-Eh, sí... A pesar de que ha pasado un tiempo, aun no logro controlar por completo mi Quirk –sintió el peso de sus propias palabras, rió de forma apagada – "Aparte de que últimamente no sé qué le está pasando a mi cuerpo".

- ¡No te preocupes! – Ella sujetó su mano – Estoy segura que podrás hacerlo, podrás controlar tu Quirk y ayudar a muchas personas en el futuro – Se veía muy animada, eso hizo sonrojar al chico – Después de todo, Deku significa "puedes hacerlo" - con eso, logró hacer que el corazón de Izuku se acelerara.

- "La llevare a casa con mamá"- Pensó conmovido, aunque eso no evitó que se soltara y sostuviera su pecho para calmar su corazón – "No... No ahora... D-Debo... resistir..."

-Deku-kun, ¿estás bien? – Preguntó preocupada Ochako. Izuku cerró sus ojos con fuerza, su corazón seguía acelerándose.

- "Piensa en algo feo, piensa en algo feo, ¡piensa en algo feo! ..."

Consiguió crear una imagen; a uno de sus compañeros; un pelimorado llamado Mineta, este en traje de baño.

De vuelta al presente, con Izuku reunido con aquella esfera...

- No mames, que asco – Se arrodilló en la nada, no tenía fuerzas después de tan duro retortijón de estómago.

-Pendejo, yo estuve aquí cuando imaginaste eso. Pensé en arrancarme los ojos... Sí los tuviera – Dijo el hada con un tono de desagrado.

-D-Dejando de lado eso... -Dijo un Izuku recién recuperado – ¿Esto cómo prueba que yo he cambiado? De hecho.... – Lo pensó por un momento, recordó sus acciones después de su "encuentro" con Mei – No ha pasado nada conmigo desde ese día, tampoco... - Rodó sus ojos hacia otro lado, recordó con temor y tristeza ese día, el día que segó la vida de tres criminales – Tampoco me he vuelto a convertir en... "eso" – Dijo apagado.

- Hay vas de nuevo con eso – Expresó cansado- Deja de sentirte culpable, ¿cuántas veces te lo he dicho?, Eso no te va a llevar a ninguna parte... Ni a ellas – Susurró lo último.

-Pero... Hice algo que no debería haber hecho... Algo que un héroe jamás haría... Mucho menos All Might – Recordó a su maestro, su figura sonriente e imponente.

-Bueno...– Se acercó al peliverde para intentar animarlo- ¿Tú estás pendejo o qué, Izuku?

-¿Eh?

- Es obvio que tú nunca te convertirás en un héroe como All Might, así que ríndete – Fuertes palabras que hicieron a Izuku bajar la cabeza, recordar su pasado.

-Tienes razón, yo...

-Serás mejor – Lo interrumpió.

-¿Eh?

- Te convertirás en un gran héroe, uno que superara con creces a tu maestro, uno que se encargara de darle su merecido a aquellos que osan poner sus manos sobre los "tesoros" del Rey – Dijo a modo de discurso, Izuku no podía estar más confundido.

- ¿A qué te refieres? ¿Qué es lo que va a...

-Nos salimos del tema – Interrumpió por segunda vez – Sigamos repasando lo que hiciste ese día ¿Quieres? –Dijo con toda la tranquilidad del mundo. Volvió a hacer que Izuku se suma en sus recuerdos, confundido de qué es lo que quería que recordara...

.

.

.

La tarde había sido provechosa, el sol ya se había escondido, el cielo negro y la luna invitaban a todas las personas a regresar a casa, esto era caso para un par de jóvenes, quienes, dentro de una pequeña multitud, salían del cine. Por alguna razón, el peliverde tenía los ojos rojos.

-Esa película fue asombrosa. Gracias por invitarme, Deku-kun – Dijo contenta Ochako, quien se aferraba al brazo de su pareja, y agitaba su puño en señal de emoción – Quien iba a pensar que el héroe se sacrificaría para vencer al villano y salvar a todos - Agregó, haciendo reaccionar al muchacho.

-S-Sí... M-Me... Me alegro que te gustara jeje – Dijo con voz temblorosa Izuku.

-Deku-kun ¿Estas llorando? – Preguntó extrañada.

-N-No – Respondió, mientras secaba el líquido que expulsaban sus ojos – Sólo son lágrimas masculinas.

- "Que.... Que lindo" – Pensó Ochako – "Casi olvido lo sensible que es Deku-kun para algunas cosas" – Pensó mientras soltaba una risilla – ¡Oh, no! Se había olvidado

- ¿Qué sucede?

