𝐇𝐀𝐓𝐄 (g. weasley)

By -adorelupin

363K 9.3K 4.2K

Phoebe Giles no puede sentir nada más que odio hacia George Weasley, después de tantas bromas y peleas en las... More

𝐇𝐀𝐓𝐄
i. Hogwarts
ii. Friends
iii. Flying and pink face
iv. Troll in the girls' bathroom
v. Quidditch match
vi. Holidays
vii. Chocolate chips cookies
viii. Fluffy & the Norwegian Ridgeback
x. flower, back to hogwarts and flying car

ix. End of school year

7.4K 657 282
By -adorelupin


ix. fin de curso

• • ❛ ✿ ❜ • •

──────────────────────



Los cuatro Gryffindor no pudieron ir muy lejos, ya que la profesora McGonagall los estaba esperando en uno de los corredores en compañía de nada más y nada menos que Draco Malfoy; sin embargo, el Slytherin no se salvo del castigo por estar a tardes horas fuera del castillo.

—Eso te pasa por soplón, rata blanca —gruñó Phoebe, al pasar por el lado de Draco cuando la profesora les pidió dirigirse a sus respectivas salas comunes.

Afortunadamente, la profesora McGonagall nunca se entero del motivo por el cual los chicos se encontraban fuera de sus salas comunes pasado ya el toque de queda; sin embargo, el secreto de Hagrid se volvía cada vez más difícil de guardar, ya que Norberto (cómo lo nombro el semi gigante) cada vez crecía más y más.

—Hagrid, debes deshacerte de Norberto —dijo con preocupación Hermione, al ver como el dragón estornudaba fuego.

—¡Aww! Tiene gripe —señalo con ternura Phoebe, provocando que el trío de amigos se mirará algo preocupado—. Pero si, Hagrid, tienes que mandar a Norberto al Santuario de dragones —habló rápidamente, apoyando a su amiga.

Y es que, por más que le encantara estar tan cerca de un dragón, Phoebe sabía que ese no es el habitad apropiado para uno.

—Puedo escribirle a mi hermano, Charlie —propuso Ron con una sonrisa.

—¡Y yo a mi primo Matthew! —dijo rápidamente—. Es un idiota, pero también trabaja con dragones. El se encarga de reubicarlos por el mundo —aclaró, abriendo sus ojos y dando un poco más de dramatismo.

—Bien, bien, creo que deberían escribirles —dijo con algo de pena, Hagrid.

—No puedo creer que en serio, Hagrid tenía un dragón —dijo asombrado Theo, mientras camina en compañía de Phoebe por el pasillo del séptimo piso.

Las clases del día se habían terminado y a Theo le pareció buena idea acompañar a Phoebe a la torre de Gryffindor.

—Lo sé. La verdad me encontraba bastante emocionada de convivir con un dragón tan de cerca —admitió—. ¡Ni cuando estuve en el santuario tuve a uno así! Pero es que allá los protegen demasiado, y tiene sentido, ¿no?

Theo le dio la razón, algo divertido por la emoción que siente de su amiga al hablar de aquellas increíbles criaturas.

Suspiró dramáticamente y dejo caer sus hombros—. Pero, bueno, Norberto estará mejor.

—Lo estará, Phoebs —aseguró su amigo.

—Hemos llegado —dijo señalando el cuadro de la Dama Gorda, que observo a la dupla de amigos—. Hola —le saludo amablemente.

—Buena tarde, Giles —le habló propiamente.

—Nos veremos mañana para desayunar, ¿cierto? —preguntó Phoebe a Theo, que afirmo con su cabeza.

—Lo haremos. He estado hablando con mi padre, sobre la propuesta de vernos en vacaciones —habló asiendo sonar su garganta.

—¿¡Y?! —preguntó emocionada.

—Cree que podríamos vernos en el Caldero Chorreante.

—¡Oh, eso es magnifico!

Phoebe se lanzo a Theo sin previo aviso, dándole un fuerte abrazo que le tomo por sorpresa, pero no dudo en responder.

