Hoseok.
La oficina del director era simplemente horrible, todo lo que contenía era viejo y antiguo, los colores de las paredes estaban desgastadas y sin chiste. Pero no era la culpa de la oficina de estar en este estado, si no del dueño, el cual era un aburrido y horrible ser humano.
—¿Estas consciente de lo que hiciste?.—Expresó el director con su ceño fruncido.
—¿Que tiene de malo?.—Alzo sin importancia sus hombros.
—¿Que fue lo que te paso?.—Decía mientras Tomó asiento frente a mi, con una cara de pocos amigos, este viejo me odia.—Antes eras un excelente alumno, y ahora...—Fue interrumpido.
—Sigo siendo un excelente alumno, mis calificaciones son las mejores de mi aula.—Río con arrogancia.—No confunda mi promedio, con mi actitud.—Reto con la mirada al director.—Puedo ser un desagraciado, una basura con la gente, pero mis calificaciones...—Río de lado mientras desviaba su mirada.—Siempre serán las mejores.—Regresó su mirada.
—¿No te enseñaron valores?.—Escupió con desprecio.
—Tengo valores, pero no los voy a desgastar con gente como ustedes, con gente basura.—Río de lado —Así que nunca espere tener alguna compasión con alguien de aquí.
Lo reté por última vez.
Me levante de mi asiento y di media vuelta, dispuesto a salir de esta habitación de basura, pero aquella voz tan desagradable, tan irritante, me hizo parar en seco.
—¿Ni siquiera tendrás compasión por tu chica?.—El director Río de lado.—Acaso, ¿También la golpearas como lo hiciste con aquel chico?.
—Miré viejo bastardo.—Hoseok decía mientras se acercaba de una manera agresiva al director, tomándolo fuertemente de la camisa de vestir que llevaba puesta, alzándolo un poco, quedando muy cerca de su rostro.—Ella no es una basura como los son ustedes, jamás le tocaría un solo cabello. Pero a personas como los son ustedes, creo que hasta les cortaría el miembro, los haría gritar de dolor, los haría llorar sangre.—Río con diversión.
—¡Eres un enfermo!.—Gritó.
—Dígame lo que quiera, de todas maneras me lo pasaré por el trasero.—Río ladinamente.—Ya tengo que irme.—Soltó lentamente la camiseta del director.—Estoy perdiendo algo de tiempo con usted. Por favor dígale a Do que le mando saludos, que espero que se pueda recuperar.—Carcajeó antes de salir de aquella oficina.
Se que a veces no es correcto burlase del dolor de los demás, pero siendo Do, creo que lo hace más gracioso.
Salí de la oficina y me recargue en la puerta de esta, solté un gran suspiró, liberando a mis pulmones de aquella gran valentía que había cometido. Mi corazón comenzó a relajar sus rápidas palpitaciones; Nunca me había rebelado así contra un adulto, y menos con el director de mi escuela. Siempre recibía humillaciones de parte de él, ese bastardo me hacía la vida cuadritos, siempre trataba de lastimarme.
Pero...ahora ya eso se acabo, ahora no permitiré que venga a querer pisotear,se acabo su tonto.
—¿Te pegaron a la puerta del director?.—Taehyung Río. Hizo su cabeza de lado y se recargó en la puerta junto a mi.
Lo miré extrañamente, el solo sonrió.
—¿Que haces?.—Arrugo su rostro.
—No quiero que pases humillación por estar pegado a la puerta.—Sonrío—Si se van a burlar, que sea de ambos.
—¿Alguna vez te dije que te amo?.—Hoseok Río.—Te amo tanto que podría besarte.—Se acercó lentamente a Taehyung.
Taehyung se quitó rápidamente de la puerta, y empujó a Hoseok lejos de su cuerpo.
—¿Estas loco?.—Taehyung Río.
—Eres mi chico ideal.—Hoseok sonrío pervertidamente.
—¡Ya!.—Las mejillas de Taehyung se tornaron rojas.
