ℓα ℓσвα ףυє αмαвα α ℓσѕ ∂яαgσ...

By D-Aqua

148K 11.4K 3K

" -¿Por qué? ¿Por qué? - Se preguntaba ella con un hilo de voz - ¿Por qué la vida es tan injusta? ¿Por qué de... More

·Prólogo·
·I·
·II·
·III·
·IV·
·V·
·Especial 1: Baños termales·
·VI·
·VII·
·VIII·
·IX·
·Especial 2: Cambio de sexo·
·XI·
·XII·
·XIII·
·XIV·
·XV·
·Especial 3: En la Actualidad·
·XVI·
·XVII·
·XVIII·
·XIX·
·XX·
· AVISO ULTRA-MEGA-IMPORTANTE ·
·XXI· Parte 1
·XXI· Parte 2
Mini-Pausa
· XXII ·
Suspensión definitiva (Leer hasta el final)
· XXIII ·
·XXIV·
· XXV · Parte 1
· XXV · Parte 2
· Especial a la Carta - Parte 1·
· Especial a la Carta - Parte 2 ·
· XXVI · FIN ·
· Final Zeno ·
· Final Kija ·
· Final Shin-Ah ·
Mini-Pausa... Otra vez 😅
· Final Jae-Ha ·
· Final Todos ·
· Final Gu-En ·
· Final Soo-Won ·
· Final Yoon ·

·X·

4.3K 293 126
By D-Aqua


AVISO: Si no vais al día en el manga puede contener spoilers. Ambientado en el 86-91.

-------------------------------------------------------------------------------------------

-Eres un maldito aprovechado –dice a regañadientes Mio mientras escurre su cola que junto toda su ropa está empapada.

-Si una chica guapa se lanza a besarme no voy a quedarme quieto –ríe Jae-Ha que está igual que ella.

Después de la pelea se han dirigido a buscar cobijo, como no encontraron ninguna posada tuvieron que conformarse con una cuadra algo abandonada pues la lluvia les impedía la facilidad de continuar.

-¡¿Eh?! Ósea, que estamos cayendo, lo hago lo más rápido posible para no estrellarnos... ¡¿Y tú lo profundizas en vez de separarte?! –Grita enseñando sus colmillos.

-¡Quería morir feliz! –Se excusa el ojos caídos.

-Como si eso fuese una razón... –suspiro– Bueno, supongo que el mensaje les habrá quedado claro.

-Vamos, casi los matas, yo creo que habrán ido corriendo hacia su jefe... –rememora la pelea- ¡Cuando te pones en ese modo eres tan sexy! ¡Qué envidia he sentido, me habría gustado que esos golpes fueran para mí! –Se abraza a sí mismo y comienza a hacer movimientos de un lado a otro.

-Que gustos más raros –piensa a la vez que se aleja un poco de él.

Mio posa su mirada en la pierna derecha del Dragón y se queda mirando esa zona detenidamente.

-No te preocupes, estoy bien –pisa varias veces el suelo-, ¿ves? Si en el fondo me querrás y todo–canturrea bromista.

-Por supuesto que te quiero.

Jae-Ha abre los ojos de golpe por esa declaración. Él lo había dicho de forma irónica, esperando que ella le respondiera que no y entonces continuar molestándola con sus comentarios sadomasoquistas. No puede evitar sonrojarse.

-¿Ah... si? ¿De qué forma?

-Hermano –Mio le observa levantando una ceja, como si no fuera algo obvio.

-Demasiado bonito para que fuera verdad –susurra lloriqueando y mirando hacia otro lado.

La bicolor se gira un momento para examinar bien el lugar, Jae-Ha aprovecha y le echa el ojo a Mio. Los dos estaban muy mojados por culpa del torrencial, sus ropajes se impregnaban a su piel como si fuera una segunda capa. No puede evitar sentirse nervioso al verla en esa condición.

-Estoy seguro que a más de uno le gustaría estar en mi situación –medita imaginándose las caras de sus hermanos Dragones.

No obstante, sus pensamientos cambian cuando recuerda que Mio estaba herida.

-¡Que imprudente he sido! Tu corte debe haberse abierto o infectado, déjame verlo –se acerca a la chica que esta al instante se aparta.

-¡No hace falta...! –sonríe forzosa.