- Me olvide de la hora. Sí no me doy prisa perderé el último tren – Miró con preocupación su teléfono. Como fondo de pantalla; una foto que él alcanzo a ver.

- "No sé sí sentirme perturbado o alagado" – Pensó - ¿De verdad?... Lo siento – Dijo apenado, mientras hurgaba sus bolsillos – Fue mi idea venir a la última función. No te preocupes, te acompañare a la... ¿Hm? – Calló, al darse cuenta de su descuido – "¿Dónde está?".

- ¿Sucede algo malo?

-Eto... Creo que mi teléfono se cayó durante la función – Dijo mientras señalaba el lugar- Espera aquí, Iré a buscarlo antes de que cierre. – Fue una suerte que sólo hayan caminado un par de cuadras, podía ir sin usar su Quirk.

-De acuerdo, te esperaré – Confirmó la castaña, mientras veía la espalda de Izuku alejarse.

Una vez sola, decidió esperarlo sentada, cruzando la calle, visualizó una parada de autobuses. algunas personas tomaban el transporte, fue entonces que se encontró completamente sola.

- "Creo que llamare a mamá para que no se preocupe" – Abrió su teléfono, el lugar oscuro por el poco alumbrado, a pesar de que se trataba de la zona más segura de la ciudad. No vigiló sus alrededores. Dos presencias se colocaron detrás de ella.

-Oh, aquí esta – Expresó aliviado Izuku, luego de encontrar su teléfono entre las butacas- "No quiero imaginar que es lo que hubiera pasado si alguien más lo hubiera encontrado" – Pensó nervioso, recordando todos los mensajes e imágenes que le enviaban sus compañeras para seducirlo.

Se apresuró a salir, después de todo, tenía que acompañar a Ochako a la estación, de igual manera tendría que volver a casa, su madre sospecharía sí usaba la misma excusa; quedarse un fin de semana en los dormitorios haciendo tarea.

-No estoy interesada.

- "¿Uraraka-san?" – La escuchó hablar con molestia, corrió un poco más rápido hacia el lugar donde la había dejado, fue entonces que lo vio. Cruzando la calle, dos desconocidos rodeando a su "compañera".

-Vamos, señorita. Estas sola, y mi amigo y yo estamos buscando a alguien que nos acompañe para ir divertirnos – Fue insistente, aquel desconocido, un joven con apariencia rebelde; cabello rubio alborotado, una chaqueta de cuero, luciendo joyería en su cuello y muñecas, su compañero tenía casi la misma apariencia, un pelinegro con varios piercings.

-Ya se los dije, no quiero ir a ningún lado con ustedes – Por su tono y postura, parecía que quería golpear a los dos sujetos, sobre todo a ese que la sujetaba de la muñeca – Además ya estoy con alguien, así que no sean insistentes – Logró que la soltara, sonrió al ver que Izuku había llegado, este cruzaba la calle a paso lento, su mirada oculta por la sombra de la luna.

- "¿Qué esta...? ¿Por qué...? ¿Por qué no puedo controlarme?" – Pensó, mientras apretaba sus dientes; sus caninos afilándose lentamente. Como raíces, líneas carmesí se extendieron en todo su cuerpo, indicios del One For All, o algo más, estas adquirieron un tono escarlata – "Contrólate... No debes dejar que te domine... No dejes que lo vea... No quiero... No quiero... - Recordó su pecado.

- "No quiero que vea en lo que me he convertido" – Apretó sus puños, uso toda su fuerza de voluntad para calmarse. Al final, los colmillos desaparecieron.

-Deku-kun – Sonrió Ochako, cuando vio que había llegado.

-Perdón por tardar – Dijo despreocupado Izuku, mientras rascaba su nuca- Encontré mi teléfono, vamos a la estación antes de que perdamos el tren– Sugirió, mientras le señalaba el camino.

- Tsk- Los tipos vieron con molestia al peliverde – Oye tú.

-¿Hm? Dígame – Respondió tranquilo Izuku- ¿Necesitan algo de mí? – Preguntó extrañado.

-Sí – Confirmó el rubio – Estamos invitando a esta chica a salir, así que por qué no te pierdes y nos dejas tranquilo – Su expresión era arrogante. Miró con burla al peliverde. Sería una escena cliché; el temerario joven, dándole una lección a los rufianes delante de la chica, sin embargo...

-Eto... ¿Eso es cierto? Uraraka-san – Se dirigió a su compañera, esta se puso detrás de él para sentirse segura.

-Sí, pero ya les dije que no. No hacen más que insistir- Dijo con voz tímida, el aura que emanaba Izuku la hacía sentir así.