—Ya deja al niño—Namjoon sonrío ampliamente.—Las personas dirán que lo quieres violar.
—Protégeme Namjoon.—Taehyung decía mientras se colocaba detrás del mencionado.
Namjoon Río.
—¿Como te fue con el director?.
—Bien.—Mentí.—Todo avanzó bien.
—¿Y qué pasó con (___)?.—Taehyung asomó su cabeza por el hombre derecho de Namjoon.
—No lo se.—Su rostro bajo.—Después de que me abrazara...se marchó.
—¿Aún sabes donde vive si madre?.—Taehyung sonrío
—Si.—Sonrío.—Varias veces la he visto en el súper mercado.
—Entonces, ¿Que esperas?.—Namjoon opinó.
—Deberías ir a ver.—Sonrío.—Tal vez puedas aclarar las cosas con ella.
—¿Puedo besarte?.—Hoseok hablo.
Los ojos de Taehyung casi se salían de su rostro, sus mejillas estaban más que rojas.
—Te pateare el miembro, si sigues insistiendo.—Taehyung arrugó sus labios.
—Pesado El Niño.—Hoseok carcajeó.
—Solo ve con tu chica.—Taehyung sonrío.
—Pero tengo aún clases.—Decía mientras señalaba las aulas.—¿Como es que se fue?.
—Caminando.—Taehyung decía mientras se carcajeaba.
—¿Quieres morir acaso?.—Hoseok sonrío de lado.
—Gracias, pero amo vivir, tengo muchas cosas por las cuales vivir.—Río
—Ejemplo.—Namjoon Río.
—Tengo un hijo en casa.—Sonrío.—Tengo que educarlo y alimentarlo, es un cachorro muy difícil.—Río al mencionarlo.
—Eres un hombre muy ocupado.—Namjoon Río.
—¿Saben por que se fue temprano?.—Ignoró por completo el tema.
—Que yo sepa...—Namjoon pensó.—Fue por que se sentía mal.
—Tengo que ir con ella, pero tengo aún clases...—Suspiro pesadamente.
—Tu vete.—Namjoon sonrío.—Veré que pretextos le pongo a los maestros, tú se libre.
—De verdad que te debo una.—Hoseok Río.
Corrí a mi casillero, abrí este y saqué mi mochila, lo cerré y corrí a la salida.
Mi corazón comenzó a palpitar, lo sentía como brincaba de emoción. Siempre que se trataba de mi chica, me sentía lleno de energía.
Aunque pasará aquel error , entre ambos, mi corazón seguía latiendo por ella.
Saque mi llaves y las introduje en la puerta del automóvil, abrí este y entré en el.
Lo puse en marcha y salí de la escuela; Primero pasaría a comprar algunos regalos para la madre de (___); Esa señora siempre era un amor conmigo, era como la madre que siempre desee.
Las calles estaban un poco vacías, así que fue más fácil conducir para mi.
Aparqué el carro frente a una florería, a Angelica le encantaban los tulipanes, y no había por que decir que no eran bellas, si con verlas te fascinaban.
Entre a la tienda y observé todo tipo de flores, había de bastantes flores, de todo tipo de color, era simplemente hermoso.
La vendedora se acercó a mi, con una sonrisa ladina. Tambaleaba un poco sus caderas y se movía un poco sexy.
No había puesto mucha atención a su rostro, ni a su cuerpo, realmente no me interesaba, solo venía por los tulipanes y me iría.
Pero su voz delgada me hizo salir de mi trance.
—¿Que flores quieres Chico guapo?.—Sonrío coquetamente.
—Quiero unos tulipanes.—Sonrío amigablemente.
—¿Son para una amiga, o para tu madre?.—Río mientras movía su cabello.
—Son para la madre de mi novia.—Solté sin más, esta mujer me estaba haciendo sentir irritado.
—¿Novia?.—Río.—¿Y qué haces acá solito?.
—Si novia, a la que amo y respeto.—Sonrío—Vine solito por que quiero darle una sorpresa.
