Capítulo dieciocho.
13 de mayo, 2015.
— ¿Qué sucede? —Eva hace la pregunta sin siquiera levantar la vista de su laptop. Camino lentamente hasta dejarme caer en la silla frente a su escritorio, aun no recibo toda su atención.
—Tengo varias preguntas que hacerte.
— ¿Con respecto a...?
—Al caso de Skylie y Dexter Jefferson.
Deja de teclear en su laptop y me da toda su atención, me regala una sonrisa alentadora y por un momento me siento un poco falsa ante todas las cosas que le oculto.
— ¿En qué puedo ayudarte?
—Tengo el expediente de Skylie, sin embargo no tengo el informe de posibles traumas, test psicológico que me dé un indicio de cómo funciona su mente.
—Es complicado.
—Odio tanto esa respuesta.
—El odio es un sentimiento muy apasionado.
—Necesito saber.
—Confía en mí, Ela, es mejor dejar ese detalle por fuera.
—Al menos podrían decírselo al señor Jefferson.
—Si él consigue obtener la custodia, entonces ten por segura que lo sabrá.
—Eso es un poco injusto.
—No puedo darle esa información a una persona que aún no es su responsable legal, Ela. No puedo.
— ¿Crees que él va a conseguirlo?
— ¿Qué crees tú? —siento profundo desprecio cuando responden a una de mis preguntas con otra.
—Honestamente creo que Skylie ha encontrado a su familia. Está rodeada de amor, comodidades y un ambiente estable, si pusieran la decisión en mis manos, ella ya estaría con él.
— ¿Siendo objetiva?
Sí y no. Ahora tengo cosas sucediéndome con Dexter, pero antes de eso, incluso antes de verlo cuando solo se trataba de hablar por teléfono y escucharlo hablar de ella, sabía que sus intenciones eran buenas y que busca su bienestar.
—Sí, siendo objetiva.
—Entonces si tú crees eso y yo creo en ti, tendremos que esperar y pensar que él va a conseguirlo ¿Cierto? —Me sonríe—Todo lo que quiero es que ella tenga un hogar donde crezca con amor y comodidad.
—Él va a conseguirlo—decreto.
— ¿Cuál es tu otra duda?
Ahora no sé si decirlo, quería preguntarle qué pasaba realmente si ocurría algo con Dexter, pero eso sería tan obvio y poco sensato.
—Si yo me retirara o de alguna manera me equivocara...
—Ela...
— ¿Automáticamente el caso caería en manos de Kelly?
Me niego a dejarlo todo en manos de esa arpía fría que ve a los adolescentes o niños como cosas a las que ubicar para que no estorben. Quizá esa misma frialdad es la que hace que no se equivoque, pero de igual forma no me agrada.
—No es la única trabajadora social aquí. Hay muchos.
—Pero ella presentó un informe al igual que yo para este caso.
—Y tú lo tienes asignado.
— ¿Qué tal Alan? ¿Podría quedar en manos de Alan?
Desde mi punto de vista Alan es de los mejores de la agencia, fácilmente tiene empatía y aunque no es extremadamente afectivo como yo, sabe cómo hacerlos sentir a gusto, hacer un estupendo trabajo, ser humano y conseguir el principio de finales felices. Confiaría en él, cuando de trabajo se trata, con los ojos cerrados.
—Alan es excelente en su trabajo.
—Y no es feo—agrego.
— ¿Qué tiene que ver ser feo con atender un caso?
—Solo hice un comentario veloz—río—, pero entonces ¿Él podría reemplazarme si yo decidiera dejar el caso o algo saliera mal?
—En primer lugar sabes que si simplemente dejas el caso sin una razón muy bien argumentada y aceptada, eres multada, obtienes una nota en tu hoja de vida y dependiendo de cómo se maneje puedes ser suspendida. Y si algo saliese mal, bueno, ya sabes cómo podrían ir las cosas, sucedió una vez y no es lo que queremos.
—De acuerdo, gracias por responder mis dudas.
— ¿Todo bien?
— ¿Me lo pregunta mi jefa o mi hermana?
—Ambas.
—Todo bien—hago una pausa— ¿Sabes? Ella es una niña maravillosa, está aprendiendo tantas cosas nuevas y parece menos temerosa del mundo, él y su familia le hacen bien.
»En un principio desaprobé que hicieran una excepción por él para que ella estuviera viviendo en su apartamento, pero ahora que los he visto en diversas ocasiones, me doy cuenta que el entorno, las personas con las que se rodea y las iteraciones, la están ayudando.
