TRUST

By Aname_o4

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Sarada había tenido sueños con una chica desconocida. Sólo podía ver que era pelirrosa, que se parecía a ella... More

Prólogo
Capítulo 1- Aika Sakura
Capítulo 2- Sé cómo empezar
Capítulo 3- Muéstrame
SPAM
Capítulo 4- Siempre había tiempo para el amor
Capítulo 5- ¿Sarada tiene el sôzô?
Capítulo 6- Un verdadero paso
Capítulo 7- La última noche
Capítulo 8- Sin un adiós
Capítulo 9- La realidad
Nota
Capítulo 10- Usui Tomakaki
Capítulo 11- Tic-tac
Capítulo 12- Madre e hija
Capítulo 13- Las historias de mamá
Capítulo 14- La princesa del Cerezo (1/3)
Capítulo 14- Trozos de luna (3/3)
Capítulo 15- Atrapada entre chicos
Capítulo 16- Un paso hacia adelante
Capítulo 17- Sarada Vs. Daisuke
Capítulo 18- Melodías en la habitación
Capítulo 19- Tres meses
Capítulo 20- Yerno
Lee TuT
Capítulo 21- Baka-Boguto
Comunicado

Capítulo 14- Ella Ōtsutsuki (2/3)

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By Aname_o4

Taiyō y Sakura comenzaron a mecer a su hija recién nacida en aquella cuna. No pudieron evitar sentirse felices, aunque no completaba la felicidad de la Ōtsutsuki.

<<Te pareces tanto a ella...>> pensó Sakura, mirando cómo los ojos de su hija la estaban mirando. Su cabello, en cambio, era blanco. Blanco como Taiyō, de pequeños cabellos de un color bastante potente y singular. <<Ella... Mi querida hija>>. Aunque aquella niña había sido fruto del chantaje hacia ambos padres, la querían.

—Esposo— habló Sakura. Comenzó a sentirse bastante mal. Su verdadera familia, en aquel sitio, solo era Ella. Quería vivir con ella junto a Sasuke y Sarada. ¿Cómo se lo diría al Uchiha? ¿Cómo se lo diría a su pequeña?—. Voy a tomar el aire.

—Por supuesto, ten cuidado.

La Ōtsutsuki se marchó, sentándose al filo de la ventana del pasillo. Más allá de las estrellas, estaba la tierra. El sitio que resguardaba a su pequeña.

—Diez meses han pasado...— susurró hacia la nada, alzando su mano. Intentó capturar aquella esfera; intentó capturar la tierra. Desde su perspectiva, no era nada. ¡Pero era taaaanto!— Ya debisteis de haberos dado cuenta... Diablos, ¿me odiáis?

Sintió esa puñalada en el cuerpo, pero debía de aguantar. Cerrar sus ojos y contar hasta diez.

«Han pasado ya muchas cosas. No pueden odiarte».

—Quiero ir ahí.

Cerró su mano, capturando, ante su falsa realidad, la tierra.

—Quiero tenerlos entre mis manos. Mis hijas...Sasuke-kun...— susurró—. Hinata e Ino deben de estar furiosas o desesperadas.

«Vamos a ser positivos: la luna se ve cada noche

—Tan cerca y tan lejos.

—Sakura Ōtsutsuki— quien era como el padre de Taiyō quedó quieto ante la presencia de su nuera. Alzó su mano, provocando que Sakura cerrara fuertemente sus ojos, esperando a ser golpeada como de costumbre. Aunque no recibió impacto—. Hoy te has portado bien, no pienso castigarte.

«¡Viejo inútil, si me liberaras podría con mi pezuña!»

—Padre— habló, saludándolo. Así quería ser nombrado por Sakura, aunque no merecía tal nombre—. Estaba descansan-

—Descuidando a tu hija.

Mordió sus mejillas. Podrían recriminarle mil cosas, pero no decirle de forma indirecta que ella era una mala madre, porque no era así.

—No subestimes a Ella— para sorpresa del mayor, Sakura se puso delante de él, desafiándolo. Mostró su largo cabello balanceándose de lado a lado. Clavó su amenazante mirada en él—. Ni siquiera siendo un bebé. Le aseguro que es mucho más fuerte que usted. Y se lo advierto— gruñó, tomándolo por el cuello. Sakura lo alzó con su fuerza—. Si le llega a tocar un puto pelo, será hombre muerto.