- Pues ya la escucharon, ella no quiere ir con ustedes. Así que si nos disculpan – Junto a la castaña, paso entre los dos desconocidos, estos se hicieron a un lado, aunque seguían mirando con desprecio al muchacho.

Aquellos dos no se rindieron, se miraron entre sí. Con una sonrisa, se acercaron al muchacho, Izuku se dio cuenta, sonrió mentalmente... Una pequeña esfera también lo hizo.

-Oye – Llamó el rubio, mientras posaba una mano en el hombro del peliverde.

- ¿Sí? ¿Necesitan algo más? – Preguntó, mientras se giraba.

-Tal vez fui un poco grosero hace un momento – Dijo el rubio mientras unía sus manos - ¿Aceptarías nuestras disculpas?

- Sobre eso, no tienen que hacerlo – Respondió con una sonrisa despreocupada el peliverde, viendo como los dos jóvenes hacían una pequeña reverencia – Creo que todo fue un malentendido, yo también tuve la!Gagh! – Un puño conectó en su rostro. Se fue de espaldas al suelo.

- ¡Deku-kun! – De inmediato, Ochako, se agachó para ayudarlo - ¿Cómo se atreven? – Los miró con ira. Sin pensarlo, preparó sus manos para emplear su Quirk, estaba lista para mandar a esos tipos a la estratosfera – "Van a flotar" – Sus ojos vacíos dejaron paralizados a esos tipos, pero ellos no se echaron atrás.

-Señorita, no nos subestimes- Por sus posturas, aquellos dos se prepararon para usar sus dones. Una mano detuvo a la chica antes de que esta empezara la pelea.

-Espera, Uraraka-san – Pidió, mientras se ponía de pie. Un aura rojiza se extendió sobre su piel, aquellos tipos no podían verlo, pero podían sentirlo muy bien, se erizaron ante la presencia de algo "despertando"- No debes pelear, no está bien.

- ¿Eh? – Expresó confundida, cuando Izuku la abrazado desde atrás – P-Pero... Ellos te... - No pudo evitar sonrojarse, él había posado su mentón en su hombro, de esta manera Ochako podía sentir la respiración de su amado cerca de su oído – Esta bien – Asintió mientras correspondía al gesto, sosteniendo uno de los brazos que rodeaban su cuello.

-Creo que hubo otro malentendido, así que discúlpenme si dije algo que los ofendió – Dijo el peliverde, una sonrisa despreocupada decoraba su rostro, en su mejilla la herida del golpe anterior, una leve cortada provocada por las garras de ese rubio.

- "¿Qué sucede con este tipo?" – Él y su compañero dieron un paso atrás. Al estar cerca de ese peliverde, el aire les faltaba. Muy para su desagrado y poco orgullo, este seguía "coqueteando" con la que quisieron volver su "presa"- D-De acuerdo – Confirmó, tratando de sonar tranquilo- Mientras lo entiendas no hay ningún problema. Nosotros sólo queríamos acompañar a la chica para que no le pasara nada. Deberías cuidar a tú novia, niño- Dijo a modo de broma, fue clara su intención de ofenderlo.

-Claro, gracias por su preocupación –Se separó de la castaña, para de inmediato tomar su mano - ¿Nos vamos?

-Sí – Asintió un poco cohibida Ochako. Siguieron su camino a un paso moderado.

- ¿De verdad vas a dejar que se vayan, Itou-san? – Preguntó el pelinegro, viendo como la pareja se iba alejando.

-Cállate – Expresó furioso el rubio, su cuerpo no dejaba de temblar, aun cuando el peliverde ya no lo estaba viendo, observándolo con lo que creyó que eran los ojos de una bestia –La noche es joven, habrá más oportunidades – Dijo entusiasta, una sonrisa más repulsiva que la anterior – Además, chicas como esa castaña venden su cuerpo por menos de tres mil yenes, seguro encontraremos a otra fácilmente jaja – Llegó hasta los oídos de la pareja.

Ochako volteó con ira y frustración en su rostro, quería darles su merecido a esos tipos, tenía la fuerza y entrenamiento necesario, sin embargo, su expresión se vio extrañada, se ruborizó cuando Izuku la tomó del hombro para acércala.

-Apresuremos a llegar a la estación, ya que sí no conseguimos subir al último tren... – Lo último sí que la tomó por sorpresa – Tendré que volverte a cargar, Mi reina- Le susurró. Su sonrisa fue sincera, mejor que las anteriores, el corazón de Ochako latió descontrolado, sí bien le gustaba ver su faceta dominante y un poco sádico, era imposible mantener la calma ante esta otra faceta de Izuku, la de un caballero.