—Y conocerás a mi padre y a mi hermanito. ¡Estarán muy felices! —aseguró—. Me apresuraré para escribirles, ¡nos vemos mañana!

Dejo a Theo con la palabra y corrió al cuadro de la dama gorda para decir la palabra rápidamente y atravesar el agujero que le permitía ingresar a la sala común de Gryffindor.

—¿Qué te tiene tan alegre? —preguntó sin poder contenerse Amber.

Se dejo caer en la silla al lado de ella mientras la mira con emoción. Hermione se encuentra al lado de Amber, pero esta leyendo un libro que parece tener toda su atención.

—El verano esta por llegar y Theo le pidió permiso a su padre para poder vernos —explicó, causando un poco de curiosidad en Amber—. Ya sé que no debería ser tan difícil para uno, pero el padre de Theo es... especial —aclaró alzando sus cejas.

—Criado bajo los prejuicios —aclaró Hermione alzando su mirada con una mueca—. A eso te refieres, ¿no?

—Eh, si —murmuró—. Pero él no es así —aseguró—. Oh... al menos, lo intenta —susurró mirando la chimenea.

Se escucharon carcajadas. Es bastante común que eso suceda cuando los gemelos y Lee se encuentran reunidos en la sala común. En el centro, la dupla de hermanos se encuentra haciendo reír al resto de los estudiantes.

—¿Alguna vez se podrá estudiar tranquilamente? —preguntó en un suspiró Hermione.

—No creo, no teniéndolos a ellos dos aquí —respondió Amber con una sonrisa ladina.

Volaron en escobas lanzando pequeños fuegos artificiales, mientras que los prefectos (entre ellos), le rogaban que dejaran el ruido o la profesora McGonagall entraría a regañarles a todos.

—¡Diviértete un poco, hermanito! —pidió Fred bajando de su escoba.

George le imito. Noto a Phoebe en la sala común y sonrió en dirección a la metamorfomoga que se encuentra mirando un poco divertida la situación. George se atrevió a acercarse con el trío de amigas y se apoyo en la única silla libre.

—¿Qué tal su noche? —preguntó cortes.

—He tenido mejores —confesó Amber mirando divertida a George, para después ver a Phoebe.

—Aquí realmente no se puede estudiar —bufó Hermione cerrando su libro de golpe para ver a George con cierto enojo.

Pero el gemelo menor, se encontraba mirando a Phoebe con cierto interés, el cual le causo curiosidad a la metamorfomaga, que frunció el ceño.

—¿Por qué me miras tanto? ¿Se te perdió algo Weasley? –preguntó cruzando sus brazos y mirando de manera retadora al pelirrojo.

—Creo que me has robado mi corazón —Phoebe abrió sus ojos de golpe al escucharlo decir eso. El sonrojo no solo fue en sus mejillas, ya que su cabello le delato, dejando de tener su característico platinado por un rosa chillón.

Aquello solo hizo que George sonriera enormemente y se retirará de ahí, jalando de la tunica a su gemelo, a quien se llevo corriendo escaleras arriba rumo a su habitación.

—¿Y a este cochino que le pasa? —preguntó Phoebe mirando a sus amigas, que están tan sorprendidas como Phoebe—. ¿Ustedes también escucharon lo mismo que yo? —las miro en espera de una repuesta, que fue pronta.

—Fuerte y claro —dijo con cierta burla Hermione.

—Maldición, Phoebs —susurró Amber con sus ojos bien abiertos—. ¿Sabes que George es uno de los chicos más guapos de Hogwarts? —le hizo saber, con cierto asombro—. ¡Y le gustas demasiado!

—¡Claro que no le gusto! —dijo con voz aguada.

Percy que iba pasando por ahí, dejo de mirar a unos chicos de cuarto para ver a las niñas.

—A George le encantas —habló con un tono pomposo, provocando que las mejillas de la niña se pusieran aún más rojas y que no solo Hermione y Amber rieran.

Si no también, parte de sus compañeros de casa que habían escuchado eso.

—¡Oh, basta! —suplicó avergonzada.

—Le gustas a George, ¡que suerte tienes!

