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Más de uno inmutado, ella al fin bajó de la ventana y se adentró en el despacho, poniéndolos a casi todos, en tensión.
Pero ella estaba como si fuera lo más normal del mundo.
La chica comenzó a caminar hasta el centro de la sala, notando cada una de las miradas puestas en ella. Ladeó la cabeza y con tranquilidad, fue caminando.
— ¿De qué quieres hablar...?— Preguntó al fin Tsunade, sin quitarle un ojo de encima.
Con algo de desinterés, la joven posó su mirada en ella.
— Primero quiero que Sakura, Shikamaru y Shizune salgan de aquí— Respondió firme. Se cruzó de brazos y dedicó una sonrisa arrogante; No diría nada si no aceptaban sus normas— . Los demás me dan igual que estén aquí, se pueden quedar.
— ¡Tsunade-sama...!— Expresaron sus dos aprendices.
Pero rápidamente, la rubia alzó una mano en señal de silencio; si eso era lo que Yuki quería para aclarar algo, estaba conforme.
Quería escuchar lo que tenía que decir.
— ¿Naruto, Kakashi y Yukine se pueden quedar?— Ali asintió— Está bien...— Suspiró la sannin— Podéis marcharos, dejadnos solos. Si ocurre cualquier cosa, os lo haré saber.
Y sin ninguna réplica más al ver lo seria que estaba la hokage, se marcharon. Mas, no sin antes, dedicándole la pelirrosa una mirada de rencor a la de ojos azules.
Algo que la última no echó en cuenta e ignoró.
Siguió sus cuerpos hasta que escuchó y vio la puerta cerrándose, girando después su cuello con lentitud para analizar a todos los presentes sin preámbulos.
Naruto estaba aguantándose las ganas de decir algo alegre de verla ahí, pero a la vez sorprendido por no saber por qué estaba con ellos en la misma sala.
— ¿Y bien?— Habló la doctora, severa— Habla rápido...Dame una buena razón para no arrestarte aquí mismo.
— Oh...De eso es de lo que quiero hablar— Sonrió la pelinegra— . Pero antes...— Murmuró, entornando los ojos— Necesito tu palabra de que diga lo que diga, esto no sale de aquí— Profirió con total frialdad.
Tsunade caviló unos segundos, pensando en realmente qué le podría decir ella. Pero conociéndola, tenía la sensación de que si no se lo prometía, algo sucedería.
Con un bufido, lo afirmó.
— Bien. Sólo lo sabremos los que estamos aquí, como tú has pedido.
— Perfecto— Contestó— . Pues empecemos...
— ¿Tienes una idea de lo que has causado, Yuki?— Manifestó la sannin sin esperar a más, captando la atención de todos— Ahora, todas las aldeas van a por ti.
En un gesto, la miró de reojo.
— Eso es con lo que cuento...— Susurró para si misma.
— ¿Por qué razón hacéis todo esto Misaki y tú? No encuentro nada que...
— Es algo confuso de entender— La cortó, seria. La rubia entornó los ojos con recelo— . Creo que por mucho que lo explique con todo detalle...No acabaréis dándome el visto bueno— Dijo, acercándose poco a poco a cierto azabache— . Por eso prefiero hacerlo a nuestra manera.
— ¿Hacer el qué?
Escuchando vagamente lo que ella decía, Alice pasó su brazo por los hombros de Leo, mirándolo con una sonrisa juguetona.
— ¿Es guapo, no?— Espetó— Creo que me recuerda a alguien en particular...¿A vosotros no? No sé, puede que me lo lleve de aquí. Es como si nos conociéramos de toda la vida con solo mirarle a esos ojos tan parecidos a los míos...
Su hermano la miró con mala cara, rodando los ojos por la actuación que estaba haciendo la idiota de su familiar. Sin embargo, recibió un guiño por parte de la misma, antes de alejarse de él con una sonrisa.
— Deja de centrarte en Yukine y háblanos de ti, Yuki— Enfatizó la hokage, algo más molesta.
— Yukine...Hasta nuestros nombres se parecen.
Tras eso, Kakashi la ojeó con los ojos entrecerrados y una expresión de inquisidor, sabiendo exactamente lo que estaba haciendo y lo que quería provocar. Aun así, él estaba algo confuso.
Ali no le había dicho que se presentaría así sin más. Aunque tampoco es que se hubiese sorprendido de sobremanera al verla tras escuchar tantas noticias sobre su persona.
— ¿Estás aquí para amenazarnos de ir en tu búsqueda?
La joven negó, impasible.
— Te equivocas...Estoy para todo lo contrario— Contestó, cruzándose de brazos. Todos, sin excepción, otros más u otros menos, se asombraron por esa revelación— . Verás...¿Quieres saber por qué Misaki y yo hacemos esto, no es así? Te voy a iluminar y a asombrar. Atenta; Digamos que tenemos una misión en común que queremos llevar a cabo.
