-Vi en las noticias que hubo un accidente cerca de tu escuela.
JongWoon dejó de prestare atención al pan que estaba escogiendo para guiar su mirada hacia su madre quien sostenía el carro de Super mercado.
¿Así que ya se había enterado?, bueno, debía suponerlo.
-Creo que los demonios encontraron su diversión ante anoche.-Se alzó de hombros, dejando a un lado las pinzas de pan cuando terminó de escoger.
Cuando puso la bolsa de pan en el carrito, su mamá comenzó a empujar este para caminar al siguiente destino por lo que iban para la comida de ese día. JongWoon solo la siguió en silencio y llevando una mano hacia su boca para tapar su bostezo.
Daba gracias que su relación con su madre fuera agradable, aunque tenia su lado pasible y fácil de manipular. Cosa que la mayoría de su familia hacia y le daba un montón de coraje. Mas sin embargo, no podía hacer nada, así como su madre se callaba, l igual debía hacerlo.
Desde pequeño siempre de había enseñado a estar solo, vaya, ni siquiera su madre había estado ahí en los festivales de madres u otras cosas. Los primeros años si le dolía, pero conforma fue creciendo, dejo de darle importancia.
Un niño solo asegura a un adolescente solitario, un adolescente solitario, asegura a un adulto exitoso.
Eso había leído por ahí, aunque no lo creía tanto, KyuHyun lo hacia sonreír mucho últimamente.
-Me preocupa eso.
-¿El que?-Se había acostumbrado a esas acciones.
Su madre siempre le hablaba de algún tema y guardaba silencio durante un buen rato, así de la nada le seguía el tema. Solo que esta vez se hallaba distraído.
Y todo por pensar en KyuHyun, solo tuvo que desviar la mirada un tanto avergonzado.
-Cuando empezaste en 1° los asesinatos de demonios eran demasiado cerca de tu escuela, en tu antigua escuela fue lo mismo. Ahora que te he cambiado a una nueva, sucede lo mismo.-Esta tomó un sobre para hacer agua, su mirada terminó en su hijo que se hallaba mirando los sabores.-Como si algo te siguiera.-
-¿Como?-Incluso el mismo pelinegro giró a verla un tanto confundido.
-Mi instinto de madre me lo dice.
-Tus instintos a veces fallan. No creo que haya algún demonio detrás de mi, ya me hubiera hecho daño.-La observó por unos segundos antes de tomar el carrito y comenzar a empujarlo siendo seguido por la adulta.
-Eso es lo que mas me preocupa. Desde que abandonaste las otras escuelas ya no hay mas muertes.
JongWoon observó a lo lejos las cajas registradoras listas para ser usadas por las mercancías que llevaban. No eran muchas, por lo menos lo suficiente para ese día.
Pero no sólo fue eso lo que llamó su atención, lo que le había dicho su madre le hizo recordar aquellos mensajes que sus antiguos compañeros le enviaban.
«Te llevaste tu desgracia»
«Te has llevado el mal olor contigo»
«Por suerte ya no podemos olerte cerca»
Por cosas como esas no se la pasaba pegado al celular, sabia que si en ese mismo instante se ponía a verlo, encontraría un sin fin de insultos que ahora ya encontraba él origen.
-JongWoon-Ah, te has perdido en tus pensamientos.
-Ah. . no es nada.-Susurró negando y decidiendo en acercarse a los cajeros para poder irse de ese lugar.
JongWoon se mantuvo quieto y en silencio mientras le registraban lo que compraban, incluso pudo notar la mirada de la empleada que le había dado a su mamá solo por su forma de vestir y por las cosas que llevaban era lo más básico.
¿Eso se juzgaba?
Que demonios le importaba a la gente, su madre vestía como se le pegara la gana. Y compraban lo que igual se les pegara la gana, el no veía porque limpiarse el culo con un rollo de tantos pesos si al final de todo este se iba a ir a la basura.
-Vámonos. -Susurró tomando la bolsa donde les habían empacado la mercancía.
Su madre solo lo siguió en silencio, el azabache tuvo que contener sus palabras, no quería herir los sentimientos de su madre. No después de todos los esfuerzos que esta había hecho para el.
Cuando llegaron a casa, pudo notar como su padre se hallaba mirando televisión y les sonreía como si nada.