Eva me observa fijamente y bajo mi vista hacia el escritorio mientras mordisqueo mi labio inferior.
—La volviste especial. Ya no es solo una niña ¿Verdad?
— ¿Eso es tan malo? No puedo trabajar si no pongo mi corazón en ello, lo siento.
—Quizá solo es la manera en la que funciona para ti, sabes que no es lo idóneo, pero he decidido dejarte hacer las cosas a tu manera y que me sorprendas. Puedes con esto y más.
Su fe en mí me sorprende y me llena de regocijo, luego de culpa por mentirle.
—Gracias, Evie.
—Espero y estés disponible este sábado. Tendré una cena en la casa de los padres de Elliot, papá va intentar venir y te quiero ahí, por favor.
—Claro. No puedo perderme una comida costosa y tan sublime hecha por un chef—declaro con un acento exagerado de la manera en la que los padres de Elliot hablan, ella ríe.
—Promete comportarte.
—Estamos hablando de mí, Evie. Todo lo que puedo prometer es intentarlo.
—Supongo que con eso basta.
***
14 de mayo, 2015.
Tal vez deba llamar y cancelar ¿Qué estoy haciendo? Tengo el impulso de pasar mis manos por mi cabello, pero entonces lo tengo recogido en una cola alta mientras algunos mechones de cabello están libres. Quiero morder mis uñas, pero hace años me prometí que no lo haría de nuevo y lucho contra ello.
Voy a llamarlo y cancelar. Eso haré.
Haré lo correcto.
Tengo buenas intenciones, siempre mi objetivo principal ha sido ayudar a Skylie, pero no he podido separar mis sentimientos del caso, y creo que nunca podré hacerlo porque es lo que sucedió hace un año. No pude ser fría, no pude no involucrarme.
Quizá es hora de tirar la toalla.
Mi labio inferior tiembla ante la idea de renunciar y lo retengo con mis dientes, seguramente mancho mis dientes de mi pintura labial roja.
Llamaré a Dexter, cancelaré y luego iré y seré sincera con Eva. Hablaré sobre cómo mis intenciones con Skylie son lo mejor, cómo no puedo evitar hacer lo que creo es mejor y cómo sin querer ha comenzado a gustarme Dexter Jefferson. Además de aceptar en voz alta que debo ir por mis propios sueños y no solo dejarme arrastrar por la corriente.
Aunque supongo que mis sentimientos con respecto a él son muy confusos desde aquella noche hace unos años. La noche en que todo cambió.
Saco el celular del bolsillo interno de mi abrigo, cuando la puerta de mi casa suena. Demasiado tarde.
¿En cuántos desastres estoy dispuesta a meterme?
Estoy un poco asustada sobre abrir la puerta, no porque crea que van a hacerme daño, solo me da miedo qué pueda suceder está noche, siento que estoy excediendo totalmente un límite, cruzando una línea que no tiene ninguna vuelta atrás.
Abro la puerta y de inmediato Dexter endereza su espalda y aclara su garganta mientras guarda su celular. Parpadeo muchas veces mientras todo lo que hacemos es observarnos. Luego me da una pequeña sonrisa.
—Buenas noches, Copo de azúcar.
—Debería buscar un apodo para ti.
— ¿Qué tal ardiente?
—Demasiado obvio.
—Me gusta cómo suena eso.
Recargo mi hombro del marco de la puerta mientras lo observo, él permanece de pie con una de sus cejas enarcadas. Lleva una chaqueta de cuero y nunca pensé que algo tan simple como eso me iba a resultar tan atractivo en algún hombre.
—No estoy segura sobre ir.
— ¿Por qué? Estás invitada y te ves jodidamente hermosa, pareces muy lista para ir.
—Suena repetitivo, pero no es correcto. No quiero arruinarlo.
—Tu trabajo estará bien, lo prometo. Ninguna mierda que salpique te caerá encima.
—Divertida referencia—suspiro—. Ese no es el problema, la cosa es loca es que me preocupa arruinarlo para ustedes, no para mí ¿No es eso loco? Puedo perder mi trabajo y todo lo que me preocupa es arruinarle para ti y Skylie. Mis instintos de supervivencia tienen que estar seriamente jodidos para no pensar en mí.
Da pasos muy lentos hacia mí, luego sus dedos toman uno de los mechones suelto de mi cabello. Puedo ver todo ese bonito verde en sus ojos debido a lo cerca que está.
