CAPÍTULO SIN CORREGIRRRRRRRRR.
June
Los dedos de James se clavaban cada vez más en mi tráquea provocando involuntarias convulsiones a mi cuerpo. Mis uñas se clavaron en sus manos en busca de que me soltara, pero nada parecía ayudarlo a cambiar de opinión. Su hermana, Chris, me observaba desde un lado junto a René, sin saber si deberían ayudarme o no.
-¡Contesta! –Me alejó de la pared, sólo para volverme a estrellar contra ella. -¿Quién demonios eres?
Intenté pronunciar alguna palabra pero no pude hacerlo, ya que ni siquiera el aire ingresaba a mis pulmones. Al darse cuenta de esto, James me soltó y caí al suelo. Mis manos se abalanzaron hacia mi cuello, principalmente porque aún sentía sus dedos allí. Intenté inhalar pero los pulmones me ardían, de manera que tuve que esperar algunos segundos para pronunciar siquiera una sílaba.
-No... Entiendo... -Gemí todavía adolorida. –Estaba... Hablando... Con mi padre...
Chris levantó mi móvil del suelo y poco después, a pesar de que tenía contraseña, lo desbloqueó. Ingreso al registro de llamadas y frunció el ceño.
-Efectivamente, aquí dice que habló con su padre. Aunque puede que sólo sea una trampa.
-Si quieren, puedo llamarlo. –Suspiré con lágrimas en los ojos.
Me entregó mi celular de vuelta y coloqué el altavoz. René me amenazó con la mirada.
-¿Hola? ¿June?
-¿Papá? –Mi voz se quebró al final de la palabra, pero carraspeé para aclararla. –Papá. –Repetí.
-¿A dónde crees que fuiste, jovencita? –Espetó bastante molesto.
-Yo sólo... Me escapé a casa de una amiga. Pensé que no me darías permiso por ser tarde... -Mentiras y más mentiras.
Lo escuché refunfuñar de la otra línea, como si estuviera pensando qué decirme.
-Te hubiera dicho que vayas si tanto insistías. Saliste de noche sola, no me gusta que andes por ahí sin que yo lo sepa. Te pudo haber pasado algo. –Levanté la vista hacia James, quien tenían las cejas juntas de tanto arrugar la frente.
-Dile que te vas a quedar. –Susurró Chris.
-Lo siento papá, quería avisarte mañana porque pensaba quedarme a dormir. –Otra mentira.
-Está bien hija, si tu amiga no puede traerte mándame un mensaje inmediatamente para que vaya a recogerte mi chofer.
-Bien papá.
-Que duermas bien.
La línea murió y me quedé mirando la pantalla del móvil. Se quedó encendida exactamente por treinta segundos para luego bloquearse automáticamente, dejándome sin ninguna distracción.
-June... -James me tocó el hombro pero me alejé de él, chocando con la pared.
-No me toques. –Susurré.
-De cualquier manera, sea o no su padre, esté o no esté consciente, la llamada es de uno de los involucrados, de eso no tenemos dudas.
-Es imposible. –Negué con la cabeza, repentinamente mareada con tantos pensamientos en mi cabeza. –Nunca le haría algo así a alguien...
De repente, su conversación se me vino a la cabeza.
"La chica tiene que estar encerrada a toda costa, es lo único que le queda."
Pero era ilógico. Mi padre estaba en otra clase de negocios muy diferentes. Además, ¿raptar a un ser humano? ¿Torturar? ¿Asesinar? Eso prácticamente parecía de un universo paralelo, no sería capaz de hacer eso, lo conozco muy bien...
O eso crees, recordó mi subconsciente.
-No te estoy hablando de suposiciones, June. –Dijo Chris. –Es un hecho que tu padre es la persona que buscamos. ¿O acaso trabaja en algo que tenga que ver con granjas como para que tenga la mínima posibilidad de llamar a una localidad tan alejada?
Me rebané lo sesos pensando en algún familiar o amigo que viviera lejos, pero todos pertenecía a la élite.
Negué lentamente y la rubia soltó un suspiro. James intentó sostenerme del brazo, ya que seguía en el suelo, pero me moví hacia un lado.
-Tú... -Gruñí. –No quiero que me vuelvas a tocar, ¿entendido? No te me acerques.
-Siento haber reaccionado así. –Suspiró sentándose en su cama. –Es sólo que Mía... No puedo pensar claramente.
-Me ahorcaste, en sentido literal. –Espeté. -¿Qué pasa por tu cabeza?
Levantó los ojos con lentitud y enganchó su mirada con la mía. Fui incapaz de observar otra parte.
-Pasan cosas muy malas, princesa. Muy malas. Si tu padre resulta involucrado en esto, no tienes idea qué soy capaz de hacerle. Si finalmente tiene la mínima participación en lo que sea que le estén haciendo a mi hermana, está verdaderamente jodido.
Me limpié una lágrima que resbalaba por mi mejilla. Tenía en peligro a la primera persona que en serio me importaba, y a mi padre. No podía elegir entre ellos.
