Sintió como la cama se empezaba a mover mientras tenía los ojos aun cerrados. Estaba a punto de abrirlos cuando sintió los labios de su hermano posarse sobre los de ella. Besándola. Lentamente. Chupaba su labio inferior haciéndola estremecer de deseo. Justin pasó la lengua por su labio delineándolo y ___ gimió.
-¿Sabes? –Susurro él- te amo tanto que a veces hasta me asusta –dijo. ___ abrió los ojos y lo miro desconcertada, ella también se sentía de la misma manera.
-Me pasa igual –admitió- pero esto se siente demasiado bien, que no lo cambiaría por nada- El sonrió y asintió.
-Yo tampoco –le mordió el labio inferior estirándolo y enviándole a ___ una punzada entre sus muslos, los cuales estaban aun muy sensibles- No sé qué haría si estuvieras con alguien más que no sea yo –confesó- ayer cuando te vi con ese bastardo quise ahorcarlo -___ se puso nerviosa.
-Justin, yo... -el puso su pulgar por sus labios impidiendo que continuara.
-Lo sé, ya me lo explicaste. Es solo que el simple hecho de pensar que alguien te toque como yo lo hago, que alguien algún día será tu esposo y te hará el amor todas la noches -___ sintió que se le encogía el corazón. No, ella no quería aquello- me duele pensar en eso – soltó Justin con un nudo en la garganta.
-Entonces, no pienses en ello –le agarró la cara poniendo ambas manos en su mejilla- te amo, eso es lo que importa en estos momentos –el asintió.
___se colocó a horcajadas sobre su hermano y lo beso de nuevo tratando de tranquilizarlo y tranquilizarse a sí misma. Aquello que había dicho Justin era cierto. Pero ella se negaba a pensarlo, si fuese posible no se casaría nunca con nadie. Solo viviría alado de su hermano, así como solo ellos podían. Felices. Sin que nadie se interponga entre ellos.
Justin la agarró entre sus brazos para colocarla debajo suyo. Necesitaba marcar el ritmo esta vez, necesitaba demostrar cuanto la amaba. Le beso cada centímetro de piel haciéndola estremecer. Esta vez iría lento, necesitaba aquello. Debía de guardarse cada centímetro de su delicada piel. Parecía que cada vez que hacía el amor con su hermana, se volvía más y más adicto a su cuerpo, a su sabor, a su olor.
Levanto la vista y la vio con la respiración agitada y los ojos cerrados. Abrió un poco más sus piernas y se acomodó entre ellas mientras besaba a ___ tan profundamente. Entró lentamente en ella gruñendo fuertemente. _____ clavó sus uñas en su espalda arqueándose ante tales deliciosas sensaciones que sentía en aquel momento. Justin hundió su cabeza en su cuello mientras la abrazaba y la aferraba más a él. Se movía lentamente dentro de ella, mientras gemía en su oído.
-Te amo tanto Princesa –susurro con la voz ronca en su oído. Ella gimió fuerte.
-Yo también te amo mi amor –el sintió algo extraño en la boca del estomago.
"Mi amor" esas palabras. Tan simples, pero de gran significado para Justin. Amaba como salían de los labios de su hermana. Si hubiese sido otra, se alejaría porque significaba peligro. Pero de ___ no, nunca lo haría. Al contrario, deseaba quemarse. Y lo estaba haciendo justo en ese momento, pensó. Se vino tan deliciosamente acompañando a su hermana gritando sus nombres.
Se salió de su hermana recostándose a su lado, tratando de normalizar su respiración mientras que ____ se acurruco a su hermano abrazándole. Justin bajo la vista para mirarla una vez que sus respiraciones estaban más tranquilas. Estaba dormida. Le acarició el pelo y ella se abrazo más a él. Aun dormida. Justin sentía esa necesidad de protegerla al verla tan frágil. Como ahora.
Se quedo dormido pensando en lo mucho que la amaba, en que no quería terminar con eso nunca. ¿En que había pensado antes? Se dijo. ¿Cómo pudo haber sido idiota en pensar que sería mejor alejarse? Por suerte no lo había hecho, él sabía que se hubiese arrepentido y que sería tarde para solucionarlo.
