Estábamos en el avión, Ariana apretaba con fuerza mi mano, y Darcy estaba dormida.
-Oh, espera, duele.-Sobé mi mano.
-Hace mucho que no veo a Anne.-Dijo. -¿Y si me odia?-
-Claro que no.-Rodé los ojos.
-¿Y si le caigo mal a tu papá? ¿Si le caigo mal a tu abuela?-La interrumpí.
-Ya cállate Ariana.-Dije y ella se mordió el labio.
(...)
Narra Ariana.
Llegamos a la casa y toqué la puerta.
-¡Ari!-Me abrazó Gemma, la cual abrió la puerta. Cuando me soltó dirigió su mirada a Darcy. -Hola hermosa.-Luego dirigió su mirada a Harry. -Hola, aborto de mono.-Rió y no pude evitar reír, Harry nos fulmino con la mirada a las dos. Gemma tenía 26, osea, un año más que nosotros.
-¡Ariana, cariño!-Sonrió Anne llegando.
-Oh. Ahora nadie me saluda. A la próxima no te traigo, Ariana.-Bromeo Harry y reí.
-Preciosa.-Anne abrazó a Darcy.
Entramos a la casa y nos instalamos, Darcy tendría su propio cuarto, y Harry y yo juntos.
-Estoy muy cansada.-Suspiré tirándome a la cama.
-Yo pensaba que podríamos ir al London Eye con Darcy, pero...-
-Harry, mañana.-Suspiré.
El comenzó a hacerme cosquillas.
-Suéltame.-Reí.
-Levántate, báñate y vístete, vamos de paseo.-Dijo para salir del cuarto.
Me levanté de la cama, agarre una blusa manga larga holgada, azul marino con flores rosas y blancas, ya que hacía frío. Un suéter blanco, unas vans blancas y unos jeans. Baje para ver algo no tan lindo. ¿Que hacía ella acá?
-¡Oh, hola, cariño!-Saludó Bárbara.
Miré a Harry buscando una explicación, el solo desvió la mirada.
-¿Sabes que? Creo que mejor los dejo solos, creo que soy mal tercio.-Dije.
-No crees, lo eres.-Sonrió.
-Un gusto verte, querida.-Sonreí. -Hipócrita.-Murmuré cuando entre a la cocina. Ahí estaba Gemma.
-Hola, ¿también huiste de ella?-Dijo Gemma.
-Hola, y si, ¿Harry la trajo?-Pregunté sirviendo un poco del vino que Gemma estaba tomando en mi vaso.
-No, ella se entero que estaban acá, ¿te das cuenta de lo que quiere hacer, verdad?-Tomó un sorbo.
-¿Que cosa?-
-Quiere hacer que dejes a mi hermano.
-Ambos tenemos algo que nos une, queramos o no.-Suspiré sentándome en una de las sillas altas de la cocina.
-¿Darcy?-Se sentó junto a mi.
-Si.-Dije
-Solo quiero decirte que él es un tonto, en cualquier momento te puede hacer que lo odies.-Rió.
-Me hizo bañarme y alistarme solo para que baje y me encuentre con su ex.-Resoplé harta.
-Harry es un buen chico. Pero... Tiene demasiadas desventajas, Ari.-Dijo.
-Lo sé.-Tomé todo el vino de mi vaso en un solo sorbo e hice una mueca, Gemma rió.
-¡Oh, Harry!-Exclamó Bárbara, lo más fuerte que pudo.
-Deben estar follando.-Dije sirviendo mas vino.
-Espera.-Fue a asomarse a la sala y abrió los ojos. -¿enserio?.-Murmuró abriendo más los ojos. Baje de mi silla y me acerque a ella, Bárbara estaba quitándose su blusa y Harry estaba tapando sus ojos.
-Barbara, vístete, ahora.-Ordenó.
-Oh, genial, ¿me haces vestirme para encontrar a tu ex casi follandote? Que genio.-Exclamé subiendo las escaleras. Llegue al cuarto de Darcy y la vi con Anne peinando muñecas.
-Hola.-Saludé, Darcy sonrió.
-Mira mami, se parece a ti.-Sonrió.
-Oh cierto.-Sonreí.
-Y este a papá.-Asentí.
-Ariana...-Entro Harry al cuarto.
-¿Mande?-Pregunté.
-Ven.-Dijo.
Rodé los ojos y caminé junto a el por los pasillos de la casa.
Llegamos al cuarto y entramos.
Me crucé de brazos.
-Yo no quería.-Dijo.
-¿London Eye? ¿Esto fue solo para que la volviera a ver y volver a ver a Bárbara? Ya se que esta mucho mejor que yo, Harry.-Suspiré.
-No digas eso.-Dijo frío, nunca lo había visto así. Me pegó bruscamente a el y acomodó un mechón detrás de mi oreja. -Te amo, y lo sabes.-Susurró con su varonil voz ronca.