James
Debido a cuestiones de seguridad, June durmió en la habitación de René, principalmente porque la cama donde dormía Nataly estaba desocupada y además, el sistema de seguridad allí era mucho mejor. Por si intentaba escapar.
Mis ojos no se pudieron cerrar una sola maldita vez en toda la noche, imaginándome las cosas que le podrían estar haciendo a mi hermana mientras yo descansaba en mi cómoda habitación, con comida y aire acondicionado. Me sentía de alguna manera irrespetuoso y despreocupado, pero no podía hacer nada solo. Hablamos con Larry poco después de lo sucedido con June, y dijo que el día siguiente a las cuatro de la mañana partiríamos hacia esa zona alejada, debido a que el pequeño viaje nos costaría dos horas de nuestro tiempo, y era algo que no teníamos en ese momento.
Aaron había subido también a ver qué sucedía, pero decidimos no contarle qué tenía que ver el padre de June en todo esto. Incluso había cierta conexión en todo ello, siendo que Henry Porcher era tío de Nataly y todo ello. Era bastante extraño que tuviera algo que ver, pero sinceramente ya nada me extrañaba.
No pude dormir ni siquiera diez minutos cuando la alarma sonó. Mis hermanos y yo nos levantamos como si fuéramos robots por el sueño. No había ni pajaritos cantando, ni el sol ingresando por mi ventana. De hecho, hacía algo de frío y no se veía un solo rayo, ya sea porque todavía no había amanecido o por las nubes del cielo.
Me cambié a mi ropa, casi uniforme, de cuando salíamos a misiones, sólo que aquella vez me coloqué el collar que me había enviado Mía para mi cumpleaños. Para la buena suerte.
Al salir de mi habitación me encontré con Rachel junto a Larry, desayunando. Me senté en la mesa y pronto me siguieron mis hermanos.
-¿Están listos? –Preguntó Larry, dando un sorbo a su café.
-Desde que nací. –Respondió Dave estirando los brazos. Una de las señoras que trabajaban en la casa nos dejó unas tostadas y huevos revueltos en la mesa, junto al café ya preparado.
-¿Irás, Rachel? –Cuestioné lo obvio a la pelirroja. No dormía en nuestra casa, así que debió llegar temprano.
-Sí, tengo que ir. –Suspiró. –Ni siquiera sé bien a qué voy, pero puede que me necesiten y ya que tengo bastante de culpa en todos sus problemas...
-No tienes la culpa de nada. –Interrumpió Charles de repente.
-Después de todo, es mi madre. –Encogió los hombros intentando parecer inafectada por ese hecho.
René bajó con Chris y June, estas dos últimas conversando en voz baja. June tenía un par de grandes ojeras bajo sus ojos rojos, indicio de que estaba llorando. Y sentía que en parte, era mi culpa.
Claro que es tu culpa idiota. Espetó una voz en mi cabeza. ¿Qué crees? Casi la matas.
-June llamó a su padre y lo convenció de volver en la noche. Tuve que fingir ser su amiga. –Comentó mi hermana al sentarse. Prosiguió a robar mis tostadas y huevos revueltos, ya que yo no los había tocado. –Si no fuera por los datos que tengo, nunca sospecharía de ese tipo.
June se encogió aún más en su asiento. Fue ahí cuando noté que tenía ropa similar a la nuestra, sólo que le quedaba algo más apretada. Eso significaba que era de Chris, ya que Mía era mucho más alta y corpulenta. A no ser que...
-¿De quién es eso que traes puesto, ragazza[1]? –Pregunté de repente a la rubia.
-¿De Chris? –Ni siquiera ella estaba segura; genial.
-De Nataly. –Respondió Chris metiéndose un puñado de huevos a la boca. –Nunca la usó, por cierto. Es la ropa extra que tenemos por emergencias.
Volví a mirar a June, que parecía prácticamente resignada.
-Maravilloso. –Comenté bebiendo mi café.
Aaron bajó. Ni siquiera se sentó en la mesa, fue directo al sofá y se lanzó en este. Parecía tener dos agujeros negros en vez de ojos, y los tenía mucho peor que June. Todos lo observamos sin decir una sola palabra.
-¿A qué hora nos vamos? –Preguntó sin mirarnos.
-Cuando Nick esté listo. –Respondió Larry. –Estaba haciendo unos envíos a las tarjetas de crédito, pero los servidores no estaban funcionando por la hora.
Aaron asintió y se volvió a recostar.
-Va a ser un largo día... -Masculló Rachel.
-Ni que lo digas. –Le respondió June.
[1] Ragazza: NIÑA.
NOTA:
Siento haber tardado tanto tiempo en subir. Estuve ocupada, (como siempre). Voy a corregir este capítulo primero antes de subir el siguiente, pero estén atento. Ya saben, cualquier consulta a mi buzón de mensajes. :) Saludos!
···P A N D O R A···