JinYoung se quedó en silencio. No porque no tuviera nada que decir, sino que era algo que no quería aceptar.
— No, Jae.
YoungJae resopló. Había sonado muy poco convincente.
— Anda, hyung. No tienes que avergonzarte.
— No me avergüenzo, YoungJae. Porque no me gusta y ya.
YoungJae siguió insistiendo hasta que colmó la paciencia del mayor. JinYoung detuvo su caminata unos pasos atrás que YoungJae y, elevando un poco la voz, volvió a responder.
— ¡No siento nada por Jackson, ya basta! — el menor no dijo nada más, simplemente se mantuvo mirando el rostro del mayor.
Al notar a la persona que caminaba detrás de ellos su corazón se estrechó. Su mirada sombría y caída junto al cristalino de la misma le hicieron sentir culpable. Sino hubiera insistido tanto quizá JinYoung no hubiera dicho aquello.
— Mentiroso. — la voz de Jackson a sus espaldas le heló la sangre a JinYoung. ¿Por qué Jackson siempre aparecía en los momentos menos indicados? Cuando menos lo necesitaba cerca.
Mentiroso.
La palabra resonó en la cabeza del azabache encerrándolo en una burbuja de recuerdos llenos de ilusiones, confianza y amor. Todos aquellos sentimientos que habían sido incendiados en mentiras, dejando únicamente cenizas cubriendo el lastimado corazón de JinYoung.
— ¿Yo soy el mentiroso? — rió JinYoung con amargura, tragándose las ganas de negar lo que le había dicho a YoungJae, pero su orgullo no lo dejaba. Los recuerdos seguían vivos, como una herida abierta. Una herida que se abría justo cuando comenzaba a sanar, todo por la misma persona.
Jackson Wang.
— No lo sé, tú dime. — Jackson rió de la misma forma, sintiéndose patético ante el rechazo de JinYoung. Uno de los tantos, pero el mas directo de todos. — ¿Sabes? Te haría la persona más feliz de todas si tan sólo me dieras la oportunidad, pero estás tan ocupado huyendo que no es posible.
— Cierra la boca.
Estaban tan sumidos en su discusión que ni siquiera se dieron cuenta de que YoungJae se había esfumado de ahí, corriendo de vuelta al departamento de JinYoung y Jackson. Entro casi tumbando la puerta asustando a JB y Mark, quienes jugaban a las cartas.
— Bebé, ¿qué sucede? ¿Estás bien? — preguntó JaeBum poniéndose de pie de un salto para inspeccionar a su pequeño. — ¿Te pasó algo? ¿Te hicieron daño? ¿Quién fue? ¿Cómo era?
— ¡JinYoungie y Jackson hyung están peleando muy feo, Bumie! — exclamó casi rompiendo en llanto. Si algo lastimaba a YoungJae eran los conflictos, aún mas si sus amigos estaban involucrados.
Jamás había visto esa mirada en JinYoung, con un lastimoso brillo en ella que viró de un momento a otro a una tonalidad mucho más oscura y penetrante. Se preguntaba cómo es que Jackson pudo mantenerla, de sólo pensar lo que JinYoung quería transmitirle al chino con su mirada se sintió terrible.
Sólo había coraje en ella. Mucho coraje.
— ¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué sucede?
— ¿Podrías dejar de preguntar como un maniático y simplemente ir a averiguar? — lo regañó Mark. JaeBum estaba por obedecer al mayor, pero un presentimiento lo detuvo.
— ¿Qué fue lo escuchaste, Jae?
YoungJae bajó la mirada, con culpa. Se sentía responsable de la situación.
— JinYoung hyung dijo que no sentía nada por Jackson hyung, entonces él lo llamó "mentiroso" y JinYoungie se molestó.
Mark miró a JaeBum esperando su próximo movimiento, el cual no llegó. JB se quedó quieto pensando en lo que debería hacer; no quería interrumpir si es que estaban arreglando sus problemas, pero también estaba la posibilidad de que el vínculo entre ambos terminara por romperse.
No se necesitaba ser demasiado observador para notar el como las cosas habían cambiado, y para mal. JinYoung y Jackson seguían siendo como siempre con él, pero entre ellos algo se había roto. Nunca supo cuál fue la causa, por más que la buscó no encontró respuestas.
— Lo mejor será que nos vayamos, Jackson y JinYoung tienen cosas de qué hablar.
— Pero, Bumie...
— Confía en mí, Jae. — no hubo necesidad de decir nada más. YoungJae tomó la mano de JB y junto a Mark salieron del edificio de Jackson y JinYoung.
