Narra Shaka
Aioria ya se había desvestido, solo se quedó en bóxer. A mí me estaba impacientando, ya quería que me desvistiera.
Aioria: No comas ansias- me dijo, él muy sínico.
Shaka: Quítame... la ropa- dije, entre jadeos.
Él me obedeció, pero a diferencia de él, me desnudo, quedando yo expuesto.
Aioria: Ya te había visto al vestirte- dijo, a mi oído.
Shaka: ¿Eh?- dije, confundido y con un fuerte sonrojo.
Aioria: No te ves mal- dijo, relamiendose al ver mi cuello.
Me mordío el cuello. Yo soltaba gemidos ahogados para no despertar a Shun. Me dejaba un camino de mordidas y chupetones desde el cuello hasta mi pecho.
Me acariciaba las piernas y trataba de separarlos. Yo me resistia, no estaba seguro aún y él ya estaba exahusto.
Shaka: Aioria...- dije, él me miro.
Parecía que quería terminar con esto, escondí mi rostro en su pecho.
Shaka: Haz-lo- dije, sonrojado.
Aioria: Te haré el amor- aclaró.
Me sonroje aún más por la confesión. Mi corazón ya no daba más que casi se me sale del pecho.
Él me agarro ambas muñecas y me besó el torso con cariño y amor. Esa sensación era cálida, la mejor que había sentido en toda mi vida. Apartó mi pierna derecha y la lamió, hasta llegar a mi miembro, ya erecto.
Aioria: ¿Qué tenemos aquí?- dijo, mirándome con esa mirada que hacía que me doblegará a él.
Lamió mi miembro como si fuera una paleta, yo solo me resigne a gemir, me tape la boca para evitarlo, pero él me apartó mi mano.
Aioria: Quiero escucharte, Shaka- dijo, mordiendo mi cuello.
Otra vez bajo hasta mi miembro y se lo metió a la boca. Se movía rápido, yo solo le sujete el cabello, le obligue a ir más rápido. Mis ojos estaban abiertos, mucho más. No dejaba de embestir su boca y cuando estaba apunto de correrme, quise parar, pero él no me dejó, siguió con lo suyo. Al fin, mi semen lleno su boca, lo trago todo, dejando un pequeño hilo en su mentón. Tenía mi respiración muy agitada y no me dejó respirar más, porque me besó fieramente.
Aioria: Sigo yo- dijo, abriendo mis piernas.
Grite cuando lo sentí en una embestida. Me embistio como si no hubiese un mañana. Me aferré a su espalda, le mordí el hombro izquierdo y él no dejaba de jadear y gemir desde su garganta, lo disfrutaba. Hasta que sentí que tocó algo que hizo que gimiera más fuerte.
Aioria: Te encontré- me miró, lascivo.
Mi punto... Mi próstata... Golpeó el mismo punto, ya no sabía que más pasaba, mi vista se nubló del placer que me hacía sentir Aioria, las flores de los árboles danzaban sobre nosostros, él seguía y a veces paraba un momento para seguir aún más rápido. En varias embestidas, ambos terminamos corriendonos. Él dentro de mí y yo entre ambos. Aioria se durmió, algo agotado.
Mañana, ¿qué le diré?
Narra Aioria
Amaneció, me duele la cabeza. Bendita resaca. Necesito una ducha, mi ropa huele mal. Cuando me levanté, me di cuenta de algo... En primera, está no era mi habitación, en segunda... ¿Qué carajos hago en la sala gemela de Shaka?
Cuando me di cuenta, la puerta se había abierto dejando ver a Shaka molesto y con un café. Pero lo más extraño es que ande con bufanda, si no hay frío.
Aioria: No hay frío- le dije con hartaso.
Él no respondió, solo me pasó el café y lo mire confundido, pero acepté el café y lo tomé, estaba cargado.
Shaka: Ahora, te puedes ir de mi templo- me dijo, cortante.
Aioria: ¿Cómo llegue aquí?- le pregunté.
Quería saber por qué rayos estaba aquí, seguro los muchachos me trajeron para que me disculpé, más en mi condición de anoche. Empaledecí, y si le pedí disculpas...