Demonios, el había prometido que ese día iba a salir a buscar trabajo, y sin embargo ahí se hallaba sentado como si nada, sin preocuparse por las deudas de la cada, la luz, la comida. La escuela, ¿Quien se creía? Incluso hasta la última vez que había tenido un trabajo, le había durado por un buen tiempo.
Incluso podía ver las canas que sobresalían de la cabeza de su madre debido a todos los asuntos que ella cargaba encima. Incluso hasta en la propia casa de la madre de esta, limpiaba como si fuese la sirvienta para ganarse algo de dinero, hasta sus tíos la ocupaban para la misma razón. En cambio su padre, tenía el cabello con unas cuantas canas y siempre con una sonrisa en su boca, siempre mirando la televisión. Hasta comenzaba a dudar si este salia a buscar trabajo o sólo a perder el tiempo.
-Ve a hacer tu tarea JongWoon, yo haré la comida.
La adulta había palmeado su espalda unas cuantas veces para sacarlo de sus pensamientos.
-Vale.
Caminó directo a su cuarto, cerrando la puerta detrás suyo.
También pudo oír al mismo tiempo como su celular olvidado sonaba en la esquina de su cama desatendida. ¿Otra vez iban a comenzar a molestarlo?, no tenia las ganas de querer responder o escuchar sus risas o insultos que estaban por darle.
Pero terminó yendo hacia la cama y tomó el celular, mirando un numero desconocido.
-¿Mh?-Musitó poniendo el aparato cerca de su oído.
Silencio.
-Ah, JongWoon.
-¿KyuHyun?-Susurró lo mas bajo posible mientras se acomodaba sobre la cama.
¿Como es que el menor se sabia su numero telefónico?, bueno, sabiendo que la otra vez este había dado con la dirección de su casa, no se lo esperaba.
Y ahora que lo recordaba, KyuHyun era vicepresidente del consejo estudiantil, tenía acceso fácil a los documentos de los alumnos, suponía eso.
-¿Interrumpo en algo Hyung?-Su voz sonaba un tanto cansada.
-No, acabó de llegar a casa. ¿Que pasa?
-Nada, ¿Acaso no puedo llamarte?
-Si pero. . .Se me es raro, nadie me habla.-Susurró apenado y encogiéndose de hombros.
Tan tonto debió haber sonado eso.
-Pues soy diferente JongWoon, oye, afuera hace frío.
-Se que hace frío, acabo de llegar de la calle.
-Ya lo se, asomate por la ventana.
El pelinegro estuvo dudando por varios segundos, observando la ventana que daba hacia la parte trasera de la casa. Incluso la cama estaba a lado de su cama, por lo que colgó la llamada y gateó sobre la cama para llegar a la ventaba y abrirla inseguro.
Ahí estaba KyuHyun, con el celular pegado a su oreja, el cual alejo y guardo cuando el mayor le miraba atónito y sorprendido por lo que este hacía ahí.
Al no obtener ninguna respuesta, decidió empujar un poco al mayor para poder trepar y entrar, cerrando la ventana detrás de el, siendo recibido por el cálido cuarto del mayor que al parecer esperaba por el. Claro que no se iba a quedar esperando por una invitación que el mismo mayor no le había dado, pues este parpadeaba un par de veces y no decía nada.
JongWoon notó como el menor se acurrucaba en la cama y entre sus cobijas como tal cual niño pequeño. Estuvo a punto de correrlo, pero se le había hecho tierno aquel acto se termino levantándose rápido para ir a la puerta y ponerle seguro, no estaba seguro cual sería la reacción de su padre si lo encontraba con alguien en su cuarto. Y mas si ese alguien era un hombre acobijado en su cama.
-Hyung, los sábados y domingos se me harán aburridos.-KyuHyun se tapó mitad de rostro con las cobijas.
Así pudo oler al mismo tiempo, el aroma de JongWoon que se impregnaban a estas y aunque lo único desordenado fuera la cama, lo demás era orden puro.
-¿No te la puedes pasar jugando videojuegos?-El mayor se acerco hasta su propia cama para sentarse a la orilla.
El menor solo fruncio el cejó ante la idea y negó muchas veces.
-Por una razón extraña, me estoy acostumbrando a ti Hyung.
-Debes de estar loco.-Susurró mientras desviaba la mirada. Nadie se acostumbraba a el. Todos se alegraban de tenerlo lejos.