La rubia frunció el ceño, desconfiada y confundida.
— ¿Misión?
— Así es— Dijo— . Un objetivo que os incumbe a cada uno de vosotros. Para bien o para mal.
— ¿Por eso matasteis a Danzo?— Cerró los ojos, apoyándose más en su escritorio.
— Ah, no— Murmuró— . Eso fue más bien algo personal— Contestó con total sinceridad, encogiéndose de hombros— . Sasuke quería vengarse, y a mí me caía mal. Así que le ayudé para que pudiera darle fin.
El albino suspiró, mientras que Naruto miró hacia otro lado un poco acongojado.
— ¿Cómo está Sasuke, Yuki?— Preguntó el Uzumaki.
La azabache observó al rubio, algo taciturna por saber las ganas que tenía de verlo y de traerlo de vuelta.
— Está bien, Naruto— Afirmó, provocando una pequeña sonrisa en él— . La verdad es que está bien gracias a tener a dos personas cerca de él.
Y sí, se refería a su hermano y a su mejor amiga. Porque quisiera o no, la presencia de la salmón siempre influenciaba de alguna manera.
Agradecido por la información, le sonrió de oreja a oreja.
Más tarde de examinar al de bigotes y hablarle con la mirada, puso nuevamente su atención en la kage presente.
— Mira, Tsunade...— Habló ella antes, algo severa y hostil. Esto mismo, hizo que la nombrada se pusiera un poco en guardia— . Sé que el matar a un Kage es un crimen, pero esa persona se lo tenía más que merecido. Él fue el que incitó en la matanza del clan Uchiha, ¿Y adivina qué? Robó la mayoría de sharingans de sus cadáveres para tenerlos en su poder.
— ¿¡Qué!?— Exclamó, sin creérselo.
Bien sabía que ese hombre era capaz de muchas cosas, y que ni mucho menos, le había agradado. Siempre había desconfiado de él y había tenido cierta aversión por esa persona, pero...
Aquello era más fuerte de lo que se podía imaginar.
— ¿Estás segura de eso, Yuki?— Interrogó Kakashi, preocupado.
— Totalmente, estuve presente cuando lo vi— Dijo, señalando una parte de su articulación— . Su brazo estaba incrustado por sus ojos.
La sannin chasqueó la lengua.
— Será malnacido...
— Él ha hecho muchas cosas innombrables, así que cuando Sasuke se enteró, quiso vengar a su clan— Manifestó, escuchando el rechinar de dientes del jinchuriki— . No me arrepiento, y él es el último en arrepentirse de algo así.
— Aun así...— Comentó la de la fuerza sobrehumana, cogiendo aire por el malhumor que le había entrado al escuchar eso— . ¿Pero por qué decidiste ayudarle? ¿Qué tienes que ver tú con él o Akatsuki?
— Mucho— Se limitó a decir.
— Tsunade-no-bachan...— Llamó el de ojos azules, haciendo que la nombrada lo mirase— Ellas fueron las causantes de que aquel día del ataque en la aldea, ordenasen retirada.
Claramente los ojos de la hokage denotaban pasmo y asombro, ya que no se lo acababa de creer a ciencia cierta.
No después, de todo lo que había escuchado y presenciado.
Alice se mantuvo en silencio, manteniendo sus ojos iguales de fríos que la primera vez que pisó su suelo. Al notar un pequeño y débil codazo en su espalda, observó de reojo cómo su hermano le guiñaba un ojo en forma cómplice.
Si algo resultaba mal con el plan que ella misma tenía en mente, ya tenía otro que había dictado a los demás por si las cosas se torcían. Todos estaban a la espera.
Pero en el fondo, estaba confiada de que acabase como quería.
— ¿Fuisteis realmente vosotras?
— Puede que tuviésemos algo que ver, sí...— Musitó ella, rumiando— Todavía no estoy muy segura de ello.
— ¿Por qué?— Se incorporó mejor; Ahora, estaba más intrigada y quería llegar a la raíz de ello.
— Porque nuestro objetivo tiene que ver con todos vosotros, y lo creas o no, no deseamos que todos muráis— Contestó, apacible— . Bueno, no todos...
La del zorro cogió aire, masajeándose las sienes con delicadeza y cansancio. Apretó el puño por puro instinto y alzó el mentón, con seriedad.
Ya sabía que escucharía más preguntas de las que estaría dispuesta a contestar, por eso mismo se había preparado. Si bien a veces respondía con la verdad o, mejor dicho...Sin mentir del todo, estaba más que claro que los secretos todavía seguían presentes.
Porque no iba a decir toda la verdad, sólo quería una pequeña charla para llegar a algo que quería.