Aioria: ¿No... hice nada malo... Verdad?- pregunte, aterrado.
Ví cómo se tenso y suspiro, para volver a mirarme.
Shaka: Escucha, Aioria- dijo, serio y molesto a la vez-, no pasó nada de lo que te arrepientas, pero....- suspiro- Quiero que te vayas a tu templo, descansa- dijo, alejándose.
Cuando se fué, me levanté y salí de ahí, pero antes de salir, escuché en la habitación de Shaka una música, la misma que escuché cuando se vestía, seguido de un ligero llanto. Me sorprendí, ¿Quién estaría llorando? Pensé que era Shun, el siempre llora cuando se siente solo, o eso me dice Ikki.
Llegué a mi casa y encontré a Marín saliendo de ahí platicando con Shaina, las ví muy animadas y sin máscara. Marín siempre tuvo unos hermosos ojos, eso es lo que más me gusta de ella.
La saludé y le di un beso, le pedí que viniera a mi templo después del entrenamiento.
Lo que más me extraño fue que, durante el entrenamiento, no haya llegado Shaka, pero a mí que me importa....
Creo que no se sintio bien y por eso no llegó... ¡Qué estoy pensando! Si él me molesta, no tengo por qué preocuparme.
Cuando llegue a casa, ví a Marín con Afrodita, al parecer ambos hablaban muy alegremente y sin preocupaciones, me moleste, ella es mi novia.
Aioria: Afrodita- le llamé, él me miró- Ella es mi novia.
Afrodita: Solo hablaba con ella sobre el entrenamiento y como había estado- dijo, sonriente.
Marín: No es nada de lo que piensas- me tranquilizó.
Afrodita: Y, Marín,- dijo, ella lo miro- me dejas a solas con Aioria, debemos platicar algo en privado.
Aioria: Ve adentro, ahora voy- dije, sonriendole.
Ella se marchó y fue a mi recamara.
Aioria: ¿De qué quieres hablar, Afrodita?- pregunte, serio.
Afrodita: Ayer tomaste mucho, ¿No recuerdas que pasó?- me preguntó.
Aioria: No, por cierto...- dije, pensativo- ¿Quién me trajo a casa?- dije, molesto.
Afrodita: Shura, pero no solo a ti, sino también a Kanon, pobre..- dijo, riéndose- con lo ruidosos que son ustedes dos.
Aioria: Asi que fue Shura, mendiga cabra- dije, molesto- ¿Por qué me llevo a Virgo si esa no es mi casa?
Afrodita: Te llevó... ¡¿A dónde?!- exclamó, sorprendido.
Aioria: Shura me llevo a Virgo, ahí amanecí y Shaka traía una cara que era para espantar al más fiero de los leones- dije, aún más molesto- Por su culpa, estoy en problemas.
Afrodita no dijo más, solo me dijo que iría a su casa. Se despidió y luego entre a mi casa. Estaba Marín preparando un jugo, la abrace de la cintura y ella se estremeció.
Marín: Aioria- dijo, temblando.
Aioria: Si~- dije, susurrandole al oído.
Todo en ella me fascina, pero esperaré un poco más, aunque ya no resista. Marín, me enloqueces.
Narra Shura
Después de la borrachera de mis compañeros, me levanté para ir a ver a Aioros, ayer fue un caos con él.
Flashback
Aioros: ¿Sabes? No quiero obligarte a eso por una apuesta, entiendo que aún no estás listo- dijo, triste.
Shura: Aioros, soy un caballero dorado y nosotros no rompemos promesas, pero yo...- me calle un momento- no quiero que sufras, yo soy un traidor igual que Saga y Camus, nosotros tres atacamos a nuestros compañeros, no importandonos nada- dije, triste.
Aioros: Shura- me tocó el hombro- no me importa lo que diga la gente, o lo que hayas hecho, yo te amo- me sonrió, con esa calidez suya.
Nos quedamos así, no podía soportar verlo así, destrozado por mí y por mi reputación. Él siempre peleó por el amor y la justicia, y yo, olvide todo eso en la Guerra Santa. No podía hacerle eso.
