Yo: Quería decirte que... Gracias... Por haber... Venido y que... ¡Joder! ¡Besame ya!
Y me hace caso, milésimas después tengo sus labios sobre los míos.
Sus manos se dirigen a mi cintura y me pega a él, profundizando el beso. Yo acerco mis manos a su nuca y acaricio su pelo. Lentamente separa nuestros labios.
Verlo con los labios rojos y hinchados, con la respiración acelerada y con varios mechones de pelo que le caen por los ojos hace que tenga mas ganas de volver a besarle... Le miro fijamente a los ojos y sonrío.
Yo: Te quiero.
Vuelvo a besarle y es como estar en el cielo. Sus manos siguen estando en mi cintura sólo que ahora rozan tímidamente mi piel. Mis manos siguen en su cuello, trazando pequeños círculos en su nuca. Separo nuestros labios y deja un corto beso en ellos.
Carlos: Yo también te quiero peque.
Arrugo la nariz y me cruzo de brazos mientras hago un puchero.
Yo: No soy pequeña jum.
Se ríe y deja un corto y dulce beso en mis labios.
Carlos: No eres pequeña, eres MI pequeña.
Yo: No me digas esas cosas...
Me tapo la cara con las dos manos, intentando que no vea que me he ruborizado. Noto como sus manos me cogen las muñecas y como retira mis manos suavemente de mi cara para darme un beso en la nariz.
Carlos: Estas preciosa ruborizada. Bueno es que tu ya eres preciosa ya de por si.
Yo: ¡¡Para!!
Carlos: ¿Y si no quiero?
Yo: Si paras te invito a un helado.
Coge mi mano y tira de mi hasta la salida de la pista, me sienta en el banco, haciendo el lo mismo. Se empieza a quitar los patines para luego calzarse sus zapatillas. Yo también me descalzo y me calzo mis botines, guardando mis patines en la bolsa. Cuando me levanto, Carlos ya ha dejado los patines de alquiler en su sitio.
Salimos fuera y pasamos a la calle de enfrente donde hay una heladería. Nos sentamos en una de las mesas que hay libres y pedimos. Enseguida nos traen los helados, de oreo para mi y de chocolate para Carlos. Apenas hablamos, pero los miradas y sonrisas hablan por si solas.
Carlos: ¿Me acompañas ahora al hotel? Tengo que coger la habitación.
Yo: ¿¿Has cogido una habitación?? Te dije que te podías quedar en mi casa.
Carlos: No quería molestar.
Yo: Tu nunca molestas.
Cojo un poco de su helado y me lo como lentamente. Haciendo que al final mis labios acaben llenos de chocolate.
Acerco mi mano al servilletero pero Carlos me impide coger una servilleta.
Carlos: Ya me encargo yo.
Sonríe para después besarme, pasa su lengua lentamente por mis labios, limpiando cualquier resto de chocolate que hubiese. Se separa de mi y vuelve a sentarse en frente mía.
En una de las mesas que esta cerca de la nuestra hay una niña con sus padres, los padres hablan mientras que la niña esta pintando. No creo que tenga mas de seis años. Me imagino a mi con un marido y una hija, pasando las tardes dando una vuelta, tomando nos un helado, siendo felices. Aún con la imagen en la cabeza sonrío enternecida. Vuelvo la vista a la mesa aun con la sonrisa, apoyo mi cabeza en una mano mientras que la otra la apoyo en la mesa.
Carlos: ¿En que piensas?
Yo: Quiero formar una familia. No ahora, algún día.
X: Hello, I'm Jade.
Giro la cabeza y veo a la niña que apenas unos minutos antes estaba observando.
Yo: Hola preciosa.
Jade: Os he hecho un dibujo.
Me tiende un papel lo cojo y en él hay dos muñecos muy parecidos a nosotros.
Jade: De mayor quiero tener un novio tan guapo como el tuyo.
Sonrío como una tonta.
Yo: Me encanta el dibujo Jade. ¿Me lo puedo quedar?
Xx: Jade, ¡nos vamos!
Jade: Adiós.
Corre hacia sus padres y coge la mano de su madre, saliendo así de la heladería.
Carlos: ¿A ver?
Coge el dibujo y sonríe para luego sacar el móvil y hacerle una foto.
Carlos: ¿Qué te ha dicho la niña?
Yo: Que de mayor quiere tener un novio tan guapo como el mío.
Carlos: Espera, espera, ¿tienes novio?
Yo: Se podría decir.
Me río al ver su cara. Esta monísimo enfadado.
Carlos: ¿¡Y cuándo me lo ibas a decir!?
Yo: ¿Decirte el que? Jajaja
Carlos: Y encima te ríes. No me he hecho dos horas en avión para que me digas que tienes novio. Nos vemos.
Coge su chaqueta y se va. Salgo corriendo detrás de el y le cojo del brazo, pero el intenta zafarse del agarre, consigo que me mire, pero el se aparta y sigue caminando.
Carlos: Dejame, no le pongas mas los cuernos a tu novio.
Yo: No tengo novio.
El se para de golpe y me mira confuso. Yo me río interiormente.
Carlos: Pe-pero...
Yo: La niña se refería a ti. Quería de mayor un novio tan guapo como tú.
Carlos: Entonces...
No le dejo terminar, lo cojo de la camiseta y lo beso, el parece relajarse. Posa sus manos en mi cintura y me aprieta contra él. Me separo de él pero en seguida vuelve a besarme y me empuja delicadamente hasta la pared, los besos empiezan a ser cada vez mas húmedos y la temperatura empieza a subir considerablemente, separo nuestros labios y cojo un mechón de pelo, lo enrollo en mi dedo y cambiando el peso de pierna y con voz melosa hablo.
Yo: ¿Vamos a por tu habitación?