Dylan
Voy corriendo entre los callejones mientras la lluvia cae a cantaros y logra empaparme por completo en cuestión de segundos, pero sin importar eso, lo único que puedo pensar es correr, correr y no detenerme para alejarme de aquella amenaza que me persigue.
Doblo esquina tras esquina para así poder despistarlos, pero cada vez que oigo el ruido de los motores cerca ,mis esperanzas se desvanecen por completo, la lluvia, mi ropa empapada y la fatiga me impiden avanzar cada vez menos.
Justo al doblar una esquina una camioneta bloquea mi paso en la salida del callejón, al momento de reaccionar doy la vuelta y corro hacia el otro extremo solo para ver otra camioneta cerrándome el camino...estoy atrapado.
Las luces provenientes de los autos me ciegan y lo único que puedo visualizar son las siluetas de personas delante de ellas las cuales se aproximan hacia mí.
A tan solo unos cuantos pasos las luces se apagan, y cuando mi vista empieza a aclararse alguien coloca un pedazo de tela con un olor raro en mi nariz, lo cual me hace desvanecer enseguida...
**
Despierto todo sudoroso junto con un grito ahogado, trato de respirar para poder calmar mis nervios, mi cuarto sumido en la penumbra me hace recordar que lo que había vivido solo era un sueño, o al menos es lo que me planteo cada vez que la tengo.
Miro hacia mi reloj de pared que dan la 1:00 AM, Me Incorporo en mi cama mientras las lágrimas salen sin previo aviso, y solo me doy cuenta cuando mis sollozos empiezan a hacerse fuertes.
Porque, porque ahora que por fin estoy empezando una nueva vida todo parece repetirse, sin duda estoy destinado a ser infeliz en esta jodida vida.
Son casi las 6:00 AM y no he podido recuperar el sueño después de haber despertado, maldita sea, las lágrimas empezaron a salir de nuevo cada vez que mi cabeza recuerda ese día, es como si quisiera decirme que de verdad mi vida es una mierda.
El despertador suena a las 6:30 AM, y aunque mi entrada es a las 7:00 AM, tengo buen tiempo para prepararme y encaminarme a la escuela, aunque ciertamente no me siento bien para asistir.
Son las 6:50 AM así que a mi papá se le habrá hecho raro mi comportamiento, oigo sus pasos aproximándose a mi recamara.
-Hijo, ¿Puedo entrar?. Era el, tocando la puerta dando permiso para entrar, como siempre.
-Sí, claro-. No tenía demasiado ánimo, así que mi voz sonó apagada.
-¿No asistirás a la escuela?- Asentí- ¿Porque, te sientes mal? ¿Quieres que te lleve al hospital? -. Padres.
-No, no, estoy bien...es solo- Recuerdo esos momentos de miedo y me estremezco de inmediato lo cual mi papa percata de inmediato.
-Que te paso en la nariz- Dijo con el ceño fruncido.
-Ah, esste puess, cuando iba saliendo de las duchas me resbale y caí, no es nada, ya no me duele- Mentí, joder sí que me dolía.
-Hijo, sabes que puedes confiar en mi ¿verdad?-.
-Sí, lo sé, es solo que no tengo ánimos para ir hoy, además es la primer semana de escuela, no creo perderme nada-.
Mi padre pareció pensarlo y al final accedió.
-Está bien, pero ponte algo de hielo que esta algo morada, me tengo que ir a trabajar, baja y pídele a Brenda que te de algo para desayunar, te veo en la tarde-.
-Sí, está bien- Fingí una sonrisa la cual creo que no me salió bien.
Una vez que mi Papá sale de la habitación, salgo de mi cama para dirigirme al baño, entro y giro la llave del agua fría, cierro la puerta y me siento en una esquina de la regadera haciendo que el agua empape mi ropa por completo.
Cuando estoy satisfecho me levanto con cuidado y cierro la llave del agua para después quitarme la ropa empapada y dejarla a un lado, me seco con una toalla blanca y mi vista se posa en el espejo de cuerpo completo delante de mí, tiro la toalla y observo mi cuerpo, lo cual me llego a pensar ¿Cómo alguien se puede fijar en mi teniendo este cuerpo? digamos que no tengo un cuerpo perfecto pero tengo lo mío, dejando a un lado mi jodida nariz rota porto poca musculatura en los brazos y piernas, un poco de pectorales y abdomen, y escaso vello, pero aun así no me siento cómodo conmigo, soy muy delgado.