—¡Amber ya basta! —pidió dándole un golpe—. Tengo doce años —le recordó—. Hay cosas más importantes que pensar en los tontos hombres —bufó—. Ahora, deja de molestarme o te dejaré calva —le advirtió.

—¡No, mi cabello no! —suplicó su amiga cubriendo su cabeza.

A Hermione no le quedo de otra que soltar una carcajada ante las ocurrencias de su amiga.

Phoebe había despertado muy temprano aquella mañana de primero de junio y es que su mejor amigo, Theo Nott esta cumpliendo sus doce años. Por ende, había salido rumbo a las cocinas para poder pedirles a los elfos un pastel, mientras que ella, horneaba galletas con ayuda de las elfinas.

—Es usted muy considerada, joven Phoebe —le dijo una elfina, mientras guardaba las galletas en bolsitas.

—Que amable eres, Tinny —dijo sonriendo—. Muchas gracias por toda su ayuda —dijo en general, al resto de los elfos.

El pastel es pequeño, ya que únicamente piensan comerlo él y ella juntos. Habían quedado la noche anterior desayunar en los terrenos del castillo, ya que el verano comienza a llegar y el clima se esta haciendo mucho más agradable.

Guardo el resto de la comida en una pequeña canasta que había encontrado en las cocinas (y pedido prestado, claramente). Dentro de esta, encontraría cubiertos y servilletas, así como la comida que consta de empanadas, un par de tostadas y jaleas de distintos sabores.

Oh, se encargaría de que su amigo tuviese una agradable mañana antes de iniciar con la clase del día.

Sin contar que los profesores ya les estaban hablando de los exámenes y eso solo causaba más estrés a su amigo.

Llegó a los jardines tarareando una canción, sonrió al ver a su amigo sentado sobre una manta frente al lago negro. Se apresuró para llegar y dejo caer la canasta en la manta para lanzarse a Theo.

—¡Oh, feliz cumpleaños mi buen amigo! —exclamó, provocando que comenzará a reír, mientras aceptaba aquel abrazo—. ¡Me alegra mucho saber que ya aceptas mis abrazos! —agregó con cierto dramatismo.

—No te emociones, Phoebs. Aún me parece raro recibir tanto afecto —admitió con sinceridad.

Phoebe se sentó frente a él, tomando consigo la canasta.

—Pronto te acostumbraras —aseguró con una sonrisa ladina—. Bueno, mira lo que he traído.

Comenzó a sacar la comida de la canasta y a dejarla de manera ordenada sobre la manta. Theo observa con una pequeña sonrisa ladina a Phoebe, quien hace todo con delicadeza. Al terminar de montar el desayuno

—Vaya Phoebs, muchas gracias por todo esto —dijo agradecido, mientras toma una empanada.

—Oh, no es nada —se apresuró a decir.

Del fondo de la canasta, saco dos botellas con jugo de calabaza y le entregó una a Theo.

—¿Sabes? Al final de todo no somos tan diferentes, ya que tampoco soy de celebrar mi cumpleaños.

—¿Tú por qué no lo celebras? —indago Phoebe.

—Mamá murió el veinte de mayo —explicó—. Previo a mi cumpleaños numero siete —agregó, mientras da una sutil mordida a su empanada—. Papá se volvió más frio de lo que ya era, si es que eso es posible —masculló.

—Lo siento mucho, Theo —murmuró Phoebe con una mueca—. Te propongo algo —dijo inclinándose y apoyando sus manos en sus rodillas, con una pequeña sonrisa. Theo la miro en espera de que hablará—. Lo que nuestra amistad perdure, celebraremos nuestros cumpleaños en compañía del otro.

—Me parece bien —ambos estrecharon sus mano y cerraron de aquel trato dando un apretón de manos con una gran sonrisa.

Phoebe soltó un grito de alegría—. ¡Wooohoo! Adiós malos cumpleaños, ¡hola días de diversión! Theo comenzó a reír al escucharla decir eso—. ¡Oh! Que emocionante, propongo que en nuestro cumpleaños numero diecisiete nos embriaguemos hasta vomitar.

—¡Phoebe!