-¿Qué dices? Mira, hemos sobrevivido a algunas batallas, recientemente a una caída cuya altura era desmesurada.... No voy a dejar que mueras por una simple infección.

Antes de que pudiera decirle algo, el peliverde ya le ha quitado la capa, dejándola solo con las vendas. Este al verla así, se lleva una mano a la cara para ocultar su rubor pero entre el hueco de sus dedos continua mirándola.

-Mierda, esta vez no tengo ni a Zeno ni a Seiryuu para que me ayuden –cavila la cánida cayéndole una gota de sudor por la frente.

A pesar de que la mente del mujeriego le proyectara deseos subidos de tono, este se controlaba pues ante todo era el bienestar de la joven.

-Tranquila, no te haré nada, solo muéstramelo.

-Me lo dice "El amador de las mujeres".

Siente como una flechita se le clava en el pecho, aunque él mismo se autonombrase de esa manera que lo dijera ella era algo hiriente.

-Venga, te prometo que no miraré más a allá... O al menos lo intentaré –lo último lo dice en voz baja.

-¡Que no y es que no! –Se abraza y niega con la cabeza.

Mio se levanta para colocarse a la otra punta y así que la deje en paz, sin embargo, él por inercia estira un brazo para que se quedara, con tan mala pata que estirase de una parte del vendaje y todo se cayera al suelo. Por suerte ella ya estaba de espaldas a él y no podía vérsele nada vergonzoso.

La peliazul se sienta inmediatamente en el suelo y con su propio cuerpo procura cubrirse. El peliverde permanece en su sitio inmóvil parpadeando repetidas veces a la vez que intenta no estallar de una hemorragia nasal, pero algo sorprendente le hace hablar.

-No tienes ningún corte...

-¿Eh? –Disimula tocándose– No puede ser, que raro...

-¿Por qué?

Varias gotitas bajan por su frente, había sido descubierta, debía contestarle algo coherente rápido sino...

-¡Debe ser por mi poder!

-¿Eh? ¿Cómo?

-¡No lo sé! Puede que al activar esta parte de mí, a la vez de otorgarme habilidades haga que me regenere de alguna herida, como tú con tu pierna Dragón –lo señala-, ¿no crees?

Jae-Ha se queda pensativo durante unos segundos largos a lo que la preocupación de la chica aumenta cada vez más.

-Puede ser –el peliverde lleva su mano a la barbilla.

Mira hacia arriba, indicando que está hablando consigo mismo y cuando decide posar su mirada en ella algo le llama la atención y baja la vista. Mio al haber apuntado con el dedo, había extendido también su brazo, por lo que dejaba al descubierto uno de sus senos. Antes de que el mujeriego pudiera reaccionar, la peliazul ya le había arreado un buen golpe y este mientras volaba un poco por los aires, sonreía con un hilo de sangre saliendo de su nariz.

· · ·

Pasado el rato, Mio había aprovechado unas gasas de recambio para taparse la zona superior y una vez terminado y asegurárselo bien, escucha un estornudo.

-Vaya, creía que los Dragones no os enfermabais.

-Y no lo hacemos, pero eso no quita que no podamos estornudar o toser –su cuerpo se estremece por un momento.

-Ya, ni tampoco que tengáis escalofríos, ¿no?

Jae-Ha suelta una risilla y estando sentado y de piernas abiertas, junta un poco sus rodillas para así poder abrazarse.

-Bueno, de normal soy de sangre caliente –insertar segundas intenciones–. Al parecer el agua me ha calado bastante –tiembla de nuevo.

De pronto, Mio abre sus piernas y se coloca en el hueco de este, de forma que su espalda este apegada al pecho del peliverde.

-Cuando soy una Loba mi cuerpo tiene altas temperaturas... –comenta cruzándose de brazos– Como me toques inapropiadamente te cortaré la cabeza con la que piensas, es decir, la de abajo, ¿entendido?

Jae-Ha por un momento se palidece y agita la cabeza asustado por la amenaza, sin embargo al notar su preocupación no puede evitar sentirse feliz.

-Mio-chan es muy tierna cuando se hace la dura.

-Cállate.

El peliverde sonríe sonrojado y sin darse cuenta cae en los brazos de Morfeo.

· · ·

Unas horas más tarde aparece el resto del grupo y al ver la posición en la que están se quedan parados.