— Es difícil de explicar y entender— Suspiró ella— . Pero la verdad es, que por mucho que Misaki y yo estemos en Akatsuki, y ayudásemos a que uno de vuestra aldea matase a uno de la misma...Vais a necesitar nuestra ayuda.
— ¿Vuestra ayuda?— Preguntó con sarcasmo— Después de que...
— Tsunade-sama— Interrumpió Kakashi. La rubia lo miró con el ceño fruncido— . Escúchala.
Mentiría si dijera que aquello no le desconcertó y molestó un poco, pero también estaba la parte donde confiaba en el ninja copia y por eso mismo, se permitiría escuchar las palabras de aquella supuesta criminal.
Una criminal que actuaba como tal y decía serlo, pero tampoco estaba segura de lo mismo.
Alice se acercó un poco más, dándole una palmada en la espalda a su aliado albino. Y, eso, hizo extrañar todavía más a la hokage.
— Parecerá raro, pero nosotros no somos el enemigo— Habló, totalmente seria en sus palabras— . Ni Misaki y yo, y ahora...ni siquiera Akatsuki. Hay alguien todavía mayor que nos va a repercutir en todo. Así que...Os aconsejo que más que nada, dejéis de tener la mira puesta en nuestra organización antes de que os llevéis alguna que otra sorpresa.
Casi como al principio del día y al momento en que la vio aparecer, estar un poco aturdida y cautelosa en lo que decía era algo que se había vuelto común con esas chicas.
Sin embargo, tampoco le sorprendía de sobremanera; Últimamente parecía que todo había sido más inusual y sacado de contexto de lo habitual.
— ¿Quién?—Interrogó, interesada.
Alice sonrió con algo de picardía y venganza en ella; Ahora cobraría lo que le hizo cierta planta negra y carnívora.
— En nuestra organización hay...Alguien o algo que se llama Zetsu, seguro que tenéis información sobre él, ¿No es cierto?
— ¿Te refieres a ese hombre que parece una planta?— Preguntó el del sharingan, con el ceño fruncido.
Ella asintió.
— Pues a ese sujeto, es a quien debéis tener en la mira e ir todos a por él.
Y fue ahí cuando Tsunade recordó cómo Shizune le explicó el alboroto que hubo porque cierto ser había aparecido de la nada, gritando a todo viento que Misaki, Yuki y Sasuke estaban ahí y que los matasen rápido.
¿Pero por qué alguien de su misma organización haría algo así? ¿Por qué querría matarla?
— Porque nos estamos metiendo en sus planes— Manifestó la azabache, como si leyera a la perfección las dudas de la rubia. Sus expresiones lo denotaban con claridad— . Estamos obstaculizando lo que desea hacer con todo su ser para nosotros acabar subyugados.
— ¿Qué quiere hacer, exactamente?— Entrecerró los ojos la otra mujer, prudente.
Ali ladeó la cabeza, algo cínica.
— Tiempo al tiempo...— Susurró— Tendréis que esperar un poco más para saberlo.
La sannin se incorporó del todo y con una mirada de perros, se acercó lentamente a la chica. Mas ésta última, ni se inmutó y siguió en su sitio.
Leo fue a aproximarse a su hermana por puro impulso, pero al ver el gesto en la cara de su familiar, paró en seco.
— ¿Por qué debería confiar en ti, Yuki?— Interrogó con total severidad; quería saberlo desde el principio — Después de traicionarnos, de pelear contra nosotros e incluso, de ser perseguida por todas las aldeas...Dime, ¿Por qué?
— Porque mi amiga y yo, somos la causa de que todos vosotros sigáis vivos.
El silencio reinó por unos instantes. Un silencio tenso, misterioso y desconfiado. Cuatro personas sabían perfectamente lo que pasaba, a excepción de una. Y más de uno de ellos, estaba aguantándose las ganas de decir toda la verdad de una vez.
Tsunade no veía duda en los ojos de ella. No veía mentira, Yuki se encontraba demasiado tranquila como para que estuviera bromeando o inventándose cosas.
Y la ninja médico también era lo suficientemente inteligente como para saber por dónde iba todo.
Después de mantenerse la mirada unos segundos, la mujer que adoraba apostar suspiró.
— ¿Vosotros qué pensáis, chicos?
— Yo...— Murmuró Naruto— Yo pienso que todo lo que han hecho ellas han sido para ayudarnos de una manera diferente, supe desde el primer momento en que las vi que ellas no eran malas personas. Además...Ella misma me lo contó— Contestó, no muy seguro de haberlo dicho todo justamente.
— ¿Te lo contó?— Preguntó una extrañada sannin— ¿Cuándo?
— Después del ataque a Konoha, nos encontramos con Yuki y Misaki— Respondió ahora el albino, rascándose la nuca. Tenía la sensación que era un poco incómodo explicar desde un principio cómo ella se lo contó todo, así que prefirió dejarlo en otra parte — . Estaban con varios de sus compañeros, que contra todo pronóstico no nos hicieron nada.