—¡Oh vamos! —chilló—. Todos mis primos hacen eso, es como una tradición Giles. Emborracharte hasta perder la dignidad.

—Oh, Phoebs, tu no tienes que emborracharte para pedir la dignidad.

—¡Oye! —se quejó, provocando que Theo comenzará a reír—. Pues, si, tienes un poco de razón en eso —murmuró con una mueca—. Ahora, antes de que se me olvide, ten.

De su mochila saco una caja de regalo, es algo grande, pero a Theo no le sorprendió que la tuviese ahí puesto que sabe que tiene un encantamiento de extensión indetectable que su padre realizo en esta.

Theo lo abrió con tranquilidad y notoria emoción. Poco a poco una sonrisa se formo en su rostro al verlo y es que el regalo se trata de un kit de limpieza para escobas.

—Phoebe, no debías —murmuró con una gran sonrisa.

—Sé que tu padre te regalará la Nimbus 2001, así que no hay mejor que tener un kit nuevo para que le des el debido mantenimiento —explicó con pomposidad—. Así podrás mantenerla en buen estado, siempre.

—Muchas gracias, y tiene mi nombre tallado —señalo.

—Si, claro, no vaya ser que haya algún cleptómano por Hogwarts que quiera quedárselo.

—Aprecio demasiado que allá pensado en eso —admitió Theo.

—Y no es todo...

Esta vez, el pequeño regalo lo saco del interior de su tunica. La caja es pequeña, por lo que llamo la atención de Theo quien lo tomo delicadamente.

Dentro de la pequeña caja se encuentra un brazalete de plata. Hay una pequeña frase gravada que hizo a Theo sonreír y soltar una risita.

—Eres mi compañero de crimen —explico, señalando la frase—. Y espero seguir corriendo por todos los pasillos contigo. Incluso tengo una pulsera igual —mostro la suya, la cual se encuentra en su mano derecha.

—Así será, Phoebs —y por primera vez, fue Theo quien dio el abrazo a Phoebe, causando cierta emoción en la metamorfomaga que acepto de aquel abrazo con gusto.

—Te quiero, Theo.

—Y yo a ti, Phoebs —replicó con la misa ternura que la joven—. Gracias por hacerme esto, es un muy buen inicio de día de cumpleaños —admitió.

—¡Me alegra escuchar eso! —suspiró con alivió Phoebe.

A lo lejos, se acucharon un par de risas y divisaron a los gemelos corriendo en su dirección.

—Ay no, los tontos estos —murmuró Phoebe.

Antes de que tropezaran con los amigos, los gemelos dejaron de correr y vieron un tanto curiosos el picnic.

Aww, están teniendo una cita romántica —se burló George, mientras Fred suelta risitas.

Phoebe achino sus ojos. Tan solo unos días atrás el le había dicho como ella le había robado su corazón y ahora se burlaba de ella.

—¡Váyanse a ver si ya puso el hipogrifo! —ordenó con el ceño fruncido y cabello enrojecido.

—Vámonos gemelo, es muy temprano para molestarlos —lo dijo Fred, tirando de su tunica, para seguir corriendo por los terrenos.

—¿Qué ellos siempre planean alguna broma? —curioseo Theo.

—Me sorprende como aun no los expulsan —murmuró Phoebe.

—Tienen cuatro años más, veremos si eso pasa —le recordó Theo rodando los ojos.

—¡Por cierto! Olvide mencionarte que hace unos días, en la sala común, George menciono como yo había robado su corazón.

Theo casi escupe el jugo de calabaza, mirando a Phoebe con asombro.

—¿Dijo eso?

—Lo dijo. Amber y Herms lo escucharon. Creí por un momento que estaba loca, fue tan penoso. —murmuró, recordando aquello, mientras sus mejillas se ponían ligeramente rosa.

—Te has puesto roja —notó Theo algo divertido, ganándose un ligero golpe por parte de su amiga—. Tranquila.

—Te golpearía más fuerte, pero hoy es tu cumpleaños —murmuró—. Por cierto, lo siento, no logre conseguirte una piñata —dijo con una mueca.

—Luego romperemos la cosa esa.