—¿Solo esos tulipanes vas a querer?.—Dijo cortante.
—Por favor.—Sonrío ampliamente.—¿Podrías decirme cuánto sería?.
—Puedes llevártelas, la casa invita.—Desvío su mirada.
—Tu jefa te matará, mejor dime, ¿Cuanto es?.
—Ya te dije que la casa invita.
—¿No tienes mucho cerebro?.—Hoseok cerró un poco sus ojos.—Te dejare 5 wons.—Arrugo sus labios.—No quiero que tu jefa te regañe, así que si es menos dinero, puedes quedarte con el cambio, muchas gracias.—Dicho esto salió de la florería.
Aún no puedo acostumbrar que varias chicas coquetee conmigo, aún es algo extraño.
No se si se fijan por mi físico o por mi auto, hoy en día no se sabe con las chicas.
Entre a mi auto, lo encendí y comencé a conducir.
Faltaban unas cuantas cuadras, para llegar a casa de (___).
Mi corazón volvió a palpitar rápidamente al ver la casa de (___), miles de preguntas pasaban por mi cabeza. ¿Que pretexto le dire?, era una de ellas.
Aparqué el auto frente a su casa, tome las flores y salí del automóvil, lo cerré y caminé a la puerta de esta.
Di unos cuentos suspiros y toque, la puerta de abrió en segundos, dejándome ver a una Angelica muy sonriente.
—¡Que gusto!.—Decía Angelica antes de abrazarlo.—Te extrañe bastante hijo.
Me gustaba cuando me decía hijo, yo le decía de cariño mamá, eran un hermoso gesto de parte de ella, permitirle llamarle así.
Era lindo poder decirle madre a alguien, pues a mi corta edad nunca pude llamar así a ala persona quien me dio la vida.
De hecho creo que nunca supe quien era, y sentir el calor de ella, los consejos y el amor que de ella recibía, hacía que mi corazón se sintiera feliz y cómodo.
—La extrañe bastante madre.—Hoseok sonrío ampliamente.
—Me da mucho gusto verte de nuevo.—Angelica expresaba alegremente.—¿Has estado bien?.
—En perfectas condiciones.—Mentí nuevamente.—¿Y usted cómo está?.
—Estoy muy bien, y ahora mucho más.—Sonrío ampliamente mientras miraba a Hoseok con ternura.—Verte me hace sentir tranquila.
—¿Está (___)?.—Extendió los tulipanes hacia ella.
—¿Son para mi?.—Angelica sonrió. Hoseok asintió con una sonrisa de oreja a oreja.—Claro que está, ahora mismo está en su cuarto, puedes pasar y subir, ya sabes en donde está la habitación.—Decía mientras tomaba las flores.
—¿Estará bien?.
—Claro que está bien, no te preocupes, yo confío en ti, y se que no harás nada malo con ella.—Sonrío ampliamente.
Era lindo este tipo de confianza.
Pase a la casa y comencé a subir las escaleras, la habitación de (___) quedaba hasta el fondo.
Toque varias veces la puerta, pero ella no abría, intenté varias veces más, pero seguía sin responder. Tome la chapa entre mi mano y empuje esta.
La habitación estaba en silencio, las luces estaban apagadas, y en la cama se miraba un pequeño bulto.
Me acerqué lentamente a este y lo moví, ganándome un fuerte quejido. Ambos brazos de (___) se asomaron por las sábanas.
—¿Que haces aquí?.—Abrió de golpe sus ojos.
—Me preocupaste.—Bajo su rostro apenado.—Quería verificar que te encontrarás bien.
—Lo estoy, ahora lárgate.—Escupió molesta
—¿Por que hablas así?.
—¿Hablar como Hoseok?, no me vengas a decir que tenga compasión contigo.—Desvío su mirada
—Nunca pedí tu compasión.
—¿Crees que estoy feliz de verte?.
—¿Pasó algo?.
—Pasa que casi matas a un chico.
—Pero ese chico fue quien nos lastimó.—Soltó al borde de las lágrimas.
