Siempre Juntos (Corrigiendo)

By Ladydarkness96

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Diario de una gótica (parte 2): Valery y Marcus ya no están juntos, ahora sus vidas han cambiado por completo... More

Capítulo 1 (Corregido)
Capítulo 2 (Corregido)
Capítulo 3 (Corregido)
Capítulo 4 (Corregido)
Capítulo 5 (Corregido)
Capítulo 6 (Corregido)
Capítulo 7 (Corregido)
Capítulo 8 (Corregido)
Capítulo 9 (Corregido)
Capítulo 10 (Corregido)
Capítulo 11 (Corregido)
Capítulo 12 (Corregido)
Capítulo 13 (Corregido)
Capítulo 14 (Corregido)
Capítulo 15 (Corregido)
Capítulo 16 (Corregido)
Capítulo 17 (Corregido)
Capítulo 18 (Corregido)
Capítulo 19 (Corregido)
Capítulo 21 (Corregido)
Capítulo 22 (Corregido)
Capítulo 23 (Corregido)
Capítulo 24 (Corregido)
Capítulo 25 (Corregido)
Capítulo 26 (Corregido)
Capítulo 27 (Corregido)
Capítulo 28 (Corregido)
Capítulo 29 (Corregido)
Capítulo 30 (Corregido)

Capítulo 20 (Corregido)

205 16 19
By Ladydarkness96

(En multimedia, la guarida de Eric y Katrina)

Dedicatoria a los lectores que comentaron en el capítulo anterior:

Mafer-MC (Primer comentario)

paganknight_ (Segundo comentario)

bad_girl1598 (Tercer comentario)

★★★★★★★★★★★★★★★★

Pov Marcus:

Tras la discusión con Valery sobre la pedida de mano, me costó mucho dormir. Una parte de mí no dejaba de comerse la cabeza pensando que tal vez a ella no le entusiasmaba la idea de comprometerse, sin embargo yo estoy completamente seguro de querer compartir con ella el resto de mi vida.

—A ver, a ver, a ver. Creo que no te he entendido, ¿le has pedido matrimonio, mientras estabais follando? —Me preguntó Ángelo mirándome con una sonrisa burlona y las cejas enarcadas.

—Sí, hice exactamente eso. ¿Podrías dejar de recordármelo, por favor? Cada vez que lo comentamos, me doy cuenta de la cagada monumental que he cometido —Le pedí yo mirándole molesto y cruzándome los brazos.

—Vale, entonces lo he entendido todo. Y respecto a lo otro, no, no pienso para porque te mereces que te lo recuerden durante días. ¿A quién se le ocurre interrumpir un buen polvo con una chica preciosa, pidiéndole matrimonio? ¡Es una soberana gilipollez! —Me dijo él riéndose a carcajadas.

Domenico por otro lado, parecía estar más concentrado en su móvil y la persona con la que estaba hablando (porque sé que está hablando con alguien) que en mi situación con Valery.

—Domenico, ¿tú qué opinas? —Le pregunté para llamar su atención.

—Eh, ¿me decías algo? —Preguntó levantando la mirada de su móvil.

—Tío, ¿con quién estás hablando? Llevas todo el jodido día sonriendo como un tonto... No estarás hablando con una chica, ¿verdad? —Dijo Angelo frunciendo el ceño y sonriendo con burla.

—Lo que haga con mi vida privada no es de tu incumbencia, Angelo —Le contestó Domenico mirándole con reproche.

— ¡Oh Dios mío es cierto, estabas hablando con una mujer! ¿Quién es ella? —Preguntó de nuevo Angelo, pero esta vez sonriendo de oreja a oreja y con un brillo travieso en los ojos.

—Te lo repito, no es de tu incumbencia —Le contestó Domenico de mala gana y saliendo de mí despacho segundos después.

— ¿Qué bicho le ha picado a este? —Pregunté confundido.

—Ni puta idea pero la verdad es que lleva unos días... Cada día le veo más raro —Dijo Ángelo rascándose el mentón, después tomó una llamada imprevista y se retiró a una esquina del despacho.