—Piñata —le aclaró.

—Si, eso.

—Dilo junto conmigo —pidió Phoebe, provocando que Theo rodará sus ojos—. ¡Anda! No cuesta nada decirlo... ¡piñata!

—¡Piñata! —dijo desesperado.

—Bien hecho, ya sabes decir piñata —le dijo con emoción.

—A veces, solo a veces, no te soporto, Phoebs.

—¿Qué dices? ¡Me adoras! —le recordó Phoebe—. Venga, hay que comer pastel, las clases no deben tardar en iniciara.

Theo jadeo—. Deberíamos estar estudiando —recordó, mientras cierra sus ojos con fuerza.

—¡Theodore! —le regaño Phoebe—. ¡Es tu cumpleaños! Mereces un descanso, sin mencionar que quedan todavía unos días más para que den inicio los exámenes. ¡No te presiones o puedes explotar!

Tan solo habían pasado cuatro días desde que Theo había cumplido años cuando un acontecimiento aturdió el castillo de Hogwarts y es que, la noche anterior, el trío de Gryffindor conformado por Hermione, Ron y Harry se habían enfrentando a la persona que quería robar la piedra filosofal.

La joven metamorfomaga había corrido a la enfermería en cuanto escuchó a unos cuadros hablar de lo sucedido para verificar que sus amigos siguieran con vida.

Y también para regalarles por que no le habían informado de eso.

—Entonces, Snape no quería robar la piedra filosofal —murmuró cuando Hermione y Ron le contaron lo sucedido. Miró la camilla en donde Harry sigue inconsciente—. Todo este tiempo fue Quirrell quien técnicamente, bueno, era Voldemort.

Ron se estremeció. Hermione miró a Phoebe, con su cabeza ladeada, pero la metamorfomoga ni siquiera noto aquello.

—De igual forma, debieron haberme dicho. ¡Hubiese sido muy divertido! —chillo Phoebe cruzando sus brazos.

—Todo paso muy rápido —se excusó Hermione—. Y la verdad, no fue tan divertido.

—¡Para nada divertido! —aseguró Ron, quien tiene un par de heridas en su rostro—. De igual forma, la próxima vez te avisaremos, si es que eso te hace sentir mejor.

—¿Próxima vez? ¡No habrá próxima vez! —chillo Hermione golpeando la cabeza de Ron—. Te golpeaste con fuerza la cabeza, ¿cierto?

—Y el golpe que me has dado también fue fuerte —dijo acariciando su cabeza, provocando que Phoebe comenzara a reír.

—Bueno, les traigo un "espero y se mejoren pronto, pero para la próxima, invítenme a la acción." —de su bolsillo saco dos paquetes de galletas, cada uno con cinco galletas de chispas de chocolates.

Le entrego uno a cada uno y se paro para dejar uno al pie de la camilla donde Harry descansa. Regreso a la camilla con Ron, viendo al chico abrir con desesperación el paquete y emoción.

¡Delichiosha! –hablo Ron, mientras mastica la galleta.

—¡Me alegra que te gustaran! Son parte de mi colación de la semana —explicó—. Las hice con ayuda de Theo, en realidad.

Ron dejo de masticar la galleta viéndola, para luego ver a Phoebe.

—¿Qué? —preguntó confundida, viendo a Hermione.

—¿Nott? ¿Nott la preparo? —pregunto estupefacto el pelirrojo.

Phoebe rodó los ojos, entendiendo a lo que el pelirrojo se refería. Se cruzó de brazos mirándolo incrédula.

—Claro Ronald, la galleta tiene veneno —se la arrebato bruscamente y la mordió frente a él hasta tragarla y probarle que no tenía nada—. ¡Son sólo galletas! —chillo, mostrándole la galleta a medio comer, la cual Ron le quitó para comérsela—. ¿En serio crees que le pondría algo a la galleta?

—Uno nunca sabe —murmuró inocente, alzando sus hombros.

—Mira, podría ponerle algo a las galletas de George o Fred, pero jamás a las que les entregue a ustedes —admitió, provocando que Hermione soltara risitas.