-D-de acuerdo.

Para mala suerte de la chica, consiguieron tomar el último tren a tiempo, Izuku hizo lo que había prometido, acompañarla hasta su edificio, ya luego correría hacia el suyo, no estaba muy lejos de ahí después de todo, no sí usaba su Quirk.

-Bien, ya estamos aquí – Dijo Izuku, frente a esa castaña toda sonrojada, jugando con sus dedos.

-Sí- No podía mirarlo a los ojos, prefirió decirlo antes de subir la mirada- Hoy me divertí mucho... Gracias por invitarme, Deku-kun- Levantó su rostro, mostrando una bella sonrisa al chico, este volvió a sentir su corazón dando un vuelco- "Quiero estar más tiempo con él"- Un pensamiento inocente, luego de tan fantástica cita – "Quiero hacerlo... Quiero que me haga el amor" – Luego recordó cuáles eran sus prioridades.

-Bueno, tengo que irme, mi madre debe estar esperándome, no quiero preocuparla. Que descanses– Dio media vuelta. Fue retenido de la manga de su sudadera.

-Espera – Su mirada estaba oculta por sus mechones, era imposible saber qué es lo que planeaba... No para él – Hable con mis padres por teléfono, aun no han llegado... - Eso dibujó una sonrisa en el rostro del chico – Así que... ¿Quieres entrar un rato? – Preguntó sonrojada, con una pequeña sonrisa, una expresión seductora que lo hizo emocionarse... Volverse otro.

-Seguro – Confirmó tranquilo. Ochako sonrió al haberlo convencido- Pero... - Miró su reloj - ¿Cuánto tiempo tendremos antes de que tus padres lleguen? – Tenía que preguntarlo, después de todo, ambos sabían qué es lo que pasaría una vez que ingresen a ese departamento.

-Mmmm... - Ochako se puso a pensar – Como tres minutos.

-¡¿Tres minutos?! – Expresó sorprendido Izuku, para luego regresar a una expresión más calmada- Ok... ¿Qué hacemos con los otros 2 minutos 37 segundos? – El rostro de Ochako se tornó inexpresivo, había entendido el mensaje.

- ¿Acurrucarnos? – Respondió. Sin perder tiempo, Izuku volvió a cargarla tal cual princesa. Utilizando su Quirk, llegaron al tercer piso, una vez que la puerta fue abierta y cerrada, el tiempo empezó a correr para ambos.

- Ah... DekuMmhf – Gimió. La pared tembló cuando fue puesta contra ella. Izuku la sostuvo de sus muslos, mientras que Ochako se aferró de su cuello y cintura, de esa manera, continuaron uniendo sus labios, sus lenguas entrelazándose con cada suspiro.

-U-Ura... raka-san...-Era apasionada y agresiva la forma en la que le demostraba su amor, dándole suaves mordidas a su labio inferior, a ella le encantaba, lo imitaba cada vez que él le daba oportunidad. Y apenas habían pasado cinco  segundos.

-Por favor... Ahh... - Dijo entre gemidos, Izuku besaba su cuello – Ah... Por favor... Llámame Ochako... Quiero que digas mi nombre cuando estemos solos – Rogó. Le encantaba oírla de esa manera, su lado sádico estaba más despierto que nunca.

-De acuerdo, Ochako –Sus colmillos se afilaron en una sonrisa, colmillos que uso para volverla a marcar.

-¡Hmm! !Ahh!- En ese estado, llevó a Ochako a tan intenso orgasmo.

Era un bestia hambrienta, que le hizo el amor varias veces. Para su mala suerte, no pudo satisfacer su hambre debido a la llegada de los adultos. Una vez que se despidió de Ochako, quien con algo de esfuerzo pudo hablar para despedirse, escapó por la ventana. Ahora se encontraba caminando en alguna parte del barrio. Sacó su teléfono, buscó entre sus contactos, el timbre de espera sonó, se preparó para hacer algo que no le gustaba.

-Hola, mamá... - Esperó que ella respondiera – Lo siento, pero creo que me quedare en los dormitorios...- Otro silencio debido a las palabras de alivio de la señora - Sí, no te preocupes, estaré en casa mañana temprano... Te quiero, adiós – Colgó, guardó su celular, un respiró profundo antes de cerrar sus ojos- Sate, sate, sate - La herida de su mejilla desapareció sin dejar marca alguna. Las venas escarlatas volvieron a hacerse presentes. Los huesos de su cuello tronaron, antes de sonreír de forma siniestra – Es hora de hacer las putas chimichangas.