Para sorpresa de la Ōtsutsuki, el hombre comenzó a reír. ¡Era su nieta! ¿Es que acaso eso no contaba?
No, para nada. A aquella rama de Ōtsutsuki no les importaba nada.
Salvo Taiyō. Él era diferente al resto.

—No amenaces a alguien celestial. Tú, simple Aika. Ante nosotros no eres nada ni nadie.

—¿Entonces por qué estoy a-

«Basta, Sakura. Soy el primero en querer partirle el trasero en tres, pero siguen teniendo a tu familia. Mientras ellos estén a los ojos de la luna...»

—¿Se te comió la lengua el monstruito?

Soltó al hombre, girándose por completo. Mordió sus labios de nuevo, pero esta vez, hasta tal punto de clavar sus dientes hasta lo profundo.
Necesitaba callar, y para ella no sería fácil.

<<Sigo siendo fuerte. Una kunoichi. ¡Una kunoichi con un armamento más fuerte que un apellido!>> pensó, aunque de forma cobarde. ¿Por qué no lo decía en voz alta?
Se había vuelto más débil. Ella era una nueva excusa por el cual aguantar a esos idiotas.

¿Lo peor? La tenían cerca. Tan cerca que alguno de esos idiotas, a veces, iban a su habitación para darle el biberón.

<<No la tocaréis ni un pelo. Ni a ella, ni a Sasuke-kun, ni a Sarada. ¡Ni siquiera a Taiyō! Sigo siendo fuerte aunque tenga un bozal>> pensó.

***

—Mamá— habló Ella, sujetando a su madre por la manga de su kimono. Taiyō estaba en una misión especial de la cual no sabían nada, por lo que aquella mansión era un peligro para ambas. Sin embargo, Ella nunca lo notó. Delante de ella siempre estaba su madre para protegerla—. No te vayas...— el cuarto estaba totalmente oscuro, pero no tenía miedo de aquella oscuridad. Tenía miedo de que su madre saliera por aquella puerta y, al día siguiente, apareciera con más heridas—. Ella no quiere ser como ellos. Ella quiere ser como mamá; fuerte y hermosa.

Sakura se sentó en el borde de aquel colchón, acariciando los cabellos negros de Ella.

—¿Por eso te has teñido, cariño?

Sonrió. Recordó a Sarada. ¿Ella sería igual?
Seguramente, pues ambas eran hermanas.

—Sí.

No supo si reír. No le importó, era su aspecto y ella decidía.
Sin embargo, los Ōtsutsuki estaban descontentos con aquella decisión tan repentina. Y cuando estaban descontentos, siempre buscaban culpables.

—Ella es guapísima. ¿Lo sabías?

Ella sonrió con alegría. Lo cierto es que no le importaba mucho su aspecto, pues aún no había ido hacia la tierra. Aún no había visto ningún chico o chica de su edad: trece años. Ni siquiera había definido su sexualidad, pues donde estaba todos eran familia.

—Mamá. ¿Le cuentas a Ella alguna historia?

—Claro— se colocó al lado de su hija, resguardándose en las sábanas. La miró, pues estaba a su lado. Tan a su lado que sentía que, si algo pasaba, podría tomar acción. Y eso le reconfortaba; el poder sentir que puede proteger—. ¿Alguna historia de kunoichis?

—¿Otra vez Hinata e Ino? A Ella ya le contaste el cuento de esas dos princesas- se quejó, pensando que era totalmente ficción. Pero no sabía que, detrás de los cuentos de su madre, todo era real.

—¿Y sobre el rey-

—¿El rubio que luchó por convertirse en rey? Ella ya tiene a Naruto bastante escuchado. ¿No tienes más cuentos?

Síp— asintió con felicidad, mirando el rostro de su querida hija. Aquellos momentos del día se olvidaba del verdadero problema—. Tengo un cuento bastante especial que reservaba para cuando Ella sea mayor.

—Ella es muy mayor. ¡Ya puede entender muchas cosas! Incluso el abuelo dijo que ya superó a tía Hannah, que es de las más fuertes.

Sakura volvió a mirar aquellos ojos. Eran iguales a los de ella, solo que los de su hija brillaban con inocencia y fuerza. ¿Cómo podía superarle en casi todo con trece años de vida?

—Es la historia de Sasuke Uchiha y Sakura Haruno.

