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Llevaba tiempo deseando volver a sentir sus labios, volver a sentir su sabor, sentir la suavidad de estos, aprisionando los míos.
Sus labios tenían ese típico sabor a cereza, era algo único solo en el. La textura de sus labios, siendo cálidos y cómodos; La manera en que movía sus labios sobre los míos, me daban escalofríos.
Sus manos acariciaban mis rostro, de una manera lenta y cálida; La manera en que me acariciaba las mejillas mientras me besaba, seguía siendo igual, esa parte seguía intacta.
Mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, mi corazón comenzó a dolor, sentía como si agujas estuvieran siendo introducidas en el. Las gotas de agua salada, bajaban lentamente por mis mejillas, llegando hasta nuestros labios, he introduciéndose en ellos sin ningún permiso.
Hoseok comenzó a separar nuestros labios, desviando su mirada hacia el suelo.
—Lamentó haberte besado.—Su rostro se miraba arrepentido. —Te pido que me perdones, me aproveche de tu amabilidad.—Su mirada choco con la mía, aquel brillo tan hermoso que de estos emanaba, se fue apagando poco a poco.
¿Que es lo qué pasa?.
—No te preocupes.—Mi rostro bajo.
—Nuevamente te agradezco.—Trato de sonreír.—Tengo que irme, tengo algunas clases.—Tomó su chaqueta y salió del salón en donde ambos nos encontrábamos.
De alguna manera, mi corazón se siento dolido.
Hoseok.
Cerré la puerta detrás mío, y me recargue en esta, solté un suspiró pesado; Sentía como mi corazón casi se salía de mi pecho, mis orejas estaban calientes y rojizas. Mi respiración estaba agitada.
El acto que realice hace unos momentos, me dejo sin aliento, fue algo tan repentino.
Miré por última vez la puerta del salón, y comencé a caminar hacia mi aula; Todo había sido tan raro y duro, nunca pensé que aún podía calarme haberla perdido, haberla dejado ir.
Por mi cabeza pasaban bastantes cosas, algunas claras y otras confusas.Unas hacían que me quebrara mi cabeza y otras me hacían que el corazón me doliera bastante; Todo estaba mal.
Alboroté un poco mi cabello y entre a mi aula, la mayoría de alumnos estaba ahí...pero el único que me importó que estuviera presente, era JiMin.
—¿Que pasa con tu cara hoseok?.—JiMin Río.—Parece que viste un fantasma.
—Hubiera preferido que fuera un fantasma.—Bajo su rostro.
—Bien, veo que tienes chisme fresco.—JiMin sonrió ampliamente.—¿Deberías contarme?.—Decía mientras alzaba sus cejas de arriba así abajo. JiMin sacó una botella de agua de su mochila, abrió esta y comenzó a beber, solo reí de lado.
—Bese a (___)—Solté sin rodeos. Reí al ver como este se atragantaba con el agua.—¿Te sorprendió?.
—¿Eres estupido?.—Carcajeó—Me hubieras preparado un poco, no sabía la intensidad del chisme.—Reía mientras pasaba la manga de su sudadera por los labios.—¿Quieres volver con ella?.
—¿Tan así me miró?.—Rio—Tal vez.
—¡Amigo!.—JiMin gritó molesto, pues había regado toda el agua sobre su ropa.—Deja de soltar las cosas tan ala ligera.
—Tu preguntas y yo te respondo.—Hoseok Río
Era divertido burlase del pequeñín.
—¡Hoseok!.—Un fuerte gritó captó mi atención en segundos, una risa ladina salió de mi, pues aquel fastidioso gritó venía del bastardo.
—¿Aún necesitas que te acomode las neuronas?.—Carcajeó.—¿No quedaste conforme?.
—Eres hombre muerto.—Do habló entre dientes.—Se hombre y sal a dar la cara.
—¿No sabes que la gente de cansa de pisar mierda todos los días?.—Reí.—¿Por que insistes en que te vuelva a pisar?.
Do se acerco de una manera agresiva a mi asiento, tomó fuertemente ambos lados de mi sudadera y me alzó.
La risa ladina aún permanecía en mi rostro, y eso lo hizo encenderse más.
—Estoy harto de ti.—Do soltó sin rodeos.
—¿Que vamos a hacer?, también yo me siento igual. Tengo que ver tu cara de trasero, todos los días.—Reí
—Deberías de parar Hoseok.—JiMin comentó asustado.
—Deberías de hacerle caso a tu amigo.—Río.—No sabes con que hombre te estás metiendo.
Solté una carcajada.
