El timbre de la puerta sonó, haciendo eco en todo el apartamento de Chanyeol, quien se levantó para atender, pero fue sobrepasado por Baekhyun, que parecía responder al sonido como sí algo en su cerebro lo obligara a levantarse. Su dueño no dudaba de que ese fuera realmente el caso.
El chico aún vestía esa túnica blanca, simple, que caía de sus hombros hasta la mitad de sus muslos, de seda suave y cómoda. No es que Chanyeol hubiera reparado en eso, pero dudaba mucho que él poseyera cualquier otra pieza de ropa además de aquella.
Tenía que comprar ropa para él, pero no sabía ni siquiera cómo actuar, y mucho menos, cómo tomar una decisión consciente.
Por eso llamó a Kim Jongin.
Quien, en ese exacto momento, apareció detrás de la puerta - abierta por Baekhyun -, sonriéndole al Puppet mientras lo analizaba de arriba a abajo, de esa manera discreta tan típica de él.
Sin esperar una invitación para adentrarse en la residencia de Park, el moreno la invadió, sin hacerse de rogar. Detrás de él, una figura pequeña y tímida, con el rostro parcialmente cubierto por una bufanda oscura, hizo una reverencia casi exagerada hacía Baekhyun, pidiendo permiso para acompañar al mayor.
— Dijiste que tenías problemas... ¿Qué ocurrió, Channie? — Preguntó, abrazando rápidamente a su amigo, para arrojarse enseguida en el sofá poco después. El ser de ojos grandes - que lo seguía a todos lados, como una sombra - se detuvo detrás del sofá, de pie. A Jongin pareció no importarle lo suficiente para pedirle que se sentara.
— ¿Por qué no me dijiste que los Puppets eran humanos? — Preguntó, consternado, mientras Baekhyun volvía a su lado, permaneciendo también de pie.
— Porque no lo son. Son mercadería y deberías meterte eso en la cabeza. — Habló, simplemente, pidiéndole al chico a su lado por algo de beber. — Son clones, Chanyeol. Toman información genética de personas que han muerto, la fusionan y los crean con quince años de edad. Ellos no tienen pasado, no tienen vida, ni voluntad propia. A pesar de tener un cuerpo biológico, en general, son tan humanos como una heladera.
— ¡Eso es ridículo! ¡No puedo tratar a una personas así! — Espetó, exacerbado.
— Pero no vas a tratarlo mal. Vas a darle ropa, comida y un lugar cómodo para dormir. Tiene necesidades fisiológicas, por lo que tendrás que perdonarlo cuando se aleje de ti sin previo aviso. Solo dale de comer lo que está escrito en el manual. La cafeína, por ejemplo, es adictiva y eso puede causar errores en su sistema. En general, son extremadamente independientes y saben como manejarse por sí mismos sin que tú le digas nada, así que solo mantén los armarios llenos y muéstrale donde están sus cosas. — Al final de la frase de su amigo, Chanyeol se arrojó sobre el sofá, enterrando el rostro en las manos.
— Esto no tiene sentido para mí, Kai. — Murmuró, sintiéndose terrible por toda la situación. Parecía que la esclavitud estaba volviendo a los países civilizados y nadie se sentía afectado por eso.
En ese momento, el sirviente de Jongin volvió a la sala, con un vaso de jugo natural, que el moreno comenzó a beber con calma.
— Por ejemplo... Kyungsoo, dime cuál es tu película favorita. — Dijo, en un tono tranquilo, mirando al chico que estaba a su lado.
— Disculpe, señor, no tengo ninguna. — El Puppet respondió en un tono de perdón, como si estuviera mal no poder ofrecer algo que su dueño pedía.
— ¿Ves? — Jongin señaló, dejando en claro su punto de vista, con la respuesta de su Puppet. — Tienen maquinaria implantada en el sistema nervioso, son incapaces de sentir como nosotros. Amar, odiar o cualquiera de esos sentimientos... No pertenecen a ellos.
— Me siento extremadamente incómodo hablando de ellos, como si no estuvieran aquí. — Remarco, viendo que ninguno de los dos Puppets parecía sentirse incómodo de ser el foco de la conversación.
— Que pena, porque a ellos no les importa. — El moreno se encogió de hombros, entregándole el vaso a Kyungsoo, cuando terminó de beber el jugo. — Aprovecha y lava los platos, si hay alguno en el fregadero, Kyunggie. — El pequeño asintió y Baekhyun fue detrás de él, rápidamente, percibiendo que la obligación de la organización de la casa era suya, aunque solo hubiera sido activado hace menos de dos horas.
— ¿Por qué lo compraste, Jonginnie? ¿Por qué compraste a Kyungsoo? — Fue su pregunta, al final de todo aquello.
— Porque quería un empleado que no hablara de mi vida por ahí y que al mismo tiempo mantuviera mi casa siempre impecable. Que estuviera siempre que lo necesitara, sin invadir mi privacidad... — Respondió, enumerando los motivos. — Por supuesto, después de que él llegó descubrí que servía para una cosa más.
— ¿Cuál?
— Sexo. Son los mejores amantes que puedas encontrar.