—Esa es una cosa jodidamente especial para escuchar—susurra—. Te digo otra cosa loca, estoy confundido sobre muchas cosas, maldita sea si eso no es verdad, pero soy un hombre de instintos. Quiero ser el papá de Skylie y también quiero conocerte más ¿Es eso muy jodido?
— ¿Teniendo en cuenta que evalúo si tienes las facultades para ser su padre? Sí, es jodido—cierro mis ojos y respiro hondo antes de abrirlos de nuevo. Llevo mi mano a su muñeca y la tomo—. Sé que eres un buen hombre Dexter y sé que incluso si no hubieran cosas raras entre nosotros lo sabría, pero lo que veo yo no es lo que verá el mundo. Para ellos solo lucirá como que tus encantos influyeron en mi opinión y entonces estarás en el punto de partida una vez más, pero con una horrible mancha en tu expediente.
— ¿Y el tuyo?
—No te preocupes—doy una risa seca—. Solo sería otro manchón acompañando el otro épico caso que arruiné, porque así soy yo, siempre quiero hacer las cosas correctas, pero nunca acaba bien. Soy un desastre.
—Me gustan los desastres, quizá porque también soy uno.
— ¿Crees que necesito más desastres en mi vida?
—Quizá no un desastre, quizá solo un Dexter.
—Un Dexter—río— ¿Los venden o es una edición limitada?
—Edición limitada, del mismo modo en el que solo hay una Elanese.
Estoy a instantes de preguntarle qué sucede entonces con su exnovia, si simplemente está dejándola ir o solo es un épico desastre que no sabe lo que quiere. Necesito saber sobre qué superficie estoy de pie, no quiero tambalearme.
— ¿Ir contigo no puede ir tan mal, verdad?
—Uhmm.
Suelto su mano y suspiro poniendo distancia, tomo las llaves y lo insto a que se mueva para cerrar la puerta del apartamento.
» ¿Tu bolso?
—Soy práctica. Mi identificación está en el bolsillo de mi pantalón al igual que mi tarjeta y celular. En los bolsillos de este abrigo guardo efectivo, mi pintura labial y ahora mis llaves ¿Ves? Ahora tengo mis manos libres y no tengo que vigilar un bolso.
—Una mujer bastante practica ¡Joder! Eso es bastante bueno e ingenioso.
—Cualquiera lo haría, no hagas un alboroto de eso.
Paso el seguro de la puerta y en silencio caminamos hasta las escaleras porque el ascensor está en mantenimiento. Cuando llegamos a su auto estoy un poco paranoica sobre qué dejara su auto ahí, no vivo en un lugar peligroso, pero autos así de lujosos no suelen estacionarse aquí. Es demasiada tentación para los amigos de lo ajeno.
Abre la puerta para mí y una vez está a frente al volante no tarda en poner el auto en marcha, me giro tanto como el cinturón de seguridad me lo permite para observarlo y conversar.
—Odio los silencios—confieso—. Así que necesitamos hablar o comenzaré a sentirme muy incómoda y querré devolverme.
— ¿Qué tienes? ¿Cinco años? Ni siquiera Halle hace esto y tiene dos jodidos años—se ríe. Ruedo mis ojos ignorando tal declaración.
— ¿Es una fiesta grande?
—Uhm, depende de quiénes vayan—es su respuesta—. No tienes que ocultarte si es lo que quieres saber.
— ¿Doug sabe que voy?
—Sí, no aceptaríamos a un colado a la fiesta.
—Exclusividad BG.5.
—Supongo, debemos ser muy cuidadosos, hace un tiempo las cosas fueron un poco caóticas para Ethan y su novia, por eso nos reforzaron la seguridad y somos más precavidos. No queremos ninguna mierda explotando y salpicándonos.
—A nadie le gusta llenarse de mierda—intento seguir su jerga con respecto a referencias. Nunca conocí a alguien con tal capacidad para tener una boca tan sucia, y mira que pensé que yo tenía una boca sucia, pero Dexter lo lleva a otro nivel.
— ¿conozco a personas de las que van?
— ¿Cuál de verdad es tu pregunta? No debes dar tantas vueltas, solo suelta lo que jode tu cabeza.
—Solo tengo curiosidad.
De saber si tu exnovia, que me agradó demasiado, estará. No sé cómo sentirme sobre Juliet. Fue agradable conmigo, incluso reímos. Me es extraño pensar que me gusta un hombre con una exnovia que podría fácilmente ser mi amiga si coincidiéramos.