—Deja de hacerte el Hombre.—Desvió su mirada con una sonrisa ladina.—Eres como un niño al que le bajaron los pantalones en los honores; Dime.–Reí.—¿Eres hombre por que la tienes grande?, ¿O tienes complejo de pequeñez?.—La gente Río.
—Estás colmando mi paciencia.
—Para eso venias, ¿No?.—Sonrío —Se un niño y enfrenta al monstruo.
—¿Hablas de ti?.—Río
—Créeme, no quieres conocer al monstruo que está debajo de tu cama.—Alce ambas cejas.—Te aseguró que te cagaras en tus lindos calzones.
Y fue así, como Do soltó un fuerte golpe en mi mejilla izquierda, sin piedad de ninguna forma, solo soltó el golpe, haciendo que tambaleara y cayera al piso, llevando conmigo varios asientos.
Mi labio volvió a sangrar. Pase mi dedo por el area, limpiando todo a su lado, riéndome por su acción, eso lo prendió más.
—¡Deja de burlarte bastardo!.—Se abalanzado contra mi, pero me quite rápidamente, haciendo que este cayera de una manera dolorosa al suelo. Lo tome fuertemente del brazo y me subí arriba del, comencé a darle fuertes golpes sobre sus mejillas rojas. Uno tras otro hasta sacar sangre de sus labios.
Sentía mi cuerpo arder, tenía tanta potencia al hacerlo, tanta satisfacción al ver su sangre salir por los orificios de su cara, era algo realmente relajante.
No podía parar, sentía mi cuerpo tan aliviado, podía desquitar todo lo que le a causado a mi chica, las veces que la a hecho llorar, por habérmela quitado, todo mi coraje se junto, pero...esto es solo el comienzo de una gran tortura, del infierno que le haré pasar.
Sentía como los chicos comenzaban a jalar mi camiseta, pero no lograban quitarme, estaba tan cegado, tan necesitado.
—¡Hoseok!.—Aquel gritó me hizo salir de mi satisfactorio transe. Aquel grito me hizo entrar en razón.
Sus delicados brazos abrazaron mi cintura, jalándome, haciendo que perdiera el equilibrio. Sentía miedo de poder lastimarla, y tan solo deje de golpearlo.
Ahora miraba con claridad, el rostro de Do estaba hinchado, la sangre corría por su nariz y labios, sus mejillas estaban rojas, a tal punto de casi romperse.
Había sido demasiado cruel.
—¡Casi lo matas!.—JiMin gritó furioso.—¿Que harás cuando el venga de nuevo?.
—¿Que haré?, le daré la revancha.—Dije firme. Aún sentía los pequeños brazos sobre mi cintura, apretándome.
—¿Seguirás abrazando a este loco?.—JiMin Miró con terror a (___).—¿Acaso no viste lo que hizo?.
Pero (___) no contestaba, permanecía callada.
—¿Acaso hablas?.—JiMin volvió a hablar.
—Cállate.—Está vez hable yo.—Ella debe de estar en shock.
—¿Quien no estaría?.—Habló de golpe.—Casi le rompes la cara al hombre.
—El fue quien vino a buscarme.—Sonrío.—Yo solo le di lo que quería.
(___) soltó su agarre.
—¿Te encuentras bien?.—Pregunte asustado.
—Lamentó abrazarte.—Bajo su rostro apenado, sus mejillas estaban completamente rojas.
—¿Te disculpas ahora?.—JiMin Río sarcásticamente .—Hace unos momentos estabas bien abrazada de el.
—JiMin.—Lo llame, este al instante me miró.
—Nuevamente lo siento.—Bajo su rostro y salió corriendo, sin ni siquiera dejarme carburar alguna palabra.
—La tienes muerta.—JiMin Río.
—La cagaste.—Lo fulmine con la mirada.—¿No puedes dejar de ser sarcástico?.
—Así me conociste.—Alzo ambos hombros.—Así que acostúmbrate.
Este enano si que te saca de tus cabales.
Di media vuelta listo para salir del aula, pero la voz del director hizo que parara en seco.
—¿A donde va tan fresco?.—Puso ambas manos sobre sus caderas.
—Así de fresco.—Río—Iba a mi casa.
—Venga ahora mismo ala dirección.—Fulminó con la mirada a Hoseok.
Esto es el colmo, este viejo ama joderme...
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¡Hola!.🤍
Tarde pero cumplido.🥺🤍
Perdón por la hora en que Publico el capítulo, tenía algunas tareas que realizar y eso me quito bastante tiempo.😢
Pero aquí traigo el capítulo, espero que lo disfruten.
Tengan un hermoso inicio de semana.❤️
Gracias por leer.💜💜💜
Nos vemos el próximo domingo.🖤