-Bienvenidos –dice sin más Mio.

-Habéis tardado, ¿eh? –canturrea Jae-Ha.

-Parece que no te ha preocupado mucho, ojos caídos –comenta Hak.

Los Dragones no paran de mirarles, que los pillaran de esa manera no les había hecho ninguna gracia, aun así la observación de Shin-Ah les hace alarmarse más.

-¿Por qué... estás transformada?

Al preguntar eso todos dirigen su mirada a las orejas y cola de la peliazul, no saben si malpensar o qué.

-Ah esto, resulta que... -Mio es interrumpida.

-Lo hemos hecho –sonríe Jae-Ha estrechando la cintura de la chica contra él.

Mientras que los Dragones parecían que les habían dado una noticia de muerte, el resto abrían por completo los ojos. La bicolor le mete un cabezazo en la barbilla para así desprenderse de su agarre.

-Tuvimos que hacer el pacto... –continua– del beso –cambia su tono a uno más serio–. Yona, los secuaces de Hiyou van tras nosotras.

· · ·

La bicolor cuenta lo sucedido –la caída, el ataque y la desaparición de su herida– junto con algunos suspiros aliviados por parte de los Dragones. Tras escucharlo Yona pide la fuerza de todos y dice que esta vez podrán ser más salvajes, a lo que los luchadores hacen una mueca de agrado.

-¡Ah! Por cierto, Mio –Yoon empieza a buscar en su mochila y saca un tipo de trapo–, ten. Te lo cosí antes de partir pero se me olvidó entregártelo.

-¡Mi top! ¡Muchas gracias! –Lo coge con emoción– ¡Eres un genio, sabes hacer cualquier cosa!

-Lo sé, lo sé –pone ambas manos en su cintura y asiente con la cabeza.

-¿Sabes lo difícil que es encontrar a un chico así? –Agarra al menor, le rodea con un brazo el cuello y con el otro le revuelve el pelo– Cuando me pases de altura, cásate conmigo.

Los Dragones caen al suelo de rodillas y se sienten inferiores ante el más pequeño del grupo, el cual no para de intentar separarse de ella abochornado.

-Esta lo que quiere es que la mantengan sin hacer nada –susurra Hak.

Yona ante el comentario de su escolta y la escena del grupo, ríe a carcajada limpia y esa risa genera un buen ambiente, por un momento es como si hubieran olvidado todos sus problemas, pero como siempre la felicidad dura muy poco. Un grito les sorprende y los hace salir corriendo, alguien necesita ayuda.

· · ·

La razón ese chillido había sido por una chica que estaba siendo secuestrada por unos hombres, supieron al instante que eran de Hiyou y comenzaron a luchar contra ellos.

-Kija, ¿qué te pasa en la cara? –Pregunta el moreno.

-¿Cómo quieres que me ponga cuando estos cerdos lastimaron a Mio y encima quieren matarla a ella y a Yona? ¡Les haré pagar por sus pecados, haré estragos a sus cuerpos!

-¡Zeno también está enfadado! –Coge un trozo de madera y se la estampa en la cabeza a uno– ¡Toma!

Shin-Ah manteniéndose en silencio hace más cortes a los enemigos, indicando de alguna manera que también está furioso por eso.

-Dejad de soltar tantas indirectas o me tendré que poner serio –manifiesta Jae-Ha.

-Deberíais callar cuando estéis peleando, que ruidosos –dice Yoon frente a Yona en forma de escudo.

Unas plantas enredaderas emergen del suelo y atrapan a los malhechores, un mal movimiento de la peliazul hace que surja una cerca de Hak pero este la esquiva con facilidad.

-A ver donde apuntamos –se queja con monotonía.

-Lo siento, recién acabo de adquirir esta habilidad, no me han dado ningún manual.

-Eso me recuerda que cuando caímos llegaste a crear como un terremoto, ¿sabías que eso pasaría?

-¿Tú que crees?

-Que no. Pero claro, en ese momento no podías concentrarte y es normal, ya que nos habíamos dado nuestro primer beso –el peliverde se pone a su lado y coloca uno de sus dedos en su propia boca.

-¡Ryukuryuu, cierra la boca! –Grita con el ceño fruncido.