—Les quedaron deliciosas —dijo Hermione, después de masticar la galleta—. No entiendo como no eres buena en pociones pero si al cocinar, es casi lo mismo.

Phoebe negó rotundamente con su cabeza—. No sabes lo que dices, Herms. Cocinas es terapéutico, divertido y relajante. Hacer pociones es estresante, apestoso y traumático —murmuró.

—Y aparte, al cocinar terminas ganando una deliciosa comida —apoyo Ron a Phoebe.

Hermione les miró con el ceño fruncido—. Las pociones son muy importantes. Curan enfermedades y pueden crear hasta la suerte.

—Nada que la comida no pueda hacer —aseguró Ron.

—No los soporto —murmuró.

Cuando el fin del curso acabo, Phoebe no podía sentir más que emoción por iniciar uno nuevo. Debía admitir que su primer año había sido increíble: conoció nuevas personas haciendo grande amigos, aprendió hechizos de los cuales le servirán en un futuro para defenderse de sus enemigos (como Draco o bien, George Weasley), lo mejor de todo fue que que Hogwarts y esta muy segura que en los siguientes años terminará por conocerlo aún mejor.

—No puedo creer que realmente Gryffindor gano la copa de casa —resoplo Theo a Phoebe, mientras caminaban rumbo al expreso de Hogwarts, que les llevaría a Londres.

Phoebe sonrió con orgullo, al recordar como en el banquete, pese a Gryffindor ir en su último lugar, Dumbledore se puso a repartir puntos a Ron, Hermione, Harry y Neville, ganándole así, por diez puntos, a Slytherin.

—¿Qué te puedo decir? —se burló Phoebe.

—¡Diez puntos a Gryffindor por respirar! —se mofó Theo.

Phoebe soltó una carcajada y le dio un golpe en el brazo, Theo no replicó molesto, al contrario, se unió a las risas de su amiga.

—Eres un bobo, envidioso —murmuró—. Fueron puntos bien merecidos. Se enfrentaron a grandes retos.

Theo suspiro, dejando caer sus hombros—. Nosotros nos enfrentamos a Fluffy, y nadie nos dio puntos —dijo con una mueca.

—Bueno, Dumbledore no se entero, y esperemos siga sin enterarse.

—Espero mi padre nunca se entere —dijo con preocupación.

—Oh vamos, tu padre debe estar muy orgulloso de ti, tuviste de las mejores calificaciones del curso —le recordó con orgullo.

—Debo mejorar en Defensa Contra las Artes oscuras —murmuró—. Saque un S, debería sacar un E.

—¡Oh, Theo! Saque una D en pociones y me siento bastante satisfecha —admitió Phoebe.

Y es que bien, no le fue mal en las materias, pociones como no era de esperarse, fue la única materia que tuvo desaprobado, y aún así, está muy segura de que su papá le va a felicitar por esforzarse.

—Bueno, al menos he logrado de ser tu tutor para el próximo curso —le recordó Theo.

Oh y es que Snape se había encargado de decirle a Phoebe que era tan mala que por un momento la hizo sentir mal, hasta que recordó que no debía de sentirse así por un simple materia; sin embargo, a Theo le había molestado demasiado la forma en la que Snape le había hecho sentir frente a todo el curso, que al final de la clase, le propuso a Snape ser tutor de Phoebe y él accedió.

Algo dudoso, pero accedió.

—Gracias por ser mi tutor —le dijo mientras subían al tren.

—Será divertido —aseguró—. No soy Snape, no te voy a regañar y tengo mucha paciencia.

Comenzaron a caminar en busca de un vagón vacío, mientras Theo le decía las pros de tenerlo como tutor.

—¡Aquí! —le llamo Phoebe.

Se adentraron a un vagón. Theo se dejó caer en el asiento de manera delicada, sin embargo, Phoebe se desparramó por el asiento, dejando caer sus hombros.

—Entonces, ¿te dijo tu papá que si podremos vernos?

—La última carta que recibí dijo que lo platicaremos cuando llegará a casa —respondió con una mueca.

—Espero eso sea un sí —admitió Phoebe con algo de pena.

