Continuación de la historia, sólo para entretener, diviértete con la lectura y anima a esta escritora dando like (no seas lector fantasma)
Intente evitar el encuentro en lo posible, con una creciente excitación en el ambiente, amenace con salir, pero ningún plan funciono, ella preparo la cena, mientras lo hacía yo la miraba de reojo, traía un vestido corto de mezclilla que recordaba vagamente, que con su embarazo se levantaba un poco, descubriendo sus piernas, su culito parado... ese brillo que tienen las mujeres embarazadas y ese perfume dulce que le acompaña; cenamos en silencio incómodo.
-Papá-
interrumpió ella
-tengo que hablar contigo-
lo decía tan sumisa, mirando hacia abajo, yo arrugue mis pantalones al apretar mis puños,
-mi situación es desesperada(bajando la cabeza), Carlos huyo, yo no tengo trabajo y ya ves estoy embarazada, necesito tu apoyo-
lo decía al tiempo que se acercaba a mi, tomo mi mano y se arrodilló, uff! Tenía una magnífica vista de sus senos, me levante y huí a mi cuarto, mi erección se empezaba a notar; ella se quedo ahí, mientras yo cerraba la puerta, trate de despejarme leyendo, sentado en mi cama, pero tanta mierda (pornografía) que había impregnado mi mente impidiendo relajarme, a los cinco minutos toco la puerta y entro
-papá perdóname, pero necesito tu ayuda -
lo decía mientras se acercaba a mi, sus manos suaves temblaban y tomaban mi brazo, parecía
que encendía un interruptor la sangre comenzó a agolparse en mi centro, mi respiración se agito, ella pensaría que era enojo, y apretó mi brazo entre sus senos yo estaba muy sensible y trataba de ocultar a mi "amiguito", safe mi brazo de ella, coloco su cabeza en mis piernas, como lo hacía de pequeña, sollozo un poco
-no tengo a quien más recurrir-
decía entre lágrimas,
-tus nietos te necesitan!-
Mascullo lastimera, tratando de mover una fibra sensible en mi, pero yo apenas escuchaba, intentaba mantener mis instintos primarios bajo control, suplico un rato más, pero yo no respondía, cuando intentaba enderezarse frustrada al no conseguír una respuesta favorable,
-¡eres insufrible!-
dijo exasperada queriendo retirarse, se apoyo en sus manos sobre mi regazo, muy consternada y mi glande excitado quedo entre sus dedos, se quedo en shock y yo frio, retiro lento sus manos, sin querer admitir lo que toco, mientras nos mirábamos, yo no sabia que decir, que explicar, ella me miraba sopesando la situación,
-¿te excita mirarme así?-
pregunto elevando la voz mientras limpiaba una lágrima de su mejilla, mi cerebro trabajaba a mil, buscando respuestas, que decirle a mi esposa si ella se lo decía...yo seguía sentado y ella me miraba confusa, yo estaba en blanco,
-quieres castigarme?-
dijo ella levantando la voz
-ehh? responde! ¿Crees que merezco estar así?-
no supe responder, ella quito mis manos y se recosto sobre mis piernas, su vientre abultado quedaba sobre mi falo, al tiempo que paraba su cola
-pégame! Castigame! hazme llorar, ya que tanto te gusta!-
dijo al tiempo que tomaba mi mano y la dirigía a su trasero, dándose una nalgada, su rostro enrojecido al sentir mi mano (su vestido no cubria suficiente), al mismo tiempo mi falo brinco emocionado, nos quedamos así, unos segundos interminables, yo no tenía como negar mi gusto por la situación, mi excitación, era toda una fantasía estar así, estaba retirando mi mano, cuando pensé , no hay nadie en casa, estamos solos, y está situación no se repetirá, mi entendimiento se nublo, mi poco autocontrol se perdió al sentir la suavidad de su cola,y la idea del spank (nalguear) dejar un culo rojo y adolorido, no cualquier culo, sino el de mi hija, la mujer que deseaba en mis oscuras fantasías, sometida y desvalida... así que descargue mi palma sobre ese lindo culito con algo de fuerza, ella respingo, no lo esperaba y enrojeció aún mas su rostro, di otra y otra cada vez más fuerte, ella se revolvía intentando enderezarse, escapar de esa posición, pero había tomado su largo cabello y lo enrrede en mi mano para someterla, que no huyera, ella no iría a ningún lado, impidiendo que escapará, su trasero ya estaba rojo, estuve un buen rato nalgueandola, CLAP CLAP CLAP daba tres golpes y sobaba su lindo culo ( yo tenía el control, "descuidadamente" una que otra dieron en su vulva ya había levantado su vestido) sus bragas azul palido contrastaba con lo rojo de su piel
-¡detente! ¡¡basta!!-
gritaba, y luchaba, golpeando y mordiendo, por zafarse, pero eso solo me emocionaba más y más, llorosa y humillada, lágrimas y un poco de saliva mojaban ya mis piernas, los dos sentimos las contracciones de mi entrepierna al llegar al clímax compartido, la solte despacio y ambos nos enderezamos, ella me miraba echa una furia (tratando de negar su obvia excitación)
- como te atreves? -
Decía mientras me golpeaba el pecho,
-¡Esto lo sabrá mamá¡-