-Supongo que si. Ya ni con mis amigos soy así, y eso que eres nuevo.-KyuHyun estiró su diestra rumbo hacia el brazo del mayor.-Tienes un granito en el cachete.-
Llevó su dedo hacia una de las mejillas redondas del mayor para apachurrar aquel granito. Que no le hizo gracia a JongWoon, pues le alejó la mano y se tento aquella bolita de grasa que sobresalía de su mejilla y si, dolía un poco.
-Tu también tienes, si no te cuidas quedaras con las marcas cuando seas mas grande.-Reprochó en forma de defensa y cruzando sus brazos.
-Y tu deberías dormir mas. Mira esas ojeras.-Señaló aquellas marcas que oscurecían la mirada del contrario.-Se supone eres el mayor, un gran descuidado que eres.-
-KyuHyun. . .
JongWoon susurró en un intento de no gritar, pues el menor que aún sostenía su brazo, lo había jalado hacia atrás, obligándole a quedarse acostado y a su lado.
Antes de que pudiera levantarse, la calidez de la cobija le hizo arrepentirse, KyuHyun había terminado tapando a ambos y había pasado sus brazos alrededor de su cintura para apegarlo a el. Incluso era mucho mas cálido así y por una extraña razón, se sentía a gusto y como familiarizado. Los dos en la cama no es tan incomodo.
Podrían llamarse un poco, amigos íntimos. No tanto, pero si llegaban a eso, no tenia nada de malo.
JongWoon suspiró un poco mientras ponía sus manos sobre el pecho del menor y recargaba su cabeza en este, cálido y hasta podía escuchar los sonidos de los latidos de su corazón, rápido, lento, normal. Era raramente divertido.
-¿Por que no duermes un poco?, yo te despierto por si alguien llega a tocar la puerta.
-¿Y si tu te quedas dormido?-JongWoon bostezo un poco mientras recargaba su cabeza en el pecho ajeno.
-Mi sueño es ligero. Cualquier ruido me despierta, no hay que preocuparse.-Le susurró mientras llevaba de manera inconsciente su diestra a los cabellos ajenos y comenzó a acariciar de estos.
Estuvo esperando por una respuesta, pero nunca la tuvo. Por esa razón bajo la mirada para ver al mayor entre sus brazos, ya se hallaba dormido de manera fácil. Y es que luego se notaba el cansancio que se cargaba en sus ojos y en todo su ser. ¿Como había terminado en la ventana del mayor?, ni el mismo no sabia.
Se suponía iría a visitar a ChangMin de improvisto, pero sus pies le habían llevado hasta la casa de JongWoon. Incluso hasta deseaba verlo, observar como de manera inconsciente abultaba sus labios por cada cosa que no entendía, ver que cada vez que se sonrojaba, se cubría con cualquier cosa para no ser visto. Sus sonrisas que salían de la nada, solo con el. Le hacia sentir especial, demasiado. De alguna manera no se arrepentía en haber conocido a su Hyung.
Recargó su mentón sobre la cabeza del mayor, así logrando respirar el aroma que sus cabellos tenían, ¿Vainilla, frutas?, era un olor demasiado llamativo y suave. Incluso hasta podía escuchar su respiración cansada mientras dormía. ¿A que se debía esos desvelos?
-Hyung.-Susurró de la manera mas baja que pudo mientras sus brazos rodeaban con un poco mas de fuerza su cintura.
Sentía las inmensas ganas de protegerlo, de todo lo se se atravesara, se podía ver a una persona fuerte, pero no se podía ver a la persona débil que sus ojos reflejaban. Eso lo había notado aquel día en el autobús, cuando se quedo mirando su reflejo en el cristal de la ventana.
-Nadie te hará daño.-Susurró dejando un beso en su coronilla.
Tarde se dio cuenta de lo que había hecho, aunque bueno, si lo veía de otra perspectiva. Veía al mayor como un pequeño niño que no quiere conocer al mundo.
¿Y quien quisiera conocer al mundo en esas alturas?, el mundo se esta pudriendo pero eso no lo ve nadie. Solo los mas débiles, eso era lo que JongWoon ocultaba en su ser mas profundo. Una alma gritando en silencio por ayuda, siendo escuchado por nadie.
Para su suerte, KyuHyun lo había escuchado, y eso era lo que iba a hacer; Ayudarlo.