Kendra
—Me aburro—dije mirando a Kendall.
—Hable con las chicas, quieren que nos juntemos hace un mes que no nos vemos—me dice.
—Genial, vamos—dije parándome y ella rió.
—Se morirán cuando vean tu panza—me dijo.
—Lo sé, ¿esta grande verdad?—dije.
—Y solo tienes cuatro meses—dijo.
—Lo sé, ¿qué haremos para navidad?—dije.
—Ni idea, hay que hablar con las chicas—me dijo y asentí.
—Bien vamos—dije.
—¿Cenarás con nosotras?—me preguntó y negué.
—Veré a Justin—le dije.
—¿Volvieron?—me preguntó y negué.
—No, solo debemos arreglar unas cosas sobre el bebé—dije—Cenaré con él.
—Esta bien, mañana vamos a la casa de Khloé para ver que haremos para navidad—me dijo y asentí.
—Creo que pasaremos año nuevo afuera, pero navidad ni idea—le dije.
Ken manejo hasta el centro y entremos con ayuda de seguridad al restaurant. La prensa últimamente estaba más molesta que nunca.
—No puede ser—chilló Gigi cuando me vio.
—Aw, muero de amor, mira tu panza—me dijo Bella.
—Ese debería ser nuestro hijo—dijo Cara con dramatismo.
—Pense que estabas con Kendall y lo nuestro se había terminado—dije riendo.
—Lo nuestro se término cuando te acostaste con Bieber—dijo fingiendo llorar y reímos.
Estuvimos hablando un rato más, hasta que mire la hora, y tenía que irme.
—Lo siento chicas, debo irme—dije.
—¿Qué? es en serio Kendra—me dijo Gigi.
—Si, lo siento—dije.
Salí y maneje hasta mi casa otra vez. Una vez ahí, me cambie por algo más cómodo, un pantalón y un top deportivo.
Justin llegó, se puede decir que en este último mes nuestra relación mejoró, pero no como para volver a salir. Tenemos un buen diálogo pero no creo que estemos listos para volver.
—Hola Ken—me saludó.
—Hola Justin—le respondí. Nos sentamos en el sillón—El 19 tengo que ir a hacer una ecografía, quieren ver, haber si se puede ver el sexo del bebé.
—Genial, quiero saber que es—me dijo con emoción.
—Lo sé, yo también—dije—¿Qué tal el álbum?.
—Bien, la primera semana de enero debo ir a Canadá para una entrevista—me dijo.
—Igual, te irás antes ¿verdad?—le dije y asintió.
—El 20 me voy—me dijo.
—Bien—dije—Mandale saludos a los chicos y a tu madre.
—Claro—me contestó.
—Dame tu mano—le dije y me miro—De esta moviendo tonto.
—¿En serio?—me preguntó. Le agarré la mano y la apoye en donde estaba pateando el bebé—Wow.