—Juls no estará. Fue invitada, pero algo sobre un trabajo no le permite ir o eso dijo—se encoge de hombros—, secretamente creo que solo es una jodida excusa para no invadir mi espacio en esta zona segura en donde afirma que estamos. No entiendo ni mierda a qué se refiere, pero bueno, ahí respondo a tu pregunta no formulada.
—Creo que en realidad ella engloba un montón de preguntas.
—Soy un hombre soltero.
—Claro.
— ¿Qué?
— ¿Cuánto le toma a una persona desenamorarse de otra?
— ¿Cuánto tiempo te tomó olvidar a tu exnovio?
—Incluso desde antes de terminar ya lo sabía, además entendí que es un imbécil. Nuestros casos son distintos.
Parece meditar mis palabras mientras continúa conduciendo, veo al frente esperando que el camino a llegar no esté muy lejos. Cuando un portón se abre y revela una casa magnifica y preciosa, se estaciona junto a otros autos. Esta es una casa gigante.
Imito sus acciones de desabrochar mi cinturón de seguridad y abro mi puerta antes de que él pueda llegar hasta ella. Bajo del auto y espero a que active los seguros. Estoy a instantes de dar pasos, cuando repentinamente está frente a mí y mi rostro entre sus manos.
Luego siento su boca humedad contra la mía en dos suaves presiones antes de que me observe.
—No soy un infiel. No soy de ese tipo de idiota, soy más del otro tipo. Estoy aprendiendo nuevas cosas y entendiendo un montón de cosas jodidas que antes no podía ver. Seguro seré un imbécil porque así soy y es mierda que no puedo eliminar, pero me gustas y siento que no puedo solo dejarlo estar.
»Sé que es incorrecto, que hay riesgos y que posiblemente tengo una carga sentimental de mierda conmigo que parece rudo de ver. Juliet fue y posiblemente siempre será importante porque es una parte buena y significativa de mi vida, pero eso no quiere decir que no tengo oportunidad o que no quiero avanzar y explorar lo que se siente tan bien. Soy un jodido idiota que siempre sigue mis instintos y ellos ahora me dicen con locura que vaya por ti. Que mande los planes al carajo y haga un cambio de ruta. Como si señalara lo que quiero, lo que deseo y lo que quiero, y eso eres tú Copo de azúcar, la flecha está apuntándote directamente.
Él dice todas esas palabras y todo lo que puedo decir es:
—Me besaste.
— ¿De verdad? Te dije putas cosas de mi ser y bueno, sé que los besos son importantes, pero ni siquiera te di algo de lengua ¡Enfoque, Elanese! Casi te abro mi alma.
—Tampoco exageres—intento bromear y sacude su cabeza.
—Si vas a enfocarte en un beso entonces que sea uno jodidamente bueno y no esa mierda de picotear.
Baja su rostro de nuevo al mío, pero está vez no hay beso corto.
En un primer momento siento el mordisco en mi labio inferior antes de casi jadear cuando lo succiona entre los suyos haciéndome sentir el aro de metal frío. Luego sus labios se abren y mueven sobre los míos. No es que deba sorprenderme que sea un buen besador.
Un hombre como él tiene que hacerlo todo bien. Todo.
Mis manos se agarran a la chaqueta de cuero mientras ignorando toda cordura abro mis labios sintiendo el roce de su lengua contra mis labios antes de que la introduzca en mi boca y profundice el beso. Sus manos en mi rostro me hacen ladear la cabeza hacia el lado que desea para que pueda besarme en mayor profundidad. Pareciera que quiere todo de mí mientras me obliga a recargarme del auto.
Percibo el sonido de nuestra respiración y el beso, sus pulgares acarician mis mejillas mientras el beso se vuelve más lento, casi perezoso, de tal manera que siento cada movimiento de su boca contra la mía como si sucediera en cámara lenta. Admito que nunca he sido besada así.
Nunca me habían dado un beso que quisiera desarmarme poco a poco y que pasara de ser puro fuego a una lentitud embriagadora.
Detiene poco a poco el movimiento de sus labios besando la comisura de mi boca hasta alejarse. Abro mis ojos como si despertara de algún hechizo mientras mi boca se siente húmeda e inflamada. Casi río cuando veo el desastre carmesí que es la suya debido a mi pintura labial, seguro que la mía entonces es un absoluto desastre.
—Tienes mi labial en tu boca.
—Ah, esa mierda es sexy, pero no queremos que todos piensen que ahora me gusta tanto el rojo que lo uso.