—No te preocupes, cualquier decisión te lo haré saber de manera rápida —dijo ladeando una sonrisa.

—Haré changuitos y le rezaré a todos los dioses —dijo de manera dramática.

El transcurso del tren fue tranquilo, la dupla de amigos charló respecto a lo que harían durante el verano, Phoebe en realidad no sabe si papá ya tiene planes, pero espera poder pasar el tiempo con su familia, y sabe que eso solo significa diversión.

Al llegar a la estación, fue Phoebe la que mostraba más interés para salir rápidamente, ansiaba demasiado poder encontrarse con su papá y su hermanito.

—¡Apúrate, Theo! —dijo dando brincos Phoebe.

Su amigo salió detrás de ella, con un poco más de calma, pero algo divertido por la situación.

No bastó mucho para que Phoebe encontrara a su padre, y es que Damon tiene una gran cartulina color fucsia con su nombre escrito en letras plateadas.

—¡Damon!

Ambos hermanos se encontraron en un fuerte abrazo, Phoebe lo cargo por unos segundos en el aire.

—¡Oh Phoebs! ¡Te extrañe tanto! ¡Papá casi quema la casa! —le hizo saber con preocupación.

—¿¡Qué?!

Miró preocupada a su padre, quien se cruzó de brazos y miró con el ceño fruncido a su hijo menor.

—Eres un soplón —se quejó—. No la queme, fue solo un pequeño incidente —explicó—. Nada que un aquamenti no haya podido solucionar —dijo, tratando de tranquilizar a Phoebe.

Phoebe miró atrás para ver a Theo, quien trata de no reír ante el extraño reencuentro de la pequeña familia.

—Creo que el siguiente año no iré a Hogwarts —dijo a Theo, quien reprimió una risa—. ¡Oh, cierto! Papi, el es Theodore Nott. Theo, el es mi papá, Dylan y mi hermanito, Damon.

—Un gusto señor Giles –saludó el Slytherin, estrechando la mano con Dylan, quien lo atrajo en un cariñoso abrazo.

—El gusto es mío, Theo, Phoebs nos ha hablado mucho de ti —dijo con una sonrisa—. Y por favor, dime Dylan, el señor Giles es mi padre —agregó.

—De acuerdo —respondió Theo con una pequeña sonrisa —bueno, yo debo buscar a mi padre —informó—. Ha sido un placer conocerlos, y si es posible, me gustaría que nos viéramos en el verano,

—Por nuestra parte, eres más que bienvenido a nuestra casa —hablo Dylan con una sonrisa cariñosa—. Incluso, ir al Caldero Chorreante.

—Muchas gracias, Dylan —dijo Theo—. Phoebs, te escribiré.

Phoebe se lanzó a los brazos de Theo para darle un fuerte abrazo, el cual acepto gustoso.

—¡Mínimo una vez a la semana!

—Entendido y anotado —dijo con una sonrisa.

—¡Hasta luego! —se despidió Theo mientras ondea su mano en busca de su padre.

—¡Andando! ¡Al bati-carro! —exclamó Dylan, rodeando con su hombro a Phoebe, a quien besó su cabeza.

Comenzaron a caminar por el andén, sin embargo, fue imposible no toparse con una numerosa familia de pelirrojos, provocando que Dylan detuviera a sus hijos y Phoebe maldijera.

—¡Oh, mi buen amigo Arthur!

—¡Dylan! ¡Que gusto!

Dylan y Arthur Weasley no tardaron en estrechar sus manos con notorio aprecio. Phoebe ondeó en su mano a Ron en señal de despedida (y es que ya se habían despedido en el castillo), cuando noto como su hermanito, Damon, miraba a la menor de la familia; sin embargo, la niña giró bruscamente su rostro al ver que estaba siendo observada.

—Bobo —murmuró Phoebe rodando los ojos, ganándose un codazo por parte de su hermanito.

Le regreso el codazo y así fue sucesivamente hasta que Phoebe dio un zape a Damon, quien exclamó adolorido.

—¡Phoebe! —le reprimió Dylan, ganándose mirada por pete de todos los hijos Weasley, que parecen divertidos ante la situación—. Merlín, niña; déjame tener una conversación por una vez en mi vida.