Yo, por otro lado, me quedé pensando en Valery. Sin duda la he cagado bastante al pedirle matrimonio de aquella forma, tal vez debí planificarlo mejor pero la verdad es que la emoción del momento me impulsó a hacerlo.

—De acuerdo, esta noche nos vemos, preciosa —Dijo Ángelo sonriendo travieso y colgando unos segundos después.

— ¿Una cita con una de tus amigas? —Le pregunté con una media sonrisa.

—Sí, pero no me cambies de tema Marcus. Dime, ¿cómo vas a arreglar tu cagada? —Me preguntó Ángelo sentándose de nuevo y apoyando los brazos en el respaldo del sillón.

— ¿Francamente? No tengo ni puta idea, creo que pensaré en una forma mejor de pedirle matrimonio y sino, descartaré esa idea o la aplazaré hasta que sea un buen momento —Le comenté suspirando y frotándome los ojos.

—Yo me decantaría más por lo segundo. De ese modo puedes pedírselo como Dios manda —Dijo Ángelo encogiéndose de hombros.

Le miré sorprendido porque nunca me imaginé que Ángelo pensara de ese modo, para ser sinceros, siempre creí que él rechazaba cualquier tipo de compromiso.

Es más, su propia hermana, mi prima Anabella cree que su hermano nunca cambiará y que continuará siendo un pica flor.

—Me sorprende que hables de ese modo. No te veo cómo el tipo de hombre que piensa en el matrimonio —Le comenté con una media sonrisa.

—Oye, que sea un mujeriego no quiere decir que no preste atención a lo que me dicen las mujeres con las que salgo. Todas las mujeres con las que me he acostado buscaban lo mismo: Una propuesta de matrimonio absolutamente romántica y cursi —Me explicó Ángelo bufando y poniendo los ojos en blanco.

— ¿Y nunca has sentido la tentación de ceder con alguna de ellas? No sé, ¿nunca has conocido a una chica en la cual piensas todos los jodidos días? —Le pregunto curioso y entrecerrando los ojos.

—No. Todavía no ha nacido la mujer que me haga dudar sobre mi soltería —Afirmó con una actitud llena de seguridad y una media sonrisa.

—Créeme cuando te digo que eso nunca te lo ves venir. Yo pensaba como tú y de pronto Valery se mudó al barrio donde yo vivía, asistió al mismo instituto y me dio el coñazo durante toda mi época adolescente... Luego entendí que ella y yo estábamos hechos el uno para el otro, así que me dejé de gilipolleces y fue a saco a por ella —Dije mientras sonreía al recordar aquella época maravillosa.

*Flashback*

No entiendo qué coño le ven a este profesor, quiero decir, sí para ser un profesor es bastante joven y parece entender bien de literatura. Pero tampoco es para que todas las chicas o casi todas, babeen en sus mesas por él.

Miró con disimulo a Valery y ella parece estar en el mismo plano, solo que ella no se ha fijado en el profesor específicamente sino más bien en lo que nos está tratando de explicar.


Se nota de cojones que a ella le encanta la literatura y puedo imaginármela en su habitación, acostada en su cama mientras lee un libro de doscientas páginas por lo menos.

—Eso ha sido todo por hoy, chicos. Espero que os haya gustado l relato, si queréis averiguar el resto, leed el libro y en la próxima clase examinaremos con detalle lo que nos trata de explicar el autor —Dijo el profesor cerrando el libro y sonriendo levemente para después recoger sus cosas.

Valery coge sus cosas con rapidez y luego caminó con premura hacia el pasillo junto al resto de estudiantes.

— ¡Es, Morticia, espera! —Le grité mientras corría detrás de ella.

— ¿Cómo coño me has llamado? —Preguntó ella deteniéndose en seco y mirándome cabreada.

—Morticia, ya sabes como Morticia Addams, de la familia Addams —Le expliqué sonriendo al ver lo roja que se estaba poniendo, joder, realmente la había enfadado.

