Jace
- ¿La hermana de Harry embarazada? No me lo esperaba–. Bostezando, acomodé un poco los papeles en mi escritorio mientras seguía escuchando el cotilleo de la semana. – Así que la familia Styles ahora nos invadió completamente–. Mordiendo mi labio, pensé en la situación –. Ojalá, que todo se normalice en cuanto vuelva-.
Luke: Sí, Ara y yo nos mantenemos al margen y tratamos de estar siempre con Ana pero a veces se nos dificulta convivir-. Suspirand, hizo una pausa para luego continuar.- Por cierto, ¿qué pasó con la misión de arrestar a su papá? ¿Se ha escapado nuevamente?
- Sí, ni me lo recuerdes porque todo el peso de la misión vuelve a mí. ¡Qué tonto fui! – Me reprendí, sintiendo que no valió nada estar a miles de kilómetros para cumplir con un trabajo que desde un comienzo fue imposible-. El jefe nos dio el permiso de irnos en dos días pero mientras tanto debemos analizar unos datos de una de las computadoras que pudimos incautar para obtener algunos detalles pero no creo que podamos obtener casi nada... Es una persona muy inteligente a la hora de ocultar las cosas-. Recordando el sobre con fotos de Diana, una sensación de dolor desagradable recorrió mi cuerpo. – Luke, no quiero que levantes sospechas pero refuerza la seguridad en la casa y trata de que Ana no esté sola cuando salgo al exterior-. Esas recomendaciones no serían obstáculos para su padre si quería atraparla, pensé-.
Luke: Bueno, lo haré cuando vuelva a casa ya que estoy esperando a que Ara compre algunas cosas para la casa.- Riendo, escuché algunos gritos de jolgorio-. Te pasaré a Lux que quiere hablar contigo...-.
Diana
- Bienvenidos, nuevamente. – Upando a mi hijo, abrí la puerta para que los padres de Harry y Gemma entraran junto a ella.- ¿Puedo ayudarles en algo? Hay limonada y galletas en la cocina-. Sonriendo, esperé que ellos tomaran asiento-. ¿Cómo estás Gemma?
Gemma: Ahora, un poco adormilada pero bien-. Sonriéndome, acomodó su cabeza sobre el hombro de su madre que la abrazó con cariño-. ¿Y tú? Se nota que estás cansada...
- Sí, realmente lo estoy.- Haciendo una mueca, acaricié el cabello de Ed que se removió un poco inquieto.- Ed no ha estado comiendo viendo y está un poco nervioso pero creo que mejorará en los próximos días. Mientras tanto debo estar al pendiente de él y de su comida porque no quiero volver a pasar por los cólicos-. Recordándolos, suspiré.- Es difícil ser madre cuando eres primeriza aunque no me arrepiento de tenerlo en mi vida. Es mi hijo y lo amo-. Besando su cabeza, me sonrojé al tener todas las miradas en mi gesto de orgullo y cariño hacia Ed.
Anne: Si quieres, te daré algunos consejos sobre cómo tratar de manera rápida esos cólicos-. Sonriéndome, pensé en que ella seguía siendo la misma persona que conocí hace dos años-. He vivido tantas cosas con mis hijos que ni te lo imaginas...
Gemma: No, no empieces mamá-. Tomando un cojín, logró tapar su pálido rostro-. Estas son las consecuencias de ser la hija mayor.
Harry: No te olvides de las consecuencias de ser el hijo menor-. Agregó, antes de desplomarse a un lado de su hermana y compartir el almohadón de la vergüenza.
- Y Harry, más de una vez hizo que pasara la noche en un hospital. – Haciendo una mueca, reí suavemente mientras acariciaba el cabello de mi hijo.
Robin: Será mejor que vayamos a tomar algo, cariño-. Levantándose, tomó su mano y la llevó hacia la cocina.
Harry: Es por eso que adoro mucho a Robin. ¡Es el único que puede hacerla callar cuando avergüenza a sus hijos! -.Descubriendo su cara, fijó sus ojos en Ed que comenzaba a cerrar lentamente sus ojos-. Parece que alguien quiere dormir, Diana-.
- Sí, espero no tener más improvistos por la madrugada-. Suspirando, pensé en todo lo que había sucedido. ¿Algo más querida vida?