Aioros: Te propongo algo- dijo, rompiendo el silencio- yo te cortejaré, déjame ganar tu corazón y así podremos estar juntos, si tú está dispuesto, claro- dijo, serio.
Shura: ¿Eres masoquista o qué? Yo te mate e incluso, iba a asesinar a Athena- dije, dolido.
Quería que el cambiase de parecer, pero no funcionó.
Aioros: Si, Shura, soy un masoquista por ti- dijo, al momento en que sentí sus labios en mi mejilla derecha.
Casi se me sale el corazón y mis mejillas estaban calientes.
Aioros: Por favor, Shura- dijo, agarrando mi mano y con ella, tocó su corazón.
Podía sentir sus latidos rápidos, iguales a los míos, era maravilloso.
Shura: Está bien- dije, dándome por vencido.
Aioros: No te arrepentirás, mi vida- dijo, besandome mis manos.
Fin del flashback
Desde entonces, ando con él, ayer me invito a comer a su casa y luego fui al bar con los chicos. Me dijo que me cuidará y siempre se despide de mi con un beso en la mejilla.
Ya hasta siento que ha pasado mucho tiempo. Debo estar alucinando. En fin, fui a su casa y aún estaba preparando un desayuno exquisito. Si que sabe cocinar.
Aioros: Hola, amor- me dijo, sonriendome.
Shura: No me gusta que me digan asi- dije, cortante.
Aioros: Está bien, Shura, ya está el desayuno- dijo, sin perder esa sonrisa.
¿Qué tiene que está tan feliz hoy?
Shura: ¿Qué tienes que estás tan feliz el día de hoy?- dije, tomando asiento, bueno aunque en realidad él corrió la silla para que pudiera sentarme.
Aioros: Estar con la persona que amo, me hace feliz- dijo, abrazandome por los hombros.
Tomé un poco del té para que no notará mi sonrojo. Ya hasta me desconozco.
Narra Shion
Después de una semana de papeleos, fui a ver cómo seguían los otros. En el entrenamiento, todos entrenan en pareja, incluído Shaka, aunque me llegó el rumor que no había ido a entrenar toda la semana. Eso me extrañó y fui a ver, aún práctica su meditación, igual que Asmita. Ví que lleva a Shun y sus otros dos alumnos, bien por él.
Me encontré a Dohko entrenando con Shiryu, ambos peleaban muy bien, y sus movimientos eran ágiles. Dohko se veía muy bien con el traje de entrenamiento, pero aún no ha dejado su túnica que siempre llevaba. Se veía muy bien.
Dohko: Hola Shion- me saludo.
Shion: Hola, ¿Entrenando aún?- pregunte, aún estaba algo estresado.
Dohko: Si, ¿Quieres ver o intentarlo?- me reto.
Shion: No me retes- le advertí.
Dohko: Vamos Patriarca, ¿Aún se siente viejo?- dijo, riéndose.
Solo me reí internamente, vaya que sabía provocarme y hacer que ceda fácilmente.
Shion: Bueno, no se vale usar el cosmo ni armas, ¿Entendido?- advertí.
Dohko: De acuerdo- dijo, empezando la pelea.
Ambos nos movíamos con maestría. No había cambiado nada, aún usaba esas técnica que nos enseñaron cuando niños. Pero aún le falta más si quiere vencerme.
Shion: Vaya, aún estás joven- me reí.
Dohko: Y tu, viejito- dijo, sonriendo.
En un movimiento que no preví, enredo sus piernas en mi torso y me dió una vuelta que me mareo y caímos al suelo. Él encima de mí. Todos nos veían.
Dohko: ¿Qué pasó, Patriarca? ¿Cansado ya?- se burló.
Me di la vuelta y ahora yo estaba encima de él, lo sacudí y me levanté. Estaba cansado.
Dohko: Me mareaste- dijo, fingiendo molestía- ahora verás.
Empezó con puños, cosa que era fácil para mí, siempre se enojaba con eso y luego, cuando intento patearme, lo esquive y le metí el pie, él se tropezó, pero no tocó el suelo, lo levanté con mis brazos y le di una patada, lanzandolo hacia un pilar.