—Dios mío, a veces eres tan infantil, Marcus —Me dijo antes de continuar con su camino.

Pero nuevamente la seguí, aunque daba igual cuantas veces le dijera que parase o cuantas veces la llamase por su nombre, ella me ignoraba y seguí caminando hacia su taquilla.

—Oye, ¿puedes pararte un jodido segundo? Necesito hablar contigo, Valery —Le pedí llegando de nuevo hasta ella y sujetando su brazo para que parase.

— ¡¿Qué?! ¿Qué es eso tan importante que necesita saber el psicópata Miller, eh? —Me preguntó con fastidio y deshaciéndose de mí agarre.

—Pues la verdad es que me gustaría que me echaras una mano con el problema de la clase de ciencias —Le dije encogiendo los hombros y sujetando el asa de mi mochila.

— ¿Va en serio? ¿Acaso no tienes una de tus amiguitas para que te ayude con eso? —Se burló ella carcajeándose y metiendo los libros en su taquilla.

—Créeme mis amiguitas como tú dices, no las llamo para que me ayuden con los deberes ni trabajos de clase. Tú ya me entiendes —Le dije guiñándole un ojo y sonriendo con picardía.

—Me alegro por ti pero lo siento, yo ya tengo planes para hoy. De modo que vete buscándote a otra persona que te ayude con eso, porque yo no pienso hacerlo —Dijo ella tras cerrar la puerta de su taquilla y sonriendo con frialdad.

Mierda, no puedo dejar escapar esta oportunidad. Necesito que sea Valery la que me ayude, no solo porque quiero conocerla mejo sino porque también sé que es la puta ama con cada jodida asignatura. Cualquiera diría que es una superdotada.

—Por favor, te pagaré. ¿Cuánto cobras por las clases particulares? —Le pregunté suspirando y rodando los ojos.

Ella pareció pensárselo unos minutos y luego soltó un suspiro de resignación.

—De acuerdo, pero no me pagarás con dinero. Cada vez que quedemos para estudiar, lo haremos en una hamburguesería que conozco y lo mejor de todo, tú pagarás todo lo que pida —Dijo Valery palmeando mi mejilla sin borrar su sonrisa falsa.

— ¡Hecho! —Dije sonriendo satisfecho y estrechando la mano que me ofrecía.

*Fin del flashback*

Los días después de ese fueron bastante bien, Valery y yo nos fuimos conociéndonos y claro, yo fui cayendo poco a poco hasta que terminé completamente enamorado de ella.

—Sé lo que tratas de decirme, pero a diferencia de ti, yo no he encontrado a la chica con la que tendré una historia de amor épica como tú y Valery —Dijo Ángelo sonriendo divertido y levantándose para irse.

Estaba en la puerta cuando le llamé de nuevo y le hice girar hacia mí.

—Ángelo, créeme, tarde o temprano encontrarás a esa chica —Dije yo sonriéndole también.

Una vez que él salió de mi despacho, yo continué trabajando con el ordenador y revisando informe tras informe. Las horas pasaron y pasaron, estaba tan concentrado que no me di cuenta de que la noche ya había caído.

Miré el reloj y decidí que ya era hora de volver a casa. Además tenía ganas de ver a Valery, tengo que hablar con ella para arreglar las cosas. Como dijo mi padre esta mañana, no había elegido la mejor forma de proponerle matrimonio a Valery.

*Flashback*

—Buenos días hijo, ¿va todo bien con Valery? —Me preguntó él cuando me estaba subiendo a mi coche.

Obviamente Valery se había ido en el sueño, la cuestión es, ¿a dónde? Por suerte mi padre pareció leerme la mente y me contó que Valery se había tomado el día libre para irse con sus amigas.

—Pero descuida, dejó todo solucionado en la empresa. Dijo que tienes en su escritorio todos los contratos que debía revisar para hoy —Continuó explicándome mi padre mientras que su secretaria hablaba por teléfono y apuntaba cosas en una agenda.

