Estuve en casa de Mía hasta cerca de las once de la noche, yo hubiera disfrutado solo de observarla mientras leía, pero algunas conversaciones solo se dieron en el momento, aunque aún no logro saber demasiado de ella, no tanto como quisiera. Y por cierto, maldita sea tuve que cumplir la condición que me puso, aunque moría de ganas de robarle otro beso, no quise estropear la situación, no ahora que me estoy acercando más a ella.
Al volver al departamento vi a Ryan acostado en el sofá con una cerveza en su mano y un plato de nachos en la otra, miraba televisión atentamente hasta que entré.
-¡Por fin llegas! -bufó y enseguida envió un texto desde su celular.
-¿Me esperabas? -lancé las llaves del auto y del departamento a la mesa.
-Sí, Kim viene nuevamente, viene con Ambar -me lanzó una cerveza.
-¿Quién es Ambar? La del otro día?
-No, sé que no te gusta repetir el plato -rió-, es otra amiga, pero vi unas fotos y sé que te va a gustar.
-Descríbela -dije luego de beber un largo sorbo de mi cerveza.
-Tiene unas tetas enormes, con eso es suficiente -soltó una carcajada-. Llegan en media hora.
-Voy a darme una ducha, cuando lleguen la mandas a mi habitación -dije antes de caminar hacia el pasillo y llegar hasta el baño de mi habitación.
Me di una ducha rápida dejando caer bastante jabón en mi cuerpo, esperando que eso quitara el aroma de Mía que sentía cada vez que daba un paso, pero había algo que no podría quitar en estos momentos... los recuerdos de ella en mi cabeza, de las sonrisas que me regaló esta noche, de sus miradas atentas a mis ojos y de los besos que le he robado hasta ahora.
Me vestí con un pantalón de buzo cómodo y una camiseta con un estampado de una guitarra, me recosté sobre mi cama a mirar la televisión luego de haber ido por varias cervezas, quería quitar a Mía de mi cabeza y si emborracharme era la única forma de hacerlo, iba a emborracharme entonces. Minutos después escuché el timbre pero no me moví, había bebido unas cinco latas de cerveza, la chica llegó directamente a mi habitación. Era una rubia de largas piernas y unas tetas efectivamente enormes, me sonrió en cuanto apareció por mi puerta y le indiqué que se acercara a mi cama. La dejé esperándome un momento mientras iba a la sala a beber unos cuantos vasos del ron más fuerte que encontré, cuando estaba lo suficientemente mareado caminé de regreso a mi habitación.
-Qué tal? -la miré de los pies a la cabeza.
-El mítico Justin Bieber -sonrió mostrando sus dientes, pero su escote era más llamativo.
-Ven aquí -le dije y ella se sentó en mi regazo.
No hicieron falta más palabras para que ella se lanzara sobre mí y comenzara a quitarse su ropa a pesar de mi notable olor a alcohol. Mi cajón estaba lleno de preservativos y alcancé uno mientras la chica me miraba desnuda desde la cama, estaba mareado y era evidente así que ella tomó el condón entre sus manos y ni si quiera recuerdo como fue que lo puso en mi miembro. La acción comenzó y la oí gritar mi nombre unas cuantas veces, pero mi nombre en sus labios no sonaba como en los de ella. Estar pensando en Mía no ayudó, porque el trabajo solo lo estaba haciendo la chica sobre mí, así que sacudí mi cabeza esperando quitarme a Mía de ella y comencé a toquetear a la chica sexy que tenía en mi cama. Abrí los ojos para verla excitada jugando con mi miembro y sin dejar de gritar mi nombre.
-Mía -le dije en un gemido por impulso cuando sentí una fuerte excitación.
Ella se detuvo y me miró molesta, pero en segundos siguió lo que estaba haciendo. Acabé luego de un rato y ella estaba totalmente satisfecha, yo me tumbé mirando el techo pero cuando escuché en mi teléfono el sonido de un texto enseguida me senté y leí.
"No puedo dormir, pero tú ya debes estar durmiendo. Creo que me agradas un poco más, buenas noches ;)" - Mía.
Sentí como si me lanzaran un balde de agua fría sobre la cabeza, leí nuevamente sus palabras "tú ya debes estar durmiendo" y luego miré a la chica aún desnuda sobre mi cama.
-Debes irte -le dije luego de ponerme de pie y caminar por mi habitación.
-Cómo? -me miró incrédula-. Pensé que pasaríamos la noche aquí.
-No, mañana tengo clase y ahora estoy cansado, quiero dormir -la miré con una leve sonrisa fingida-. Fue un placer.
-Estás hablando en serio?
-Totalmente.
-Ok -suspiró-. Anota mi número.
-Eh -fruncí las cejas-. No acostumbro a llamar a las chicas luego, pensé que Kim te lo había dicho, ella es repetida para Ryan pero yo no repito las chicas -hice una mueca.
-Debes estar bromeando -rió levemente.
-De hecho no, la semana pasada Kim vino con otra chica, así que te soy sincero, no volverás aquí aunque estuviste bien, fue un placer Amanda.
-Mi nombre es Ambar, no Amanda, ni tampoco Mía -me gritó molesta.
-Lo que sea, necesito dormir.
La chica me miró bastante enojada por varios segundos y luego se resignó a salir de mi habitación, volví a recostarme y contesté el texto de Mía.
"Tampoco puedo dormir y me alegra agradarte un poco ahora :)" -envié.
"Sí, pero eso no quiere decir que voy a tener sexo contigo, lo tienes claro verdad?" -respondió instantáneamente y reí al leer.
-Esto es jodidamente frustrante, vaya que lo tengo claro -pensé en voz alta-. Tendría que drogarla y solo así podría darle duro toda la noche, pero dios, no soy capaz de hacerle eso a ella -negué con la cabeza mirando el techo.