- ¡Sí, las tengo! –. Gritó, Niall que agitaba con ganas varias entradas de color amarillo. ¿De qué serán? Me pregunté, esperando que Ed no se despertara-. ¡Tenemos primera fila!
Harry: Niall, ¡baja la voz!-. Exclamó, haciendo que su euforia fuese contenida casi de inmediato-. Además, es algo obvio que obtendrás entradas en primera fila al ser cercano a ella-. Cruzándose de brazos, su cara se oscureció de sentimientos negativos.
- ¿De qué son las entradas? Desconozco de lo que están hablando-. Sonriendo tímidamente, esperé que me dieran alguna respuesta.
Niall: Harán un pequeño homenaje para Ana y no quería perdérmelo así que fui en busca de las entradas antes de que alguien más las tomara-. Mostrándomelas, recorrí la superficie de las letras negras que tenían un relieve áspero y mortífero-. Si quieres, puedes acompañarnos...
- No lo sé... Debería pensarlo-. Respondí, con un nudo en la garganta. ¿Debería asistir a un homenaje que no tenía fundamento alguno ya que no estaba muerta? -. Hablaré con los chicos para saber su opinión y luego...
- ¡Ya llegamos! -. Abriéndose poco a poco la puerta de entrada, Ara entró con algunos bolsos biodegradables que se encontraban repletos de comidas. ¿Para quién es todo eso? ¡No somos una manada de lobos hambrientos! Aunque pensándolo bien...
Niall: ¡Comida! -. Gritó, luego de guardar los tickets que los quería con cierto recelo. Sí, debo admitirlo... Niall fue y será un buen amigo para mí, siempre-. ¿Qué has traído, Ara?
Ara: Frutas, vegetales, yogures, cereales y... algo de comida preparada-. Ofreciéndole las bolsas, se recostó en el respaldo de uno de los sillones-. Estoy muy cansada, ¡ya no veía la hora de volver a casa y poder dormir!-. Besando la mejilla de Ed, lo tomó de mis brazos para acurrucarlo en los suyos-. ¿Cómo ha estado? ¿Funcionó el té de manzanilla?
- Todavía no he podido dárselo porque ni bien logré calmarlo, él se durmió. Quedó exhausto luego de tanto llorar-. El sonido de sus lamentos resonaba en mis oídos y me hacía sentir peor ya que creía que era una mala madre-. Gracias por querer ayudarme, llega un momento en que ya no sé qué hacer. No quiero que sufra Ara-.
Ara: He conseguido obtener algunas recomendaciones del pedíatra que trabaja conmigo así que él mejorará pronto-. Sonriéndome, logró que la calma invadiera mi cuerpo-. Por cierto, he traído pizzas para comer y...
Niall: ¿Por qué estas pizzas no tienen orégano? ¡Qué irresponsabilidad! -. Mordiendo una rebanada, se acercó con la caja abierta para ofrecer a los demás.
Ara: Lo pedí sin orégano porque no estoy bien del estómago, Niall-. Girando su rostro, me guiñó un ojo cómplice ya que era la única manera del ocultar por el momento mi reacción alérgica hacia este condimento-. Luego, me gustaría hablar contigo Diana.
- Claro, yo también quiero hacerlo-. Sonriéndole, comencé a devorar mi porción que estaba riquísima-. ¿Dónde la compraste?
Ara: En el restaurante vegetariano al que fuimos hace meses atrás y al que Luke no le gustó-. Riendo, me contagió ya que recordaba ese momento con bastante lucidez.
Harry: Esto me recuerda a... -. Encontrándome con sus ojos, sentí un escalofrío torturante bajar por mi columna vertebral.
Harry
Tragando parte de mi porción que ahora sabía a cartón, pensé en mi recuerdo casi nauseabundo. ¿Cómo estos recuerdos todavía seguían teniendo peso sobre mi conciencia? ¿Cómo ella podía tener control sobre mí?
- ¿Sucede algo? -. Preguntó, con cierta preocupación en sus ojos, Diana.
- No... Sólo que este problema de condimentos faltantes me hizo recordar a Ana y a un episodio que viví con ella cuando cocinamos pizzas.- Jugando con mis dedos, levanté mi mirada para encontrarme con la mirada expectante de todos para que contara sobre el mismo-. Ana tuvo una reacción alérgica por el orégano pero nosotros desconocíamos esto pero, afortunadamente, Lizzy la atendió y pudo controlar la situación poco después aunque no evitó que las ronchas adornaran como pequeñas cerezas su piel pálida-. Suspirando, esperé que todos quedaran conforme con mi relato ya que no quería hablar con ella.
