ANGELA
Mis ojos comenzaron a abrirse con lentitud, las luces y los colores me inundaron cuando desperté, note una reconfortante calidez en la palma de mi mano y la estruje con suavidad, los dedos de Silver se deslizaron entre los míos y me llenaron de calma. Con mucha fuerza levanta la cabeza, los músculos del cuello se retorcieron cuando me moví, me dieron una paliza, podía sentirlo.
—No te muevas, todavía estas débil— Silver me ayudo a incorporarme un poco, luego con un suave empujón hacia atrás me recostó sobre una almohada.
— ¿Dónde estoy?— mi mente estaba tratando de reconstruir el pasado, pero me estaba costando mucho retomar cada momento para ubicarme completamente en el presente.
—Estamos en el departamento del humano. Los atacaron unos demonios y supe que necesitarías de mi ayuda— ahora lo recuerdo, Emma, el antro de mala muerte, los gritos, la sangre, mis hermanos caídos.
—Mark...¿Cómo está?— Silver suspiró, no podía culparme por estar preocupada por mi humano, cuya vida esta incluso antes que la mía.
—Esta bien, lo he sanado, le tuve que borrar la memoria, pero fuera de eso estará bien, despertara en unos minutos, ah y por cierto también le borre la memoria a su amiga— Asentí, estaba comenzando a relajarme cuando recordé que aun seguía siendo humana y él despertaría en cualquier momento. Me vería.
—Tranquila regrese tus alas a su lugar, no podrá verte, de nuevo eres una guardiana invisible— excelente, todo marchaba bien después de todo, todos estábamos vivos y no podía más que agradecer por ello.
—Gracias Silver, no sé que hubiera sido de nosotros si no hubieras llegado—la verdad era que sí lo sabía, yo estaría muerta, muerta de verdad y Mark...no quiero ni imaginármelo.
—Tenia que cuidarte.
—Ya no soy una novata Silver— es hora de que Silver deje de verme como una niña inexperta.
—Eso lo se Angela, pero me importas demasiado como para dejar que algo te pase, ya deberías saberlo— mis ojos se suavizaron, me acerque y lo abrace. Silver era todo lo que tenía, no recuerdo nada antes de él.
—Gracias por preocuparte Silver y por salvar mi trasero
—No hay de que, anda, ahora prepárate, él despertara pronto— menciona quitándome un mechón de cabello rojizo de la frente.
—¿Te tienes que ir ya?— sé cual es la respuesta, pero puedo tentar mi suerte aunque sea u poquito, generalmente pasan años antes de que pueda volver a verlo.
—Si, debo volver, solo se me permitió bajar para ayudarte contra tantos demonios, tuve que rogarle a Marcus y por suerte me dio la oportunidad, pero tengo el tiempo contado—dijo fingiendo una sonrisa. Esta bien, lo entiendo, mi amigo es importante, tiene mucho trabajo que hacer..
—Sabes que no puedo estar siempre contigo— tal parece que mi rostro delato mi inconformidad porqué Silver respondió a mis sentimientos — El cuidar de Mark es muy peligroso, si quieres renunciar lo entendería— Oh que tramposo, ya sabía a lo que quería llegar.
—Estoy bien, gracias— repuse. Silver asintió y al instante apareció de la nada un portal frente a nosotros. Si yo tuviera esa habilidad sería todo más fácil, lastima que solo los guías pueden hacer eso.
—Estaré al pendiente, nunca estarás sola y por favor sé más prudente— le sonreí y Silver se marchó. Prudencia, claro...
Me quede sola en aquella habitación, sentí aquel cruel silencio como una bofetada, era un silencio que daba miedo, un silencio que me dejo helada. Silver ya no estaba y debo confesar que el verlo me hizo mucho bien, pero ahora lo extraño, extraño mis días de aprendiz, lo veía con más frecuencia, podía hablar con mi amigo más tiempo.
Pero así son las cosas, cambian, debo adaptarme al cambio, ahora ¿donde se encontraba Mark?. Mi duda se vio respondida cuando un sonido que provenía de su habitación me llamo la atención. Claro, si cuarto.
MARK
La cabeza me duele de una manera inexplicable, parece que me va a estallar, palpita tanto que me cuesta pensar con claridad, recuerdo que estaba en él antro y.... fui a sacar a ....no recuerdo como se llamaba, pero era una chica, y luego de eso, no hay nada. Me levantó lentamente y descubro que estoy en mi habitación, ¿cómo fue que llegue aquí?
Me frotó la frente y comienzo a limpiarme los ojos cuando mi celular comienza a sonar, se encuentra en el buro, así que lo tomo y contesto tratando de no sonar tan mal como me siento.
—¿Mark?—Era Alessia.