-Oye, ¿por qué ya no me llamas por mi nombre? No puedo dejar de pensar cuando dijiste... "Jae-Ha, Jae-Ha, este no es nuestro fin" –hace como que la imita pero añadiendo sensualidad a la frase, pareciendo que fuese otra cosa.

-¡No lo digas de esa manera! –Vuelve a chillar y esta vez pisa el suelo enfadada generando un seísmo que hace tambalear a los presentes.

-¡No le hagas enfadar que nos mata! –Brama Yoon asustado.

Tras la advertencia del pequeño genio, Jae-Ha dejó de molestarla, tampoco quería ser sepultado por un ataque de ira de la chica que amaba, aun así la conversación que tuvieron estos dos no dejó muy bien a los Dragones.

· · ·

-Ya ha pasado un día desde que los asesinos se detuvieron –comenta Yona.

-Hiyou todavía está escondiéndose –declara Kija.

-Estamos atascados, esos hombres eran testarudos y no dijeron su ubicación –continua Hak.

-¡Zeno tiene hambre! –Suelta de la nada tocándose el estómago.

-¿No puedes dejar de pensar en comida? –Pregunta retóricamente Yoon mirándole cansado.

-Podríamos descansar un poco, ¿no? Aún queda bastante dinero de la otra vez, ¿y si vamos a un hostal y ya de paso dormirnos allí? –Propone Mio ya con su apariencia normal.

-Sería lo mejor, con este tiempo no se sabe en qué momento lloverá –dice Jae-Ha.

Al poco encuentran un hospedaje, sin embargo está todo lleno y no tienen donde quedarse por lo que tienen que conformarse en descansar al intemperie.

· · ·

Con las tiendas ya montadas y terminado de cenar se hallan en reposo, han decido que mañana irían a Utsuro ahí encontrarían pistas sobre el paradero de Hiyou, pues al parecer ahí fue donde compró el licor de la droga. Tras comentar esto en breve van metiéndose en sus respectivas cabañas.

-Yo me retiro ya –Yona se incorpora y Ao se sube a su hombro–, ¿vienes, Mio?

-Me quedo un rato más, ahora iré.

-Vale –se despide con la mano y se mete dentro.

-Yo también me voy, desde que estoy con vosotros casi no puedo dormir, prefiero ir ahora que hay más espacio –informa Yoon con ojos adormilados.

-Llévate a Zeno contigo, que él ya está soñando con los angelitos –Hak señala al rubio que está durmiendo con la boca abierta.

-Está bien... Kija, ayúdame a cargarlo.

El peliblanco asiente y los tres se marchan.

-Ya solo quedamos tres –canturrea Jae-Ha–. Mio-chan, Hak y yo.

-Y Seiryuu –Mio apunta con el dedo al enmascarado que se encuentra un poco alejado abrazado a sus rodillas.

-No le había visto...

-¿Quién hace guardia hoy? –Pregunta el moreno.

-Me ofrezco voluntaria –manifiesta la peliazul–, por lo que te tocará dormir con Yona... Si no te molesta, claro –sonríe de forma extraña.

-Hm... –levanta una ceja extrañado por lo que ha dicho Mio– Si no hay más remedio...

Hak se levanta y se adentra en la tienda de Yona, este cuando desaparece, ella aprieta un puño y pone cara de "Victoria".

-¿Ahora eres la diosa del amor? –Cuestiona Jae-Ha al ver las intenciones de la peliazul.

-Solo ayudo a que se den cuenta de lo que sienten el uno por el otro, tampoco hago algo malo.

-Para nada, pero digamos que él ya se ha... rendido.

-¿La Bestia del Trueno rendirse? No me hagas reír. Yo a estos dos los caso –coloca la mano en su pecho indicando una promesa.

-¿Y tú con quién? –Pregunta interesado acercándose a ella.

-Yo no...

-Mio –Shin-Ah aparece de repente en medio de Jae-Ha y la chica y estos al verle dan un brinco del susto.

-Hola Seiryuu, estás muy callado desde hace unos días –saluda la peliazul.

-Él siempre lo es.

-Que hable pausado no quiere decir que no lo haga.

-Shin-Ah es prácticamente mudo, lo que pasa es que cuando se trata de ti es todo lo contrario.

