Había abandonado la lectura de las cartas por unos días. No tenía edad para sufrir cambios emocionales de manera tan súbita. Su corazón no lo resistiría.
Las notas de John, apoyadas en su escritorio, lo llamaban desde el otro lado de la habitación. Le gustaría ordenarlas, pero ninguna tenía fecha. Lo único que le indicaba el tiempo eran las palabras que contenían, y para eso debería terminar de leerlas todas. Estaba reviviendo su vida junto a John desde los recuerdos de este. Recordaban juntos, a pesar de que el otro no estuviese a su lado.
Se acercó al lugar en que las cartas esperaban, y tomo asiento. Respiro con lentitud, como se había acostumbrado a hacer antes de adentrarse en ese enorme mundo de memorias, y leyó sin juzgar, con dulzura, con dolor...
Paul abandono los estudios hoy.
Nunca lo vi tan enojado, y lo he visto en situaciones de lo más extrañas.
Intente seguirlo, pero me ignoro durante las cuadras que lo hice.
Era John Lennon siguiendo a alguien y esa persona no era capaz
De voltear a contestarme.
Eso me recordó porque no lo hacía.
Paul era la única persona que era capaz de consolar, de seguir,
De abrazar, sin importar nada, pero a él no le importaba.
Quizás tuviese que ver con que el motivo de su enojo era yo.
Tampoco le había dicho nada demasiado malo,
Aunque si escribo esto debe ser porque en el fondo me siento
Algo culpable. Espero que mañana venga al trabajo, o tendré
Que ir a buscarlo. No pienso permitirle alejarse de mí,
Es mi mejor amigo, nunca me ha dejado solo.
¿Qué podría hacer sin él?
Es todo lo que tengo.
Después de tía Mimí, Paul es toda mi familia.
La fama no tendría sentido si no tuviese a Paul.
Él es mi casa, mi contención, lo que me faltaba en este mundo.
No debería dejar que me afecte, pero ya lo ha hecho
Y aunque lo oculte, los sentimientos de amor están ahí,
Y aparentemente planean quedarse.