—Muchas gracias papá y no te preocupes, todo va bien con Valery —Le respondí antes de encender el motor y salir de casa.

*Fin del flashback*

Tras salir del parking de la empresa y unirme al tráfico de Florencia, conduzco hasta casa, las luces de la casa siguen encendidas, de modo que mi padre o alguien más de la casa siguen despierto.

Voy directo a la sala de estar creyendo que me voy a encontrar a con Valery pero me llevó una desilusión al toparme con Nataly y mi padre, que estaban viendo una película en la tele.

—Hola hijo, menos mal que has vuelto. Creíamos que te quedarías toda la noche metido en tu despacho —Me dijo papá con una media sonrisa.

—No vas mal encaminado, la verdad. Pero ya me empezaba a sentir cansado y decidí volver a casa... Por cierto, ¿Valery está arriba? —Les dije antes de mirar hacia las escaleras.

—No ella todavía no ha vuelto. Está con las chicas en un club, me lo dijo por Whatsapp —Dijo Nataly levantando su móvil y volviendo a mirar la televisión.

—Vale, voy a cenar algo y luego me iré a la cama —Les dije mientras me dirigía la cocina.

—De acuerdo. Buenas noches —Dijo mi padre, después le siguió mi hermana.

Una vez en la cocina me preparé un sándwich. Saqué el pavo, el queso, la lechuga, el tomate y la mayonesa. A continuación, me cogí una cerveza de la nevera, la abrí y me senté en uno de los taburetes de la pequeña isla que poseía la cocina.

Mientras masticaba el primer bocado de mi sándwich, pienso en cómo estará Valery y qué estará haciendo en estos momentos exactamente.

Eran las doce de la noche cuando encendí un cigarrillo y me tumbé en la cama. Contemplando el techo dejé mi mente en completamente blanco.


Tras fumar el cigarrillo y dar varios paseos por el balcón de mi habitación, pero nada lograba tranquilizarme. No podía dormir sin Valery a mi lado, de modo que me fui a la habitación de invitados donde ella se estaba quedando a dormir.

Con el aroma de Valery impregnado en las almohadas por fin logro dormir, pero eso dura poco porque el sonido de unos pasos me despierta y, mientras me rasco un ojo medio dormido, veo a Valery contemplándome confundida.

—Marcus, ¿qué haces aquí? Te recuerdo que tu habitación está al final del pasillo —Me preguntó levantando la mano y señalando la puerta.

—Lo sé pero te no podía dormir, te echaba de menos. Vine aquí pensando que te encontraría ya dormida, pero al no encontrarte le pregunté a mi padre y él me contó que pasarías todo el día con tus amigas —Dije yo poniéndome de rodillas sobre el colchón y deslizándome hacia ella.

—Marcus, estoy cansada y quiero dormir —Me dijo ella suspirando cuando puse mis labios en su cuello y mis manos en su cintura.

—Valery he estado pensando, me he dado cuenta de que me precipité al pedirte matrimonio anoche... Quiero casarme contigo, pero cuando toda esta mierda pase y ambos estemos preparados —Le susurré en el oído antes de jugar con el lóbulo de su oreja.

Joder, cómo extrañaba el aroma de su pelo y el de su perfume también. Poco a poco Valery se dejó llevar por mis besos y me los correspondió pero en un momento, separó sus labios de los míos y me sonrió contenta.

—Me alegra que lo entiendas y quiero que sepas que yo, jamás te diría que no —Dijo sosteniendo mi rostro entre sus manos y depositando un corto beso en mis labios.

Con mis manos aún en sus caderas, la atraje más hacia mí y acto seguido la tumbé en la cama, colocándome yo encima y atacando su cuello de nuevo.

Los jadeos de Valery y sus manos que no dejaban de enterrarse entre las hebras de mi pelo, me estaban llevando al límite. No apresuré las cosas, todo lo contrario, me tomé el tiempo suficiente para disfrutar de cada beso, cada caricia y unos minutos después, me introduje en ella lentamente.