Salgo del baño y atravieso mi cuarto hasta mi closet para poder vestirme.
Y al momento de colocarme una sudadera azul respiro un aroma dulce pero a la ves penetrante, frunzo el ceño y al darme la vuelta veo la bolsa con su uniforme en el interior, me acerco y me quedo mirando esa camisa y ese pantalón ¿Cómo fue que paso eso? sacudo la cabeza para alejar pensamientos y lo único que hago es cerrar la bolsa bien, "Mañana se los daré" pienso.
Me coloco mi tenis negro y bajo las escaleras hacia la cocina y voy directo al refrigerador.
-Buenos días joven que va a querer desayunar- Me pregunto Brenda.
-NO estoy bien, no tengo hambre- Dije mientras levantaba una manzana que había tomado.
-Aunque no tenga hambre le serviré algo, no se puede saltar el desayuno, así que hágame el honor de sentarse para desayunar-. Lo único que pude fue asentir, no me gustaría ser grosero con ella.
Una vez que hubiera terminado mi desayuno, francamente no tengo nada que hacer, esa es una de las cosas que sacamos por no asistir a la escuela, y la idea me hace sacar una sonrisa.
Son las 1:00 PM y supongo que a esta hora mis compañeros ya habrán salido, y no me extrañaría que vinieran a verme por un pretexto mío por no haber asistido.
Así que aquí estoy, sentado en el césped en el patio trasero de mi casa lanzando una pelota de tenis contra un muro de piedra haciendo que la pelota rebote hacia mi nuevamente, estoy hundido en mis pensamientos que ni siquiera oí el timbre sonar, hasta que Brenda me saca de mis asuntos hablándome detrás de mí.
-Niño, un joven que dice es su compañero de clase lo busca, ¿Le hago pasar?-.
Y el único en quien puedo pensar en ese momento es en ese chiflado de Oscar.
-Am si por favor, dile que pase-.
- Si niño-.
Oigo como la se aleja mientras yo sigo en mi asunto con la pelota.
En menos de un minuto escucho como alguien se va acercando hacia mí, y lo único que puedo hacer es embozar una sonrisa y seguir lanzando la pelota.
-Si tratas de espantarme de nuevo juro que te doy una patada en los huevos- me burle.
-No tengo intención se hacer eso-.
Y en cuanto escuche eso, mis ojos se debieron de abrir como platos...esa voz, esa jodida voz era perteneciente de...y en cuanto volteo para mirarlo estaba delante de mí con esa sonrisa burlona.
-Hey, no te alegra de verme verdad, vamos admítelo, es divertido jugar contigo-.
En cuanto dijo eso me di la vuela rápidamente y cerré los ojos con fuerza.
-¿Q..que haces aquí?-.
-Que...no puedo venir para divertirme contigo- lo dijo mientras se sentaba junto a mí.
-De...déjame-.
-Mm si no recuerdo le pediste a la doña que pudiera entrar, así que debo ser bienvenido ¿no?-.
-Pe...pero yo no sabía que eras tú- sentí que fue un error.
-¿Quieres decir que si hubieras sabido que era yo no me hubieras permitido entrar?-.
Sentí como mis mejillas se calentaban.
-¿Cómo conseguiste mi dirección?-.
-Creo que según recuerde te había dicho que no te debía de importar lo que yo hago-.
-¿Entonces para qué viniste?-.
-Am por una parte ver en qué clase de casa vives y por otra mm por mi uniforme, ¿Te importaría entregármela?-.
-...si, lo deje en una bolsa en uno de los sillones- volví a lanzar la pelota, mientras sentía como me veía extrañado.
-Y bien...-. solté y lo mire por primera vez.
-Mm no nada- ¿Sonrió? Me sonrió...a mí.
-¿Entonces porque me miras así?-.
-Porque me gusta observar a las personas ¿Acaso te importa?-.
-Eh, no claro que no -.
-Bien- Se levantó y se alejó - Oh por cierto me alegra que esté mejor tu nariz, bueno nos vemos, espero y mañana tengas ánimos de ir a la escuela-.
Una vez que se hubiera desaparecido entre la puerta lance con toda mi fuerza la pelota contra la jodida pared, haciendo que esta saliera volando.
¿Porque, porque juega así conmigo? ¿Porqué de un momento a otro se comporta diferente conmigo?
Hundo mi cabeza entre mis piernas y comienzo a sollozar, sea lo que sea no pienso caer en sus macabros juegos, no pienso en caer en su red, si quiere jugar bien, pero yo jugare con él, no el conmigo...
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