Justin se removió en la cama despertando. Abrió los ojos y miro a su alrededor. Vio a su costado a su hermana durmiendo boca abajo con una mano sobre él. Sonrió mirándola tiernamente. Se quedó de esa manera, sin moverse. Solo mirándola.
Sus ojos cerrados con sus largas pestañas, su nariz, su boca. Todo en ella le parecía hermoso. ___ era hermosa, pensó. Definitivamente era un hombre afortunado. Al pensar en eso sintió una punzada en el corazón. No era el cien por ciento afortunado. Solo lo era por estar con ella en esos momentos, pero ¿Hasta cuándo duraría? No lo sabía, y se decía a si mismo ya no pensar en eso. Se hacía daño pensando en eso.
___ parpadeó mirando a su hermano. Lo estaba mirando desde quien sabe hace cuanto tiempo. Se sonrojo. Justin sonrió al ver como se sonrojaba. Eso era una de las cualidades que tenía su hermana, ser tímida y tierna. Le encantaba hacerla sonrojar. Le acarició la mejilla y se acercó a darle un beso cerca de sus labios.
-¿Hace cuanto que estas despierto? –pregunto __ con la voz ronca.
-Como cinco minutos –respondió sonriendo- ¿Ya te dije que me encanta hacerte sonrojar? -___ se mordió el labio nerviosa.
-No –quería ocultarse en esos momentos, empezó a estirar la sábana nerviosa. Justin rió y agarró sus manos- No tienes porque hacer lo que sea que pensabas hacer –ella lo miro- me encanta mirarte de esa manera, eres hermosa. -___ sintió algo extraño en su corazón.
Su hermano andaba un poco extraño desde el día anterior. Bueno, no extraño. Pero si muy cariñoso. Iba a mentir si decía que no le gustaba, porque le encantaba. La hacía sentirse amada y hermosa. Como solo él podía hacerlo. Pero le asustaba que aquello fuese una despedida. Parecía una. No, se recrimino mentalmente. El no la dejaría, le había dejado bastante claro la noche anterior. Se sonrojo de nuevo.
-¿En qué piensas? –preguntó Justin.
-Yo...- no podía decirle- en nada. –el rió.
-Está bien, si te incomoda no te insistiré –le dio un corto beso en los labios antes de levantarse.
-¿Adónde vas? –quiso saber ella.
-Me daré un baño –agarró una toalla y se lo coloco por la cintura. Mientras ___ estaba perdida en aquella vista- ¿Quieres venir conmigo? –Pregunto- sabes que dentro de unos minutos iremos a montar –ella ya había olvidado aquello. Se sentó de golpe en la cama.
-Sí, está bien. – lo siguió.
Esa vez se bañaron tranquilos, solo proporcionándose caricias y dándose besos. El simple hecho de estar uno cerca del otro los complementaba. No necesitaban nada más.
El día había pasado muy rápido. Más rápido de lo que habían imaginado. Fueron a la granja de los abuelos de Nathalie para montar, al principio ____ temblaba de miedo y Justin no parecía muy seguro de saber que tenía que hacer, pero juntos se subieron a un caballo y comenzaron a moverse lentamente alrededor del prado. A ___ le pareció muy amables los abuelos de Nathalie, ___ nunca veía a sus abuelos. Eso era extraño. Quizás estaban peleados con sus padres.
Después de muchas risas y más besos regresaron a la casa para preparar sus cosas. Ese día cada uno debería de regresar. ___ odiaba que terminase el día tan rápido. Disfrutaba el pasar tiempo con Justin, quizás vuelvan a repetirlo algún día, pensó.
-Te amo- susurro Justin dándole un beso en los labios.
Estaban apenas hace diez minutos en el aeropuerto esperando el vuelo de ____. Justin estaba triste, pasarían de nuevo días para que el pueda verla otra vez. No podía despegarse de sus labios, por eso cada vez que podía la saboreaba. Le encantaba eso.
-Yo también te amo Justin -le acarició la mejilla- ¿Vendrás a verme el otro fin de semana? -pregunto. Justin se tenso. Demonios, no sabía si podría.
-No quiero mentirte -le dijo nervioso- sabes qué..
-Si, lo sé- ___ hizo una mueca. "Su padre". Ese era el maldito problema. ¡Joder! Quería estar cerca de Justin.-Pero prométeme que harás lo posible por ir ¿sí? -el asintió sonriente.