resopló al gritarme, yo la mire impávido aún tratando de recuperar el aliento y respondí la primer estupidez, sin pensar:
-solo tienes dos opciones: decirle a tu madre, perder nuestro apoyo (ya la encontentaré) Y lárgarte haber que haces! o adaptarte a la marea y ser obediente-
dije tajante, le di la espalda, mis manos temblaban, quería arrodillarme y pedir perdón, suplicar su silencio, pero mi mente está ovninublada, no sabía que pasaría, me mantuve firme, consumido por las dudas, sin darme cuenta pasaron unos minutos, que ella tomó como ultimátum, y la mire, el dolor y la humillación, ser sometida, el tabú de lo que habíamos hecho, ser forzada, ella diría lo que quiera, aparentar enojo, pero la humedad que sentí en su ingle decía otra cosa, a ella le gustaban estas cosas o haré que le gusten; pareció reflexionar un momento su situación, creyó que yo era inamovible en mi decisión, suspiro derrotada y avergonzada respondió
-tu ganas maldito enfermo ¿qué sigue?-
dijo apretando los los puños, entre dientes, deje escapar el aire contenido, no podía creer lo que oía y dije apenas audible
-arrastrate hacia mi -
jadeando, dudoso, temiendo que saliera corriendo a denunciarme, tenía que saber si era verdad, ella resignada se puso en cuatro puntos y comenzó a avanzar hacia mi muy cabreada, avergonzada (hermosa), mientras dirigía mis manos lentamente a mi bragueta, y dudoso, desabrochaba mi pantalón, solo el bóxer cubría mi hombría abultada, ardiente por mi hija, ella acerco su rostro, con titubeos y quede mirándola
-chupala -
la inste, ella apreto sus labios y jalo mi boxer desdeñosa, descubriendo mi perversa atracción por ella, la miro un rato, observándola, temerosa, arrodillada y a centimetros de mi pene, eso me puso duro como roca, decidí vencer su resistencia y obligarla, no le pedía permiso! me incline estruje su cabello con una mano y con la otra tome mi erección y lo lleve a su boca, su gesto enojado y abochornado, ya no había marcha atrás, frote mi falo sobre sus labios y la obligue a tragar, metiendo mi falo a la fuerza, el calor de su boca, la humedad, casi hizo que me viniera ¡Era glorioso! y comencé a bombear mis caderas contra su cara, haciendo que casi se ahogara, regocijado por violar esa hendidura
-vamos mueve la lengua-
dije resoplando, después de un rato de Bamboleo, mi falo entrando y saliendo de su boca, ella enroscaba su lengua sobre mi verga, mientras la hacia moverse mas rápido con embestidas duras contra su garganta, que la hacían lágrimear, sin miramientos, seguí hasta que ella encontró su ritmo, como buena sumisa, tomo mis muslos y sorbia gustosa, buscando complacer, seguía chupando fuerte mi verga, entonces pude soltar su cabellera y dedicarme a sus senos, los cuales liberé de su blusa y sostén, grandes y cargados (bellezas de la maternidad), los estruje lujurioso, sintiendo entre mis dedos sus pezones endurecidos, prueba de su emoción, seguimos un rato hasta que sentí unos fuertes espasmos
-me vengo-
dije jadeante y ella aumento el ritmo e hizo unas succiónes más fuertes al sacar mi falo, buscando que esto termine, presiónando mi glande mientras me miraba a los ojos, yo disfrutando mi excitación, cuando llegó el clímax, quiso retirarse, pero la sujete firme sobre mi verga y la hice recibir toda mi descarga, parecía que iba a vaciarme, fue la corrida de mi vida, ella chupo fuerte, acompañando mis espasmos y no dejo caer nada, lleno su boca y la abrió para no atragantarse, era increíblemente sucio ver a mi niña rebosante de mi semen, sin saber que hacer, iba a escupir los, la detuve, me miró extrañada
-echalos en tus manos -
le dije, cosa que ella hizo obediente tratando de que no cayeran, los sostuvo así, en sus manos, con un ligera náusea, el olor intenso, la consistencia, pues tenía algunos grumos, nunca pude hacer que mi esposa los tragarse, se quejaba del olor intenso...y mi pequeña esperando espectante indicaciones, deseando poder tirar aquellos fluidos, malicioso ordene
-tragalos de nuevo-
era orgásmica la imagen de mi semen entre sus labios, la fémina bebiendo mis fluidos, evitando vomitar, hice que lo repitiera tres o cuatro veces antes de engullirlos todos, seguía arrodillada y agitada con sus senos expuestos, la empuje y quedo tumbada de piernas abiertas, la contemple éxtasiado
al comprobar que sus bragas estaban mojadas, la tomé por el brazo, ansioso, y la ayude a sentarse
-abre la boca -
exigí, ella obedeció y yo apreté sus mejillas para impedir que cerrase la boca y la abriera más, carraspeé y escupí una flema en su lengua, jugueteo con ella, de un lado a otro sin apartar su vista de mi,
-tragala-
ordene, ella lo hizo sin problema ocultando su ascó, la bese mientras agarraba su vagina y la sacudiá fuertemente, sintiendo los delicados pliegues femeninos abultados y mojados por la excitación atraves de sus bragas
-buena niña-
dije al tiempo que mi mano se amoldaba a su panocha.
La noche se veía prometedora.