Sakura estaba decidida a contarle todo, con lujo de detalles, aunque obviando el trágico final. Quería decirle que su familia estaba en la tierra y, por supuesto, que ella pertenecía ahí, porque no pensaba dejarla atrás. La quería y amaba de igual manera que quería y amaba a Sarada y Sasuke. Ella no era una menos.

Sus labios se movían al compás de su voz, que soltaban aquellas mágicas palabras, dándole forma a aquella historia.
Historia real, realidad que pudo sentir Ella con tan solo escucharla.

Asentía asombrada. No era idiota; no era ficción, y eso lo sabía.
Había escuchado hablar de Eiko y de los Aika, ¡y entonces lo supo! El porqué aquella unión de ambos clanes.

Sabía que su padre era un Ōtsutsuki, pero no sabía cuán de importante era su madre para estar con él. Había recibido clases particulares de todas las materias, y en una de ellas había "historia". Su favorita.

Con emoción, terminó de escuchar la historia de Sakura. Hasta que finalmente, una palabra la hizo prestar aún más atención.

—...Sarada...

—Sarada Uchiha, ¿verdad?— Sakura se asombró, pues ella no había dado aún esa información. Ni siquiera pudo deducirlo. Así que, ¿por qué?— El abuelo le hizo estudiar a Ella quién era ella.

—¿Qué?— Sakura se alteró, mirando con atención a su hija. Inocentemente, asintió—. ¿P...Por qué?

—Porque dijo que debíamos de estar preparados para aniquilarla. ¿Acaso ella es la hija de Sasuke Uchiha?— inclinó su cabeza.

Y entonces, la Ōtsutsuki comprendió que la habían mentido.
¿Paz? Paz sus cojones, solo había caído en una trampa durante todos aquellos años.
Ellos lo prometieron, pero no tenían intenciones de mantener su palabra. Eran unos mentirosos. ¡Mentirosos!

Se levantó, dirigiéndose hacía la ventana. Estaba desesperada y no le importó mostrárselo a Ella.
Puso sus manos en el marco de la ventana y apoyó su cuerpo en ella, sacando su cabeza.
Inhaló aire, dispuesta a soltarlo en forma de un gran grito.

«Sakura, ¡no lo hagas! ¡Eso es idio-»

—¡¡SARADAAAAA!!—gritó a todo pulmón. Fue idiota, pero no le importó. ¡¿Qué más podía hacer atrapada en la estúpida luna?! ¡Su hija corría peligro! Ella se asombró. Sasuke Uchiha, Sakura, Sarada Uchiha. ¿Es que su madre se había saltado el verdadero final? Según Ella, Sakura y Sasuke fueron amantes. Pero los amores no siempre terminaban juntos, ¿no? ¿O es que acaso Sarada tenía alguna relación con su madre?—¡¡SARAAAA-

—¡Mamá!—interrumpió, levantándose de la cama. Intentó calmarla, abrazándola por la espalda—. ¡Mamá, si sigues gritando ellos vendrán!

Pero ya era demasiado tarde. La puerta se había abierto, mostrando los ojos enfurecidos de quien era el patriarca.

—Abuelo, esto no es-

—Ella, apártate.

Pero Ella no se apartó. Siguió protegiendo a su madre, usándose a sí misma como escudo. Es más, ella levantó sus brazos para ocupar todo el espacio posible, creando una muralla humana entre aquel hombre y su madre.

—Ella no se apartará, ¡porque Ella protegerá a su madre pase lo que pase!

Sakura reaccionó, enfureciéndose por completo. Dio un paso hacia adelante para proteger a Ella, mirando a aquel hombre con furia y desprecio.

«¿Ya llegó la hora de la acción?»

—¡Detened todo esto!— gritó. Su rostro se enrojeció por completo, fruto de la ira—. ¡Basta ya! ¡Hicimos un trato!

Ella mordió su labio, escondiéndose detrás de Sakura.

Ambos Ōtsutsuki se desafiaron con la mirada. La menor comenzó a estar bastante asustada. ¿Qué debía de hacer en aquella situación? Aún había cosas que no entendía.

—Aquí las cosas se harán como se debe, así que cállate, niña— habló, dirigiéndose a Sakura—. ¿Osas a desadia-

—¡Lo hago! ¡Le desafío!

Tragó saliva, sabiendo que nada bueno saldría de eso.

N/A

Cambio de planes, ay. El capítulo 14 será dividido en 3 partes, así que la siguiente parte también será sobre la historia de Sakura, una vez con los Ōtsutsuki.

Se llamará: «Trozos de luna».

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