Frotó sus manos antes de desaparecer en un destello rojo... ¿Qué fue lo que paso después?... Más adelante se enteraran... Todo Japón.

POV ¿???

No es común que un tipo cualquiera te golpee, casi arruine el final de tu cita, insulte a una de las futuras mamas de tus hijos, y sea responsable de uno de los muchos futuros peores momentos de tu vida... Digamos que esto... Empieza a parecerse mucho a la navidad.

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De regresó en la mente de Izuku...

-Me cagó en la puta, Izuku. Eres mi puto ídolo – Dijo orgullosa aquella luz – Te las arreglaste para hacer que la chica se viniera cinco veces antes de que tocara la almohada, y aun así te sobró tiempo para acurrucarte y salir disparado antes de que tus futuros suegros te descubrieran jajaja – La forma alborotada de volar reflejaba su contento, algo que Izuku no compartió con él, no al haber recordado todo.

-Que te jodan.

- ¿Cómo dices?

-¡Que te jodan! ¡Que los jodan a todos! – Gritó. Por fin había perdido la paciencia- ¡A ti! ¡A este poder! ¡A este lugar! – Golpeó el "suelo" varias veces - ¡JODER!... ¡Los voy a denunciar! ¡Los voy a denunciar a todos! ¡Quiero que me regresen mi vida! – Corrió intentando salir de aquel vacío - ¡Se acabó! ¡se acabó esta mierda!

- Fuuu... - Suspiró el hada, sabía que no iba a ser sencillo; hacer que su portador recupere la cordura – Izuku – Lo llamó tranquilo.

- ¡¿Qué?! – Izuku estalló en cólera.

- ¡No, no, tampoco me grites, golfa! – Respondió igual de agresivo – Mira, vamos a hacer un trato.

-No – Negó abruptamente.

-Tomaré eso como un si- Expresó optimista, a pesar de la expresión malhumorada de Izuku- No pierdas la cabeza. Todo esto que sientes, te prometo que parara.

- ¿Hm? – Lo vio extrañado, mientras se acercaba lentamente hacia él- ¿De verdad?

-Bueno... Supongamos que va a parar – Dijo algo seguro, haciendo que el peliverde lo viera con ojos de esperanza- Dije supongamos, ya que obviamente, esta mierda se va a poner todavía más excitante – Las esperanzas de Izuku murieron con eso último.

-Eres un hijo de puta ¿lo sabias?

-Uuh, ¿con esa boca besas a tú madre? – Reprochó bromista- Mira, por lo menos te prometo que no va a suceder nada más feo, no volverá a quitarle la vida a alguien – Dijo con un tono serio.

- ¿Lo prometes? – Cuestionó Izuku.

-Sí, lo prometo.

Respiró profundo en un intento por calmarse, sabía que algo estaba mal con su cuerpo, lo último que quería era cambiar de manera mental... Esa luz tarareaba alegre, de manera sospechosa. 

-De acuerdo, pero sin trucos - Dijo serio Izuku, apuntándolo con un dedo.

-Tú no te preocupes, mientras sigas subiendo de nivel, cualquier otro obstáculo será superado con facilidad. Tienes esa capacidad, la de superponerte a todo... Tal vez ese sea tu verdadero Quirk – Dijo lo último para sí mismo.

-No entiendo nada de lo que dices, pero supongo que no me queda de otra, más que confiar en ti, hijo de puta – Suspiró cansado.

-"Uuh, tan cruel.... ¡Me fascina!" - Pensó el hada algo emocionado, ya había logrado su cometido – Bueno, ahora tienes que despertar. ¿Qué no tienes clases?

-Ah... ¡Es verdad! – Gritó alarmado – Debo salir de aquí y prepararme.

-Pero antes tienes que encargarte de ella ¿no? – Sus palabras confundieron al peliverde.

- ¿De qué estás hablando?... ehm... Cosa esta

-Oye, no me llames "cosa" – Expresó ofendido el hada, mientras volaba alrededor del muchacho- Tengo nombre.

- ¿Y cuál es? Nunca me lo habías dicho.

- Llámame... - Esperó un momento, para darle un poquito de suspenso al ambiente - Navi – Izuku no pudo evitar sorprenderse.

-Na... ¡¿Qué mamada?! ¡Es el nombre más original de la vida! – Eso hizo enfadar a la luz.

-Sabes qué, Izuku... - Voló enfrente del peliverde, este tuvo que centrar su mirada - ¿Ves aquella estrella a lo lejos? –Le señaló con su ala, Izuku logró distinguirla entre tantas que se proyectaban en el "vacío".