Acabamos rendidos y haciendo la cucharita, pese a que traté de mantenerme despierto para poder contemplar a Valery (acción que se había convertido en mi pasatiempo favorito) terminé quedándome dormido.

(...)

A la mañana siguiente me desperté con Valery acurrada entres mis brazos y con la cabeza apoyada en mi pecho. Sonreí como el cabrón más afortunado de la tierra y dejando un beso en su cabeza, salí de la cama.

Me encontraba en la ducha cuando noté las manos de Valery recorriendo mi estómago, mientras dejaba un camino de besos desde mi hombro hasta la parte central de mi espalda.

—Buenos días —Le dije con una sonrisa curvando mis labios.

—Buenos días, esperaba despertar contigo a mi lado —Dijo ella asomándose por encima de mi hombro y haciendo un puchero con los labios.

Le devolví la sonrisa y me giré hacia ella con la esponja, dispuesto a enjabonar todo su cuerpo. Mientras pasaba la esponja por su hombro derecho, le contesté:

—Lo sé, pero tenía que levantarme primero, porque de lo contrario terminaría comiéndotelo todo —Comenté con una media sonrisa y encogiendo los hombros.

Valery echó la cabeza hacia atrás mientras se reía a carcajada limpia.

— ¿Y qué hay de malo en eso? —Me preguntó coqueta.

—Que si lo hago, no saldremos de la habitación en todo el día —Dije yo sonriéndole coqueto también.

—Hum, eso es cierto. Date la vuelta y pásame la esponja —Me dijo ella cuando terminé de enjabonar su cuerpo y su pelo.

Cuando ambos nos deshicimos del jabón y terminamos nuestra ducha, salimos y la envolví con una toalla y después hice lo mismo con mi cuerpo.

A continuación, salimos del baño y empezamos a vestirnos. Valery se puso un vestido azul de cuello de tortuga y unos tacones negros, su pelo estaba recogido en una coleta alta y desordenada, pero no en el mal sentido sino con estilo.


—Listo, ya podemos irnos —Dijo Valery sonriéndome y caminando hacia la cama para coger su gabardina negra y su bolso a juego.

—Un segundo —Dije yo terminando de atarme las botas.

Esta vez yo opté por llevar unos vaqueros, camiseta negra de manga corta y zapatos a juego.


—Vale, ahora sí que podemos irnos —Dije yo levantándome de la cama y tomando su mano.

Cuando bajamos vimos a mi padre, Nataly y su secretaria desayunando juntos. Nataly no paraba de hacerle preguntas sin parar, como por ejemplo: ¿De dónde era? ¿Si vivía sola o con su familia? ¿Si estaba soltera?

—Nataly, para de una vez, por favor. Estás incomodandoa Marina —Le advirtió Andrew lanzándole una mirada severa.

—No se preocupe, señor Andrew, es normal que su hija sienta curiosidad —Dijo Marina sonriendo con ternura a mi hermana.

Nosotros les saludamos pero no desayunamos con ellos, ya que Valery y yo desayunaríamos fuera y de ahí nos iríamos a la empresa.

— ¿Por qué no nos tomamos el día libre? Hace un día maravilloso, Marcus —Me pidió ella sonriéndome ilusionada.

— ¿Eso quieres? Porque podemos hacerlo perfectamente, aunque tendríamos que cambiarnos de ropa —Dije yo sonriéndole mientras los dos caminábamos hacia mi coche.

—Sí, pero también sé que hoy tenemos mucho trabajo. De modo que prefiero ir a la empresa, trabajaremos primero y disfrutaremos después —Dijo ella suspirando con resignación y entrando en el coche.

Yo entré poco después y cuando terminé de ponerme el cinturón y encender el coche, me giré hacia ella con una media sonrisa.

—Muy bien, eso haremos pero si de verdad quieres disfrutar de un día increíble como el de hoy. Te diré que aún conservo mi moto y con la que por cierto, podremos dar largos paseos por toda Italia si lo deseas, nena —Le dije yo sonriendo aún más al ver su expresión de asombro y la ilusión brillando en sus ojos.

