Empezaba a darme cuenta de todo lo que podía vivir gracias a BTS. Ir a la ONU, apreciar a un grandioso líder dando un importante discurso, estrechar la mano del presidente de Corea, en París.
Me reí como loca. ¿Desde cuándo todo se había vuelto taaan loco? sonreí y seguí haciéndole trenzas a Jimin, su cabello azul parecía brillar más que el futuro de todas ustedes juntas.
—A veces me das miedo. —Jimin me dio una palmada en el tobillo, ya que su cabeza estaba encima de una almohada que estaba en mis muslos. —Pero así me agradas.
—¿Te agrado? —asintió. —¿O sea que no me quieres?
—¿Cómo adivinaste?
Rodé los ojos y le jalé el pelo. —Áplaquese.
—Hey, MinMin me habló ayer por teléfono. —Hoseok se echó a mi lado y puse mi cabeza en su pechito gei.
—¿Y qué te dijo? —murmuré sin interés. Ya lo había superado, gracias. —Espero que no se haya arrepentido porque yo estoy muy feliz ahora.
Casi podía imaginar el "uota cula" de Claudio si estuviera aquí.
—Pues en efecto, dijo que quiere recuperar tu amor. Regresará a Corea en dos semanas.
Gemí, la frustración calando en mis cuerdas vocales. —Puta madre. —me levanté y le di un beso a cada quien en la frente. —Me voy del país. Inventen que me caí cuando quise matar un mosquito y me rompí el cráneo, que se me salieron las tripas por los pies o algo así. Llegó mi momento de vivir en una isla artificial. Me alimentaré de cocos, aunque no me gustan e iré a recolectar conchas de mar.
—Hay gente estúpida y luego estas tú. —Yoongi se dio un golpe, comiendo ramen y bolitas de arroz con alga frita en la mesa. —Sólo rechazalo.
—Lo dices como si fuera tan fácil. —rodé los ojos. —Bueno, iré arriba a ver si ya puso la marrana. Chau.
Me levanté del sofá, sintiendo como un un Jimin dormido caía de mis piernas al suelo, más no se levantó.
—¿A dónde vas? —Seokjin me agarró del ante brazo y después me regresó a la sala, me sentó en un sofá individual. —Tú.
—Yo.
—Irán a comprar cosas que me hacen falta. Tú, Jungkook y Yoongi.
—¡¿Yo por qué?! —Yoongi apareció. —Lo siento, me acabo de quebrar un pie.
—Si no vas, quien te va quebrar el pie soy yo. Sabes qué, mejor que vaya Namjoon. ¡JUNGKOOKIE! —el grito de señora de Jin hizo que Jk el ratón de Busan apareciera con un saludo militar que me hizo burlarme de él de manera interna, ya que tenía flojera hasta para hablar.
—¿Sí?
—Dile a Namjoon que irán con Rina de compras y que por favor, evite hacer desorden. No quiero recibir llamadas diciendo que tienen su culo en la estación de policía.
—Ay, sólo fueron... —conté con mis dedos. —seis veces.
—Pues no quiero la séptima llamada. —me palmeó la espalda y después me tendió las llaves del auto que mantenía escondido y que sólo utilizaba para llevar a comer Ken o a sus amigos de la demás 92 line.
Rodé los ojos y tomé las llaves de mala manera. A pesar de que mi yo pervertida interna tuviera un pequeño fetiche con Jungkook manejando, lo haría yo, porque me gustaba manejar. Y más si era un auto del año.
Hoseok nos despidió con una sonrisa enorme y un gesto con la mano, mientras Yoongi gritó un hermoso: "¡espero que mueran en un accidente, no los quiero!"
—Espera. —Jungkook frenó de golpe.
Recuerdo cuando el ridículo se pintó la mitad del pero rojo y rubio.
Parecía duvalín.
JK el duvalín. Un duvalín que ninguna de ustedes podía comer.
—¿Tu cabello creció? —agarró un mechón de mi ahora cabello largo.
—Si, a Nahila se le hincharon los huevos e hizo que me creciera el cabello. —dije, encogiéndome de hombros.
—Es lindo. Ahora vayamos a comprar todos antes de quedarme sin vida sexual. —Namjoon nos condujó hasta el estacionamiento.
—¿Apoco tienes vida sexual activa? —pregunté. —¿Cuánto años tiene Jin? ¿43?
—¡Tiene 25, apenas va cumplir los 26!... Bueno, 28 o 27 en Corea. —se defendió.