-La veo

-Está a por lo menos unos mil millones años luz de distancia.

-Aja – Confirmó extrañado.

-Pues hasta ahí me vale verga tu opinión- Fueron sus últimas palabras, antes de que una potente luz los segara. Momento de regresar a la consciencia.

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.

.

-Hmm... - Murmuró. Todo su cuerpo pesado, como si se hubiera esforzado de más, o que alguien más lo haya hecho por él – S-Siento... Siento como si no hubiera dormido nada – Llevó una mano a su frente, sabía que este día sería duro, pero como dice el dicho: "al mal tiempo, buena cara" - ¡¿Hm?!

Después de Mei, después de varios otros eventos, cada día era como un sueño.

-Buenos días, Midoriya-san – Despertando a lado de una de sus hermosas "compañeras".

-Y-Ya... YaoyoMmf – Su pobre psique apenas podía procesar lo que ocurría, aunque no era la primera vez que esto pasaba. Cuando no eran sus demás compañeras quienes lo despertaban de forma normal, se trataba de una pelinegra, quien vestida con una pijama ligera, se le acomodaba encima, para darle un beso profundo.

-Fuuah... -Se separó de él, algo de saliva escurría de sus labios- Fufufu... Alguien parece que estar feliz de verme – Dio un rápido vistazo hacia atrás, ese bulto presionando su trasero, la fina tela permitía sentir lo caliente que estaba.

-N-No... Bueno... S-Si... E-Es sólo una reacción fisiológica.... No puedo evitarlo – Dando excusas como si eso sirviera de algo, así era Izuku cuando no era poseído por sus deseos.

-Midoriya-san – Dijo mientras hacía a un lado sus tirantes, la tela resbaló sobre su piel, dejando su busto expuesto.

- ¿Sí? – Respondió nervioso, sonrojado a más no poder.

-Cállate – Le ordeno con voz seductora, haciendo a un lado su braga de encaje. Izuku trago duro, vio paralizado como la vicepresidenta alineaba su pene en su entrada. Después, un grito de placer por ambas partes.

-Ahhh / Ohh

Bajaba las caderas de golpe, sin considerar si alguien estaría rondando el pasillo.

-D-De... Detente... Yaoyorozu-san... Lo haces muy.... Ugh... M-Mal... dición Uhg – Dijo entre dientes, dejándose llevar con cada sentón.

-No... Ah – Gimió, se dejó caer sobre el cuerpo de su amado, sus pechos rozando el tórax cada vez que se movía – Hoy... Hoy es mi turno... Ahh... - Lo miró a los ojos. Tomó el rostro de Izuku para que no pudiera apartar la mirada – Quiero estar más tiempo contigo... Quiero ser la más cercana a ti – Dijo jadeante, de la forma más excitante y tierna que hubiera hecho. Izuku reaccionó de inmediato. De nuevo, dejo que su otro "yo" tomara las riendas.

-Je- Sonrió con arrogancia, un solo colmillo asomaba de sus labios. Las manos de Izuku sujetaron con firmeza las suaves carnes. Fue presionada un poco fuerte, Momo estaba extasiada, no dejo de moverse mientras Izuku estrujaba sus nalgas.

-Aah... M-Midoriya... Ahh... Me voy a... - Llevó un dedo a su boca para tratar de resistir, no fue suficiente, se dejó caer una vez más. Rodeó la cabellera verde mientras seguía subiendo y bajando sus caderas, se trataba de su primer orgasmo de la mañana, algo que solo Izuku le podía dar, este la ayudó al momento de bajar, apretó más fuerte sus carnes, ella sintió la fuerza de su pareja, y la presión de su descarga – AAAHHH – Quedó extasiada, llena hasta desbordar, sus ojos por poco se van para atrás, respiraba pesado mientras seguía rodeando la cabellera verde

– N-Necesito... Descansar... Perdón, Midoriya... ¿Podemos quedarnos un rato as¡HYYY! – Gritó. Sus caderas fueron subidas y bajadas de golpe. Una mirada oculta por mechones verdes, y una sonrisa villanesca fueron responsables de su segundo clímax.

-Dijiste que querías pasar más tiempo conmigo – En un movimiento rápido, Izuku capturó a su compañera, terminando encima de ella – Dijiste que querías ser más cercana a mí – Recalcó. Fue extraño para ella, oírlo hablar tan serio. Aun con su mente y respiración agitada, podía darse cuenta de eso.