Mientras tanto, JinYoung se ahogaba en los sentimientos y emociones que invadían su sistema, impidiéndole pensar con claridad y tranquilizarse.
— ¿A qué estás jugando, JinYoung? — habló Jackson después de varios minutos en silencio en donde cada uno trataba de ordenar sus pensamientos en algo coherente. La mirada fulminante de JinYoung se lo impedía a Jackson; la mirada cristalina y sombría de Jackson se lo impedía a JinYoung.
— Lo mismo te pregunto a ti. — respondió JinYoung. — No sé qué diablos quieres de mí, Jackson, pero te aseguro que no obtendrás nada más de lo que te he ofrecido.
— Además de rechazos, ¿qué me has ofrecido? — la risa irónica de Jackson aumentó el coraje en JinYoung.
Algo en el interior del rubio se removió al ver como el rostro de JinYoung se enrojecía y no precisamente por algo positivo, al contrario, la rabia comenzaba a desbordarse junto a todos los sentimientos que JinYoung se había guardado.
— ¿"Qué te he ofrecido", dices? Te he ofrecido mi jodida amistad incondicional, te he dado mi tiempo, mi espacio, mi confianza, mi... mi cariño. Te he dado todo, Jackson. ¡Todo! Pero a ti te ha importado una mierda.
Sin decir nada más, JinYoung cruzó la calle hacia la otra vereda para volver a casa. No quería tener que pasar por un lado de Jackson, de seguro éste lo detendría.
— ¡JinYoung, aguarda! — Jackson intentó cruzar la calle, pero los carros no le permitieron hacerlo. — ¡Maldición!
JinYoung, al girar un poco, pudo notar como Jackson corría por la otra acera. Él comenzó a correr también.
Tenía que llegar primero a casa, refugiarse en su habitación. Había pasado mucho tiempo desde que ese sentimiento de impotencia y frustración lo ahogaban, dejándolo tan vulnerable y sintiéndose patético. ¿Cómo es qué Jackson podía actuar de esa forma? Como si fuera una víctima, cuando en realidad él era el causante del vacío en JinYoung.
Jackson encendió el corazón de JinYoung como si de una vela se tratase; la llama nunca fue saciada y dejó que se consumiera, hasta que sólo quedaron cenizas. Cenizas que se encargaron de endurecer el corazón del azabache.
JinYoung llegó al edificio de su departamento y corrió directamente hacia los elevadores, apretó repetidas veces el botón de éstos con la ansiedad recorriendo su cuerpo.
Las puertas de este se abrieron, justo cuando iba a entrar escuchó los apresurados pasos de Jackson entrando al edificio. Sin esperar siquiera a que se abriera completamente el menor se adentro en el elevador y apretó el botón de su piso con fuerza, como si eso hiciera que las puertas se cerraran más rápido.
Si tan sólo un segundo más hubiera pasado antes de que el ascensor comenzara a subir, Jackson habría sido capaz de abrir las puertas. El chino no perdió tiempo, corrió hacia las escaleras y las subió lo más rápido que pudo. Tenía que evitar a toda costa que JinYoung se encerrara en su habitación o lo dejara fuera de casa sin darle la oportunidad de hablar, necesitaba hacerlo.
El día que Jackson tanto había esperado había llegado, el día en que dejaría todo salir y haría lo necesario para que JinYoung hiciera lo mismo. Llevaba sus años preparatoria preguntándose a sí mismo "¿Qué pasó?", pero la respuesta nunca llegó. La respuesta al porqué de la distancia que JinYoung comenzó a crear de un día para otro, sin explicación alguna. Un día despertó y un enorme muro estaba plantado entre ambos. Era como si el chico con el que compartía una vida, una infancia, un corazón... fuera un completo desconocido.
En cuanto llegó a su piso vio a JinYoung corriendo por el estrecho pasillo. Se sostuvo momentáneamente de la pared, retomando fuerzas para después correr de nuevo. JinYoung abrió la puerta de su departamento y la cerró en su cara.
— JinYoung-ah, ábreme.
Silencio.
— Necesitamos hablar.
Silencio de nuevo.
— JinYoung, abre la puerta.
— ¡Ya lárgate!
— ¡Te recuerdo que esta también es mi casa!
JinYoung apretó los dientes, sosteniendo el pomo de la puerta. Visualizó su habitación a lo lejos, la puerta estaba abierta.
Tenía que ser rápido.
Espero a que Jackson dejara de forcejear la cerradura, pero parecía tener intenciones de hacerlo.