— ¡Sí, eso me encantaría! —Me contestó saltando de emoción en su asiento.

—Pues decidido. Mañana mismo daremos una vuelta en la moto —Dije yo sonriéndole y saliendo de nuestros terrenos minutos después.

Como siempre, el día en la empresa transcurrió con normalidad. Hubo muchos pedidos y recibimos nuevos cargamentos de antigüedades, ropa y demás. Valery estuvo metida todo el jodido día en su despacho al igual que yo y pese a que ambos deseamos salir a comer por ahí, el trabajo que se nos había acumulado era impresionante.

Ahora mismo estaba yendo al despacho de mi primo Domenico, quien últimamente está más contento de lo normal. Nadie sabe el puto motivo pero nos alegramos por él igualmente, aunque claro, Ángelo no puede evitar meter las narices para descubrir el origen de tanta felicidad en Domenico.

Scusa, Sonia, ¿mio cugino Domenico è impegnato in questo momento? Vorrei parlare con lui (Disculpa Sonia, ¿mi primo Domenico está ocupado ahora mismo? Me gustaría hablar con él) —Le dije a su secretaria, quien parecía estar enfrascada en su trabajo.

—Non sono sicura, mi faccia controllare e la informo súbito, signor Mackenna (No estoy segura, déjeme que lo comprueba y enseguida le informo, señor Mackenna) —Me contestó ella sonriendo con profesionalidad y descolgando el teléfono del intercomunicador.

Grazie mille, Sonia (Muchas gracias, Sonia) —Le respondí sonriendo agradecido y sentándome en uno de los sillones que tenía cerca de la entrada.

Sonia no tardó mucho en recibir la respuesta de mi primo y tras mirarme con otra sonrisa educada, me indicó que podía entrar al despacho de Domenico.

—Hola, ¿te pillo en mal momento? —Le pregunté mientras cerraba la puerta a mi espalda.

—No, para nada, pasa. Solo dame un segundo para terminar esta llamada, por favor —Me dijo él para, acto seguido, girar en su silla y comenzar a hablar en voz baja.

Sus sonrisas de idiota y la forma en la que hablaba tan cariñosamente con la otra persona, me dio la pista de que era una persona sumamente especial. La pista definitiva que me aclaró que era una mujer, fue que Domenico la llamó Amore.

—Voy a empezar a creer que Ángelo tiene razón con lo de que estás saliendo con alguien, Domenico. ¿Quién es la chica que te está haciendo sonreír de esa manera? —Le pregunté sonriendo con diversión.

—Pronto la presentaré ante la familia, pero por ahora prefiero guardarme esto para mí —Me contestó con una sonrisa de oreja a oreja y un brillo de felicidad en los ojos.

Sin duda alguna la chica, fuese quien fuese, estaba empezando a caerme bien. Después de lo que le pasó a mi primo con Olivia, no lo había visto sonreír de nuevo durante varias semanas.

—Lo respeto, no me entrometeré más —Dije yo alzando las manos en alto.

—Bien, ahora, ¿a qué se debe tu visita? ¿Es algo del trabajo? —Me preguntó él frunciendo el ceño y dejando su móvil a un lado.

—Sí, de hecho se trata sobre un proyecto en Estados Unidos. Ya sabes que mi padre quiere construir una sucursal allí y necesito a alguien de mi confianza para que vaya a comprobar cómo van las obras. Es ahí donde entras tú, la verdad es que me sabe mal pedírtelo porque sé que a ti no te van estas cosas... —Le explicaba mientras me rascaba el mentón y le miraba directamente a los ojos.

— ¡Acepto! ¿Cuándo me voy? —Me sorprendió él antes de que siquiera pudiese terminar de contarle.

— ¿En serio quieres el puesto? Quiero decir, me alegra porque no confío en nadie más de la empresa para esta tarea, el resto de la familia es buena en su trabajo pero... En fin, sabes que este tipo de trabajos son muy delicados y en lo que ha negocios se refiere tú y yo pensamos de la misma forma. Es por eso que creo que tú eres el hombre indicado para esto —Le terminé de explicar por fin.