A Ron le fue imposible contenerse la risa, pero la mirada de su madre fue capaz de hacerle entender a Ron, que si no dejaba de reírse, se encontraría en problemas.

—El inició —murmuró, inflando sus mejillas.

—Por cierto, Phoebs, ella es nuestr hermanita, Ginny —le presento Ron—. Inicia el próximo curso en Hogwarts.

—¡Un placer, Ginny! —dijo estrechando su mano con la menor—. Phoebe Gils, puedes llamarme Phoebs —se presentó.

Los gemelos susurraron, y Phoebe fue capaz de escuchar como George dijo la palabra «cuñada» entre murmullos.

La joven de cabello platinado lo miró con una ceja alzada, provocando que George le dedicara una angelical sonrisa.

—¡Bueno! Será mejor partir, me ha dado gusto en verles. Deberíamos juntarnos en el verano —propuso Dylan.

Oh, fue un murmullo de voces emocionadas, mientras que los Weasley decían que podían ir a La Madriguera (el nombre de su hogar), los pequeños Giles aseguraban que en su jardín se llevaban acabo buenas retas de quidditch.

—¡Nos vemos de regreso a clases! —dijo con una gran sonrisa Phoebe, pero eso no Ivan tan dirigido para George, quien sintió como si lo fuese.

—Que tengas un lindo verano, Phoebe —le dijo George con cordialidad.

Phoebe solo le respondió por que su padre le fulminaba con la mirada.

—Sí, lo mismo digo Weas... George —masculló.

—No me extrañes —le alcanzo a susurrar George antes de irse con su familia.

—Púdrete George, púdrete —mostró su puño cerrado, quedándose con las ganas de darle un golpe, pero eso no le importo al gemelo que le lanzó un beso al aire mientras Fred suelta risa.

Dylan y Damon tuvieron que dejar de reír al ver como Phoebe les lanzaba una mirada de enojo.

—Andando luchadora, prepare pizza —intento animarle Dylan.

—Papá, el horno quedo chamuscado —le recordó Damon con una mueca.

—Ordenaremos pizza —se corrigió Dylan, provocando que Phoebe ladeara una sonrisa.

—¿Podremos ver películas?

—¡Oh si! Hay que ver películas —suplicó Phoebe.

Y mientras conversaban sobre la película que verían, la familia Giles salió de la estación de tren, rumbo al carro, para dar por iniciadas las vacaciones de verano.



Nota de autora:

Nadie nunca me dijo que seria tan difícil editar una historia. Es que no puede ser; que pensaba la Cici de 18 años cuando escribió esta cochinada?

La verdad este capítulo si está demasiado corregido, en plan quite partes que ni al caso y agregue otras muchas.

Siento qué hay mucha info en cada cap y como que me mareo, pero si lo divido quedaría muy cortito.

ay, no se que hacer :(

Igual, ¿¡hay alguien con vida por aquí en pleno 2024?!

Anyways,

Lots of love, Cici 🍪💙

Pd: hubo cambio de fc, any thought?

Continue Reading

You'll Also Like

240K 24.5K 61
Rose Weasley era muy distinta a sus hermanos, no era valiente, osada o revoltosa, en cambio, era tranquila, con una alegría contagiosa, siempre dispu...
113K 12.1K 32
En el pueblo donde usualmente llovía y había mucho aburrimiento, llega Isabela y Addaly a ponerle más acción a todo lo aburrido ;)
67.6K 4K 24
𝘋𝘪𝘤𝘦𝘯 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘢 𝘱𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳𝘢 𝘪𝘮𝘱𝘳𝘦𝘴𝘪ó𝘯 𝘦𝘴 𝘭𝘢 𝘮á𝘴 𝘪𝘮𝘱𝘰𝘳𝘵𝘢𝘯𝘵𝘦, 𝘗𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢𝘭𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦, 𝘦𝘯 𝘦𝘴𝘦 𝘮𝘰𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰...
96.3K 11.1K 65
➵ CARREFOUR - au ➵ Todo es humor.