-Sí – Aun así, respondió, pese al extraño comportamiento de Izuku – Quiero que me muestres quién eres realmente – Extendió sus brazos para rodear su cuello. Izuku fue atraído hacia ella. De esa manera podía escuchar sus latidos. El segundo colmillo apareció.

-De acuerdo – Se separó para mirarla a los ojos, se acercó para unir sus labios. Ella disfrutó ser invadida por segunda vez – Pero debes saber... - Dijo apenas de separó, se posicionó entre sus piernas, separó estas, logrando que Momo se sonroje todavía más, mordió su labio inferior al saber lo que seguía – Que me gusta hacerte gritar – Dijo, mientras alineaba la punta en la entrada. Momo sintió como sus labios eran frotados, era delicioso y desesperante, esperar a que él la penetrara.

- "Lo quiero... Metela... Por favor.... Cógeme ya" – Pensó, entre excitada y desesperada.

-Voy a romperte – Se acercó una vez más para susurrarle. Estaba listo para hacerlo, sin importarle si sus compañeros lo escuchaban. Sus colmillos desaparecieron cuando escuchó el primer golpe - ¿Hm?

-Midoriya-kun – Detrás de la puerta, llamó uno de sus compañeros de clase, fue en el peor momento de todos. Su cordura y nervios regresaron de golpe.

- ¿I-Iida-kun? - Preguntó nervioso.

-Sí, soy yo – Respondió el pelinegro – Vine a revisar si estas despierto. Todos están abajo desayunando. Ven pronto antes de ir a clases – Dijo amable.

-S-Sí... Iremos enseguida – Habló Izuku, intercalando su mirada entre la puerta y su cama.

- ¿Iremos?

- ¡Digo, digo!... ¡Iré en seguida! – Corrió de golpe- G-Gracias por avisarme, Iida-kun – Una vez dicho esto, escuchó a su compañero alejarse. Suspiró aliviado, mala suerte de él porque una no estaba para nada contenta.

-Midoriya, tú... - Su voz y mirada eran de ultratumba, no había nada peor que una mujer insatisfecha, algo que Izuku sabía perfectamente, y que no podía manejar sino estaba "desenfrenado".

-Y-Yaoyorozu-san... Yo no... - Agitó sus manos. Fue tal su temor que retrocedió hasta caerse de la cama, ella se puso de pie, caminó hacia él, la semilla de este aun le escurría. Se arrastró hacia atrás. De nuevo, tendría que hacerlo, hacer lo que cualquier hombre común y con pareja hubiera hecho, pedirle que lo perdonara por algo que no había hecho o que no estaba en su control – ¡Lo siento, lo siento mucho, Yaoyorozu-san! ¡Te lo compensaré! ¡Así que por favor no...! – Fue interrumpido, los labios de esta pegados a los suyos.

-No tienes porqué ponerte así – Dijo apenas se separó. Izuku estaba perplejo, aun con todo lo que ya habían hecho, ese tono y expresión tierna siempre lograban ese efecto, cautivar su corazón – Entonces, preparémonos para bajar, antes de que todos sospechen – Dijo mientras empleaba su Quirk para cubrir su cuerpo.

-D-De acuerdo – Se puso de pie, luego pensaría que haría después, ¿cómo solucionaría este embrollo?

Le tomó un rato prepararse, frente a su espejo, se preguntó qué es lo que haría, ¿sí su situación se volvería más complicada? – "No tiene caso, deje que esto pasara, ahora tengo que enfrentarlo" – Un pensamiento optimista. Sonrió como lo haría su ídolo, fue cuando se dio cuenta que no había marcha atrás - ¿Eh? ¿Qué...? ¿Qué es esto? – Sobó sus ojos, no estaba alucinando. Usó su dedo índice para hacer a un lado su labio superior. Uno de sus caninos no había vuelto a la normalidad – A-A acaso... - Tembló ante la idea, al recordar lo que ocurrió cuando terminó su cita con Ochako.

- "Relájate" – Otra alucinación, vio a su reflejo sonriéndole, estuvo a punto de salir corriendo asustado, pero no, su expresión se tornó hipnotizada. Respiró profundo, acomodo su corbata.

-Debo darme prisa – Salió de su habitación tranquilo, como si nada hubiera pasado.

.

.

.

.

Unos minutos después, Izuku y Momo, ambos en uniforme, se reunieron con algunos de sus compañeros, algunos en la mesa desayunando, otros más viendo la tele, algunos ausentes, seguro por haber terminado de desayunar primero.

-Oh, ahí están – Saludo una castaña – Vengan, siéntense – Los invitó a unirse a la mesa.