Decidió tomar el riesgo y soltó la puerta, el cuerpo de Jackson salió disparado contra la alfombra luego de que la puerta se abriera bruscamente. JinYoung no se detuvo a sobar la frente de Jackson, la cual había impactado en el suelo, y corrió a su habitación. Se recargó en la puerta después asegurarla y poco a poco se deslizó sobre ésta hasta caer al suelo.
Cada segundo que pasaba se sentía más patético y cobarde.
Estaba huyendo y lo sabía, pero el miedo de que el dolor aumentara lo obligaba a hacerlo.
— JinYoungie. — la voz de Jackson lo hizo sobresaltarse. Lo escuchaba demasiado cerca a pesar de que había una puerta de madera gruesa separándolos, pero ésta no pudo ocultar lo quebradizo de la voz del mayor. — Park-gae. — volvió a hablar, esperanzado a que JinYoung respondiera.
— ...
— Nyeong.
— ...
— Melocotón...
— ¡Cállate y vete! — gritó JinYoung, sintiendo de nuevo un torbellino de sentimientos y recuerdos sofocándolo y dificultándole mantener la compostura.
No se rompería.
No frente a él.
— Junior.
— Te dije que no volvieras a llamarme así.
— Sí, también me dijiste que no me tiñera el cabello y lo hice.
JinYoung se quedó en silencio, abrazando sus piernas detrás de la puerta.
— JinYoung, por favor abre la puerta. Necesito hablar contigo.
— Tus necesidades no son problema mío.
— Tú eres mi necesidad.
Jackson se sorprendió tanto de sus propias palabras que no tuvo duda del porqué JinYoung se quedó en silencio. Fue tan directo y vergonzoso que las ganas de huir no tardaron en llegar, pero no lo haría.
Ya no.
— No creo que me necesites teniendo a tantas personas a tu alrededor.— dijo alargando las vocales de "tantas".
— Ninguna de esas taaaantas — imitó al menor. — son siquiera un poco de todo lo que eres tú para mí.
Silencio otra vez.
— No significan nada comparados contigo, JinYoung.
— Sí, claro.
Esta vez fue Jackson quien guardó silencio, en ese momento un repentino recuerdo se le vino a la mente haciéndolo sonreír con nostalgia.
— ¿Pero sabes qué sí significa mucho para mí? — era claro que no recibiría respuesta así que continuó. — Mi primer beso. ¿Recuerdas con quién fue?
JinYoung contuvo la respiración, teniendo unas ganas repentinas de romper algo.
No era justo que sacara esas cosas a flote.
No era justo que lo hiciera recordar todo aquello que se había empeñado en olvidar.
— Cállate, Jackson. Era un niño.
Jackson sonrió con el recuerdo en mente de las regordetas mejillas de JinYoung coloreadas de un hermoso rosado después de robarle un beso en los labios. Con tan solo 11 años de edad y con el amor más grande y puro en sus corazones.
— El más hermoso de todos.
JinYoung volvió a quedarse en silencio. A Jackson le carcomía la necesidad de ver su rostro, de ver sus gestos y reacciones ante sus palabras. Ya no podía aguantar más, todos sus sentimientos estaban desbordándose ante el doloroso rechazo que su corazón había dejado de soportar.
— Y lo sigues siendo ¿sabes? Cada que JaeBum se lo dice a YoungJae me dan ganas de tomarte de esas esponjosas mejillas y ponerte frente a sus ojos y que vea realmente quién es el más hermoso de todos. Todo en ti es hermoso, JinYoung. Tu cabello negro y suave, tus hermosos ojos oscuros, tu pequeña nariz y tus labios... joder, tus labios. No tienes ni idea de lo que provocas en mí cuando sonríes, cuando muestras tu sonrisa tan brillante y preciosa.
JinYoung se llevó ambas manos a sus oídos, intentando evitar que entre éstos se colaran las palabras de Jackson. No quería ceder, no quería creer. La confianza en Jackson había desaparecido junto con todas aquellas promesas sin cumplir. Jackson le había pintado un futuro lleno de colores, pero éste se había quedado desvaído.
— Daría lo que fuera por volver a sentir tus brazos envolverme en un abrazo, por volver a escuchar tu voz llamando mi nombre con tanta emoción. Daría mi vida entera porque volvieras a quererme, que seamos como antes.
Jackson colocó una mano en la puerta junto a su cabeza, reprimiendo las lágrimas que se acumularon en sus tristes ojos.