"Lo tengo claro, tranquila. Solo amigos :)"
"Considérame un posible amigo más, nota esto, amigo, piensa que tengo pene por favor, lol" -reí al leer.
-No puedo pensar eso, definitivamente no puedo -volví a pensar en voz alta-. Vaya que me debe traer loco esta chica para estar hablando solo -reí-. Quizá solo debo follármela y todos estos pensamientos acabarán, solo tengo que encontrar la manera de estar entre sus piernas y mi infierno de pensar en ella acabará -suspiré.
"Ok, lo tendré presente la próxima vez que piense en subir por tu balcón"
"Sí, cuidado con acercarte demasiado lol. Creo que dormiré. Mañana no actúes como si fuéramos amigos de verdad, solo sigamos normal, no quiero estar en boca de todos, ya sabes. Buenas noches"
"Entiendo, buenas noches Mía, que tengas dulces sueños" -quise ser cordial para que ella siguiera respondiendo, pero no fue así.
Miré el techo de mi habitación por incontables minutos mientras tenía miles de cosas en mi cabeza. No sé porqué pienso en ella, no sé porque me preocupo en ser cordial o agradable, jamás he sido así, jamás me ha preocupado si las chicas piensan que soy un imbécil o no, pero con ella me siento diferente, aunque no entiendo porqué. Es solo una chica, me lo he repetido millones de veces en la cabeza, solo una chica más, puedo tener a tantas en mi vida que no debería estar preocupándome por una, precisamente la que no quiere tenerme en su cama, la única que he querido meterme en sus bragas y no ha dado el sí para ello. Quizá es por eso que pienso tanto en ella, porque no me ha dejado hacer lo que quiero, ella esta matando mi orgullo de hombre al ser la única que me ha dicho que no, y espero que todo esto sea solo eso, un tema de orgullo.
**
-Echaste a Ambar a mitad de la noche -me dijo Ryan cuando estábamos desayunando antes de irnos al instituto.
-No era la mitad de la noche -respondí sin darle mayor importancia.
-Pero la echaste, eres un imbécil.
-Quería descansar, no me dijiste que tenía que complacerla la noche entera.
-Podrías haberte ido a dormir al sofá y dejarla pasar la noche aquí, Kim se enojó conmigo -me miró molesto.
-Dejar que una chica que ni si quiera conozco duerma en mi cama mientras yo me hago mierda la espalda en un duro sofá? Eres divertido -reí-. Deja ya a Kim, hay más chicas.
-A veces te comportas como un imbécil -bufó.
-Lo sé, pero no me nace ser mejor con chicas que se me abren de piernas en minutos -me encogí de hombros-. Ya vámonos, llegaremos tarde.
-Cómo va tu misión de tirarte a Mía? -ignoró lo que dije sobre irnos-. Lo olvidaste o estas trabajando en eso?
-Yo no trabajo en planes para tirarme chicas -reí sarcástico-. Mía no es de ese tipo de chicas, no se acostará conmigo solo por un poco de placer.
-Si me lo estas diciendo tan convencido, entonces deberías grabártelo bien en la cabeza, para que dejes de perder el tiempo con ella.
-No estoy perdiendo el tiempo con nadie -le di una mirada asesina-. Y deja de meterte en mis asuntos, yo no me preocupo de a quien metes en tu cama.
-Ese es el problema -rió él-. No me preocupa a quien metas en tu cama bro, no quiero que vayas a prometerle cosas a una chica solo para tirártela y luego la dejes, sabes que no somos de ese estilo. Pero lo que me preocupa es que involucres sentimientos con ella.
-Idiota -bufé y reí como si fuera lo más gracioso lo que mi amigo acababa de decir.
-No somos inmunes a la mierda esa del amor, por mucho que no quiera enamorarme jamás, sé que puedo caer en algún momento, y tú también -se encogió de hombros.
-Ok, este tema se puso demasiado ridículo, deberías dejar de hablar mamonerías cuando estas conmigo -reí-. Ya vámonos.
No es que odiara llegar tarde al instituto, en realidad generalmente llegábamos tarde pero solo quería escapar de esa conversación que me deja más pensativo de lo que ya estoy. Durante todo el camino hacia el instituto pensé en que debería comenzar a actuar con ella como actúo con todas, coquetearle, hacerla caer y llevármela a la cama, lo más probable era que ella no fuera así de fácil, pero quizá debía intentarlo y luego olvidarme del asunto. Eso pienso al estar sin verla, pero cuando entré a la sala y la vi sentada trazando líneas en su cuaderno probablemente por el aburrimiento, ese Justin al que solo le importa follar desaparece, o al menos disminuye.
Ella no levantó la mirada ni si quiera al escuchar mi nombre cuando entré. Caminé hacia el final de la sala pasando justo por su lado y estaba demasiado concentrada en su cuaderno o sus pensamientos como para notarme, nuevamente llevaba su cabello en un moño, aunque ahora su ropa se veía más diferente. Me detuve a su lado y no me notó, solo se sobresaltó cuando puse mis manos en el sujetador de su cabello y lo quité, dejando que sus ondas cayeran libremente por sus hombros. Ella me miró sin una expresión clara, no hubo sonrisa, ni tampoco algo que indicara que estaba enojada, simplemente sus mejillas parecían tomar color. Nos miramos solo unos segundos hasta que escuché al profesor entrar y seguí el camino hasta mi lugar, ella volteo para mirarme unos segundos más y luego pasó su mano por sus cabellos sueltos y me sonrió muy levemente.
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Estoy full estudio, pero este capítulo ya lo tenía escrito así que solo me di unos minutos para subírselos. Besooos!
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