—Si Alessia soy yo— respondí caminando hacia la ventana de mi habitación. Ha comenzado a llover.
—¿Dónde has estado? te estaba buscando por todas partes sabes y no estabas...me dejaste aquí, ni siquiera sé donde estoy— la voz de Alessia se quiebra ¿qué esta diciendo?
—¿Qué?, lo siento, ni siquiera recuerdo como es que llegue aquí a mi casa, es extraño, pregunta a alguien donde estás y estaré ahí cuanto antes.
— Al menos me hubieras llamado— me dijo con un tono severo, estaba muy enojada y me imaginaba su situación ¿como fui capaz de irme sin ella?.
—Lo siento Alessia acabo de despertar, no recuerdo nada y...— unos minutos de silencio y un sonido violento me anunciaron con dolor que Alessia me había colgado, tenia que buscar una forma de arreglar esto, pero primero tenia que recordar que paso.
ANGELA.
Me encontraba sentada en la cama mirando a Mark, al parecer Silver no había tenido la amabilidad de dejar a Alessia en su casa, que grosero y sumado a eso, Mark esta sumamente confundido, me duele verlo así, me gustaría que no le hubieran quitado los recuerdos pero también creo que esta mejor así, el trauma de lo vivido lo consumiría. No, definitivamente no tiene que recordar nada.
Lo observó mientras se pasa las manos por la cara y se tira en el piso llevando un cuaderno con él. Me entra una curiosidad tremenda mientras abre aquel cuadernillo en una hoja en blanco y se queda en silencio mirando la pulcritud de la hoja con una postura que me dice esta sumido en sus pensamientos.
—¿Cuál era tu nombre?— pregunta al vacío. Ni idea de lo que habla.
Extrae un lápiz de grafito y comienza a dibujar en la hoja de papel, durante un momento casi eterno. Al terminar se levanta y enciende la lámpara de su cuarto.
—¡Maldición! ¿por qué no puedo recordarte?— sentí que me estrujaban el corazón al verlo así, no entiendo lo que quiere o lo que esta buscando, no puedo evitar acercarme a él por la espalda y tocar su cabello negro con la punta de los dedos. Al hacerlo Mark suspira.
—¿Por qué no me acuerdo de ti?— habla en voz baja, como un susurro que desgarra el silencio y aunque se que no debería meterme, no puedo verlo así de desesperado...no entiendo lo que quiere recordar, si esta embelesado con la tal Emma no pienso intervenir en que recuerde, es mejor que deje atrás a esa chica, era bonita pero vamos, no es para tanto.
—Tal vez no recuerde tu nombre, pero si que me acuerdo de tu cara— por un demonio, lo que me faltaba, que mi humano se obsesione con un demonio.
Mark trabaja en silencio, esta vez usa colores de madera, tira el dibujo anterior y comienza uno nuevo, lo veo trazar lineas, difuminar con sus dedos, definir una mejillas, unos labios, determinar con suavidad unas largas pestañas, dibujar rizos que casi parecen salir del papel, hasta que extiende el dibujo y me deja anonadada.
Era un retrato de mi, es mi rostro.
No llevaba esa diadema en el pelo pero mi cabello era igual, ondulado y rojizo castaño. Mis ojos son verdes y pues claro que reconozco mi cara ¿qué esta haciendo?
—Aquí estas— menciona Mark sonriente con los ojos llenos de emoción, ahora si que estoy confundida, ¿me recuerda? a pesar de que Silver había borrado su memoria, al parecer sigue con algunos recuerdos. Principalmente mi cara.
—¿Qué sucedió contigo?— Se acordaba de mi y quería verme, oh no, no, no, no, no, por favor que no sea lo que estoy pensando.
—Angela. Ahora lo recuerdo, te recuerdo— dijo mirando aquel papel con una mirada indescifrable para mi.
—Me salvaste y te encontraré, lo juro— anuncio poniéndose de pie, lo mire asombrada, quería encontrarme, quería verme, sabía de mi, me recordaba.
—Volveremos a vernos Angela— Mark sonríe mirando hacía la calle que se refleja en su ventana, le tomo el hombro con suavidad siguiendo su mirada, ay Mark.
—Si supieras que siempre estoy aquí— susurré mirándolo. Mirando el dibujo de mi, mirando el mundo al que pertenecía, esperaba estar profundamente equivocada, no es posible, no puede ser, sé que es imposible pero al ver su mirada perdida en algún lugar, solo puedo considerar la posibilidad de que mi humano se enamoro de mi.
No puede ser, eso no puede ser, no pertenecemos a la misma realidad, él debe entender que solo fui un recuerdo en su vida. Ya pasará el tiempo y se olvidará de la chica pelirroja que le salvo la vida, si se enamoro ya habrá tiempo para que olvide, no debes preocuparte Mark, no volverás a verme.