- ¿Es extraño no? Casi nadie tiene esa alergia... Tal vez, fue otra cosa-. Diana, encogiéndose de hombros se removió de su asiento de forma incómoda y nerviosa. ¿Sucedía algo?
- Sí, también me pareció raro pero Lizzy me lo confirmó ya que Ana la había mandado para que hablara conmigo y así, me retirara. No quería que la viera en ese estado...
- Ahora entiendo todo... - Susurró y luego, con un deje de curiosidad que se dejaba traslucir a través de su mirada, Niall observó a Diana. ¿Qué ocultaría detrás de su mirada que brillaba con tanta curiosidad? ¿Debería preocuparme lo que Niall pensaba?
- Iré a recostar a Ed. ¿Me acompañas Ara? -. Levantándose, ambas se dirigieron hacia las escaleras para luego subirlas.
- ¡Las has incomodado, Niall!-. Gemma exclamó, haciendo una mueca.
- La verdad a veces puede incomodar-. Respondió, antes de salir de la sala y dejarnos estupefactos. ¿Acaso debía preocuparme? Me pregunté, antes de comer otra rebanada de pizza con algo de desdeño.
Lizzy
- ¿No crees que es demasiado? –. Con cierta nostalgia, recorrí los contornos de su raqueta... La favorita de Ana-. Siento que no debo hacerlo, Lizzy-.
- Yo creo que otra persona podrá darle la utilidad que nosotros no le damos. Además, Ana hubiera querido que esa raqueta diera felicidad a quien la usara y no tristeza como a ti-. Besando su mejilla, envolví con mi mano la suya. Necesitaba que él entendiera que debíamos desprendernos de ciertas cosas de nuestra hija antes de que las mismas se conviertieran en las armas de nuestra propia destrucción.
- Está bien pero sólo pondré una condición... - Girando su rostro, aguardó unos segundos antes de hablarme-. El ganador deberá ganar el primer punto a través de un Ace.
- ¿No es algo un poco exigente? – .Levantando una ceja, sonreí-. Ana era buena con ellos pero no creo que todos lo sean, cariño.
- Pero pueden practicar y hacer su mayor esfuerzo-. Encogiéndose de hombros, le restó importancia-. Si quiere obtener la raqueta de mi hija deberán esforzarse. Además, las que entregarán el premio son dos personas reconocidas en el ámbito del vóleibol así que no creo que vayan personas antideportivas.
- ¿Quiénes irán? No me has dicho nada sobre algunos detalles-. Frunciendo el ceño, esperé su respuesta ya que mi mayor temor es que algo salgo mal por no preverlo antes.
- Son las hermanas Thomson. Seguramente has escuchado hablar sobre ellas ya que se las compara con las hermanas Williams que son muy buenas en el ámbito del tenis-. Guardando la raqueta en su funda correspondiente, fijó sus ojos en mí-. No te preocupes, todo saldrá bien. Te lo prometo, Lizzy-. Sonriéndome, se acercó y con un solo beso logró disipar todos los fantasmas espectrales de mi pasado.
Diana
- Odio que la mayoría de los comercios cierre a las cinco de la tarde. ¡Gracias Londres! – Exclamé, antes de entrar al único lugar que todavía no había cerrado y en el cual afortunadamente, podía conseguir ropa nueva para Ed.
- ¿No crees que es algo precipitado comprar ropa?-. Ara preguntó antes sentarse en uno de los sillones debido a que Ed quería bajar y apoyarse en uno de ellos para caminar.
- No, porque las guardaré para su cumpleaños y además, no aguantaba estar en esa casa. ¿Niall habrá deducido algo? -. Girando, me acerqué para medir una de las prendas sobre el cuerpo revoltoso de mi hijo-. ¿Tú crees que me delatará delante de todos?
- ¿Acaso te afectaron las películas psíquicas de Luke? – Ara rodó sus ojos, un poco incrédula por mi actitud.-. No creo que haya averiguado nada a través de un puñetero condimento.