Mio se queda pensativa por lo que ha dicho y empieza a discurrir la razón. El peliazul por su parte le dirige una mirada y aun sin poder ver sus ojos Jae-Ha tiene la impresión de que le ha molestado.

-Me voy a la cama.

-Que descanses.

Jae-Ha sin previo aviso se aproxima peligrosamente a la cara de la bicolor.

-¿Y mi beso de buenas noches?

Su acción es interrumpida por el agarre de Shin-Ah, le ha estirado fuerte hacia atrás tirándole al suelo, puede notar como el peliazul se mantiene rígido.

-Solo quería comprobar una cosa... -se incorpora y se quita el polvo de sus ropas– Ahora sí que me voy, Shin-Ah no la incordies mucho –dice haciendo un gesto con la mano y desaparece.

· · ·

Ha pasado un rato desde que Jae-Ha se fue y a pesar de que Mio haya intentado entablar conversación no recibe respuesta por parte del peliazul.

-Vamos, Seiryuu, esto ya no es normal en ti, dime algo.

-...

-Tú mismo me dijiste que si surgía algún problema había que contarlo para poder sentirse mejor con uno mismo. ¿Qué te ocurre?

-...

-Eh... -suspira- ¡Ah! ¡Ya se lo que pasa!

Shin-Ah que hasta entonces tenía la cabeza agachada la levanta para poder mirarla.

-Tal vez me haya sobrepasado sin pensar en los posibles sentimientos de los demás... Es por Yona, ¿no? Porque quiero juntarla con Hak, ¿no es así? Perdóname –se rasca la nuca- no sabía que tú sentías eso por ella...

El enmascarado continúa observándola sin moverse de su posición.

-Está bien, iré ahora mismo a separarles –se pone de pie–, no quiero ver sufrir a Seiryuu ya que... -es interrumpida por un estirón.

Cuando se da cuenta Shin-Ah está abrazándola. Ella tiene sus palmas apoyadas en su torso, la manera en que la agarra hace que no pueda levantar la cabeza para mirarle.

-¿Por qué... me sigues llamando Seiryuu? –Habla por fin.

-¿Qué?

-¿Por qué... –la estrecha más fuerte– llamas a los demás Dragones por su nombre y a mí no? Pensaba que... era el más cercano a ti después de Ouryuu, entonces... ¿Por qué aun no me has llamado por mi nombre?

Mio no sabe que decir al respecto, está demasiado sorprendida que el calmado Seiryuu que ella conoce haga este tipo de cosas.

-¿Ni siquiera que tengamos casi el mismo color de pelo... hace que nos unamos más? La "promesa de peliazules"... ¿Lo consideras tan importante como lo hago yo?

-¿Estás celoso?

-¿Qué es... eso? –Afloja un poco la presión.

-Es cuando alguien que consideras valioso parece que le preste más atención a otra persona que a ti, ese malestar se llaman celos.

-Celos... –repite la palabra como si estuviera aprendiéndolo– Si eso significa que me duela ahí... Sí, lo estoy –la vuelve a abrazar más fuerte.

-¿Dónde es ahí?

Shin-Ah coge de los hombros a la chica y la aparta con lentitud, se quedan mirando durante unos segundos en silencio hasta que el enmascarado lo rompe.

-En el mismo lugar que no para de saltar cuando está contigo... aquí –señala al centro de su pecho.

-El corazón... -susurra Mio.

El peliazul asiente y coge la mano de la bicolor para luego colocarlo sobre su torso.

-¿Lo notas? Me duele pero... a la vez se siente bien... ¿Por qué?

Mio puede notar las pulsaciones de Shin-Ah y sin saber por qué le genera nostalgia, sus ojos se humedecen por tal sentimiento. Ella esconde su cara el tórax desarrollado del chico y apega su oreja para escuchar los latidos, ahora se siente calmada, es la pura prueba de que él en verdad está vivo y eso le alivia.

-¿Mio?

-Perdona...

La peliazul hace al amago de irse pero él la vuelve a retener con un abrazo.

-Quedémonos más rato así... me sentiré mejor.

Ella afirma con la cabeza y los dos se dejan caer en la superficie aun estando en esa postura.

-No tienes por qué preocuparte. Nos convertimos en hermanos, es normal que algún día pase con alguno más tiempo que con otro, pero eso no significa que me olvide de ti. Tu mirada es una de las cosas que jamás podría ignorar. ¿Entiendes?

