Kendra.
Todo estaba en su lugar, mi vestido, mi velo. Solo quedaban minutos. Y estaría caminando hacia el altar.
Había decidido que Rob me acompañaría al altar. Así que minutos después estaba en la puerta.
—Estas hermosa hermanita—me sonrió.
—Estoy nerviosa—murmuré.
—Todo saldrá genial—me animo.
Nos ubicamos en frente a la gran puerta. La música nupcial comenzó a sonar.
Avanzamos a paso lento, y cuando llegamos a Justin, él me tendió la mano, la cual acepte sin pensar.
—Queridos hermanos, estamos reunidos aquí para unir en sagrado matrimonio a Kendra Elizabeth Jenner y a Justin Drew Bieber, si hay alguien que quiera oponerse a este matrimonio, hable ahora o calle para siempre—habló el sacerdote.
Nadie dijo nada, asi que proseguimos con la ceremonia.
[•••]
—
Kendra, ¿aceptas como esposo a Justin Drew Bieber? para amarlo, respetarlo en la salud y enfermedad, hasta que la muerte los separe—me hablo.
—Aceptó—respondí. Justin me sonrió y me coloco el anillo.
—Justin, ¿aceptas como esposa a Kendra Elizabeth Jenner? para amarla, respetarla, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte los separe—le dijo a Justin.
—Aceptó—respondió. Tome su anillo y se lo puse.
—Entonces, los declaró, marido y mujer—sonrió—Puede besar a la novia.
Justin me tomo la cara y nos besamos. El lugar se lleno de aplausos.
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El salón estallaba y todos se divertían. Me encontraba sentada en mi mesa con Justin tomando mi mano.
—Aquí están sus hijas—dijo Kim acercándose. Kendall me paso a Dalilah y Justin tomo a Danielle. Estando los cuatro juntos, el fotógrafo nos tomo una foto.
Unos minutos después las dejamos al cuidado de mamá. Y nos dirijimos a la gran pista de baile. Justo cuando Justin tomo mi mano, la música se cambio por una lenta. Lleve mi mano a su hombro y él puso la suya en mi cintura. Nos dejamos llevar por el ritmo.
—No sabes lo feliz que me hace esto—me susurró—Quiero esto para toda la vida.
—Yo también, gracias por todo mi amor, te amo—le dije
—Te amo más—me respondió.
Bailamos hasta que llego la hora de cortar el pastel.
—Bien hagamoslo, cortemos el lindo pastel—me dijo divertido, reí y tomó el cuchillo, puse mi mano encima de la de él y lo cortamos. Tome un pedazo y se lo di—Chocolate, me gusta.
Le di un beso corto.
—¿Estan listos para esta etapa nueva?—nos preguntó Kim.
—Claro—respondí.
—Siempre y cuando, sea contigo—me dijo Justin.