Shion: ¡Dohko!- dije, alarmado, no quería llegar a tanto y no se veía en donde estaba- ¡Dohko!- seguí llamandolo.
Dohko: Vaya, aún sigues siendo Shion- dijo, riendo.
Ví en donde estaba, estaba arriba de un pilar, sentado de piernas cruzadas y de brazos cruzados. Se veía contento.
Dohko: Pensé que te habías ablandado, Shion- dijo, con una sonrisa.
Mu: Maestro- me llamó, mientras se acercaba a mí- Buenos movimientos- me alagó.
Milo: Nos podría enseñar- dijo, alegre.
Camus: Estuvo excelente, señor- dijo, serio.
Saga: Pensé que la momia no sabía pelear- dijo, impresionado.
Aunque me moleste por el comentario, no lo exprese, estaba muy feliz. Aunque, Dohko nunca perdía contra mí, él siempre me vencía, tanto en peleas de cuerpo a cuerpo, como en peleas de cosmo. ¿Se dejó vencer?
Narra Aioros
Después del entrenamiento, fui a mi casa. Cuando pase por Leo, encontré a Marín con Aioria, platicando sobre cosas triviales.
Aioros: ¿Qué cuentan?- saludé.
Aioria: Hola hermano,- me saludo- estábamos elogiando al Patriarca, fue muy bueno sus movimientos- me comentó.
Marín: Sin duda, esos movimientos son parecidos a de los guerreros antiguos- me explico-. Sería bueno que nos enseñará.
Aioros: Que bien, así podríamos defender mejor a Athena- dije, feliz- Bueno, me tengo que ir, tengo algunos pen...- no acabe la frase, pues ví que pasaba Shaka, en silencio, sin molestar a Aioria, aunque esté lo molesta.
Aioria: Vaya, se te fue lo amable, ¿O qué?- dijo, en una indirecta.
Shaka solo suspiro.
Shaka: Buenas noches a ustedes- dijo, serio, aunque me pareció que ocultaba tristeza.
Se alejó. A veces, quisiera golpear a Aioria, pero es mi hermano.
Aioros: ¿Qué tienes en contra de Shaka?- le dije, molesto.
Aioria: Solo no me cae bien, es todo- dijo, sin importancia.
Ya me está hartando.
Aioros: ¡Aioria! ¡Deja en paz a Shaka!- le grite molesto- ¡Ya no eres como antes, siempre querías su compañía y ahora.... ¿Qué carajos sucedió entre ustedes?!
Aioria: ¿eh?- parecía confundido.
Aioros: Si algo pasó entre ustedes, háblalo con él, no sigan peleando, así se tratan peor que animales, no deben pelear, son...- Casi la riego, no, es mejor que él lo averigüe.
Aioria: Somos... ¿Que?- preguntó, furioso.
Yo solo le di la espalda.
Aioros: Nada, habla con él, es una sugerencia- dije, para poder marcharme.
Narra Marín
Vaya, le gritó. Creo que no es más necesario que me interponga entre ellos dos.
Marín: Aioria, me tengo que ir- dije, caminando a la salida.
Aioria: Marín- dijo, agarrando mi mano- No importa lo que diga mi hermano, no me disculparé- dijo, tratando de tranquilizarme.
Eso solo empeoró mi estado emocional.
Marín: Debes hablar con Shaka- dije, sonriendole- pueden ser amigos, no le hagas el feo, ¿Si?- dije, aunque sabía que si se juntaban, yo me haría a un lado.
Aioria: Eres buena, Marin- dijo, sonriendome- Gracias por ser mi novia- dijo, abrazandome.
Solo lo que quería era no hacerle daño, pero... Lo aparte del amor de Shaka, de su hermano... No soy buena, solo soy una egoísta.
Marín: Habla con Shaka, debe estar tomando el té, ahora es cuando está de buen humor- dije, sonriendole.
Aioria: Lo haré, solo por ti- me acarició mi mejilla y me besó.
Ví que se alejó hacia la casa de Virgo, espero y Shaka lo escuché.
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Ya no tengo kokoro para esto D""":
Bueno, eso es el siguiente capítulo.
Voten y gracias :3