Nuestros cuerpos desnudos encajaban a la perfección.
Ella acariciaba cada parte de mi y yo besaba cada centímetro de su cuerpo.
Nunca me habia sentido tan pleno como ahora. Siento que Haeri es una recompensa por tantos años de soledad que viví.
Si es asi, gracias por darme esta perfección andante.
-Te amo Jongin. - abrazo mi cuello con sus tersos brazos mientras subía y bajaba por cada embestida.
Nos casamos hace 2 años. Ha pasado tan poco tiempo. Pero jamás me canso de verle el rostro en las mañanas, o ir al supermercado de noche con ella, o llevarla a conocer nuevos lugares.
Me bastaba con solo estar cerca de ella para sentir que la vida me daba la oportunidad para ser plenamente feliz.
Solo habia algo que noches atras no me dejaba conciliar el sueño.
Formar una familia.
Toda mujer soñaba con una. Lo se por mi extensa experiencia con el sexo femenino.
Al momento de que aquellos hombres experimentaron conmigo me dejaron sin descendencia.
Ahora los odio por haberme hecho eso.
Despues de haber hecho el amor ella se quedo dormida en mi pecho. Yo no pude pegar un ojo por mis pensamientos.
Al despertarse ella noto algo raro en mi.
-¿sucede algo? -negue con la cabeza mientras depositaba un beso en su cabello. -Jongin, te conozco. Algo te sucede. -suspiré.
-Si sucede algo.
-Dime, que ronda por aquella cabeza. -beso mis labios mientras se sentaba en la cama para escucharme.
-He estado reflexionando sobre nosotros, en que, tarde o temprano querrás formar una familia, una familia que no te podre dar.
-Jongin, no necesito a nadie más que a ti. Te amo, no quiero hijos, si no puedes tenerlos estaré bien con eso, por que te amo. -acaricio mi rostro con sus delicadas y suaves manos. Mis ojos se llenaron de lagrimas, lagrimas de conmoción, jamás nadie me habia hecho llorar de esa manera.
-¿Ves lo imposible que es no amarte? -reímos los dos volviendonos a besar.
-te protegere para siempre, de todo lo malo, de los peligros que puedas correr, incluso los que puedas imaginar, nunca dejaré que sufras por nada. Jamás te dejaré ir. -y la abrace como si un mañana no existiera.