-Claro que haré lo posible -la beso haciéndola estremecer.
De repente la sintió tensarse y separarse de él. Justin frunció el ceño.
____ se acordó de sus anticonceptivos, los había tomado el día anterior, pero.. ¡Joder! ¿Cómo se había olvidado de cambiar su alarma? sabía que sería un problema el horario. Hizo una mueca. Pensaba que lo recordaría. Pero no, no lo hizo.
-¿Estás bien? -pregunto preocupado al ver lo pálida que se había puesto su hermana. Ella trago seco. ¿Qué le diría? ¿Cómo reaccionaría?
-Yo.. -no podía, se mordió el labio nerviosa.
-Tú.. -dijo él. Le agarro las manos. -vamos ____, necesito que confíes en mí y me lo digas.
-Es que..-miro hacia un costado buscando valor. Lo miro. -me olvide de tomar mis pastillas -susurro. Justin frunció el ceño no comprendiendo.
-¿Y eso que tiene? -pregunto. El pensaba que estaba hablando sobre sus medicinas. Ella lo miro culpable y el entendió. Se puso blanco, estaba en shock. Sus manos comenzaron a sudarle y dejo de parpadear.
-Justin.. -susurro ella al borde de las lágrimas- yo Justin, enserio lo siento. No.. -el la abrazo. Fue lo único que pudo hacer. No, no de nuevo, se dijo. ¿Porque esto, justo ahora? Era la mala suerte que lo perseguía.
-Tranquila princesa, lo sé.-ella sollozaba en su cuello.
Justin no podía culparla, ya que ambos lo eran después de todo. La agarro de la cintura y la hizo sentarse en su regazo. Las personas que pasaban caminando con sus maletas los miraban curiosos. Otros sonreían ante tal escena.
-Justin.. -lo miro con los ojos rojos, a él le partió el corazón verla de esa manera- ¿Que haremos? -susurro ronca.
-No lo sé -dijo bajo. La miro acariciándole la mejilla- por favor no llores -le pidió- odio verte llorar -ella trato de calmarse- y que hora tendrías que haberla tomado -pregunto. Ella miro su hora en su celular.
-A las siete de Connecticut -se acomodo sobre su hermano haciendo que el gimiera- lo siento -dijo apenada. Por ambas cosas. Él le sonrió tiernamente. Apenas eran las seis y media de Ohio y en Connecticut serian las siete y media.
-Tómala ahora -ella lo miro confundida- sabes que puedes tomarla hasta una hora después o antes ¿cierto? -ella se sonrojo. No lo sabía. El rio -supongo que no lo sabías, apenas te pasaste media hora.
Busco sus pastillas apurada y las encontró en el fondo de su bolso. Mientras menos tiempo perdía en tomarla mejor. Justin la miraba divertido. Estaba muy nerviosa y desesperada. Suspiro pesadamente. Estuvo a punto de tener otro hijo con su hermana. Un hijo, pensó. De nuevo. Deseaba tener millones de hijo con _____, iguales a ella y el. Sonrió ante la imagen, pero era peligroso. Imposible.
-Justin, no tengo agua -se mordió el labio- me puedes traer.
-Claro -le sonrió- ahora vuelvo.
Se levanto en busca de agua, por suerte lo atendieron rápido. Al volver se quedo mirando a un par de niños que estaban con sus padres. Se imaginaba siendo él con su hermana y aquellos niños sus hijos. ¿Y si le pedía que no la tome? Quizás sus padres lo obligarían a casarse con ____ y el estaría más que encantado en hacerlo. No, no podía hacerle eso a ____. Ella estaba estudiando, un hijo la arruinaría. Además, no era seguro que sus padres reaccionarían de esa manera. Quizás lo descuartizarían vivo. Trago ante aquella imagen. Le entrego su agua.
-Justin ¿estás bien? -pregunto al verlo tan pálido. El asintió.
-¿Porque lo dices?-la miro con el ceño fruncido.
-Parece como si fuera que has visto un fantasma -tomo la pastilla y el agua. Justin suspiro. Era mejor solo dejarlo estar.
-No es nada, solo me preguntaba que si hubieras quedado embarazada que dirían papá y mamá. -ella casi escupió todo el agua.
-No quisiera pensar en eso -el asintió y se sentó a su lado.
Hola! ¿Ustedes que creen? ♥