**
Después de que Kai se marchó, Chanyeol se quedó con la difícil tarea de comprar ropa para el pequeño, que lo miraba con esos ojos brillantes, esperando por una orden o cualquier cosa que pudiera hacer. El joven intentó tres veces comenzar a limpiar el apartamento de su dueño, sin embargo, fue detenido por Chanyeol, quien aún se sentía incómodo con la idea de tratarlo como algo sin conciencia.
Finalmente, le dijo al pequeño que lo siguiera. Necesitaba que Baekhyun estuviera a su lado para que pudiera probarse las prendas. Park Chanyeol no podía ni escoger ropa para sí mismo, mucho menos para otras personas.
Entraron a una tienda bien conocida, que estaba a pocas cuadras del apartamento. Un asistente vino en su encuentro, preguntando en que podría ayudarlos . El portador de cabello castaño, respondió.
— Necesito ropa para él. De todo tipo, para todas las ocasiones. Vea lo mejor quede en él y lo que a él le gustaría usar. No me importa el precio de todo. — La vendedora lo miró ligeramente impresionada y su mirada se dirigió automáticamente a la nuca de Baekhyun, de donde esa placa metálica salía. Los labios femeninos formaron un 'oh' mudo, antes de guiar al pequeño por la tienda.
A pesar de que la mayor parte de la población no tenía acceso a ese tipo de compra, todos sabían reconocer a un Puppet. En el mundo actual, tener uno de esos era sinónimo de mucho dinero.
Chanyeol se sentó en uno de los sofás de la tienda. Le ofrecieron champagne, pero lo rechazó, sabiendo que estaba conduciendo y que no tenía muchas ganas de confiar en sus reflejos alterados.
La información aún daba vueltas en su cabeza. No sabía qué hacer con su vida, principalmente después de que Jongin hubiera arrojado ese batallón de conceptos morales sobre él.
Park había comprado a Baekhyun por un simple motivo: quería compañía constante.
Sus padres los poseían como empleados perfectos, Kai como un amante gratuito que nunca le negaría nada, pero él... Solo quería compañía. Lo que parecía ser muy complicado después de saber que el Puppet parecía hecho para no tener voluntad propia.
En consecuencia, ver películas con él estaba fuera de cuestión.
Cuarenta minutos después de haber entrado en ese lugar lleno de ropa cara, Baekhyun reapareció en el campo de visión de su dueño, quien lo miró de arriba hacia abajo.
El chico estaba usando un pantalón negro y ajustado, que marcaba sus muslos y la cadera ligeramente ancha. Una camiseta de mangas cortas y cuello en V gris, por encima una bufanda roja que parecía romper las composiciones oscura del resto de las prendas. En los pies, tenis de caño medio, también negro y brillante.
Chanyeol sintió que su respiración fallaba nuevamente. Baekhyun se parecía mucho a él.
— ¿Por qué está melancólico? — La voz del adolescente llegó a los oídos de su comprador, quien lo miró como si hubiera recibido una bofetada en el rostro.
— ¿Cómo sabes lo que estoy sintiendo? — Preguntó, aún un poco sorprendido.
— El brazalete que utilizas le envía información al mío, que envía todo a mi sistema nervioso. Básicamente... Siempre sé lo que estás sintiendo. ¿Esta así a causa de los gastos por la ropa? — Él era tan... Inocente.
Y al mismo tiempo tan ajeno.
— No... A decir verdad, no me importa el dinero. — Respondió por fin, viendo a la vendedora llegar con un montón de bolsas y un pequeño aparato, identificador de huellas. Pasó la tarjeta por el lector óptico e insertó sus huellas, sin siquiera ver el valor total de la compra. — Es que me recuerdas a una persona la cual me gustaba mucho.
Mientras tomaba todas las bolsas, sin dejar que Baekhyun cargara ninguna, vio los ojos del Puppet mirándolo.
— Tiene sentido... Escogiste la apariencia que querías que tuviera en el cuestionario que llenaste para comprarme. Es normal que los compradores transfieran las características de humanos cercanos a ellos para crearnos. — Crearnos. La palabra dolió.
— Tú... solo naciste después de que hice el pedido, ¿verdad? No tenías una vida antes de eso, ¿no? — Entraron en el auto y Chanyeol dejó todas las bolsas en el asiento de atrás, sabiendo que luego necesitaría comprar más cosas para el Puppet.
— No. Somos criados con quince años de edad, nuestro cuerpo es una mezcla de información genética específica, para que tengamos la apariencia que nuestros compradores quieren. En tu caso, fui informado antes de ser enviado a ti que tengo los genes de tu ex compañero y que debería estar preparado para ser confundido con él, todo el tiempo. — Baekhyun dijo aquello con una impresionante naturalidad y, sin embargo, Chanyeol solo pudo mirarlo atónito.
— ¿Cómo?
— Fue para eso que me compraste, ¿no? ¿Para sustituir a tu pareja? — Él continuó usando ese tono de quien dice que el día esta frío. — Fue eso lo que la empresa entendió con tu solicitud, así que... Soy diferente a Kyungsoo, el empleado de Jongin. Puedo ser tu compañero y no solo tu amante. Si tú quieres que lo sea.