Dark paradise [Dramione]

Od AliciaBlackM

19K 1.4K 324

Hermione tiene tres cosas claras en ese momento. La primera: ser hija de uno de los mafiosos más poderosos de... Více

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9.
Epílogo.

Capítulo 4

1.8K 134 22
Od AliciaBlackM

Hermione tragó saliva y trató de procesar todas las cosas que las palabras de Draco implicaban. Él la había llevado hasta su casa; la base de operaciones de su mafia. El jodido lugar más importante y peligroso de todo su círculo. Tomó profundas respiraciones y trató de ignorar la mirada interrogante de Draco. Tenía que salir de allí cuanto antes. El rubio pareció entender su turbación y soltó un suspiro.

El hombre sacó el móvil de su bolsillo e hizo una llamada rápida, sus ojos clavados en ella en todo momento mientras esperaba a que la persona a la que marcó le cogiese el teléfono. Pocos segundos después se dejó de escuchar el pitido de llamada y una voz gruesa se escuchó desde el otro lado de la línea.

—Necesito que lleves a una persona a un sitio —comentó con tranquilidad y se quedó en silencio escuchando la respuesta que le daban—. No, está aquí en la casa. Antes de las doce, Potter y su gente vendrá dentro de poco. —Los ojos grises seguían clavados en ella mientras hablaba—. Vale, date prisa.

Draco colgó el teléfono y el silencio reinó entre ellos unos minutos antes de que el rubio diese un paso hacia atrás y apartase su mirada hasta el reloj que había colgado en la pared.

—Un hombre de mi confianza vendrá a buscarte y te llevará a tu casa —informó y se dio la vuelta.

—¿Ya está? ¿Así de sencillo? —cuestionó ella y Draco se giró con una ceja arqueada.

—¿Cómo?

—Me has traído a tu base de operaciones un lugar en el que, según lo que tengo entendido, solo los peces gordos de tu mundo pueden entrar —dijo ella—, y no tienes problema en decirme dónde me encuentro y tampoco pareces tener problema alguno con el hecho de que un hombre de tu mafia va a llevarme a mi casa, ¿y esperas que no me sorprenda?

—Sí, básicamente es eso. —Draco suspiró—. No hagas una montaña de un grano de arena, morenita. No se va a acabar el mundo porque tú estés en mi casa, tampoco es como si supieses donde te encuentras exactamente.

Hermione iba a replicar a eso cuando entró un hombre alto y pelirrojo. Llevaba un traje color negro, unas gafas del mismo color sobre sus ojos y una pistola en una de sus manos. Draco hizo un gesto con la cabeza y el hombre se acercó hasta ellos.

—Me encantaría charlar contigo todo el día, morenita, pero no puedo —le dijo y Hermione miró a Draco fijamente—. Él es George, te llevará a casa.

Mantuvo su mirada clavada en Draco antes de sacudir la cabeza, negando, y comenzó a caminar detrás del otro hombre cuando éste le hizo un gesto para que se moviese. Cuando llegaron a lo que parecía ser un garaje, una mujer apareció de la nada y la miró de arriba abajo, una media sonrisa surcó el rostro ajeno antes de que inclinase la cabeza ligeramente en dirección al hombre y se alejara.

Subieron al coche en completo silenció, encima de uno de los asientos estaban sus llaves, su móvil y su cartera, así que los cogió y los guardó. Tras unos minutos se encontraban saliendo del garaje de la casa. Los cristales de la parte de atrás del coche estaban tintados completamente, por lo que no podía mirar al exterior y los controles para bajar las ventanas estaban bloqueados, la parte del conductor estaba cerrada por una especia de ventanal negro, como en las grandes limusinas que veía por la tele.

Se mantuvo mirando hacia sus manos todo el camino. Le había quedado una sensación agridulce en la boca por la forma en la que Draco la había despachado de su casa y cómo había tratado con tanta ligereza el hecho de que hubiera ido a su casa.

¿Por qué la habría llevado a su casa? ¿Acaso no le preocupaba el hecho de que hubiese estado en su base de operaciones? ¿Llevaría allí a todas sus conquistas?

Bueno, técnicamente, ella no era una conquista. No habían hecho nada más allá de los besos, y la forma en la que terminó la noche para ellos no podría considerarse un éxito, a no ser que Malfoy considerase que cuidar a una mujer vomitando era un planazo.

Hermione no podía evitar cuestionarse si Malfoy volvería por el local. Una parte de ella quería pensar que no y que si lo hacía no la molestaría más, pero la otra quería que fuese y que hablasen sobre lo sucedido, o al menos volver al tira y afloja que mantenían desde que coincidieron por primera vez.

El coche paró, irrumpiendo su línea de pensamientos y sintió como el hombre se bajaba y sus pasos resonando. La puerta a su derecha se abrió y ella salió del coche, George la miró fijamente y señaló al edificio frente a ella. Estaban en su bloque de apartamentos.

—Gracias por traerme —dijo y el hombre la miró sin expresión.

—Solamente cumplo con mi trabajo. Tenga una buena tarde.

George desapareció en un abrir y cerrar de ojos pocos segundos después de que se montase en el coche. Hermione arrastró los pies hasta su portal y sacó las llaves de su bolsillo para abrir. En cuanto entró a su casa se tiró sobre el sofá y se quedó dormida casi al instante, dándole a su mente el descanso que necesitaba.

Pasaron casi tres semanas hasta que Malfoy volvió a aparecer en el pub. Estaba vestido con un traje negro y a su lado, enganchada a su brazo, estaba la misma mujer que había visto aquel día en el garaje. Ella vestía con un vestido verde oscuro, tacones negros y su pelo negro caía suelto y ondulado. Las orbes grises de Draco se clavaron en ella, pero al contrario de las otras veces no le guiñó un ojo ni le sonrió con perversión, simplemente apartó la mirada y caminó hasta el reservado.