— Tan sólo dime qué hice mal, JinYoung. ¿Qué hice para que tu cariño hacia mí desapareciera? ¿Qué hice para que comenzaras a alejarme de ti como si no fuera nada?
Inesperadamente la puerta se abrió, con más velocidad y fuerza de la que Jackson pudo procesar. Al levantar la mirada se topó con la de JinYoung, penetrante y fría.
Era sumamente triste haberse acostumbrado a ella.
— No me vengas con que no sabes que hiciste.
Jackson tragó saliva mientras se ponía de pie.
— Pues no, no lo sé. Si lo supiera habría hecho algo ya para remediarlo, ¿no crees?
JinYoung le dio la espalda con intenciones de meterse al baño de su habitación y refugiarse de nuevo, pero Jackson lo detuvo.
— No voy a dejarte ir. — lo giró.— No de nuevo. — la voz de Jackson se apagó ligeramente, observando cada fracción del blanquecino rostro frente a él. Extrañaba tanto el brillo que había en sus oscuros ojos cuando lo miraba de cerca. Era un brillo que no había logrado reaparecer.
— Suéltame.
— No.
— ¡Dije que me sueltes, Jackson!
— ¡Y yo te dije que no! Deja de huir, de evadirme. — reprochó Jackson, tomando a JinYoung de la cintura, impidiendo que volviera a escapar. — Sólo dime qué demonios hice.
— ¡Me mentiste, Jackson! Eso fue lo que hiciste. — respondió JinYoung, empujándolo con fuerza lejos de él.
— ¿Mentirte en qué? ¿De qué hablas?
— ¡Deja de actuar como si no supieras! ¡Deja de mentir, joder! — la voz de JinYoung comenzaba a sonar desgarrada, como si cada palabra le provocara una herida más.— Actúas como si fueras el bueno del cuento cuando no lo eres y a mí me haces ver como el villano que te lastima y rechaza sin razón.
— ¿¡Y entonces por qué lo haces, eh!? — Jackson elevó la voz de igual manera. — Sé que me amas, JinYoung. Puedo sentirlo, puedo verlo. Pero no puedo entender porqué no lo aceptas y me dejas amarte. Cada día me torturas con tu indiferencia, con tus rechazos. O simplemente dime que no me amas, que no sientes nada por mí y-...
— ¡Sí, sí te amo! ¡Te amo con todas mis malditas fuerzas, con cada parte de mí! — un endeble gritó salió de los temblorosos de JinYoung a la par de sus las lágrimas desbordándose de de sus ojos sin poder detenerlas, sus palabras tampoco pudieron ser detenidas. — Pero también te odio... porque me mentiste. ¡Me mentiste! — volvió a bramar, rompiendo el corazón de Jackson que por sólo unos segundos se había sentido completo, pero se había vuelto a romper con cada lágrima que, por su culpa, JinYoung estaba derramando.
Sin embargo, seguía sin entender de lo que JinYoung lo culpaba.
— Me has lastimado tanto que ya no sé si de verdad te amo... no sé si deba amarte, Jackson. Cada día le haces una grieta nueva a mi corazón.
Jackson volvió a acercarse a JinYoung, esquivando los empujones que éste le daba para alejarlo. Tomó sus muñecas y lo jaló hacia sí mismo, abrazándolo con fuerza.
— Ámame. — murmuró Jackson contra su sien, antes de dar un casto beso en ella. — Ámame y déjame amarte. — sin dar oportunidad a que JinYoung respondiera algo los fundió en un profundo beso, completando la pieza faltante en los corazones lastimados de ambos.
☀️
Hola, bellezas 💖 ¿Qué tal están?
Para las que pidieron JinSon puES AQUÍ ESTÁ SU JINSON, MORRAS.
Una disculpa a las MarkSon/MarkJin stans, pero el JinSon rifa y controla en mi historia juajsuajsuajs.
Ojalá les guste, lloré haciéndolo :^) aún falta lo shido así que... 🌚
Sobre lo del especial de 2K... Les doy opciones y eligen dos :'v pero como lxs amo mucho así demasiado les cumpliré sus deseos.
¡MARATÓN DE COMO SHEIBI SE VOLVIÓ LOCO POR LA NUTRIA!
¡MARATÓN DE COMO LA NUTRIA SE VOLVIÓ LOCO POR EL SHEIBI!
CHU CHU CHU CHU!
Próximamente. Sólo en Wattpad.
Ojalá que disfruten todo :'3 lo haré con mucho amors para mis bellezas 💖
☀️ Gracias por leer ☀️
[ Última corrección: 01 de junio del 2021 ]