- Sí, no es una prueba muy sólida como para demostrar mi verdadera identidad-. Suspirando, me concentré en buscar lo necesario para renovar la indumentaria de mi hijo que cada vez crecía más-. No he hablado con Jace pero quiero que Harry esté en el cumpleaños de su hijo. ¿No sería justo que él esté junto a su hijo?
- No, lo justo sería que él no haya desdeñado todo este tiempo a ambos.-Cruzándose de brazos, mantuvo firme su postura y puede que tenga razón pero no quita que él sea su padre verdadero.
- Él está cambiando, Ara-. Sonriendo, pensé en los resultados de ADN-. Mi madre me ha dicho que él les dijo que quiere comenzar de nuevo y asumir sus errores.-. Ante su mirada llena de incertidumbre, sonreí-. ¿Acaso eso no significa nada?
- Ana, no quiero que te ilusiones así que ten cuidado-. Fue lo único que me dijo antes de alejarse unos pasos y cuidar de que Ed no se lastimara o rompiera algo.
Harry
- Necesito que firme aquí, por favor-. La encargada que me daría la fotocopia de los resultados, acercó un papel que debía firmar para retirarlos. Además, el mismo quedaría como comprobante de que los retiré por mi propia voluntad.- Bien, puede llevárselos.
- Gracias.- Susurré, antes de sentir el tacto liso de aquel sobre que comenzaba a quemar la yema de mis dedos. ¿Debería abrirlo o esperar hasta estar listo para tal decisión? Suspirando, me dirigí hacia mi auto y una vez que estuve recostado sobre el asiento del conductor, esperé unos minutos antes de rasgarlo y sacar el papel tríptico que tenía los resultados que cambiarían o no mi vida-. Bien, es hora... - Temblorosamente, desdoblé el papel y comencé a leer las primeras líneas hasta llegar a la parte de los porcentajes-. "La probabilidad de compatibilidad entre Harry Styles y ---------- es del 99.9%"-. Varias lágrimas inundaron mis ojos y lo único que quería en ese momento era que el peso que sentía sobre mis hombros se desintegrara a través de ellas. A su vez, algo dentro de mí comenzó a quemar, mi corazón comenzó a quebrarse de tanto dolor y todo lo que se encontraba a mi alrededor se convirtía en una especie de celda invisible que aprisionaba cada suspiro de mi alma anonada-. Él era mi hijo... -. Susurré, sintiendo el amargo sabor de la culpa sobre mis labios.
Ahora, no queda más que aceptar mis errores y por ello, lo primero que debía hacer es limpiar su nombre como la madre de mi hijo aunque ser asesina de mi primo siempre pesaría más que lo anterior, recordé con cierto rencor en mi interior.
Diana
- Lizzy me invitó, ¡no puedo fallarle!-. Exclamé, un poco enojada-. Sé que por mi seguridad debo quedarme en casa pero tampoco quiero levantar más sospechas.
Ara: No lo sé, debería hablar con mis hermanos así que espera un momento.- Levantándose, tomó su celular, supongo que para hablar con ellos.
- ¿Te gustaría ir Ed?-. Sonriéndole, cambié su atuendo por algunas de las vestimentas nuevas que había comprado para él-. Es un día espectacular para disfrutar del aire libre y de un partido de tenis-. Aquello me traía algo de melancolía ya que extrañaba estar sobre una cancha y hacer mi servicio o regalar a mis contrincantes algunos de mis perfectos y poderosos Aces-. Aquellos tiempos eran buenos, Ed.
Ara: No contestan así que lo mejor será que... -. De repente, una bocina interrumpió su negativa.
- Parece que han venido por mí-. Sonriendo, me acerqué a la ventana y Lizzy agitó su mano para que la viera-. Son mis padres.
Ara: Sabes que Jace no...
- Me portaré bien, Ara-. Acercándome, la abracé-. Además, me cuidaré para no estar tan expuesta antes todos aunque no creo que haya tanto público y menos reporteros que tienen cosas más importantes que hacer que cubrir un homenaje-. Haciendo una mueca, giré sobre mis talones-. Esto significa mucho para mí porque quiero apoyar a mis padres en su dolor ficticio por algo que no perdieron.