Hermione cogió su bloc para los pedidos y se dirigió a los reservados. Esperó a que todos tomaran asiento en los sillones para coger sus órdenes, ignorando la mirada de Draco clavada en ella.

—¿Y usted qué va a tomar? —preguntó Hermione a Draco, pero antes de que éste pudiese responder lo hizo la mujer.

—A Draco tráele un poco de agua, con la forma en la que está salivando por ti se va a quedar seco —bromeó la chica y los hombres a su alrededor también lo hicieron menos el rubio.

—Cállate, Pansy —espetó—. Un whiskey, por favor.

—Muy bien. —Apuntó su pedido—. ¿Y para usted? —Se dirigió a la mujer.

—Con un vodka con limón estaré bien toda la noche —comentó y sonrió—. Y tranquila, cielo, Draco es todo tuyo. Es como un hermano para mí.

Hermione trató de que su sonrojo no se notase ante esas palabras y se fue con rapidez del reservado, escuchando de fondo el reclamo del rubio a la otra mujer. Le entregó la orden a Ron y éste tiró de ella detrás de la barra.

—¿Feliz de que Malfoy haya venido?

—¿Por qué tendría que estarlo? Es un cliente más.

—No tienes que fingir conmigo, Hermione. He visto la forma en la que mirabas la puerta cada vez que entraba alguien las últimas semanas, querías verlo.

—Imaginas cosas, Ron —replicó ella y rodó los ojos ante la mirada de su amigo—. Ponte a trabajar, que tenemos muchos clientes hoy.

—Idiota.

—El único idiota aquí eres tú, Ronald.

Una vez las copas fueron servidas Hermione se dirigió al reservado y entregó las bebidas correspondientes a cada persona. Cuando estaba por salir, la voz de Draco la paró en el sitio y reprimió una sonrisa al escucharlo.

—Hoy estás poco habladora, morenita. ¿Me has echado de menos?

Hermione se giró y miró a Draco con una ceja arqueada.

—Más quisieras, Malfoy. Tengo cosas mejores que hacer que pensar en ti. Por mí como si no vuelves a venir por aquí.

—¿Debo recordarte que este local es mío? —inquirió y ella puso los ojos en blanco.

—Desgraciadamente sé que es tuyo, pero tampoco hace falta que vengas. Manda a alguno de tus chicos a comprobar que todo va bien y ahórrate el paseo hasta aquí.

—¿Y privarte de mi valiosa presencia? No quisiera ser el causante de tu bajón emocional, morenita.

—Te tienes en un altar, ¿no? —inquirió Hermione y rio—. ¿Qué te hace pensar que tu presencia es valiosa para alguien? En tal caso eres más molesto que los borrachos que se pasan horas en la barra, al menos ellos cuentan cosas graciosas. Tú, más bien, aburres.

Pansy soltó una risa poco disimulada y golpeó con el codo a Draco, instándole a contestar. Parecía que la mujer estaba viendo un partido de tenis en directo.

—Qué borde eres, morenita, pero lo entiendo, ¿sabes? Es normal.

—¿Qué entiendes qué? ¿Tu falta de modestia? ¿Tu incapacidad de hacer reír? ¿O la inefectividad de tus patéticos intentos de ligue?

—Entiendo el hecho de que detrás de toda esa hostilidad estás loca por mí, cielo. Te mueres por mí, pero te niegas a admitirlo porque eres una orgullosa. —Suspiró con falsedad—. Sin embargo estoy dispuesto a esperarte, morenita mía, sé que pronto caerás.

—No caeré jamás, Malfoy. Olvídalo.

—No decías lo mismo en el Lumos. —Hermione se sonrojó hasta la raíz del pelo—. ¿O ya te olvidaste?

—¿Cómo olvidarlo? Una de las peores noches de mi vida, ¿te puedes creer que un rubio descerebrado, creído y molesto me besó aprovechándose de que estaba achispada por el alcohol?

—¿Con que fue culpa del alcohol, eh? Ya veremos si dices lo mismo hoy.

—¿Qué...? —Antes de preverlo Draco se había levantado del sillón y caminó los pocos pasos que los separaban.

Cogió su cara con ambas manos y atrapó sus labios en un beso húmedo que la descolocó durante unos segundos antes de que reaccionará y siguiera el beso. Quizá se hacía la dura y le gustaba provocar a Malfoy con sus negativas, pero tampoco iba a ser tan idiota como para alejarlo y romper ese beso.

Joder, Malfoy era jodidamente caliente y besaba bien.

Y eso nadie podía negarlo.

Así que se dejó llevar e ignoró a la gente a su alrededor, poco le importaban los demás cuando Malfoy le estaba dando el beso de su vida.

Sí, los demás podían irse a la mierda.

Pokračovat ve čtení

Mohlo by se ti líbit

33.8K 3.5K 47
Ni él mismo se explicaba la razón de por qué estaba tan enamorado de ella. No podía ni siquiera hablarle, a menos que fuera por aquellas cartas que s...
20.9K 1.1K 19
Resumen: Hermione no salió ilesa de la guerra, y cuando finalmente decide encontrar una solución a sus problemas, debe explorarla por su cuenta. Un e...
196K 16.7K 35
|𝐀𝐑𝐓𝐈𝐒𝐓𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄| «El amor es el arte de crear por la sensación misma, sin esperar nada a cambio,más allá del placer mismo del acto creativo...
39.9K 2K 34
La guerra causó estragos, daños, recuerdos, lágrimas y muertes. Pero, ¿y si dos personas de bandos contrarios se enamoraran por accidente? ¿Lo acepta...