-Hm...

Y por última vez Shin-Ah volvió a estrujarla más contra él, dejándose llevar por esos impulsos que desconocía.

· · ·

-Vámonos –anima Yona.

Justo cuando dice eso Shin-Ah detecta algo y se marcha corriendo, Mio, Hak y Zeno lo siguen y el resto se adelantan.

-¿Qué sucede? ¿Hay algo en el océano? –Pregunta el moreno.

Mio y Zeno achican los ojos para poder agudizar más la vista, sin embargo no pueden apreciar nada, evidentemente.

-Están acercándose barcos...

-¿Barcos? –Repite el rubio.

-Muchos... muchos barcos... se dirigen hacia aquí.

-Deben ser de los traficantes –manifiesta Mio.

-Sí, yo también lo creo... Zeno –el nombrado le mira–, informa a la princesa y a los demás.

-Iré yo, soy más rápida.

-Lo sé, pero en caso de que aparezca Hiyou requeriré de tu fuerza, mejor tenerte cerca.

-De acuerdo...

-¡Zeno no es muy fuerte pero llevará a cabo la misión! –Realiza un gesto militar y se va corriendo.

· · ·

-Señorita~ -Llama Zeno.

-¿Eh? ¿Dónde están Mio, la Bestia del Trueno y Shin-Ah? –Pregunta Yoon.

-Probablemente en un problema.

-¿A qué te refieres con "probablemente"? –Cuestiona Kija.

-En el mar hay... -calla.

Zeno se da cuenta que no están solos, que están acompañados. La primera a la que ve es a Lili, pero cuando dirige su mirada a la persona que tiene al lado se queda paralizado.

· · ·

-¡Mio, chicos! –Chilla una voz.

-Ah, regresaste –se limita a decir Hak con su cara de simplón.

Jae-Ha ha aparecido de un salto cargando a Yoon y detrás suya viene corriendo Kija.

-Sí, ya nos ha contado Zeno lo que pasa, me pregunto si es la hora de pelear –continua el peliverde.

-¿Y la princesa?

Mio mira levantando una ceja repetitivamente al moreno este solo la ignora.

-Nos encontramos a Lili por el camino –la chica al escucharlo para y presta atención–, están juntando barcos, así que de momento nos separamos –informa Yoon.

-Lili tiene unos hábiles guardaespaldas con ella, estarán resguardados por ellos –alienta el mujeriego.

-¿Guardaespaldas? No puedo confiar en gente que no conozco, iré... -el peliblanco interfiere.

-Puedes confiar en ellos, Zeno juró por el nombre de Ouryuu que la protegería, así que estará bien.

Hak no dice nada, mira al cielo y suspira, al fin y al cabo tenía que creer en su familia.

· · ·

-Oye... -señala a una multitud de chicas- ¿De verdad las llevaremos a bordo? –Pregunta el moreno.

-¡No deberías menospreciarlas! ¡Son las nadadoras tradicionales de Sensui! Ellas se encargaran de colocar los explosivos a los barcos –comunica Jae-Ha.

-¡Estamos encantadas de trabajar contigo! –Gritan al unísono las chicas.

Shin-Ah al ver tanta gente que no conoce se siente intimidado y se tapa con las manos su cara –a pesar de que ya lleve puesta su máscara–. Mio se da cuenta y con sus dedos juega con su espalda para calmarlo, el mujeriego se percata de esto e interfiere.

-Mio-chan no hace falta que te pongas celosa, yo solo me fijo en ti~

-¿Me ves con cara de que me importe? –Se señala a sí misma y su expresión es neutra.

-Siempre ocultando tus verdaderos sentimientos~

Mio rueda los ojos y se aleja un poco para que Shin-Ah esté más tranquilo. Kija les sigue apresurado y Jae-Ha cae de rodillas pues su táctica de que le haga caso ha sido un fracaso, más bien todo lo contrario.

-Y bien... ¿Qué clase de persona es el guardaespaldas de Lili? –Cuestiona Hak para sacar al peliverde de sus pensamientos deprimentes.

-Hm... –Se incorpora– ¿Cómo decirlo? Sus indicaciones son precisas, como si soliera dar órdenes. Mi instinto me dice que puedo confiar en él.

