- ¡Madre mia, Adrien! No tenía ni idea de que besases tan bien...
- ¡Agh, Plagg, calla!
- Chico, tienes que contarme cosas. ¿Qué me he perdido? Si hace nada estabais cada uno por su lado.
Flashback:
- ¡Ay! ¡Lo siento mucho, Chat Noir! N-no estaba pensado... Es que yo...
- My Lady, no digas nada. - Y la volvió a besar, acariciando sus suaves coletas azabaches.
- No, Chat, no puedo. Es que...
- Ladybug, a mí me gustas. Me gustas mucho. Pienso en ti todo el rato y no encuentro la manera de imaginarme un mundo sin ti. Sé que lo más probable es que no sientas lo mismo, es más, estoy seguro de ello, pero... - Los ojos se le llenaron de lágrimas. - Por favor, dime que continuaremos siendo amigos. Buenos amigos.
- Chat, yo... Claro. Siempre vamos a ser amigos. Yo tampoco me imagino un mundo sin ti pero, ya sabes, no del mismo modo que tu. Eres importante para mi, eres mi mejor amigo, Chat Noir.
FIN del flashback
- No lo sé, Plagg. Supongo que ha pasado lo que tenía que pasar. - Contestó, pensativo.
- Ayyy, Adrien mío. Si las relaciones fuesen como el queso, no habría tantos problemas ni tantas decepciones. Créeme.
- ¿Es necesario que todo lo relaciones con el camembert?
- Lo hago porque es lo más parecido al amor verdadero que he sentido nunca. - Respondió el pequeño kwami. Despues de un instante de silencio, Adrien añadió:
- Plagg, ¿Sabes que eres amigo mío, no? Sabes más cosas de mí que cualquier otra persona.
- Sí, y también sé quién es Ladybug.
- Plagg, dime una cosa y sólo una cosa.
- Bien.
- Necesito que me respondas sinceramente.
- Sí, claro.
- Marinette es Ladybug, ¿verdad? ¿Marinette es el amor de mi vida?
Plagg quedó unos instantes con la mirada perdida y las extremidades inmóviles.
- Adrien, ya sabes que no puedo contestar a eso.
- Pero, Plagg, ¡Solamente necesito que asientas o niegues con la cabeza! No te estoy preguntando quien es de manera tan abierta...
- Lo siento, Adrien, es mi deber como kwami. No puedo decirte nada.
Adrien se estiró en su cama mirando al techo. Se dió una ducha y se volvió a tumbar en la cama.
- Pero bueno, Adrien, no te enfades. ¡Quiero que me lo cuentes! ¿Qué tal tu segundo beso con Ladybug?
- ¿Cómo que segundo?... Es la primera vez que nos besamos, Plagg...
- Pero... ¿Y en San Valentín...? - Plagg le enseñó la fotos a Adrien mientras él las miraba perplejo.
- ¿¡Por que no me dijiste nada de esto!? - Exclamó Adrien al reaccionar.
- ¡Ay! ¡Chico! ¡No te pongas así! Ahora ya eres consciente de como son los besos de tu querida chica misteriosa. - Dijo Plagg, dejando que se oyese una risilla muda, y los dos rieron, como hacia tiempo que no reían juntos.
Antes de dormirse, las dudas volvieron a la cabeza de Adrien. Tenía tantas preguntas que no sabía si iba a poder responder... ¿Y ahora qué? ¿Debía preguntarle a Marinette si era Ladybug o era necesario guardar el secreto por el bien de los dos?