—Lo entiendo, créeme que lo entiendo perfectamente y descuida, no hace falta que trates de convencerme. Iré encantado a supervisar el proyecto —Me respondió él sonriendo muy ilusionado.

¿Qué cojones? Me alegra que le parezca bien viajar a Estados Unidos, pero tanta efusividad me sorprendía.

—Muy bien, tendrás que salir esta semana. El viernes 15 para ser más exactos, ¿tienes algún problema con ello? —Le dije mirando un segundo mi móvil.

—Ninguno —Dijo él asintiendo enérgicamente.

—De acuerdo, entonces les informaré de tu llegada y de paso haré que mi secretaria te envíe todos los informes correspondientes —Le dije levantándome y estirando mi mano hacia él.

— ¡Perfecto! Iré haciendo las maletas... Ya sabes para no olvidarme nada y tener que volver a última hora —Comentó rascándose la nuca y soltando una risotada.

—Claro, claro, lo entiendo. En fin, me voy ya, tengo mucho trabajo por hacer —Me despedí estrechando su mano y saliendo de su despacho poco después.

Estaba llegando al mío cuando recibí una llamada de un número desconocido. Sin pensarlo, contesté ya que supuse que se trataría de algún tema de trabajo o así... Pero enseguida me di cuenta de mi error.

—Buenos días, ¿con quién hablo? —Pregunté al mismo tiempo que entraba en mi despacho.

De modo que es cierto, ya te has olvidado de mí... Ni siquiera reconoces mi voz, Marcus —Me dijo una voz femenina y afligida.

¿Quién demonios era?

—Oiga no tengo todo el tiempo, así que le agradecería que me dijese de una vez quién es y por qué motivo me ha llamado —Le respondí yo frunciendo el ceño.

Soy yo... Karina —Dijo aquella voz de nuevo, con tono triste.

— ¿Katrina? ¿Y qué coño quieres de mí, eh? Porque en lo que a ti se refiere, lo único que me puede interesar es saber si estás ya detrás de las rejas o si sigues correteando por ahí con Eric —Le espeté furioso y sentándome tras mi escritorio.

Marcus por favor, déjame explicarte... Yo en realidad no quería matar a tus padres, pero me dejé llevar por mis impulsos —Suplicó ella entre sollozos.

— ¡Oh, entonces todo arreglado! Llamaré a la policía y les diré: Verán agentes, ¿recuerdan el incendio provocado por mi ex novia y en el cual murieron mis padres adoptivos? Pues al final no fue provocado del todo porque resulta que mi ex novia solo se dejó llevar por sus putos impulsos psicópatas —Exclamé yo sonriendo falsamente y alzando la voz con la última parte.

Marcus, por favor... —lloriqueó Katrina.

— ¿Sabes qué, Katrina? Por mi te puedes ir al mismísimo infierno, podrías morirte mañana mismo y no sentiría absolutamente nada... Bueno sí que sentiría algo: Felicidad plena. Estaría feliz al saber que la asesina de mis padres está bajo tierra —Le grité antes de colgar y lanzar el móvil a tomar por culo.

Debí sospechar que si Katrina trató de agredir a Valery hace unos días, no tardaría en ponerse en contacto conmigo. Y no dudo que Eric se envalentone con estos hechos y decida acercarse a Valery.

Eso es lo que ahora mismo me tiene acojonado, no quiero que se acerque a ella de nuevo. No quiero que vuelva a poner sus sucias manos sobre mi chica y la ennegrezca con su podrida alma de nuevo.


Hola chicos aquí os dejo un nuevo capítulo y esta vez cargado de tensión, muy pronto se vendrán momentos aún más tensos pero de momento quiero darles a Marcus y Valery un poco de paz y felicidad.

Espero que os haya gustado el capítulo de hoy, si ha sido así haced clic en la estrella y dejadme vuestra opinión en los comentarios.

Hasta el próximo capítulo, mis hermosas almas oscuras 🖤
















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