Ara: Está bien, puedes ir pero prométeme que te cuidarás. No quiero echar a perder el plan de Jace-. Apretando cariñosamente uno de mis hombros, se alejó hacia la cocina por lo que supuse que me dio el pase libre para retirarme. Poco después, me encontraba junto a ellos viajando hacia el lugar donde se realizaría el partido-. ¿Irán muchas personas?-. Pregunté, un poco temerosa de lo que allí podía suceder.
- Creo que pueden entrar 30.000 personas así que habrá bastantes espectadores y más, para ganar la raqueta. – Contestó Nick, despegando momentáneamente sus ojos de la carretera.
- ¿La raqueta? No entiendo...
- Hemos decidido hacer una competencia en honor a nuestra hija por lo que el premio será su raqueta para que otras personas como ellas puedan cumplir sus sueños. Además, de que el club permitirá que el ganador se entrene por algunos meses conmigo para entrar en la liga regional y así ir ganando lugar hasta llegar a las competencias nacionales más importantes. – Su sonrisa me demostró que estaba de acuerdo con la decisión del club. Seguramente, Nick quería volver a sentir la adrenalina corriendo por sus venas como cuando me veía jugar al tenis con la pasión que caracterizaba cada uno de mis movimientos.
- Ya hemos llegado...-. Anunció Lizzy con un poco de tristeza.
- ¿Estás bien? – Pregunté, sonriéndole.
- No, pero ya lo estaré-. Ella tomando la mano de mi papá, avanzó por lo hice lo mismo hacia llegar a la entrada del pequeño estadio donde los guardias pidieron nuestras entradas antes de dejarnos acceder.
- Esto es hermoso-. Susurré, quedándome sorprendida por la belleza de la cancha de césped y los pequeños detalles alrededor de ella.
- ¿Has visto algún partido de tenis?-. Preguntó Nick.
- Sí, en especial los de la Copa Davis-. Sonriendo, recordé el último partido que nos permitió ganar la competencia-. ¡Fue impresionante!
- Sí, realmente demostraron ser los mejores-. Girando su mirada, saludó a una persona desconocida para mí-. Iré a saludar a mi jefe y controlaré los últimos detalles antes de venir por ti-. Besando los labios de mi mamá, se alejó.
- Esto me pone nerviosa pero espero que todo salga bien-. Sentándose, observé su rostro pálido y nervioso.
- Todo saldrá bien, no te preocupes-. Susurré, antes de observar con demasiada atención a dos chicas que se encontraban a unos metros de nuestra ubicación y que recordaba haberlas visto en algún lugar-. ¿Las conoces?-. Pregunté a Lizzy con cierta curiosidad.
- Sí, son las hermanas Thomson.
- Ahora entiendo por qué las recuerdo. Este año ellas lograron clasificar en los juegos olímpicos-. Volviéndolas a mirar, me encontré con sus miradas penetrantes antes de caminar en nuestra dirección-. ¿Las conoces, Lizzy?
- No, pero según Nick son agradables-. Levantándose, esperó que ellas estuvieran frente a nosotras-. Hola, soy Lizzy, la prometida de Nick Lancaster. Es un gusto conocerlas.
- El gusto es nuestro, señora. Soy Bárbara Thomson y ella es mi hermana, Sophia Thomson-. Saludándola, me miró por un momento-. No sabía que tenía otra hija tan parecida a Ana.
- Yo no soy su hija.- Mentí, sonriéndoles falsamente-. Soy Diana Maldick, un gusto conocerlas-. Acercándome, besé sus mejillas.
- Pues déjame decirte que eres idéntica. ¿Te has hecho alguna cirugía?-. Indagó, la primera de ellas.
- Para parecerme a ella, no-. Respondí, un poco nerviosa-. Aunque he retocada mi nariz-. Mentí, para intentar cambiar el tema de conversación.
- ¿Me estás jodiendo? ¡Tienes un aspecto tan natural! -. Ambas me observaron más detenidamente-. Deberías decirme el nombre de tu cirujano plástico ya que necesitaré uno cualquiera de estos días-. Riendo, Sophia hizo que su hermana rodara los ojos.
- Pueden tomar asiento, si quieren-. Ofreció Lizzy que ya se encontraba sentada en uno de ellos-. Seguramente vendrá Niall aunque se encontraba un poco descompuesto cuando lo llamé.- Encogiéndose de hombros, le restó importancia.
