El oir decir a Camila que habían terminado por esa noche hizo que Lauren se quejara através de un jadeo apenas audible.
Camila quizo sonreir pero no lo hizo, le agradó saber que la menor queria continuar y también hizo que su cuerpo sintiera una leve corriente eléctrica al oírla.
La mayor estaba a punto de decirle que mejor continuaban para luego darle un nuevo beso pero en eso sintió las manos de Lauren sujetarla de su espalda baja para atraerla nuevamente con ella dejando caricias en la zona con los pulgares.
— Creo que no he aprendido lo suficiente esta noche —dijo haciendo un puchero.
Camila sonrió inevitablemente. La ojiverde por fin estaba tomando iniciativa en algo aunque fuera por medio de una indirecta.
Se mordió el labio inferior y luego beso rápidamente el puchero de la menor que más que provocarle ternura le provocó excitación ¿eso era algo enfermo? ¿Ver algo que se supone debe ser adorable y te resulte caliente está mal? Porque sentía como si estuviera a punto de violar a Kitty-Chan con un dildo rosa pastel.
— Entonces sigamos un poco más —señaló ignorando el sentirse pedófila, solo eran tres años de diferencia. No eran nada realmente.
La ojiverde creyó con el término “aeguir” Camila se refería a seguir besándose hasta el cansancio como la noche anterior pero en lugar de eso su vecina se sentó aún con las piernas a cada lado de Lauren y luego le dijo a la menor que también se incorporara.
Lauren se sentó apoyando sus manos en los muslos de su vecina esperando a que está le dijera algo.
— Ahora te mostraré que otro punto debes tocar.
La menor asintió nerviosa pero a la vez excitada, sentía su vagina húmeda.
La más grande se acomodó arqueando la espalda para sacar un poco más el pecho, Lauren inmediatamente bajó la mirada y logró ver los pezones erectos de la otra tras la delgada y suave tela de la parte superior de la pijama.
— Tocalos —dijo en voz baja Camila —, en tu vida sé que tendrás mejores para hacer lo que quieras pero puedes tocar estos ahora —, añadió un poco divertida.
Acató lo dicho por Camila y esta mordió su labio al sentir como las manos de su pequeña vecina atraparon sus pechos entre ellas de manera delicada y luego comenzó a masajearlos de la misma manera.
— No creo que haya mejores.
— ¿Qué dijiste? No te creo — dijo Camila mientras Lauren aún la acariciaba.
— Que me gustan, son suaves y son perfectos para mí —indicó excitada y cuidando el volumen de su voz.
Camila tomó el rostro de Lauren entre sus manos y la besó húmeda suavemente para luego ir aumentando la intensidad de este.
Y con eso la menor ya no solo estaba mojada sino que sentía que estaba palpitando, solo se había sentido de esa manera una vez, una vez viendo un video que encontró en internet por accidente.
La castaña enredó las piernas alrededor de Lauren y se pegó más a ella haciendo que Lauren soltara sus pechos y pasara sus manos a su espalda donde la acarició de arriba a abajo bajo la tela de la ropa.
Ya se les había olvidado lo fría que estaba la noche desde hacía un buen rato.
Los pechos de Lauren estaban siendo presionados contra los de Camila y se sobaban entre sí provocandoles gemidos cuando sus pezones duros se rozaban entre sí.
Camila comenzó a sentir que le faltaba el aire pero la menor no se detenía, aún así eso le gustaba a la mayor, sentir que Lauren no quería parar, sentirse deseada por su vecina que conocía desde que eran pequeñas.
— Espera —indicó Camila con la respiración agitada y una sonrisa —, déjame respirar un poco.
Se separó de la bocade la castaña pero continuó dejando besos en la línea de su mandíbula y en su cuello.
La mayor cerró los ojos sintiendo los el contacto de los labios de la menor contra su piel, su sonrisa estaba aún dibujada en su rostro disfrutando de como la besaba Lauren.
Camila sintió que la ropa comenzaba a estorbarle, se disponía a quitar la parte de arriba de la pijama sin importarle ya nada cuando oyó una puerta abrirse y cerrarse.
Ambas se pusieron alertas un tanto asustadas cuando vieron la luz del pasillo encendida.
Camila se quitó de encima y se acostó junto a Lauren para luego cubrir a ambas completamente con las mantas.
La luz se mantuvo por un par de minutos que parecieron una eternidad y fue hasta que todo volvió a quedar en silencio y penumbras y que dejaron pasar un rato para que la situación se calmara completamente que Camila se volteó hacia Lauren.
—Ya es tarde, debes volver a casa —mencionó acariciando la mejilla rosa de la más joven.
El reloj no mentía, ya era casi la una de la mañana. La temperatura del cuerpo de las dos ya había descendido así que ninguna tuvo problema en separarse de la otra al menos por esa noche.
Lauren volvió a su propia recamara con una sonrisa que delataba todo lo que le había gustado estar con su vecina, solo dormiría un poco más de tres horas puesto que tenía que madrugar para ir a la escuela temprano, pero sin duda valía la pena.
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Gracias por leer ;)
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PD; Dulces sueños pequeña criatura, sueña con Ally bebé como el angelito que eres y no con cosas sucias hahaha
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