—Lo se...—Su voz se quebró.—Pero no debiste de comportarte así, nada se arregla a golpes.
—¿En serio te preocupas por Do?.—Levantó ambas cejas.
—No me preocupo por el, lo hago por ti.—Dijo sería.—Pudiste lastimarte, el pudo acerté daño.
—Lo lamentó, me deje llevar por la ira.—Desvío su mirada.
Comencé a sentir miedo.
—Eres alguien diferente.—Soltó sin pensar.—Ya no eres aquel chico tan lindo, ahora eres...eres un completo monstruo.
Sentí como mi cuerpo quería desplomarse.
—¿Acabas de llamaren monstruo?, ¿Eso soy para ti?.
—Si, no tienes conciencia de lo que pudo haber pasado, el puede dañarte.
—¿Piensas que soy alguien débil?.
—¿Acaso no lo eres?, deja de hacerte el fuerte , y pon los pies sobre el piso.
—Realmente no me conoces.—Su voz se quebró.—No sabes cuanta ira tengo hacia aquel bastardo, todo el mal que nos causó, y vienes y me dice que soy un monstruo. ¿Acaso tú no tienes dignidad?.—Una fuerte cachetada le volteo el rostro a Hoseok.
—¿Que sabes de dignidad?.—Sus ojos comenzaron a derramar lágrimas.—¿Quien te crees?.
Mordía fuertemente mi labio inferior, hasta tal puente de hacerlo sangrar. Mis manos comenzaron a temblar, mis ojos picaban bastante.
—Se mucho más que tu...—Callo por segundos.—Yo no estoy hablándole a aquel bastardo, como si fuéramos buenos amigos, o como si no me hubiera hecho aquel daño. Yo le tengo desprecio y odio, pero tú...—Miró directamente a (___).—Tú le hablas como si nunca te hubiera hecho nada, como si fuera tu mejor amigo, convives con el en la escuela, tus amigas le hablan, y tú bromeas con el; Dime...¿Sabes algo de dignidad?.—Se levantó de golpe de la cama.—Creo que venir fue una mala idea, pensaba que tú trato sería diferente.
—No te confundas—Miró directamente a Hoseok.—Tus acciones no van a cambiar nada.
—Bien.—Desvió su mirada.—Ni debiste abrazarme, no debiste meterte a la pelea.—Suspiró pesadamente.—Realmente no vales la pena. —Mi corazón dolió.—Te pediré algo...no vuelvas a interferir en mi camino, si estoy herido no me busques para curarme, ni siquiera me mires. Por que lo único que ganarás es desprecio de parte mío.—Las lágrimas comenzaron a caer de sus ojos, deslizándose por su mejillas.—No me hagas querer protegerte, eres una carga para mi corazón.—Mi corazón se quebró.
Dio media vuelta y salí de la habitación, tome la perilla y cerré la puerta, baje las escaleras y salí por la puerta, pero la voz de Angelica me hizo parar en seco.
—¿No te quedarás a cenar hijo?.
—Me gustaría pero...tengo algunos pendientes en casa, será para otra ocasión.—Bajo su rostro apenado. Ni quiera miro a los ojos de Angelica, solo camino a su auto y entró en este.
Por la ventana de (___) se podía observar ella, quien miraba hacia la calle, cruzando mirada con Hoseok.
Este conectó la mirada con ella, y en momentos la desvió, entrando de golpe a su auto y conduciéndolo de una manera rápida y agresiva.
Su corazón está roto, nuevamente...
➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪➪
Gracias por leer.🖤
¿Como están?🤍
¿Que Les pareció el capítulo?.🖤
¡Muchas Gracias por leer y votar!🤍
Nos vemos el próximo domingo.🖤
Mientras tanto disfruten y pasen una hermoso inicio de semana.🥺💜
Si ven algún fallo de ortografía, por favor no duden en comentarlo y hacérmelo saber. 🖤🤍
Se los agradecería bastante.
Nuevamente gracias 😊