— ¿¡Por qué no me lo contasteis antes!?— Exclamó, indignada.
— Les pedí que se mantuvieran en silencio, queríamos seguir haciéndolo en las sombras— Enfatizó la de ojos azules, observándolos a ambos con una seriedad que cubría el agradecimiento que sentía por los dos— . Y deseaba contarlo yo en persona, ya que tarde o temprano sabía que lo haría.
Aunque sólo había contado la superficie de algo grande.
Lo que Alice había hecho, era contar el prólogo de una historia que se había ido desarrollando bastante tiempo, y que de momento no habrían spoilers.
Resignada, la de las coletas bufó. Picó varias veces con el tacón en el suelo y asintió.
— Está bien— Dijo entre dientes. Posteriormente, fijó su mirada en el chico de cabello negro y mirada afilada— . ¿Tú, Yukine? Eres el más nuevo en todo esto, quizá tienes alguna opinión ya que no las conoces y...
Ali ladeó el rostro.
— Ah, se me olvidaba decir otra cosa ...— Expresó la joven con una sonrisa traviesa en su rostro. Una sonrisa, que advirtió a Leo de lo que estaría a punto de hacer. Se dio media vuelta y ante la incertidumbre de la mayor, agarró al chico y la atrajo de un pequeño empujón hacia ella. Por el contrario, el de ojos verdes sólo la miró entretenido—. Yukine es mi hermano.
El transcurso del tiempo parecía que había cesado y se había parado en seco, como cuando estás viendo una serie o película, y ésta misma se para para cargarse.
Lo mismo pasó con Tsunade ante tal información, hasta que estalló en gritos.
— ¿¡Qué, cómo!?— Exclamó— ¿¡Y todo este tiempo has estado aquí sin decir nada!?
Leo se encogió de hombros, como si no le importase.
— Era parte del plan y nuestro "objetivo"— Contestó sin más— . Estando aquí habían más ojos y podía avisar de lo que pasaría para contradecirlo a tiempo.
— ¿Es que no nos parecemos o qué?— Espetó Ali, frunciendo el ceño— Si no fuera porque soy mayor que él...
— Concuerdo totalmente...Os parecéis en casi todo— Bufó de cansancio el jonin.
— ¿Y esa reacción a qué significa, eh?— Hablaron los dos hermanos al mismo son.
— ¡Claro que os parecéis! Pero hay muchas personas que se parecen y no son familiares— Gruñó la otra— . Como Gai y Lee...
— Yukine estuvo todo este tiempo aquí para que así pudiera informar a Yuki y Misa-chan de las cosas malas que ocurrían y poder ayudarnos a todos, ¡Tsunade!— Gritó Naruto, recibiendo una mirada asesina de, nuevamente, los dos hermanos— ¡Ha sido todo para ayudarn...!
— Naruto, no reveles tanto— Regañó la de hielo, cortándole de lleno.
Como si hubiera dicho más de lo debido (que así era, porque es un bocazas), calló de golpe y miró hacia el suelo, triste de haber hecho un error.
— ¿Entonces vosotros dos lo sabíais?— Inquirió ella, ambos asintieron como si nada.
Y por vigésima vez, volvió a bufar.
Se llevó las manos a su cabeza y se las masajeó un rato, intentando recapacitar y pensar en algo después de todo aquello.
Confiaba en las palabras de Yuki aún a sabiendas de que no le estaba contando toda la verdad y, el simple hecho de que tenía a tres personas más respaldándola lo hacía a la vez más fácil y por igual, difícil.
Por lo que no sabía exactamente qué era lo que debía de hacer.
— Entonces, Yuki...— Habló una vez ya alzando el rostro para examinarla, algo fatigada — ¿Qué tienes en mente? ¿Para qué me cuentas todo esto ahora...? ¿Estás buscando que te protejamos de las otras aldeas?
— Oh, no...Estoy buscando todo lo contrario— Expresó con una mueca y un cruzar de brazos— . No quiero que me protejáis de ellos o me confinéis aquí...Quiero ir yo misma allí.
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Y después de tanto tiempo...Aquí está el siguiente :v He tardado, pero tenía mis razones xdd
Chan chan chaaaaaan. Alice la va a liar (?) O no, quién sabe. De todas maneras, ha dejado entrever qué son ellas en todo eso. Más que nada, quiere algo de Tsunade porque sabe que es más racional que muchos. Su plan está en marcha, y va a utilizar medios.
De todas maneras, los siguientes que vienen...Well, no digo nada. ¿Qué deseáis que ocurra? ¿Qué pensáis que pasara o que quiere hacer nuestra Ali? Comentaad muuuucho, estoy deseando verlos. Mañana publicaré otro ;)
Hasta la próxima.