-...

-Disculpen... ¿Ustedes son los aliados de la señorita Lili? –Interviene de repente una voz desconocida.

-Eh... así es, ¿quiénes sois vosotros? –Pregunta Yoon.

-Somos los soldados de Sensui, venimos a ayudaros –Dice la misma voz de antes junto a un grupo de hombres a su alrededor.

· · ·

Mio, Hak, los tres Dragones, Yoon, las nadadoras y los militares se infiltran en los barcos y la batalla empieza.

La diferencia de personas es considerable, no obstante, aunque ellos sean menos acaban facilmente con sus adversarios. Las técnicas de lucha que utilizan dejan impresionados a los habitantes de Sensui.

· · ·

-¡¿Qué?! Espera un minuto... ¿Qué significa esto? Pasa algo raro por ahí.

-Jefe... Discúlpeme, al parecer la flota de Lord Kazak se encuentra bajo ataque en este momento.

-¡¿Bajo ataque?! ¡¿Y eso?! ¡¿Por quién?!

-No lo sé...

Hiyou comienza a desplomarse en el suelo con la mirada perdida.

-Tengo un poco de información...

-¿Eh?

-La chica de cabello azul apareció de nuevo, por lo que la otra chica pelirroja andará cerca.

Esa oración fue suficiente para sacar todo su lado sádico y maldecir a todo pulmón su misoginia.

· · ·

Yona se tambalea, desde hace rato que está de esta manera. Ao toca sus mofletes para poder animarla a lo que ella le responde con una sonrisa.

"Matar", "matar". La princesa al escuchar esas palabras se estremece de miedo y comienza a oír muchos murmullos negativos por su alrededor. Presiente un mal aura cerca.

Zeno de pronto siente un peligro y está en lo correcto. Hiyou aparece alocado con una espada y corre hacia la chica para acabar con ella. El rubio se interpone y cuando parece que el traficante lo ha apuñalado, el brazo de Hak lo detiene y él es quien recibe el golpe.

-¡Tú...! Retrocede... ¡Mi problema es con esa chica! ¡Y la otra cuando la encuentre! –Brama fuera de si el enemigo.

El moreno le propicia un puñetazo en la cara mandándolo literalmente por los aires, el impacto ha ido con tal fuerza que si sobreviviese sería un milagro.

A continuación aparecen Mio, los Dragones y Yoon y al ver la escena se quedan paralizados.

-El rey de Kouka... -Dice Mio sorprendida pero al instante la cambia por una de enfado.

Y ahí están, Hak y Soo-Won cara a cara. El rey lo observa serio, sin miedo; en cambio, si la mirada de la Bestia del Trueno matase, el primo de la princesa ya habría sido enterrado en sus próximas 20 vidas. El fiel escolta de Yona comienza a recordar todo lo sucedido, su infancia, sus últimos días en el palacio, el cumpleaños de la princesa, cuando dio muerte al anterior rey y todo lo que desencadenó sus actos aquél día. ¿Matarlo? No, para él eso sería insuficiente.

Se avecina unos de los encuentros más fortuitos de la historia.

-------------------------------------------------------------------------------------------  

No ha quedado claro ni nada de que Mio shippea HakXYona, ¿verdad? xD

P.D: La imagen a lo mejor es provisional, hasta que me encargue en hacer una portada -si no me da flojera xD-, pero mientras tanto disfrutemos de estas buenas vistas (͡ ° ͜ ʖ ͡ °) 

Xauxau! <3

Continue Reading

You'll Also Like

942 50 17
La ciudad de Tokio está bajo amenaza de los Kaijus. Desde que tengo memoria, los ciudadanos de mi hogar hemos tenido que hacer lo posible por mantene...
7.8M 468K 96
Esta es la historia de Katsuki Bakugou y _____. Dos adolecentes con una misma meta, ser héroes profesionales, pero también un mismo sentimiento. ¿Qué...
91.9K 5K 25
Son ___ es la hija de goku y melliza de goten, aunque sea hija de goku solo lo toman por una simple y sencilla chica a la que ay que proteger como su...
417K 39.9K 63
La noticia de que Red Bull se arriesgo al contratar a una mujer para que reemplace a Sergio Pérez luego de su repentina salida del equipo, ronda por...