—¿Qué ese wey no era del 75 antes de cristo?
—¡No!
Reímos y empecé a manejar hasta otro supermercado pequeño y no muy concurrido, ya que teníamos estrictamente prohibido el regresar al puesto de la señora Kang.
—Ya llegamos, perritas. —anuncié. —Bueno, la lista de Jin está más larga, trataremos de buscar las cosas rápido e irnos lo más pronto posible.
Namjoon asintió y Juan Ketzal tomó uno de los pequeños carritos para depués entrar, estaba vacío y la que atendía la caja, ya era una señora mayor, por lo que solo nos dio los buenos días.
—Bien, ocupamos.... Jabón para el cuerpo y... ¡NAMJOON! ¡NAMJOON! ¡SE METIÓ UNA MOSCA A MI OÍDO, NAMJOON!
—¡¿Qué?! —se acercó, mientras yo me golpeaba la oreja derecha y brincaba, chocando con todos los estantes de verduras.
—¿Es en serio? —Jungkook evitó reírse, volteándose y tapando su boca.
—¡A MI NO ME CAUSA NADA DE GRACIA, ¿SABES?! —me tiré en el suelo, la estúpida mosca no dejaba de moverse y me dolía. —¡AYÚDAME NAMJOON!
—¡¿QUÉ SE SUPONE QUE SE HACE CUANDO SE TE METE UNA MOSCA EN LA OREJA?!
—NO SÉ, ¿QUIZÁ SACARLA, PEDAZO DE IDIOTA?
—NO, QUIZÁ TE ROMPA EL TÍMPANO, MEJOR VAMOS AL DOCTOR.
Jungkook se quitó su sudadera negra y enredó en mi cintura, para después echarme en su hombro en lo que seguía gritando y golpeando mi pobre oído.
Já, que situación más estúpida.
(...)
histérico neurótico con
problemas de menopausia
etapa cinco.
어디있어?
(¿dónde están?)
야!
(¡yah!)
내 특별한 비누가
필요해!
(¡necesito mi jabón
especial!)
yo mera caguamera.
무슨 일이 있었는지 믿지 않을거야.
(no vas a creer lo que pasó)
망할 파리가 내 귀에 들렸다.
(una maldita mosca se metió en mi oreja)
우리는 병원에있다.
(estamos en el hospital)
나는 그 어리 석음이 그
가격을 가지고 있다는
것을 알았다.
(sabía que la estupidez
tenía ese precio)
행운을 빌어 요!!!
(¡suerte con la mosca!)
그를 먹이다.
(dale de comer)
uota slo.
para amigos así, para qué quiero enemigos.
¿?
que bueno que tampoco me entiendes.
pinche pendejo.
(...)
Llegamos a casa alrededor de las seis de la tarde, yo todavía con mi mano en la oreja ya que sentía extraño y Namjoon con las pocas cosas que logramos pagar mientras Jungkook jugaba con el bote de vidrio donde estaba la estúpida mosca.
—¡Miren, ya llegó la mosquita muerta! —Yoongi se burló, haciendo reír a todos mis esclavos, digo, sí. Esclavos.
—Creo que ya sé a quién le va dar diarrea en estos días. —susurré con toda la intención de ser escuchada. —Ojos en la espalda, blanquito.
Me hizo una mueca de fastidio y después empezó a trasculcar las bolsas en busca de comida.
—¿Qué se siente tener una misca dentro de tu oído? —Taehyung jugó con mis cabellos largos.
—Culero. Incomodidad, dolor, extraño, no sé. Como cuando en los vídeos porno un negro se la mete a una puberta fea sin lubricación por el sin esquinas.
—Uh, qué horrible.
—¿Es esa la condenada mosca? —Jimin le arrebató el frasquito a Kukistrukis y también empezó a agitarlo.
—Si, le puse Jimenita Putita Park porque me recordó a ti cuando la vi.
—Muy graciosa. ¿No habrá sido que la mosca se comió la única neurona que tenías, Rina-ssi?
—¿No habrán sido tus caídas lo que te quitó la poca dignidad que te quedaba? Oh cierto, nunca tuviste.
—¡Estúpida!
—¡Idiota!
—¡Burro!
aquí andamos de parranda pq ayer cumplí años v;
(sí, cumplí 15)
lo gracioso es que esto pasó de verdad, JAJAJAJA.
pero a mi no, a una tía.
nos leemos en otros cincuenta años.
-----nahilaaaa.