DRAKE
El portal sigue brillando ante mis ojos, puedo sentir como mis pies se entumecen al estar parado manteniendolo abierto, no han salido ¿habrá pasado algo? si les paso algo no me lo perdonare nunca, alzo la mirada por un momento y todos están tan atentos como yo al regreso de Angela y Josten.
—Se están demorando demasiado— comenta Gaby impaciente.
—Saldrán, tal vez no encuentran a Silver
—Mmm tiene sentido, hay miles de guardianes ahí, debe ser como una aguja en un pajar— Alan esta a mi lado, totalmente concentrado.
—Espero que se den prisa, ya no siento las piernas—Gaby se ríe, mirandome con unos ojos brillantes, después observa una enorme mariposa y se olvida del tema por completo, a veces me gusta que sea tan distraída y deje los temas incómodos a un lado con esa facilidad.
—Drake ¿por qué tardan tanto?— me pregunta Mark con la cara tensa.
—No lo sé, Mark— de pronto siento un tirón en las muñecas, apoyo mis pies en el césped para no ser arrastrado hacia el portal y miro a mis compañeros que también parecen estar luchando por mantenerse en pie.
Alguien estaba cruzando...ya vienen.
Coloco mis manos frente a mi, jalo hacia atrás para evitar que el portal se cierre. A mi lado, Alan lanza un pequeño gruñido, la energía del portal es demasiado pesada, no soportaremos por mucho tiempo. Gaby lanzo un gritillo y soltó su parte dejando que una porción de peso extra cayera sobre Alana y sobre mi.
Cerre los ojos y me mantuve firme hasta que sucedió.
Un bulto negro salio de la luz blanquecina del portal cayendo sobre el piso.
Alan y yo caímos rendidos mientras el portal se cerraba en tan solo unos segundos, apoye mis manos en el pasto y recupere el aliento para poder ver a Angela, al notar la sangre que había, sentí que el corazón se me partía por la mitad. Josten sujetaba el alma de Silver con un brazo y en el otro se encontraba el delicado y pequeño cuerpo de Angela cubierto de liquido carmesí.
Tan rota y lastimada, que la idea de que estuviera muerta no dejaba de darme vueltas.
—¿Qué demonios le hiciste?— si él se atrevió a tocarle un pelo, juro que le arrancare la cabeza.
—Yo no...— comenzó a decir el demonio cuando le tome el cuello entre las manos, apreté con fuerza y Josten pareció débil ante mi agarre ¿por qué no se defiende?
—Suéltalo Drake— menciono Mark tomando mi hombro con fuerza, lo mire molesto y el humano me indico con la mirada que la que importaba ahora era Angela. Tiene toda la razón. Solté a Josten y asentí tratando de calmarme.
—¿Qué fue lo que paso?— pregunto Mark diriguiendose a Josten, el demonio suspiro agotado.
—Si piensan que fui capaz de lastimarla, son muy estúpidos, le salve la vida y la traje aquí para que tú, niño bonito, la cures antes de que muera— sus palabras me dejaron sin aliento ¿él la había salvado? necesito saber que paso ahí adentro, no puedo creerle, es un demonio, él no salva vidas, él las toma.
Ignore las palabras de Josten y me dirigí al cuerpo de Angela, por todos los cielos ¿qué le hicieron?, rápidamente la tomo entre mis brazos, listo para sanar sus heridas.
—Angela, Angela, despierta—susurro contra su cabello revuelto y manchado de sangre, sin pensarlo dos veces comenze a sanarla. Alan toma el alma de Silver y se prepara para devolverla a su cuerpo.
—Es mejor que la cures en la seguridad del apartamento de Mark— comenta Alan encogiéndose de hombros, asiento, tiene razón, en cualquier momento anochecerá de nuevo y los desolados que lograron escapar de Gaby y Alan, estarán listos para regresar.
—Sí, vamonos— ordene tomando a Angela entre mis brazos, no soporto verla así.
Después de unos segundos emprendimos el vuelo, Lucinda iba pendiente de Angela justo a un lado de mi, Alan cargaba el cuerpo inmóvil de Silver en su espalda, Gaby sujetaba el alma de Silver entre sus manos y Josten llevaba a Mark, pero en esta ocasión no parecía divertido o despreocupado, sinceramente lo veo muy mortificado. Algo para nada común en él.
Al llegar al departamento Gaby y Alan se encargaron del proceso relacionado con Silver mientras yo sanaba las heridas de Angela.
—¿Puedo ayudarte?— pregunto Lucinda acercándose a mi, asentí débilmente y le indique que presionara la herida del abdomen que no dejaba de sangrar, tenia toda la camiseta manchada.
—Presiona y no sueltes hasta que te diga— le dije mirando por ultima vez a Angela, su expresión estaba tan serena que pense por un breve instante que ya no estaba conmigo, y ese solo pensamiento me provoco nauseas. Coloque mis manos sobre la herida y deje que el fuego dorado emanara de ellas, la cara de Angela se tenso tanto que parecía estar sufriendo una agonía enorme, planee detenerme en ese mismo instante pero Lucinda me llamo.