- Parece que le duró poco su malestar, Lizzy-. Riendo, observé al chico en cuestión que se acercaba con una cerveza en manos y con una bolsa de papas fritas.
- ¡Hola! -. Exclamó, antes de tomar conciencia de que teníamos compañía-. Hola, un gusto conocerlas-. Saludó, tomando asiento cerca de ellas-. No pensé que tuviera invitados especiales pero me alegra saber que ustedes respetan la memoria de Ana-. Levantando mi mirada, me encontré con la suya que no revelaba nada más que incertidumbre.
- Era una buena jugadora que demostraba su talento y pasión por un deporte que era muy desvalorizado antes que ella ascendiera a los primeros puestos naciones e internaciones-. Bárbara contestó, con su mirada puesta en su celular-. Además, incentiva a que otros jóvenes sigan su carrera deportiva cueste lo que cueste.
- Tienes razón. – Fue lo único que respondió Niall antes de comenzar a devorar su comida que poco después, compartió con ellas. Observándolos, supuse que lograron congeniar y que la química existente entre Niall y Barbara comenzaba a crecer a través de sus miradas.
- Ya está todo listo-. Nick se acercó para tomar la mano de mi mamá-. Iremos a recibir a los participantes y cuando comience la competencia, las llamaré chicas.- Alejándose, me dejó con ellos que estaban en la suya mientras que yo estaba preocupada por la cantidad de gente que comenzaba a ocupar sus respectivos lugares.
- ¿Te encuentras bien? -. La voz de Barbara hizo que volviera al mundo real.
- Sí, sólo que me sorprende la cantidad de espectadores.
- Pasaba lo mismo cuando Ana jugaba, Diana-. Contestó Niall que no pasaba por desapercibido ninguno de mis reacciones faciales.
Poco después, la voz de conductor comenzó a resonar a través de los altavoces y cuando las chicas se retiraron, supe que el momento más difícil había llegado... No sólo debía permanecer sin inmutarme delante de Niall sino que debía ser testigo de que regalasen uno de los objetos más preciados para mí.
- Bien, comenzaremos con la competencia antes de que los padres de Ana dirijan algunas palabras en su nombre-. El conductor comunicó, permitiendo que la primera concursante entrara. Sin embargo, ninguna de las concursantes logró pasar la prueba-. ¿Habrá alguien de la tribuna que sea capaz de ganar este reto? Vamos, es una oportunidad muy valiosa como para perderlas.
- Sí, muy valiosa-. Susurré, con cierta tranquilidad que fue interrumpida por la voz de Niall.
- Ella puede hacerlo.- Gritó, apuntándome.
- ¿Qué? ¿Estás loco? – Contesté, fulminándolo con la mirada. Ahora, estaba en problemas por su culpa.
- Si ella puede hacerlo, pido al público que la aliente para que gane confianza en sí misma y sus habilidades-. A estas alturas, lo único que quería era que la tierra me tragara o que el micrófono del conductor no funcionara.
- Vamos, yo cuidaré a Ed-. Niall con cierta rapidez, tomó a Ed entre sus brazos.- Vamos, yo sé que puedes, Diana o debería decir...
- Niall, si no quieres meterme en graves problemas, no sigas a tus conjeturas porque no hay nada extraño en mí-. Susurré, antes de dirigirme hacia mis padres que aplaudían mi valentía o intento de camuflar mi cobardía.
- Bien, hagamos silencio-. El conductor pidió amablemente que todos callaran lo que hizo que mi corazón retumbara más a través de mi pecho-. Levantando la pelota, sentí la adrenalina atravesar cada una de mis venas y cuando menos lo esperé, la pelota acarició un punto inexistente en el aire que fue propicio para que pudiera golpearla y así lograr lo que todos querían. Cerrando mis ojos, esperé que fuera una maldita pesadilla pero el ruido de los aplausos y el tibio abrazo de mi padre hizo que me diera cuenta de la cruda realidad ya que sabía que nada sería igual después de semejante exposición.
¡Nuevo capítulo!
Espero que les guste y puedan comentarme qué les parece.
PD: Foto de las hermanas Thomson que son representadas por Barbara Palvin y Sophia Smith.
* Déjà-vécu: No es nada nuevo
*Ace: Es un punto ganado directamente en el servicio sin que el oponente toque con su raqueta la bola.