Río y paso el bordo de mi abrigo por mi boca limpiando el desastre. Me volteo hacia la ventana del auto, saco mi pintura labial del abrigo y me la aplico nuevamente bajo su atenta mirada.
»Es caliente ver eso, tienes una boca malditamente genial. Se siente jodidamente increíble besarte.
—Eso mismo me lo dijo mi almohada cuando me enseñó a besar—guardo la pintura labial y lo enfrento—. Voy a ayudarte Dexter, a ti y a Skylie, pero voy a hacer las cosas bien, porque si no lo hago cuando, esto explote va a perjudicarlos.
»Nunca le pido a alguien que confíe en mí porque sé que no es fácil hacerlo dado mi historial e impulsos, pero te pido que lo hagas. Voy a ayudarte, pero voy a hacerlo de buena manera. Quiero mucho de esos besos y para ello haré lo correcto. Solo confía en mí.
— ¿Significa eso que no podré jodidamente besarte nunca más?
—Yo no diría eso. Ahora no, pero nunca tampoco es la respuesta.
Comienzo a caminar hacia la entrada de la casa en donde se escucha música y parece que la están pasando bien. Me alcanza y toma mi mano, trato que eso no me afecte, pero cuando entrelaza sus dedos con los míos eso casi me hace perder mi compostura.
— ¿De quién es esta casa?
—Esta es la casa del bastardo de ojos azules.
—Harry. Ya aprendí que ese es Harry.
—Muy bien, te daré una jodida estrella dorada por eso—reímos—. Los niños están con mis padres, Jeff con la reina, los mellizos con la misma niñera con la que está Adam ¿Me falta algún bebé? —Parece pensarlo— ¡Ajá! Mi lucecita está también con mis padres.
—Como si fuese posible que te olvidarás de ella.
—Quise asustarte.
—No lo lograste.
Saca una llave de su bolsillo y me sonríe.
— ¿Preparada?
—Tanto cómo puedo.
La puerta se abre y entonces estoy ante una fiesta con al menos treinta personas, de los cuales estoy seguro muchos aparecen en revistas. Me dejo guiar por Dexter, Ethan aparece frente a nosotros. Ve de mí hacia Dexter mientras la chica rubia, que conocí el mismo día que conocí a Skylie, está tomando su mano.
—Dexter. Mierda—ve hacia atrás—. Hola, Elanese, es un gusto verte de nuevo.
—Hola, Ethan.
—Espero y me recuerdes, soy Grace.
—Sí, lo hago.
—Creo que deberías venir un momento conmigo, Dexter—Ethan abre sus ojos y Dexter ríe.
—Seguro, solo deja que Copo de azúcar felicite a la rubia.
—Doug baila con Hilary, puedes venir primero conmigo. Será rápido. Ven.
—No jodas, Ethan. No seas celoso, sabes que Dethan siempre vivirá, pero no dejaré sola a Elanese.
—Dexter, no seas un dolor de culo. Ven ahora.
—No...
— ¿No entiendes los malditos códigos? —Dice la rubia exasperada dando un paso adelante— ¡Ethan trata de manera sutil decirte que te muevas! Porque justo ahí atrás contra el mesón, hablando con Andrew y otros invitados, está Juliet.
—Habladora...
—Lo siento, Ethan. Pero él no lo estaba captando, quise ayudarte—se encoge de hombros, luego me ve—. Quise ser sutil, lo prometo, pero me exasperé.
—Mierda—susurra Dexter.
Los cuatro nos observamos en silencio y es bastante incómodo, volteo viendo que tan lejos puede estar la puerta. Vuelvo mi vista al frente, Ethan se ha movido un poco y puedo ver a Juliet riendo de lo que sea que Andrew le dice. Ellos voltean y nos ven.
Es un momento tenso y me pregunto ¿Dexter seguirá sosteniendo mi mano o va a soltarla?
Estoy un poco aterrada sobre cuál de las dos cosas hará, alzo mi mano y saludo tentativamente a Juliet y Andrew, ambos me devuelven el gesto. Ella parece desconcertada, pero igual sonríe y Dexter sigue sin moverse.
No sé qué piensa ni qué hará. Solo espero estar de pie sobre superficie firme. No quiero tambalearme.
El hada señala a @Gelmisgirl12 aquí nadie es invisible y en esta oportunidad el hada te ha visto a ti brillando y te ha señalado. Muchas gracias por ser parte de esta nueva aventura y todo el apoyo.
¡Nos vemos!