Izuku tomó el lugar izquierdo de esta, mientras que la pelinegra terminó sentándose a su izquierda.

-¿Por qué tardaron tanto? – Preguntó Iida, quien estaba estaba sentado al frente de ellos.

- Eto... Perdón, es que olvide preparar mis cosas – Dijo nervioso Izuku.

- "Sí, claro. Preparando tus cosas" – Pensó sarcástica Jirou, mientras miraba de forma inquisidora a Izuku, sus jacks levantados hicieron que temblara.

- "Jirou... Tú mirada duele" – Sonrió de forma apagada, el cartón de leche temblaba mientras se lo servía en un vaso, en cambio, Momo bebía una taza de café muy tranquila.

-Por cierto... -Habló Iida- ¿Qué es lo que piensan con respecto a lo que dijo Aizawa-sensei hace unos días? – Preguntó serio, mientras acomodaba sus lentes.

- ¿Lo que dijo? – Preguntó Ochako un poco confundida – Ah, ¿te refieres a la reunión de padres? – Recordó.

-Sí, eso mismo – Confirmó - sólo falta una semana.

-Me parece genial que nuestros padres vengan para ver qué es lo que hacemos en la academia jeje- Dijo algo emocionada.

Izuku y algunos más sólo escuchaban lo que decían, un pelimorado se unió a la plática.

-Estoy de acuerdo – Apoyó de igual forma, Mineta- "Muchas mujeres mayores vendrán, bellas y hermosas milf" – Sus pensamientos salieron a flote, en forma de baba y un aura repulsiva - ¡GYAH! – Fue atacado en los ojos por una pelivioleta. Los demás vieron como el pequeño se revolcaba en el suelo.

-Bueno, creo que es hora – Dijo Iida, mientras se ponía de pie- Midoriya-kun apúrate o llegaras tarde.

-Ah... Sí, terminare enseguida – Dijo Izuku para luego comer rápidamente su cereal.

Una vez que terminó, se apuro a dejar su tazón en la cocina, las chicas se dirigieron a la sala, lo esperaron ahí, querían estar juntos, por lo menos hasta que Momo lo monopolizara, era su día después de todo.

-Midoriya, apresúrate – Lo llamó Jirou impaciente.

-Sí, ya voy – Izuku las vio dirigirse a la puerta – Sólo apagaré la tele – Alcanzó el control en la pequeña mesa. El noticiero estaba por terminar, se quedo unos segundos para escuchar la nota informativa.

-Kamino amanece horrorizada. El día de ayer a las 11 am, los cuerpos de dos personas fueron encontradas colgando dentro de un callejón de uno de las zonas más seguras de la ciudad. Los primeros testigos en encontrar la escena cuentan con miedo como se dieron cuenta que los individuos seguían con vida, estos gritaban de manera desgarradora que terminaran con sus vidas. Sin duda una escena sacada de una película de horror, sobre todo al ver el estado de sus cuerpos, sus pieles habían sido arrancadas, dejándolos en un estado sanguinolento y llenos de laceraciones. Itou Eigh un joven trabajador y con un expediente delictivo por acoso sexual, y otro hombre aun sin identificar, fueron llevados al hospital y atendidos de emergencia, la policía no tiene palabras para describir lo que vieron, así como evidencias o posibles sospechosos... - La reportera siguió narrando, dejando a Izuku con la boca medio abierta. Luego de un minuto, la nota terminó- En otras noticias, distintas fuentes aseguran haber visto a miembros de la liga de...

El televisor se apagó, la pantalla oscura reflejaba la sonrisa dentada de un peliverde.

-Esto de ser malo me hace muy feliz – Soltó sonriente, para luego dirigirse a la puerta. No podía seguir haciendo esperar a sus "compañeras".



______________________________________________________________________

Hasta aquí el capítulo.

Como les había dicho, tarde en actualizar por falta de tiempo, y por culpa de mi computadora, cuyo puto disco duro se le dio por quemarse, aparte del jodido el ventilador de la tarjeta madre, qué pendejada es esta. Al final cambie todo, pero lo que si me lleva el carajo es que no pude recuperar mis putos archivos, entre ellos lo que ya tenía de Sangre de Dragón, por lo que pensé: "Mmmm... ¿Y sí voy al baño a suicidarme?" 

Que puto asco, perdí todo el escrito, pero en fin, tratare de recordar como iba, pero si, me desanimó bastante, al punto de querer abandonar la historia. Afortunadamente, escribir esto me regresó los ánimos.

Esta es la prueba. Cambie el disco duro, y pase de tener este ventilador...





A esta cosa de aquí.



Gracias por leer.

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