— ¡Vamos suelta eso por favor! — los gritos del primer piso eran demasiado aterradores y atemorizaban a la pequeña niña que se escondía en su polvoriento y viejo armario de su habitación, había telarañas y tal vez posibles insectos, pero era lo que menos le preocupaba ahora
Temblaba del miedo, las lágrimas salían sin parar de sus ojos color grises, sus dientes rechinaban, por lo fuerte que apretaba su mandíbula, juntaba sus delicadas y pequeñas manos y entrelaza sus dedos, rogando que esta repitente pesadilla se acabará
El problema había pasada de ser unos gritos ha una pelea, platos rotos tirados en el piso e insultos que soltaba su padre con el propósito de herir a su madre
Sus dedos no eran lo suficientes para contar los moretones presentes en todo su cuerpo, pero podía saber dónde estaban todos, por el fuerte dolor que daba con cualquier movimiento y roce que hacía con las paredes de ropero
¿Desde cuando habían dejado de ser una familia feliz?, que pasó con los paseos y noche de películas, como se volvió un alcohólico su padre, su familia nunca había sido perfecta, pero tampoco estaba tan destruida como ahora, tanto tiempo sin darse cuenta
Ya ni recordaba ese sentimiento tan codiciado que era la felicidad, sabía que alguna vez poso en su corazón ese sentimiento, pero ahora solo sentía la amarga tristeza, todos guardados y retenidos en un pequeño cuerpo
Aunque los gritos de abajo no ayudaban ha recuperar la estabilidad en su mente, ¿cuántas veces a la semana pasaba esto?, tal vez cómo unas 15 o más, no era buena contando o le faltaba memoria y tampoco quería recordar todos esos malos momentos
Los gritos se dejaron de escuchar y solo se oía unas pesadas pisadas y la puerta abrirse y cerrarse con fuerza, ya no estaba su padre, en eso estaba segura, pero no percibía a su madre
Eso la asusto mas, ¿Y si la había lastimado demasiado?¿Si su madre estaba tirada en el piso moribunda?, estas ideas llenaron por completo su mente, queria ir a ver, pero sus piernas no funcionaban y sus pensamientos atinaban a que sería peligroso salir de aquí
Pero soltó un suspiro y su corazón por fin se calmo, cuando escucho pisadas mas suaves y delicadas subir las escaleras acompañadas con cortos gemidos y sollozos
La niña abrió rápidamente el armario asomando un poco su cabeza y ahí estaba su madre en la puerta de su habitación, con sus ojos rojizos y cansados de tanto llorar, los labios agrietados, hematomas adornaban su rostro y su cuello se notaba una marca de mano que cada vez se hacía mas visible
—Mamá.... Estas bien?— pregunto la pequeña mientras veía como su madre se acercaba secando sus lagrimas con sus mangas de su casaca de lana —Quieres que te cure— soltó otra pregunta
Su madre la agarró y la sacó delicadamente del armario, sentándola en su regazo—Por favor mami... di algo—
Puso sus manos en la espalda su hija y la acercó hasta su pecho, dándole un fuerte brazo —Quiero pedirte disculpas, por la horrorosa vida que tienes hija— dijo mientras acariciaba el cabello de su hija, como un pequeño masaje para calmarla
La pequeña solo disfrutaba la calma que tenía en este momento junto a su madre, tampoco podía decir mucho, los pensamientos en su mente no se ordenaban bien para convertirse en palabras y poder expresarlas
La niña limpio las lágrimas de la madre y la miro al rostro con una mirada decidida —Algún día te sacare de aquí mamá— dijo aferrándose mas a ella —Nos iremos juntas de aquí te lo promete—
Pero las cosas no son como lo planeas, aveces todo empeora y destruyen todo lo que quieres
Hola lectoras, espero que les haya gustado, este ha sido él primer capitulo de mi primera historia, así que por favor si algo está mal en la redacción por
favor avísenme y gracias por leer
La rayis en la multimedia <3