—Termina— me ordeno con una voz firme, asentí algo aturdido y seguí con mi trabajo, la curación duró unas horas, hasta que todo el cuerpo de Angela estaba bien, ningún rasguño aparecía en su piel, estaba manchada por la sangre, pero estaba ilesa.
Lucinda se aparto llamándola numerosas veces, cada vez que la llamaba y no abría los ojos era como una daga en mi pecho ¿acaso no despertara? ¿fue muy tarde?
—Vamos Angela, no puedes dejar a Mark desprotegido, tendré que quedármelo si no despiertas, te lo advierto—susurro Lucinda entre sollozos, Josten y Mark ya se habían acercado aguantando el aliento al igual que yo, rezando para que despertara.
—Primero muerta. Mark es mi humano— la respuesta débil de Angela me hizo sentir un escalofrió por todo el cuerpo, levante la mirada y esos maravillosos ojos verdes estaban mirando a Lucinda con una sonrisa cálida.
—Oh Angela no vuelvas a darme un susto como ese— exclamo Lucinda abrazando a Angela.
—No lo prometo, me gusta el peligro— aseguro con una sonrisa burlona, por todos los cielos, podía bromear aún después de que estuvo al borde de la muerte.
—Angela, por un momento pense que me quedaría sin guardiana—decía Mark acercándose para abrazarla también, ella se rió levemente y le despeino el cabello en un gesto juguetón, espere a que Josten también pasara a saludarla o algo así pero ya no estaba a nuestro lado, se había marchado.
—¿Me dejarían un minuto con Drake?— al escucharla decir mi nombre no pude evitar un suspiro, Lucinda y Mark se marcharon.
—Drake— mi nombre en los labios de Angela me hicieron temblar de pies a cabeza, gire la cabeza rápidamente y ella alzo los brazos hacia mi, no lo pense dos veces para estrecharla entre mis brazos, enterré la cabeza en su cabello rojizo.
—Lo sé todo, Drake— ¿qué?— recordé toda mi vida, sé quien era antes, sé quien eras antes...
Lo sabía, era parte de su vida. Ella es parte de mi pasado.
—Me viste— no pude evitar sonreír.
—Tengo mucho que contarte— tal vez sus recuerdos tengan todas las respuestas que busco ¿como es posible que me sienta tan completo cuando estoy a su lado? ¿como es posible que sus ojos me den toda la paz que necesito?¿cuál es la razón por la que la buscan en todos lados?
—¿Estás listo para escuchar?— asentí, suspiro y dejo caer su cabeza en mi pecho, entrelazó nuestras manos y supe que estaba tranquila, no logro entender, antes a penas y nos habíamos acercado así.
Ahora solo puedo pensar en lo bien que se ven nuestras manos entrelazadas.
JOSTEN
No puedo hacerlo, es demasiado para mi, ¿qué se supone que estoy esperando? ¿qué corra a mis brazos después del beso? no claro que no, estaba herida, moribunda, los recuerdos la abrumaron, no puedo hacerme ilusiones...idiota.
Es la verdad, estoy comenzando a esperanzarme en algo que debí de haber previsto desde que paso, me beso porque estaba aturdida, casi desmayada, sus emociones pueden haberla confundido, lo que sea que recuerde debe estar nublando su juicio, pero, a pesar de que lo sé, no puedo evitar sentirme pequeño, en el fondo me gustaría imaginar que Angela recuerda que soy demasiado bueno para esto, debo reconocer que me alegraría que sus recuerdos sean de una imagen de mi que valga la pena besar.
Decidí alejarme cuando Angela despertó, al menos estaba seguro de que estaba viva, estoy volviéndome loco, seguramente el Limbo me ha afectado el cerebro, ya no pienso con claridad.
Me pierdo en la vista que hay de la calle debajo de nosotros y trato de llevar mi mente a cualquier otra cosa que no sea Angela, aunque se en el fondo que tarde o temprano tendré que decirle lo que pasara después del beso, porque un beso con un demonio tiene un precio, un precio muy alto. Miro un callejón justo en frente del edificio del departamento y de la nada veo a alguien parado, mirandome, cada musculo de mi cuerpo se tensa.
Caleb.
Estuve a punto de saltar por esa maldita ventana cuando escuche un grito que venia desde la habitación del humano, me gire y vi como Angela salia disparada hacia aquella habitación, regrese la mirada al callejón pero Caleb ya no estaba, tengo que encontrarlo y aplastarle la cabeza, después de todo, las traiciones también tiene un precio bastante elevado, no podemos dejar las cosas así, aprieto los puños a mis costados y sigo el sonido del caos.
Una vez en la puerta distingo como Angela toma la mano de Drake ¿qué esta sucediendo?
Tal parece que el beso fue un suspiro para ella. Así de breve y fácil de olvidar.
Pero...¿Entre ella y Drake hay algo?